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La gran apuesta

Llegó el día del partido más importante del año, el súper clásico jugaba Boca y River por la final de la copa libertadores, con mi amigo nos pusimos a verlo, él era de river y yo de boca, no sin antes hacer una apuesta el que perdía además de perder la copa iba a tener que ser la sirvienta del otro todo un mes. Y así compramos cervezas, hicimos un asado y de postre uno se iba a tomar unas píldoras mágicas que cambiaban el género de las personas.
El partido empezó y boca estaba ganando pero, river lo remontó 3 a 1 y ahí fue el principio del fin para mí, perdí la apuesta, perdí la copa y para colmo iba a perder mi masculinidad por un mes y también mi dignidad ya que iba a tener que ser la sirvienta de mi amigo.
Después de unas cuantas cervezas para juntar fuerzas me tomé la pastilla y esperé los cambios que llegaron bastante rápido, yo me había transformado en mujer en apenas 30 minutos, mientras miraba todos mis cambios físicos en el espejo del baño mi amigo sacó un traje de sirvienta que habiamos comprado anteriormente y me lo dió para que me vista.
La gran apuesta
Bajé completamente humillado a lo que todavía faltaba que me tomé un par de fotos, se ría de mi aspecto y me trate de inferior, eso iba hacer solo el comienzo de un largo muy largo mes que me esperaba.
Al principio solo me pedía que limpie su casa, le cocine, le lave y planche la ropa y lo ayude en sus tareas mientras el solo se tiraba en el sillón a verme y me decía te falta por allá, ¿Ya limpiaste acá?, ¿Para cuándo está lista mi ropa?.
Pero eso no quedó solo ahí ya que el también cada vez que llegaba me daba la bienvenida con una nalgada muy fuerte en mi culo, al ruido de un ya estoy en casa amor, en todo muy burlón.
Lamentablemente ¿O no? Eso no iba a quedar así ya que una noche llegó completamente borracho caliente del boliche, luego de que una mujer lo haya dejado con ganas de más y con la pija completamente dura y a punto de explotar y me dijo que quería una mamada de su sirvienta personal.
Yo no entendí lo que estaba pidiendo pero el muy exaltado por todo el alcohol que tenía encima y fuera de sus cabales, tomo una posición ultra dominante y me dijo: _Sos mi sirvienta. Tenés que hacer cada cosa que yo te ordené, y ahora quiero que te pongas de rodillas y me la chupes. ¿Entendiste? Mientras me bajaba mi top y mis tetas quedaban al aire.
A lo que yo sorprendida y media asustada (ya que no conocía esa faceta de mi amigo) me puse de rodillas ante él le saque su pene y le dije: _Como quieras
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Empecé a mamarsela, realmente no me fue tan complicado ya que más o menos sabía cómo hacerlo por los videos porno y porque es parecido a comer una banana y porque tenía un poquito de ganas de saber cómo era su pene, pero eso no significaba nada, yo ahora era una mujer y es normal, llevo varios días sin tocarme y empecé acumular un poco de tensión en mi cuerpo, pensaba mientras trataba de dar mi mejor esfuerzo cumpliendo esta estúpida apuesta que habíamos hecho, pero él, completamente caliente y con deseos de mi, me agarró la cabeza y me la empezó a meter hasta el fondo, taca, taca, taca se escucha como su pene salía y entraba de mi garganta, mientras pegaba en mi paladar y sus bolas llegaban a mis labios, trate de salir de ahí, me estaba ahogando pero él tenia mas fuerza que yo y me la metió hasta el fondo para correrse en mi boca y decirme que me la trague toda, como una buena puta que soy, que no quedé ni una gota.
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Yo obedecí y tragué todo lo que pude, mientras me ahogaba, los ojos se me pusieron llorosos y unas gotas de semen caían de mi boca al piso ya que era demasiado, con su carga en mi boca traté de tragar, una, dos y tres veces, fue realmente muy difícil, eso era caliente muy amargo y tenía una textura muy rara, era desagradable. Después de eso él me dijo: _Buen trabajo. Y se fue acostar. Yo en cambio salí corriendo a tomar un poco de lo que sea para camuflar el sabor, lo primero que encontré fue una seven la cual tomé desesperada.
