¡¿En qué estaba pensando Ochaco cuando empezó a mirar a su chef con otros ojos?! Bueno, ciertamente su mirada permanecía enfocada en muchas cosas, una de ellas siendo el cabello rojo como sangre, a veces esos rasgos duros en su rostro o las grandes manos que creaban poderosas llamas.
Oh sí, Enji Todoroki tenía mucho que mostrar y derrochar con aquella figura imponente suya que, hace pocos meses, comenzó a formar parte de las fantasías más sucias de Uraraka. Era doloroso despertarse con sus bragas toda empapada.
¿Pero, cómo pudo caer tan bajo?
Era complicado de explicar, siendo que la propia mujer no sabía definir cuando esa atracción inició, como fue desarrollada. Quizás no tenía tanto misterio y la respuesta era mucho más simple, pero era difícil de creer que eso ocurrió naturalmente.
No era posible!!
Después de su graduación en la UA, Ochaco fue convocada para trabajar en la Agencia Endeavor y, viendo que podría ser una gran oportunidad para su currículo, aceptó sin enredos. Estaba contenta con ese empleo, principalmente porque Deku, Shoto y Bakugou trabajaban con ella, ellos formaban un equipo excepcional y se llevaban muy bien a su manera.
Y hasta entonces, su intimidad con el héroe Endeavor era totalmente profesional y de vez en cuando casual, claro, siempre manteniendo el respeto que le correspondía, pero en todo caso, ella no sería una Uraraka si no fuera por su lengua atrevida y personalidad espontánea. El pelirrojo no era de interactuar demasiado con los funcionarios, incluso era poca a veces que él salía en misiones, estaba prácticamente "retirado" y pasaba la mayor parte del tiempo en la oficina.
Dos años dentro de esa agencia fueron suficientes para que la castaña creara vínculos afectivos con prácticamente todos, incluyendo a Enji. Pero, ¿cómo ella logró ese hecho?. Shoto solía conversar consigo sobre varios asuntos personales, sobretodo el padre, contaba de los problemas psicológicos que su familia venía sufriendo y del distanciamiento que el hombre adoptó después de quedar solo.
Ella conocía los conflictos internos que envolvían a los Todoroki's, el país entero en verdad, pero después de la guerra parecía que todo había quedado más gris y depresivo. Fue una época oscura. Y Uraraka, siendo impulsada por la voluntad de ayudar a alguien, no contuvo sus acciones cuando tomó la decisión de abordar a Enji en su sala.
Entre._él mandó en cuanto oyó golpes en la puerta. Entonces una sonriente castaña entró en el recinto, haciéndole fruncir el ceño en confusión.__Uravity? Su horario terminó. ¿Qué haces aquí?
Ella caminó más cerca de la mesa, con pasos vacilantes.
_Yo... traje un pastel!_esbozó una gran sonrisa, mientras levantaba las manos para mostrar el pote.
_Pastel?_preguntó, aún confundido. La heroína apenas balanceó la cabeza frenéticamente, confirmando._Por qué? No es mi cumpleaños.
_Lo sé. Sólo quería traer algo para... alegrar al Señor..._acercó más al hombre._Por favor, acepte mi pequeño agrado._pidió, con ojitos suplicantes.
El mayor la miró sorprendido durante unos minutos antes de, finalmente, reunir el coraje para recoger el pote.
Y fue cuando el primer toque entre ellos aconteció; los dedos del pelirrojo rozaron contra las manos de la joven, creando una extraña sensación. Enji ignoró aquel frío en la barriga y miró para el dulce, una sencilla sonrisa surgiendo antes de agradecer:
_ Gracias._suspiró, sin saber cómo reaccionar._ Es muy amable de su parte, Uravity.
._ No es gran cosa._alzó los hombros, sonriendo. Es hecho con chocolate amargo, pues yo deduje que tal vez al Señor no le gustan tanto las cosas dulces.
_Hum, qué atenta. Puede estar segura que yo iré a comer._alargó la sonrisa.
Los dos se miraron mutuamente durante minutos, fue como si el tiempo se hubiera detenido, pero Uraraka pronto se dio cuenta de la situación embarazosa y cortó el clima.
_ Bueno... mejor me voy.
_dije, nerviosa._Buenas noches, Endeavor!
_ Buenas noches.
La puerta fue cerrada y Todoroki volvió a mirar lo dulce, analizando lo que acabó de suceder. Bueno, él ya sabía que la chica tenía un comportamiento peculiar, pero nunca recibió regalos de la nada, aún más sin motivos aparentes. De todos modos, el mayor probó el pastel y le encantó!
Y esa interacción fue el comienzo de muchas otras. Cada vez que el día terminaba y los héroes seguían para casa, Uravity aprovechaba el lugar vacío para correr hasta la oficina de Todoroki mientras llevaba alguna comida o dulce. Las primeras visitas eran solo para dar el regalo y luego desear una "buenas noches" acalorada, sin embargo, con el transcurrir de los encuentros, ellos iban quedando cada vez más cercanos.
