Un día después del trabajo me fui hacia un bar simplemente con la intención de ir y beber algo para terminar el día, no había nadie esperándome en el departamento, estaba cansado así que para distraerme una cerveza no venía nada mal. En eso estaba viendo el teléfono y derrepente me entregan una cerveza de cortesía, yo extrañado le pregunté al bartender y me dijo que lo enviaba una chica llamada, Antonia, en eso le agradezco por el gesto y le respondo con un saludo, me acerco a ella sin la intención de coquetear sino de acercarse y presentarse como corresponde.
La vi y me di cuenta lo atractiva que era ella, con un vestido azul que le hacía honor a su figura, unas piernas largas y lisas con unos tacones negros que convinaban con su vestido, su pelo de color rubio, sus ojos delineados con un toque dorado y unos labios carnosos de color rojo, con verla solo atine a decirle “a que se debe tal honor de recibir un trago de ti”, solo respondio con “para ver que tan lindo sonries”, nos reimos y comenzamos a conversar y saber del otro, nos dimos cuenta de varias cosas en comun, gustos y opiniones que coincidamos.
La noche cayó y el frío también, el ambiente se dio para poderla invitar al departamento, le invite una tabla de sushi y comer algo, pasar un momento grato, pero…. No podía quitar la mirada de sus piernas, se veían tan bellas, suaves, de apoco me fui acercando a ella, en un momento le pongo la mano en la pierna y le digo “ disculpa, pero tenia que tocar tu pierna para saber si no eras una muñeca” ella se sonroja y le robo un beso, empiezo a subir la mano lentamente por su vestido llegando entre sus piernas le comienzo a dedear, escuchando sus gemidos le cierro la boca con un beso y sigo por unos minutos más, le susurro al oído “veamos que tan bien sabes ocupar esa boca”, la tomó del pelo y me bajó el pantalón, ni se imaginan lo que podía hacer con su lengua, atragantándose una y otra vez, nos vemos con deseo y nos comenzamos a desvestir y tocarse, sus pechos al aire, los mordía, los lamia, los golpeaba.
Soy alguien que le gusta dominar a las mujeres, azotarlas, dejarles el culito rojito, le pregunté ¿no tienes problema con eso? Me miró a los ojos y me dijo hazme tuya, la jale del pelo, la puse en 4 y estuvimos haciéndolo toda la noche, la atragantaba que se comiera todo, su culito rojo de tantas nalgadas, saltando como una conejita, que delicia, el departamento estaba todo desordenado, en el sofá, la cocina, en el baño unos squirts para finalizar en la cama.
Y tu? ¿Te dejarias dominar?
La vi y me di cuenta lo atractiva que era ella, con un vestido azul que le hacía honor a su figura, unas piernas largas y lisas con unos tacones negros que convinaban con su vestido, su pelo de color rubio, sus ojos delineados con un toque dorado y unos labios carnosos de color rojo, con verla solo atine a decirle “a que se debe tal honor de recibir un trago de ti”, solo respondio con “para ver que tan lindo sonries”, nos reimos y comenzamos a conversar y saber del otro, nos dimos cuenta de varias cosas en comun, gustos y opiniones que coincidamos.
La noche cayó y el frío también, el ambiente se dio para poderla invitar al departamento, le invite una tabla de sushi y comer algo, pasar un momento grato, pero…. No podía quitar la mirada de sus piernas, se veían tan bellas, suaves, de apoco me fui acercando a ella, en un momento le pongo la mano en la pierna y le digo “ disculpa, pero tenia que tocar tu pierna para saber si no eras una muñeca” ella se sonroja y le robo un beso, empiezo a subir la mano lentamente por su vestido llegando entre sus piernas le comienzo a dedear, escuchando sus gemidos le cierro la boca con un beso y sigo por unos minutos más, le susurro al oído “veamos que tan bien sabes ocupar esa boca”, la tomó del pelo y me bajó el pantalón, ni se imaginan lo que podía hacer con su lengua, atragantándose una y otra vez, nos vemos con deseo y nos comenzamos a desvestir y tocarse, sus pechos al aire, los mordía, los lamia, los golpeaba.
Soy alguien que le gusta dominar a las mujeres, azotarlas, dejarles el culito rojito, le pregunté ¿no tienes problema con eso? Me miró a los ojos y me dijo hazme tuya, la jale del pelo, la puse en 4 y estuvimos haciéndolo toda la noche, la atragantaba que se comiera todo, su culito rojo de tantas nalgadas, saltando como una conejita, que delicia, el departamento estaba todo desordenado, en el sofá, la cocina, en el baño unos squirts para finalizar en la cama.
Y tu? ¿Te dejarias dominar?
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