You are now viewing Poringa in Spanish.
Switch to English

Relato con una taiwanesa parte 2

En ese punto ya Flora me tenía en otra dimensión, su suave olor y su cuerpo pequeño y delgado se movía mientras la tocaba, su vagina era tan pequeña que apenas me cabían dos dedos.

Ella agarró mi verga y empezó a tocarla con morbo y de repente paró y me dijo, no está bien tenemos que parar. Le dije estába bien y me senté en la cama y me dijo, no y me empezó a besar el cuello, luego me dijo tengo mucha curiosidad, que se siente hacerlo cuando fumas ?.
saque un vaporizador de destilado de thc y ambos le dimos unas fumadas, ella se puso súper caliente. Entonces la tiré contra la cama e intenté bajarle los panties y ella con vergüenza los sostuvo, al bajarse un poco vi una un triángulo casi perfecto de pelitos negros que recubrían su cońito.

Me puse a mil, así que me bajé los bóxers y ella se quedó mirando con morbo, me di cuenta que me justo me había rasurado. Ella agarró mi verga con sus manos y empezó a chuparla con su pequeña boca y labios carnosos sentía que me iba a venir así que la paré y le quité los panties de un tirón, ella se cubrió con sus manos, le dije que estaba bien y ella me dijo que tenía vergüenza y su cuerpo no era tan bonito y yo le dije que para mí era una diosa, procedí a besarle las piernas hasta que dejó ir sus manos y me comí su pequeño clitoris a lengüetazos, su sabor era prácticamente una delicia y olía delicioso en ese momento,
Flor empezó a gemir y agarrar mi cabeza hasta que se vino, yo en un trance me paré y le quité su sweeter de invierno y su bracier, me quedé mirando sus pequeños pero erectos senos, ella se sonrojó. Le di vuelta y mire colita, la cual estaba bien ejercitada al abrirse dejo ver un botón rosadito y bien cerrado y abajo sus labios bien mojados, puse mi pene con la mano y entre de golpe, ella gemio y me dijo que fuera suave, era bastante estrecha, poco a poco fui cogiendola más fuerte mientras agarraba su colita y miraba esa florecita rosada y cerradita, pero era la primera vez así que su colita tendría que esperar, sin poder aguantar más saqué mi pene y me vine en sus nalgas.

aun estábamos bastante ebrios y eran cerca de las 5am así que ella se dio una ducha mientras yo aún pensaba en esta situación casi surreal, en otro país y con una mujer tan espectacular pero tan diferente con la que apenas hablaba algo de inglés, sin embargo solo pensar en comérmela de nuevo me daba una erección y casi ganas de masturbarme. Ya esa hora estábamos muy ebrios así que nos quedamos dormidos sin ropa y yo con la sensación de haber probado una princesa asiática.

0 comentarios - Relato con una taiwanesa parte 2