Después de semanas con ese ritmo, Enji ya estaba acostumbrado a la presencia de la joven, llegando al punto de siempre verificar las horas en el reloj de pulsera cuando notaba un cierto retraso. Él nunca impidió sus visitas o se molestó con el acto, aunque quedaba confundido al principio, pero aprendió a valorar aquella atención.
_ Pensé que no vendría hoy..._él comentó con buen humor, mientras guardaba algunas carpetas encima de un armario._Día corrido?
La mujer se lanzó contra el sillón y suspiró alto.
_Sí. Muchos villanos para contener y muchas personas para rescatar._masculló.
._ Estuve de ojo en las noticias, hizo un gran trabajo._pasó por ella, tocando su cabeza y cogiendo una caja para guardarla.
Ochaco sonrió, con timidez. Era extraño adaptarse con esos elogios y toques inocentes que empezaron a hacerse frecuentes, pero no podía negar que le gustaba.
Gracias. Yo solo hice mi trabajo._se levantó y colocó el sushi que compró sobre la mesa._Necesita ayuda? _preguntó, refiriéndose a las cajas que él intentaba a toda costa meter por cima del armario.
Ah, no... Estoy bien...
Ella giró los ojos y fue hacia el hombre, activando su quirk en los objetos. Los puso en el lugar indicado y luego recogió más cosas, flotando junto para guardarlos en el armario.
_¿Día de limpieza?_Ochaco cuestionó.
_Más o menos._suspiró, cansado._Tuve que buscar algunos documentos antiguos para resolver un problema. Solo que no sabía que se convertiría en un lío._resopló una risa.
La castaña acompañó su risa, lo que ocasionó en la falta de concentración y pérdida de equilibrio de su quirk, que desactivó haciéndola caer. Afortunadamente, Todoroki fue rápido en sus reflejos y la recogió antes de llegar al suelo.
_ Mierda..._ella lloramingó, y al abrir los ojos, se encontró con la cara preocupada de Enji a milímetros de su rostro.
_Fue sólo un susto._el pelirrojo habló tranquilo, sacando los hilos marrones de su cara.
_Uhum..._la heroína solamente asintió, embobada. Oh no, aquello estaba sucediendo de nuevo, sus mejillas ruborizando en otro momento vergonzoso. ¡Vamos a comer la comida que yo traje! Ya debe estar fría! _saltó del regazo, alejándose lo más rápido posible.
_ Claro..._él aclaró la garganta, inquieto.
Ese toque fue el más íntimo hasta aquelle momento, pero últimamente, contactos físicos estaban tornándose rutinarios y agradables para ambos lados...
.Hasta el punto de volverse peligroso, muy peligroso.
Uraraka sentía un calor acumulándose en cierta parte de su cuerpo cada vez que los dos estaban juntos, y no era nada cómodo. Quedaba avergonzada y agitada, tratando miserablemente de siempre ocultar. Cuanto más interactuaban, más el sentimiento aumentaba, solo que la mujer no quería alejarse y parar con sus encuentros, que incluso fueron llevados fuera de la Agencia.
Ella ya estaba familiarizada con la casa de los Todoroki's, constantemente iba con Shoto y otros amigos para tontear por allá... ¡Pero nunca había estado sola con Enji!
_¿Quieres algo de beber?_el héroe preguntó, mientras entraba en la cocina y abría la bodega.
_ Sabes cuál es mi preferida..._sonrió ladina, sentándose en el taburete del balcón.
Él sonrió, tomando una botella de ginebra y otra de whisky. Dos copas fueron puestas sobre el mármol y llenadas con las bebidas, entregando la de ginebra blanca para ella.
_Gracias!_Ochaco tomó el líquido, gimiendo en satisfacción.
Vamos a la sala, allí estaremos más cómodos.
Cinco meses era el tiempo que los dos ya estaban involucrados en esa... ¿amistad? Sí, ellos se consideraban como amigos. La relación incluso era más nitida públicamente, ya no quedaba únicamente dentro de la oficina, Uraraka y Todoroki salían a veces para beber, de hecho hoy sería uno de esos días, pero comenzó a llover y tuvieron que cambiar los planes.
Entonces, la propuesta de ir a la Residencia salió del propio Enji antes incluso de que la chica pensara en cancelar. Inicialmente, Ochaco quedó con aquel nerviosismo de siempre, pero acabó aceptando y acompañándolo sin objeciones.
_ Estás temblando. ¿Tienes frío?_él dijo, alarmado por el temblor de sus pequeñas manos. En eso, el hombre colocó su vaso en la mesita de centro y se acercó a la castaña._Ven aquí, te voy a calentar...