Esa noche no pude dormir pensando en lo que había pasado, ¿Me había gustado? ¿Había estado bien? ¿Y si me lo pide nuevo? Las preguntas me invadieron la mente mientras pensaba lo que había sucedido y si estaba bien o mal, pero el tenía razón yo no podía negarme y tenía que hacer todo lo que el quiera, eso es lo que hace una sirvienta, osea que básicamente él era mi amo😳.
Al otro día no dijo nada de lo que había pasado anoche, así que decidí callar y hacer como que no había sucedido nada, grave error, el interpretó mi silencio como aprobación, y aunque eso estaba moralmente era lo que él en el fondo quería, por la noche cuando volvió está vez no estaba tomado, me agarró por la cintura de atrás, después de darme la típica nalgada y me dijo al oído: _Asi que te gusto lo de anoche.
Enseguida me di vuelta y le dije: _porsupuesto que no.
A lo que me respondió: _Si no te gusto, ¿Por qué no me lo recriminaste?
Me quedé callada por unos segundos y le dije: _Porque soy tu sirvienta, tengo que hacer cualquier cosa que me pidas Sebastián por más asquerosa que sea.
Su mirada en ese momento no era de un hombre arrepentido, para nada, de hecho me miraba con morbo y una tenue sonrisa de maldad.
Seba: (Entonces lo que yo quiera, pensó) _Quiero que me des otra mamada.
Y así cumplí, pero con una condición que está vez no me toque la cabeza, el accedió y me dió sueño palabra, por eso me agaché, le bajé el pantalón y se la empecé a chupar otra vez. Está vez a diferencia de ayer yo me animé a chuparlo con más ganas, ya que esto iba hacer seguido, entonces con una mano lo masturbe mientras le chupaba la puntita, yo sabía que así era mucho más placentero y de paso no me iba ahogar, después la empecé a meter más adentro, para después sacarla y chuparle de nuevo la punta y así una y otra vez, repetí esa fórmula.
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Está vez se vino arriba de mis tetas, lo cual me dejó muy caliente, así que me las chupe para tomar un poco de su semen obvio lo hice cuando me levanté a buscar una servilleta para limpiarme sin que él me vea.
Desde la sala y levantandose el pantalón me grita: _ ¿Te gustó mi amor??
A lo que yo ni le respondí. Pero en el fondo sí me había gustado, sentí muchas cosas raras, que nunca antes había sentido, su pene me gustó, su sabor, su olor, hasta su semen está vez no se sintió tan amargo, ¿Qué me estaba pasando? ¿Tal vez yo me estaba enamorando de mi mejor amigo?😵‍💫.
Sebastián me miró muy desafiante, lo cual me alboroto, me puso roja y me hizo desviarle la mirada, sin decir ni una sola palabra él se acercó a mi me tomó de la cintura, me apretó fuerte contra su cuerpo y me besó. Yo no podía creer lo que hizo, yo estaba besado a un hombre y se sentía mejor que haber besado a cualquier mujer en mi vida, terminamos el beso bastante agitados a lo que su pene, ya duró me tocaba mi vagina y eso me hacia calentar. Me mira con su mejor cara de seductor y me dice: _Yo no te dije que me beses. A lo que me puse más roja todavía, mientas me corría para atrás, él sólo se reía y se fue a bañar que mañana debía irse a trabajar temprano.
A partir de eso y a pedido de él empecé a darle mamadas mucho más seguido, todos los días una o dos por día, aveces cuando se levantaba, o cuando comía por debajo de la mesa, o cuando veía televisión, o cuando estaba acostado simplemente en el sillón, o cuando tenía una entrevista por zoom, o en baño.
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Se la mamaba siempre y a todas horas, eso hizo que el también se venga en todas partes de mi cuerpo, en mi pelo, en mi boca, en mi cara, en mis tetas, se corría siempre, aveces le abría la boca, otras escupía, aveces tragaba mientras otras solo ponía mis tetas o simplemente cerraba los ojos, la cuestión es que se vino tanto en mi que perdí la cuenta y cada vez su semen empezó a saber mejor ya no era tan amargó, ni tan feo, le empecé a dar mucha piña hasta que su sabor fue muy dulce, y aunque su textura nunca cambió me fui amigando cada vez más y más hasta que se volvió mi comida favorita y lo quería siempre y a todas horas.
