Era un viernes en la noche, y Juan y Maria se encontravan en el sofá de su casa. La tele estaba prendida, pero ellos no estaban mirando. Juan miro a Maria y le dijo: "Oye, ¿te imaginas si hicieramos algo divertido?". Maria, con una sonrisita traviesa, contesto: "Claro, me parece una idea muy buena".
Entonces, empeSaron a besarse, sus labios se juntaban como si fueran imanes. Juan, sin pensarlo, la agarro de la cintura y la acosto en el sofá. Maria, sintiendo la adlenalina, empezó a desablocharle la camiza. "Eso no se hace tan rápido", dijo Juan, riendo, pero en el fondo le gustava.
Mientras ellos se vesavan, Juan empezó a tocarle la pierna. Maria, un poco nervioza, le dijo: "Ten cuidado, no quiero que me lastimes". Pero él solo sonrió y continuo, porque no podía resistir la tetacion. "Eres tan linda", le susurro al oído.
Luego, Maria se quito la blusa de un tirón, y Juan se quedo boquiabierto. "Wow, eso fue inesperado", dijo él, mientras su corazón latía muy rápido. "¿Te gusta lo que ves?", pregunto ella, coquetamente. "Claro que sí, pero no quiero parecer un perbertido", contesto Juan.
Después, comensaron a desnudarse mutuamente, pero se reían cada vez que algo no salía bien. "¡Ay, espera! Me caí!", dijo Juan mientras intentaba quitarse los pantalones y se tropezó. Maria no podía parar de reírse. "Eres un torpe", dijo entre risas.
Finalmente, se acomodaron en el sofá, listos para lo que venía. Juan intento ser romántico y dijo: "Vamos a hacerlo lento y bonito".
Cuando terminaron, estaban tan ajotados que se quedaron tirados en el sofá. "Eso fue... algo", dijo Juan, tratando de recuperar el aliento. Maria solo asintió y dijo: "Sí, pero la plojima vez intentemos no reirnos tanto".
Y así, con sus corazones latiendo rápido y risas en el aire, se dieron cuenta de que a veces, lo más divertido es simplemente disfrutar el momento, aunque todo salga mal.
Entonces, empeSaron a besarse, sus labios se juntaban como si fueran imanes. Juan, sin pensarlo, la agarro de la cintura y la acosto en el sofá. Maria, sintiendo la adlenalina, empezó a desablocharle la camiza. "Eso no se hace tan rápido", dijo Juan, riendo, pero en el fondo le gustava.
Mientras ellos se vesavan, Juan empezó a tocarle la pierna. Maria, un poco nervioza, le dijo: "Ten cuidado, no quiero que me lastimes". Pero él solo sonrió y continuo, porque no podía resistir la tetacion. "Eres tan linda", le susurro al oído.
Luego, Maria se quito la blusa de un tirón, y Juan se quedo boquiabierto. "Wow, eso fue inesperado", dijo él, mientras su corazón latía muy rápido. "¿Te gusta lo que ves?", pregunto ella, coquetamente. "Claro que sí, pero no quiero parecer un perbertido", contesto Juan.
Después, comensaron a desnudarse mutuamente, pero se reían cada vez que algo no salía bien. "¡Ay, espera! Me caí!", dijo Juan mientras intentaba quitarse los pantalones y se tropezó. Maria no podía parar de reírse. "Eres un torpe", dijo entre risas.
Finalmente, se acomodaron en el sofá, listos para lo que venía. Juan intento ser romántico y dijo: "Vamos a hacerlo lento y bonito".
Cuando terminaron, estaban tan ajotados que se quedaron tirados en el sofá. "Eso fue... algo", dijo Juan, tratando de recuperar el aliento. Maria solo asintió y dijo: "Sí, pero la plojima vez intentemos no reirnos tanto".
Y así, con sus corazones latiendo rápido y risas en el aire, se dieron cuenta de que a veces, lo más divertido es simplemente disfrutar el momento, aunque todo salga mal.
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