_Anh?!_ella abrió un poco sus ojos con aquel comentario.
Enji no entendió muy bien su vacilación al principio, pero cuando percibió el sentido que sus palabras podrían haber sonado, quedó extremadamente retraído.
_Yo no... No quise ser rudo..._el pelirrojo decía, incómodo._Discúlpeme. Sólo quería ayudarla._frotó las palmas sudorosas contra su pantalón jeans.
_Está todo bien! No es como si yo hubiera pensado en algo mal!_rió, forzada. Era una tremenda mentirosa, obviamente muchos pensamientos pervertidos rondaron su cabecita nada pura._Estoy realmente con frío..._apoyó su cuerpo al de él. En realidad, su temblor era de nerviosismo._Gracias por calentarme, Señor Todoroki._dijo, con cierta malicia.
Ochaco estaba jugando con fuego. Literalmente. Ella solo estaba cansada de reprimir sus actitudes, y si lo hizo hasta ahora, fue solo por varios motivos obvios relacionados con su trabajo y el sentido común. Porque, verás, había diversas barreras que les impedían de tener algo más; edad, empleo, reputación pública, sentimientos...
.Y claramente, Enji Todoroki nunca la miraría así.
Verdad?
_ De nada. sonrió, tenso. Él entonces pasó su brazo izquierdo por los hombros de Uraraka, activando su quirk moderadamente._Mejor?
_ Sí..._confirmó, mañosa. Estaba tan calentito y cómodo.
Ella subió sus piernas hacia el sofá y se acurrucó sin miedo cerca de él, apoyando la cabeza contra el pectoral ancho. Continuó bebiendo su bebida tranquilamente, en silencio, sintiendo la mano grande del pelirrojo acariciar su brazo. Ya habían estado en una posición similar, cuando se quedaron hasta tarde en la oficina conversando y pocos minutos después Ochaco cayó al lado de él dormida, pero con certeza esa era la interacción más íntima comparada con cualquier otra.
Enji hacía de todo para controlar su respiración e imaginación impura, él se sentía enfermo por tales pensamientos, los cuales comenzaron a formar parte de su cotidiano hace algunos meses y tomaron cuenta de su cabeza.
Era loco, problematico, muy equivocado en diferentes niveles. No podía estropear la hermosa amistad que construyeron.
¡Maldición! ¡Ella tenía la edad de su hijo Shoto!
No sabía cómo definir lo que estaba sintiendo, pero la tensión sexual era palpable, no tenía cómo negarlo, poseía una química y atracción demasiado evidentes allí. Perdido en conflictos internos, Todoroki ni siquiera se dio cuenta de que su temperatura corporal estaba aumentando.
_Qué calor de mierda!_él gruñó, sacando su camisa de la nada. Pasó las manos por la cara, estresado.
Y Uraraka solo pudo prestar atención a aquel pecho escultural, que brillaba a causa del sudor adquirido.
_Enji..._ella lo llamó, haciendo que el hombre se avergonzara de su acción abrupta. Y antes de que él pudiera disculparse, la mujer sostuvo su rostro._No me despidas._pidió, actuando de manera arriesgada.
Todoroki solo sintió sus labios suaves y dulces ser presionados contra los suyos con delicadeza, como si ella temiera hacer otro movimiento más audaz. Y el mayor comprendía perfectamente su miedo, él mismo permanecía paralizado, no hacía ni dos minutos que estaba teniendo una crisis y ahora la besaba.
Ella se alejó lentamente, conectando sus iris marrones con las azules turquesas. La inmensidad de aquellas miradas los consumieron, provocando un alboroto que alteró todas sus neuronas. Todoroki entonces la agarró por la nuca y juntó nuevamente sus bocas, profundizando aquel contacto con la lengua.
Oh, Dios! Eso estaba mismo pasando?! Uraraka finalmente podía sentirse un poco saciada por estar probándolo, tocando aquellos brazos musculosos que la hacían salivar, experimentando el calor que el mayor emanaba y el sabor que sus lenguas compartían en una danza sensual.
De todos los toques que fueron cambiados durante esos meses, sin duda el beso estaba siendo lo más inesperado y atrevido posible. Y la felicidad de ser recíproco, la dejaba más calma.
Él la tumbó contra el sofá, quedando por encima del pequeño cuerpo mientras la prensaba, el ritmo aumentaba y el momento se calentaba gradualmente.
Ochaco hundió sus dedos en los hilos rojos y ató las piernas alrededor de la cintura ajena, acercándolo más. Ella quería fundirse contra ese cuerpo enorme y caliente. Por lo tanto, comenzó a mover sus caderas hacia la pelvis del mayor, una generosa protuberancia residía allí y la mujer quería explorarlo.
_Awn... E-Enji..._ella soltó un gemidito mañoso cuando sus intimidades rozaron.