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En el medio de todo eso las insimaciones fueron apareciendo, el me tocaba, me apoyaba la verga en el culo y cerca de mi vagina y me la arrimo más de una vez, casi entrando pero solo para frotarla un poco y terminar dándome unos golpecitos, ya que no podía tener sexo, si se corría dentro mío las pastillas harían efecto permanente y me volvería para siempre una mujer, entonces ante el riesgo que significaba eso me negué rotundamente a tener sexo con él de forma vaginal pero él muy astuto y caliente menciono que había una forma que no tenia ningún tipo de riesgo y ese era teniendo sexo anal, yo ya sabia por dónde venía la mano y la verdad tenia miedo, nunca me había metido ni un dedo ahí y ahora me iban a meter una verga, pero no pude negarme ya que él dio la orden y tuve que obedecer, compro un plug y me lo metió en mi trasero a la mañana del décimo quinto día y me dijo que lo usé todo el día, no me lo podia sacar. Obviamente obedecí hacer todas mis tareas con eso fue muy difícil e incómodo no me podía mover con libertad y me dolía el culo, es más en el medio de la tarde tuve que mandarle una foto de mi culo con el plug para comprobar que no me no habia sacado, no lo hice porque sabía lo que venía e iba hacer mejor tener el ano un poco acostumbrado.
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Así fué llegó la noche y no hizo nada, nos fuimos a dormir no sin antes darle una mamada como de costumbre y tuve con dormir con él como ya venia haciendo, pero la cosa llegaría al otro día donde después de volver del trabajo y ya habiendo estado un dia entero con eso en el culo me lo hice sacar, me hizo mamarsela para que entre más fácil y después me puso en 4 y me la acerco a mi pobre culo ya dilatado por el plug, yo sentí como entraba con mucha fuerza mientras me pinchaba el culo, pero nada pude hacer, solo gritar Por Favor Más Despacito que Duele
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A lo que Sebastián me dijo: _ ¿Más despacito que? Mientras me dió una embestida muy fuerte
Yo:_ Ahhh, Más despacito amo, porfavor es mi primera vez
Entonces la empezó a meter de a poco y muy lento, con cuidado sin ser brusco, pero su pene entraba todo, era realmente muy grande, aunque ese plug me había ayudado mucho dilatando la entrada y después de un rato ya no me dolía tanto, así estuvo una hora mientras me dió y me dió, me la metía despacito y después fuerte, muy brusco, saltando arriba mío una y otra vez, yo solo estaba en 4 recibiendo, aguantando sus duras metidas de verga y gimiendo a los gritos mientras me abría el culo y gozaba como nuncas antes había gozado en su vida, ya que esto no se podia comparar a ningún sexo que haya tenido antes, así estuvo un rato largo en la que se vino adentro mío 2 veces, sentí todo su semen adentro de mis intestinos, pero en vez de parar, me la siguió metiendo, cada vez el semen mas adentro, hasta que se vino por una según y última vez. Yo terminé toda adolorida en el sillón, boca abajo, con un pedazo de hielo en mi pobre y cogido culo, mientras el me daba una nalgada y me decía eso fue espectacular, recupérate que mañana te vuelvo a romper el culo, y así todos los días que quedan.
Así paso una semana entera, dónde él demostró toda su masculinidad sometiéndome, esos días me puso una regla tenía que esperarlo así, con una tanga y unos tacones cada vez que él volvía del trabajo.
De hombre a mujer
Yo tenía una única misión ponerme como mi amor me mande, desee y exclamé y dejar que me rompa el culo como más le guste, mientras yo solo podía gemir como una puta, y así fue cada vez que volvía me ponía en una posición diferentes sus favoritas y más usadas fueron apoyada en la pared sacando culo y tirada ya sea en el sillón, cama, silla o piso.