Pero, tal vez, no haya sido una buena idea evidenciar su placer sonoramente, visto que el hombre paró todo lo que estaba haciendo y la miró culposo.
_Eso no debería estar pasando... Joder... _Todoroki lamentó, levantándose del sofá y andando por el ambiente, agitado._No puedo tocarte de esa forma. ¡Está mal!
Uraraka se sentó, mientras arreglaba su vestido y el cabello que ahora era largo.
_ No hay nada malo. Somos adultos, sabemos lo que estamos haciendo. intentó hacerlo entrar en razón._Queremos eso...
Pero no podemos!_argumentó.
_ Por qué?!_ella exaltó la voz, comenzando a enojarse._Y no sirve de nada hablar sobre lo obvio!
Enji la miró nervioso, entreabriendo la boca para decir algo, pero evidentemente nada coherente salió. Suspiró, recobrando su postura.
_ Aún está lloviendo, puede acomodarse en algún cuarto de huésped y ponerse a gusto..._dijo, intentando sonar normal, lo que solo provocó más furia en la castaña.
_ No se preocupe, Señor Todoroki._tomó su bolso y siguió para la salida._Puedo pedir por un taxi.
_ Lo siento... por eso._él murmuró, cabizbajo.
_No lo sientas. Como dije antes, no hicimos nada malo.
El mayor resopló decepcionado tan pronto como escuchó el golpe de la puerta, cerrándose. Eso era lo que temía, arruinar toda su relación inocente por culpa de una impulsividad sexual. Hacía años que no tenía intimidad con una mujer, y tener a Ochaco cerca siendo tan cariñosa, comprensible y atenta, exhalando su belleza por la Agencia, solo sirvió de gatillo para sus actos inapropiados.
Y todo empeoraba aún más al saber que ella le correspondía, si por lo menos la heroína lo hubiera renegado, él tendría excusas para mantener la distancia y eliminar esos sentimientos perturbados.
Las semanas siguientes fueron torturantes, principalmente para Enji, que estaba siendo ignorado y tratado de una forma bien seca por Uraraka. Por un lado era bueno, pero por otro era doloroso y vacío; no tenían más sus encuentros, ni siquiera dirigían la palabra y por varios días él no pisó en el trabajo.
Los toques ya no existían.
Solo que Ochaco ya se estaba quedando sin paciencia con toda aquella situación, ellos se querían, si deseaban... ¿Por qué tirar a la basura algo que era mutuo? A la mierda el miedo o el juicio que podría generarse en el futuro. Después de todo, nadie necesitaba saber...
Siendo así, la mujer ideó un plan de seducción y antes de ponerlo en práctica, ella buscó a su amigo Shoto para conversar con sinceridad acerca de aquel asunto. Y tal fue su sorpresa cuando el muchacho rió ante el relato, encontrando gracioso la historia que su padre se había involucrado. Todoroki no solo la apoyó, como también dijo que la ayudaría en lo que necesitara.
Ochaco se sintió más segura y confiada después de aclarar el tema con Shoto, la hacía creer que no estaba totalmente loca de seguir con eso. Entonces, ella volvió a acercarse al mayor, llegando con provocaciones, soltando inderetas y creando escenarios provocativos entre ambos. Y mientras Uraraka se divertía con su jueguito atrevido, Enji estaba extremadamente confundido con aquel cambio brusco de comportamiento.
Él nunca sabía cómo reaccionar a las embestidas maliciosas, intentaba fingir que no le afectaba o que no estaba viendo, pero era complicado. La chica conocía sus puntos débiles y utilizaba todos ellos a su favor, cada artimaña suya era calculada. Y en algún momento, Todoroki buscaría por respuestas...
_Uravity, no me gusta su comportamiento._el pelirrojo dijo firme, mirando fijamente para Ochaco sentada a su frente. Estaba nervioso, pero no quería demonstrar.
_No entiendo. ¿Qué he hecho?_ella preguntó, cínicamente.
Él respiró hondo.
_ Por favor, Uravity, no juegues con mi autoridad._gruñó, estrechando los ojos.
¿Por qué? ¿Me vas a castigar? _sonrió, descaradamente.
_¡Ves! ¡De eso estoy hablando! _batió el puño contra la mesa, bravo._Primero te alejas y después empiezas a coquetearme como si nada hubiera pasado! ¿Qué quieres de mí, mujer?!_exigió.
Ochaco se levantó y caminó hacia el hombre, parando detrás de su silla.
_Quiero que mantenga la calma, primeramente..._apoyó sus manos en los hombros masculinos, masajeando el local lentamente._Estás muy tenso._su voz era suave, bordeando un poco la diversión.
_¿Por qué haces esto?_suspiró, más tranquilo. Luego, él inclinó la cabeza hacia atrás, apoyándose en el respaldo de la silla mientras mantenía los ojos cerrados.
_ Porque es tonto negar lo obvio._sopló contra su oreja, el perfume fuerte la embriagó deliciosamente._Nosotros dos queremos sentir el uno al otro..._susurraba atrevida, pasando sus caricias para el pecho tapado por la camisa social. Me encantaría tener tu polla dentro de mí._besó su cuello, llevando una mano hasta el bulto y apretándolo levemente.
_Uraraka..._él jadeó, abriendo en secuencia sus piernas.
Ella sonrió, al notar que estaba consiguiendo persuadirlo con sus toques. Podía sentir su cuerpo temblar, la respiración haciéndose pesada a medida que las caricias se volvían más intensas.
Y él, aun sabiendo que debía parar con aquel contacto, ya estaba completamente sumergido las sensaciones placenteras. Enji solo fue capaz de razonar cuando la vio arrodillarse entre sus piernas, comenzando a abrir la hebilla del cinturón.
_N-no... ¡No lo hagas!_él tomó sus manos, reprendiéndola.
Uraraka carcajeó, despreocupada.
_ ¿De verdad vas a rechazar mi agrado?..._sonrió, soltándose del agarre y dirigiendo su atención hacia el cinturón. Ya fuiste más educado.
El accesorio fue desbloqueado y el pantalón abierto, dando visibilidad a su calzoncillo negro, que rápidamente fue bajado junto con el resto de la ropa. Oh, esa polla era todo lo que una mujer soñaba con tocar, era grande, gruesa, su cabecita inchada goteaba pre-semen.
Una amplia sonrisa estampó sus labios y, con determinación, ella agarró la carne dura con una de las manos, dando un apretón experimental y escuchándolo tirar de la respiración pesadamente. Enji apretó los ojos, negándose a ver aquella escena excitante, él estaba muy sensible y temía acabar solo de observarla manoseándolo.
Ochaco masajeó toda la extensión, subiendo y bajando la manita con cierta curiosidad, el líquido era esparcido por la tez venosa, facilitando el deslizamiento de la palma. En eso, su lengua tocó el glande y rodeó aquella región mojada, succionando enseguida.
_Urgh, carajo!_Todoroki hundió el cuerpo contra el sillón, gruñendo.
Aquella voz ronca ciertamente mojó sus bragas, y queriendo escuchar más del sonido grave, la castaña hundió su boca en el pene y lo chupó profundamente, simulando tragarlo. No pasó mucho tiempo antes de que los gemidos resonaran y la gran mano se posara sobre su cabeza, tirando algunos hilos entre sus dedos.
El pelirrojo ya estaba entregado, delirando bajo aquella cavidad húmeda y caliente que lo envolvía, experimentando su lengua traviesa jugar por el largo. Su cadera comenzó a moverse, empujando el miembro con más profundidade en su garganta. Ella relajó la mandíbula y aumentó sus movimientos, chupando rápidamente mientras masturbaba la base. Su otra mano apoyada en el muslo del hombre, clavó las uñas en su piel, creando un placer inmenso bien en la boca de su estómago.
_U-Uraraka... alejáte..._él pidió, intentando alejarla para no acabar en su boca.
Hhm!_Ochaco gruñó, negando.
Ella lo devoró, estimulándolo intensamente, dando todo de sí para recibir su esencia. Y el líquido rápidamente alcanzó su paladar, inundando la cavidad. Tragó cada gotita, mirándolo en todo proceso, la polla fue deslizado hacia afuera y Ochaco luego buscó por aire, la saliva escurriendo por su boca mientras él la admiraba.
Todoroki estaba jadeando, era posible incluso ver una capa de humo salir de su cuerpo.
Necesitaba un baño urgentemente. Él guió su mirada hacia la castaña, que había subido a la mesa y sentado, la sonrisita socarrona no abandonaba su rostro.
_ No esperes que yo haga algo..._Todoroki dijo, arreglando su ropa._No voy a tocarte de esa forma._decretó, mirándola severamente.
Uraraka se mordió el labio inferior, sonriente. A ella le estaba empezando a gustar esa postura autoritaria y gruñona de él.
¿Por qué tan reacio? ¿No sientes nada por mí?
_Porque..._la acorraló contra la mesa, luchando para no caer ante la tentación._Porque sé que eso será nuestra ruina. Lo hago por nuestro propio bien.
_ Ya está siendo una ruina..._rió. Mira tu estado, yo apuesto que estás loco para metérmelo.
Él resopló, exasperado.
_Yo te cambiaré de sector._amenazó, haciéndola reír más alto.
._No, no lo hará._ella dijo, convencida.
Uraraka bajó de la mesa y salió de la sala como si nada hubiera ocurrido, sabiendo que él no cumpliría con lo que fue dicho, pero por otro lado, su renuencia aún la molestaba. ¡Vamos! Le hizo una mamada, merecía al menos una recompensa.