La gran apuesta
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Mientras él, mi amo, mi macho, el hombre de la casa, me cogía a su merced, todo lo que quiera, y se viniera en mi culo las veces que su pene pueda correrse, cogimos todas laa horas que pudimos, mientras cocinaba, mientras comíamos, mientras nos bañabamos, antes y después de dormir, ya ni veíamos televisión solo cogíamos y cogíamos como 2 conejos en temporada de crías, y su actividad era únicamente formicar, la verdad que se vino adentro mío tantas veces que perdí la cuenta de cuantas fueron, en mi culo solo había semen de él las 24 horas del día, los 7 días de la semana.
Sirvienta
Así llegó el no esperado para nada día 30 desde que tome la pastilla, lo que significa que su efecto iba a terminar y todo iba a volver a la normalidad, él estaba muy triste, ya que se la había pasado muy bien conmigo y me iba a extrañar, pero en una parte estaba feliz ya que iba a volver su mejor amigo, pero yo estaba completamente triste, realmente me habían gustado estos 30 días con él, habían sido los mejores de mi vida, me gustó cada vez que me obligó a mamarsela, cada nalgada, cada rusa, cada manoteada de verga, cada beso y sobre todo cada embestida que me metió en mi culo, estaba completamente enamorado de mi mejor amigo, me gustaba su carácter, su mirada de superioridad, su cuerpo, cómo me trataba y sobre todo su pene, me había vuelto adicta a él, era completamente su esclava, su puta, su depósito de semen, estaba a su merced, completamente entregada a ser su hembra y que él sea mi macho, lo quería, así que le pedí por favor que me coga una última vez pero está vez por la vagina, (lo qué el no supo fue que pinche el condón).
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Tuvimos nuestro "última velada" un noche de sexo intenso, dónde yo me puse arriba de él y con mi traje de sirvienta empecé a cabalgar su verga, así estuvimos durante un rato largo, hasta que se vino en mí, pero cuando sacó su pene se llevó una sorpresa, el semen no estaba, el condón estaba pinchado, lo que significó que me iba a quedar como mujer para siempre, yo fingi sorpresa y desesperación, me largue a llorar, gritando que voy hacer ahora, a lo que él me abraza, me consuelo y me mira muy serio, diciendo: _Quiero que te conviertas en mi novia.
Yo sacándome las lágrimas diciendole que estaba loco, que eso no iba a funcionar que yo solo fui una estúpida apuesta y que el solo me usó para tener sexo, pero el me dijo que lo de la sirvienta se habia terminado, eso no iba a pasar más, a menos que sea un juego de rol y que de ahora en adelante íbamos hacer una pareja que lo de novia me lo dijo enserio. Yo aparentemente resignada acepté y ahora me convertí en Sabrina la pareja de Sebastián, que iba a seguir todo como hasta hoy pero yo iba a tratar de retomar mi vida, mi trabajo, el cuál habia dejado y mis lazos con mi familia y amigos.
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Así fue como me mudé con el para siempre y tuve el mejor sexo de mi vida, ya que esa faceta suya dominante salía a la luz de noche, cuando teniamos intimidad, o a medio día cuando me agarraba dónde este y me cogía con todas sus fuerzas, me iba a usar tal y como me usó de sirvienta pero ahora todos los días como si novia, mientras cogiamos no era mas que una hembra la cuál estaba para su satisfacción, ahora mis 3 agujeros estaban a su disponibilidad para que haga con ellos lo que quiera, pero lo único que iba a cambiar era que me convertí en la cara visible de su relación, llevandome a fiestas, a cenas, a cines, a pasear, a conocer a sus padres, como toda una pareja formal. Fin.

1 comentarios - La gran apuesta

XtremMan +1
Està muy bueno el relato, bien escrito y muy caliente. En lo personal me la baja un toque la parte de fantasia, esperaba que al final el se vuelva a convertir pero que todo lo que experimentó lo lleve a convertirse en una sissy.
juanitoo_123 +2
Jajaja gracias, yo siento que la gracia en este tipo de historias está en qué después de haber experimento lo que es volverse mujer, decida quedarse como mujer, pero podría hacer algunos en el que vuelva a la normalidad
ario4527 +1
igual me gusto el relato, yo hice uno en su momento con esa final pero era categoria cuckold pero por desgracia perdi el archivo. una pena porque fue lo mejor que hice jaja

ojala sigas asi +10