Enji dejó la Agencia en cuanto aquel momento terminó, totalmente agitado con los últimos acontecimientos, jamás esperaría una actitud tan atrevida y sexy por parte de la chica. Y eso lo afectó de una manera que no debería.
Estaba perdido por esos toques pervertidos.
Y Ochaco no paró con sus provocaciones, cada día que proseguía, más de los límites ella pasaba. Todo tipo de insinuaciones la mujer soltaba y Todoroki se volvía loco, sin saber qué hacer con su miembro duro. Pero tener el valor de cambiarla de sector, realmente no tenía, pues solo de imaginarla en esas mismas condiciones con otras personas, ya lo hacía enfermar.
_Lentamente..._Enji murmuró, poniendo ambas manos alrededor de las caderas de Uraraka. Apretó firme, impidiéndole que continuara meneando rápidamente sobre él._Despacio es más rico.
El Sr. Todoroki siempre decía que nunca la tocaría indecentemente. Ya lo dejó bien claro, varias veces. No importaba cuánto Ochaco diera consentimiento, pidiera con cariño o se ofreciera, la respuesta era la misma...
Lo hacía por su propio bien.
Pero, lo interesante de todo este discurso moral era que, aunque negaba el acto en sí, él no podía controlar sus propios impulsos cuando estaban solos.
_¿Ves?_susurró, observando hipnotizado el movimiento más tranquilo de su cintura. Uraraka abrazó sus hombros, en éxtasis, cada meneada suya frotaba su puntito hinchado contra el tejido de su pantalón._Así es como te follaría... Por supuesto, si yo estuviera lo suficientemente loco para hacerlo.
.La chica gruñó, hundiendo su cara contra el cuello del mayor. Frustración, esa era la palabra que podría definir su estado de ánimo ahora. Ella sabía que toda aquella cortesía no pasaba de provocación, él estaba desdeñando de su situación deplorable. Enji había aprendido a responder a sus intentos de seducción, en lugar de ceder, él solo creaba más momentos sucios y perversos.
Ochaco definitivamente no se lo esperaba eso cuando decidió buscar a Shoto en su casa, y por alguna razón, ella sospechaba que su amigo tenía el dedo metido en esa "coincidencia". En todo caso, no podría estar menos satisfecha por haber terminado sentada en el regazo de Todoroki con su falda levantada y las bragas apartada hacia un lado, mientras lo utilizaba para masturbarse.
_Por favor..._ella murmuró, mañosa. Estaba muy excitada, caliente, su coño resbalaba con tanta facilidad que se preguntaba cómo sería tenerlo dentro._Enjiii, no sea malvado._lloramingó, repartiendo besos por su cuello y mejilla.
_ Malvado?_bufó una risa._Debería agradecerme por dejarla hacer lo que quiera conmigo._su agarre pasó para el culo, llenando las palmas con la carne harta. Frotándose en mí como una desesperada. ¿No te da vergüenza hacerle eso a tu chef?
Ella sonrió, trayendo su cara más cerca.
_Y a ti, no tiene vergüenza de hacer esto con su empleada?_devolvió con otra pregunta. La mujer entonces subió su cuerpo y luego se sentó con fuerza sobre el bulto, haciéndole murmurar un insulto._Tan duro... ¿Seguro que no quieres follarme?
En eso, Uraraka comenzó a simular penetraciones, sentándose repetidas veces sobre la erección del pelirrojo y frotando con más intensidad sus genitales. Ella era una pila de tensión y desesperación, apenas podía mantener los ojos abiertos o el cerebro funcionando. ¡Estaba completamente drogada por ese hombre sexy!
Y Todoroki no estaba en mejores condiciones, reprimir sus verdaderos extintos bordeaba a un dolor horrible. Él quería agarrar ese cuerpo con brutalidad, marcarlo totalmente, proclamarlo como suyo...
Pero no podía. Estaban prohibidos el uno para el otro.
Mierda..._él gruñó antes de tomar sus labios, iniciando un beso voraz.
A Ochaco le gustaba la falta de control, de cómo sus movimientos eran desenfrenados e intensos, aceptando de buen grado la lengua contraria recorrer su cavidad. Y sentir sus manos la apretando firmemente era una delicia, aquellos dedos delineando sus curvas mientras casi rasgaban o quemaban la ropa, él estaba por un hilo de perder la razón...
_Y-yo estoy casi... Ahh..._ella gimió entre el beso, mientras rebotaba y se revolcaba frenéticamente sobre la erección. Estaba tan sedienta que juraba patéticamente que podía sentirlo follándola bien profundo.
Y fue en ese instante, cuando la castaña llegaba tan cerca de su ápice, que Enji la interrumpió. Era su castigo por ser impura a ese punto, por tener la audacia de imaginarse teniendo sexo con un hombre mucho más viejo y maduro.
Él la maneja como si fuera una muñeca, sin vacilar. La agarra por su cintura y la aleja mínimamente para girar su cuerpo, posicionándola ahora de espaldas hacia sí. Le arregló bien bonita en su regazo, haciendo que ella se acostara cómodamente contra su torso. Suas piernas fueron abiertas y flexionadas sobre el sofá, exponiendo obscenamente su vagina empapada.
Debería tener vergüenza..._él susurra a su oído. Mira como su coño está todo melado por mí._los dedos resbalan suavemente por la hendidura íntima, recolectando el líquido pegajoso, causando un escalafrío en Uraraka. Levanta la mano, mostrando su humedad._Se está derritiendo aquí abajo, nena._la mano vuelve para la intimidad, abofeteándola.
El movimiento se repite, creando un ruido de chasquido húmedo, lo que hace Ochaco llorar y gemer sófrega. Todoroki parecía divertirse con sus reacciones retraídas, después de todo, era la primera vez que ella demostraba vulnerabilidad, que no estaba al mando de las provocaciones.
Enji..._clama, desesperada.
_Lo sé, mi hermosa... _ dio otra bofetada en el local, sintiéndola estremecer._Voy a resolver su problema._la palma rasposa cuelga sobre el sexo, y Ochaco comienza a experimentar un cierto calor calentando su región; él estaba con su quirk activada.
Ella se encoge en el regazo del mayor, gimiendo delante de aquella sensación caliente que predominó en su interior, y todo mejora cuando el pelirrojo la penetra con dos dígitos. Sus paredes internas se contrajeron automáticamente, atrapando los dedos con fuerza.
_No necesito calentarte, ya estás muy caliente aquí abajo..._besó su hombro, siguiendo hacia el cuello y la barbilla. Los falanges entraban y salían profundamente, aumentando la velocidad poco a poco.
Enji sentía su polla latir dolorosamente, y tener el culo femenino provocando una fricción allí arriba, lo hacía mucho más sensible. La deseaba tanto, y se odiaba por ello. Cuando se preparó para dar otra secuencia de tapas sobre el coño, terminó hundiendo los dedos de la otra mano en su boca.
_Nhmm~..._ella gimió en satisfacción, chupando y lamiendo los dígitos como si fuera su pene.
Todoroki se deleitaba con los sonidos acuosos que tomaban todo ambiente, con cada lloriqueo mañoso suelto por ella. Las lágrimas empapan la cara redondeada, excitándolo demasiado. No importa cuánto ruegue Ochaco, llore, suplique...
Enji jamás la tocaría de manera incorrecta.
O eso él quería creer para sentirse menos culpable, menos sucio por estar depositando sus caricias maliciosas en ese cuerpecito tan delicado y suave. Pero él nunca conseguía mantenerse lejos, por más que desviase su mirada o la reprendiera, Enji terminaba siendo atraído hacia su trampa.
Aquella rutina ya había durado por unos ocho meses, sus encuentros se hicieron más frecuentes y necesitados, ellos constantemente intercambiaban un poco de su sabiduría en casi todo lugar. Solo que incluso después de tantos momentos juntos, Ochaco aún no sabía lo que era tenerlo dentro de sí.
Asi que ella tuvo que recurrir a medidas extremas. Comenzó a aparecer más cerca de otros hombres, lanzando sus coqueteos y sonrisas encantadoras, consiguiendo aquello que planeó; la atención del Todoroki mayor. Él quedó poseso, corroyéndose de celos, lo que acabó haciéndole incumplir con su "promesa".
_Ohh, eres tan estrecha, cariño..._Enji suspiró contra su oído, sujetándola detrás de las rodillas y manteniendo sus piernas bien abiertas, mientras empujaba la polla lentamente en su dirección.
Uraraka jadeó en plena felicidad, finalmente estaba experimentando aquelle glorioso pene atascando su canal y llenando cada espacio. Ah, eso era perfecto!. Ella lo había provocado hasta que él no soportó más la carga de haber sido cambiado, siendo así arrastrada a la casa del mismo y ni teniendo tiempo de hacer nada, visto que el héroe la llevó directamente a la habitación.
Y el resto, todos ya lo saben...
Lo sostuvo por los cabellos rojos, tirando de los hilos con fuerza y dejando su cuello expuesto a sus dientes, mordiéndolo.
._Uhn... Argh!_él gruñó gutural, estocando con más fuerza. El sonido fuerte de pieles chocando inmediatamente comenzaron a inundar el lugar, acompañado de los gemidos de ambos._Hazlo de nuevo!
¿Qué...?
Muérdeme de nuevo... Marca a mi piel._pidió entre gemidos y suspiros.
La heroína sonrió, malvada.
Una vez más hundió sus dientes con fuerza contra la piel ya herida, la mujer se había dado cuenta en estos últimos encuentros de que Todoroki le gustaba de rudeza durante las caricias, un poco sádico, diría ella. Ochaco disfrutó de los gruñidos roucos y potentes que él soltó, mientras elogiaba su actuación:
_Así mismo, nena... ¡Maldita sea! Voy a volverme loco...la besó, casi gruñendo al sentir el dulce de aquellos labios.
Él pronto se alzó, la lujuria brillando en sus iris azules mientras una mano seguía hacia su cuello y la otra iba hacia las caderas, apretándolas. Uraraka abrió su boca en busca de aire, pero nada vino, la pelvis masculina golpeaba contra ella descontroladamente, alineando en un ritmo de tirar lentamente y luego empujar con intensidad, repetidamente.
_A-ah, joder..._ la castaña gimió quebradiza, el oxígeno comienza a hacer falta y ella clava sus uñas en el brazo de él para descontar su placer._Enji... espera..._sollozó.
_No se reprima..._el pelirrojo dijo, sabiendo que ella estaba cerca cuando su interior comenzó a apretarlo._Muéstrame lo bien que te estoy haciendo sentir... Quiero asegurarme de que aún estoy en forma._sonrió, divertido.
_Seguro que sí, no lo dudes._rodó los ojos, sonriente.
Y en secuencia, él retiró su polla hacia fuera y continuó masturbándola mientras que, al mismo tiempo, frotaba su extensión dura.
_Tan perfecta..._soltó el miembro y llevó la mano para su cuerpo, acariciando la región de los senos. En eso, él la cogió y la volvió boca abajo en el colchón de su cama, penetrándola de cuatro.
_Ah! N-no, Enjii..._Ochaco ni conseguía hablar derecho, su puntito mágico había sido acertado. El núcleo estaba tan sensibilizado ahora.
Los gemidos se hicieron más fuertes y sonoros, debido a toda aquella súper estimulación. Ella solo podía empinar más el trasero y ofrecérselo completamente a Todoroki, quien no tenía piedad a la hora de dar sus bofetadas y apretones por la carne toda rojiza.
El pelirrojo era bruto en las estocadas, si no fuera por su firme agarre en la cintura, su cuerpo claramente ya se habría deslizado hacia fuera de la cama. Él estaba descargando todos esos años de abstinencia sobre sí. Y con una mano, Enji agarró su nuca y la acercó, capturando su boca con un beso descuidado y ardiente; ella no perdió la oportunidad de morder su labio inferior, agresiva.
El hombre gimió en respuesta y profundizó aquella danza desenfrenada, el gusto metálico de sangre siendo compartido entre las dos cavidades. Las embestiadas continuaron con el mismo ritmo constante hasta que él corrió, chorros blancos llenando su sexo y escurriendo por la abertura.
_ Mierda... tu coño está todo sucio._él rió, jadeando._Ahora yo tendré que limpiarte...
_Cómo?!_exclamó sorpresa al verlo girar su cuerpo hacia arriba y entrar en el medio de sus piernas. Ella solo sintió un frío en el vientre cuando la lengua caliente lamió y chupó su vagina húmida.
Su mano fue directamente a cabeza de él, los dedos enroscando entre las mechas cortas mientras presionaba su cara contra la zona. La lengua se adentraba por entre sus paredes, recorriendo el interior y succionando toda su esencia. Y por supuesto, que ella acabó venindo de nuevo. Intentó cerrar las piernas, pero Todoroki no se lo permitió, él no apartó su boca de la intimidad, negándose a abandonarla antes de tomar todo aquel delicioso nectar.
El cuerpo de Uraraka se apagó por completo, solo era capaz de mantener la conciencia activa y la mirada enfocada. Enji subió sus besos por el vientre, barriga, llegando a los pechos y devorándolos con gusto. Él no estaba preparado para soltarla.
_Creo que fui demasiado... pesado._él murmuró, besando su mejilla con cariño._Disculpa._se acostó a su lado, cansado.
La castaña sonrió, apoyando su cabeza en aquel pectoral bien definido.
_ Fue maravilloso.
_decretó, sonriendo ampliamente.
¡Sin duda fue el mejor sexo de toda su vida!
La castaña sonrió, apoyando su cabeza en aquel pectoral bien definido.
_ Fue maravilloso.
decretó, sonriendo ampliamente. ¡Sin duda fue el mejor sexo de toda su vida!
El pelirrojo resopló una risa, más relajado, y abrazó su pequeño cuerpo de una forma protectora.
_ No deberíamos haber hecho eso._él lamentó._Pero no me arrepiento.
_Qué bueno..._volvió el rostro para él, mirándolo. Porque ese es solo el comienzo, Señor Todoroki.
Ah, sí, todavía quedaban muchos toques calientes por probar.
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