LA COLA DE MI AMIGO II
La vida de todos siguió normalmente, pero ahora había una llama distinta y la íbamos a aprovechar. Era jueves y habíamos quedado en ir
por unas pizzas y unas partidas de Play a la casa de otro amigo, así que lo pasaba a buscar a Piri por su departamento.
Le dije que iba cuando el llegaba del gimnasio y eso era más de una hora antes de la juntada. Toqué timbre y abrió desde arriba, con el
portero eléctrico. Al llegar, me esperaba con la puerta abierta y al entrar veo que acababa de bañarse. Tenía una toalla atada en la
cintura y se secaba la cabeza con otra. Cierro y me pregunta como estaba, a lo que me acerqué poniendo la manó sobre la izquierda de su
abdómen y pasando por su costado derecho, arrastrando mi mano por sus abdominales y cuando estuve ubicado sobre su espalda, lo atraje
hacia mi, apoyando su cola con mi paquete y le dije, no tan bien como usted, al tiempo que le daba un chuponcito suave en el cuello.
Tal como esperaba, no se resistió nada, estiró su mano hacia mi nuca y me sostuvo mientras le comía el lóbulo de la oreja y subía ambas
manos a acariciar sus pezones. En eso estaba cuando empezamos a hablar.
Piri- Como es que nos hicinos tan putos?
No me sorprendió su pregunta, es como que nos debíamos una charla y no se había dado. Tampoco sonaba a reproche.
Yo- Las cosas se dieron así, tu cola levanta los muertos, imaginate a mi que estoy vivo.
Piri- Tampoco es que vamos a andar con plumas o ponerlo en el diario, esto es nuestro y nada más, pero es muy loco.
Yo- Si querés parar, lo hacés y listo, pero ya te conozco...
Giró su cara hacia la mía y buscó mi boca, pero no se apartó, tiró su culito hacia atrás y lo movió en círculos,
jugando a empujar mi verga, que ya estaba a medio levantar. Chupé suave su lengua y bajé mi mano derecha a desatar el nudo de
la toalla, encontrando a tientas su pedazo ya palpitando con el bombeo de su sangre. Fue girando sin apartar su boca de la mía y quedamos de
frente, pero no dejaba de besarme, estaba disfrutando todo como una novedad, pero lento, saboreando el momento. Sentí como le molestaba el
roce de su pene contra mi ropa y al notar que lo apartó un poco, aproveché y se lo acaricié, despegando mis labios de los suyos para darle un
vistazo a su vergón. Volví a mirarlo a los ojos y le comí la boca otra vez por dos segundos, para luego empezar mi camino hacia abajo, como hacía
días esperaba hacerlo. Bajé chupeteando su cuello y soltando su verga, puse en mi mano una buena cantidad de saliva, de manera
que al empezar a lamer y chupar sus pezones, ya mis manos estaban acariciando y seperando sus nalgas. La mano llena de baba la apreté en
su ano y lo dejé bien resbaloso, empezando sin pausa a entrar con un dedo y luego dos. Lo cogía con los dedos mientras alternaba entre sus
dos pezones, lamiendo, apretando con los labios, mordisqueando mientras la lengua los recorría. Hoy me llama la atención la naturalidad
con que se dejaba hacer de todo y como yo ni siquiera pensaba en preguntarle, simplemente lo hacía porque lo conocía demasiado y confiaba en sus
reacciones y esa conexión permitía que todo fluyera. Ya me iba hacia abajo, pero antes, él me empezó a sacar la remera por sobre la
cabeza y yo me desprendí el cinturón para sacarme el pantalón con mi boxer, mis zapatillas, medias, todo. Quedamos en igualdad de
condiciones y en ese momento me dice
Piri- esperá
Yo- que pasa?
P- ya vuelvo
Se fué hasta su cuarto y en segundos volvió con unas prendas en la mano...
P- Tomá, son de Juli, seguro que te van.
Lo miré sonriendo y me encantó la idea. Si íbamos a ser putitas, lo íbamos a disfrutar a lo grande. Era una bombachita roja y un top blanco.
Se paró frente a mi y agarrando la bombacha la extendió para que yo levante las piernas y el me la colocara, subiéndola por mis piernas, hasta
que quedó puesta y mi verga sobresaliendo. Mientras yo me colocaba el top, escucho que dice "no hay que desperdiciar esto" y lo veo que se agacha
hacia mi verga y yo tenía un hilito de jugo pre seminal que estaba por caer. Sacando la lengua lo recogió y a la vez se metió mi verga en la
boca, dando un par de succiones sostenidas para sacar todo lo que pudiera, haciendo ruido con su boca al sacar la verga, aspirando y tragando.
Yo- No puedo creer lo trola que sos.
Piri- Si, pero hoy vos vas a ser mi trola. Date vuelta y mostrame como te queda.
Me giré y mirándolo por encima de mi hombro le digo "que tal estoy?"
Piri- Estás hecha una yegua, no se si tu culo no luce mejor que el de Julieta.
Enseguida estaba agachado detrás mío y yo apoyado en el sillón. Apartó la tela de la bombacha y me empezó a chupar el culo sin demoras. Agarraba
mis nalgas separándolas y con su lengua me cogía la cola poniéndola dura y en punta. En un momento me la metió bien adentro y la hizo girar un rato
largo dentro de mi culo, lo que me encantó. Sacó la lengua y se paró, pasó la verga por todo mi agujero y sentí como lo dejaba resbaloso con su líquido.
Yo- Cojeme la cola Piri, no aguanto más.
Piri- Ya te la meto, me encanta verte así, entangada con corpiño y bien puta, pero te quiero desnuda ahora, se me complica con esa prenda.
Me encantó escucharlo decirme eso y enseguida, me levantó el top, me bajó la bombacha hasta los tobillos y mi cola empezó a ser penetrada por su vergón.
Empujó despacio y sentí el poder de su pija y cuando el glande pudo pasar mi esfínter, sentí un dolor agudo y pegué un gritito. Él se preocupó y me
preguntó si estaba bien. Le dije que se quedara quietito así un rato, que no la saque, pero el dolorcito lo había sentido.
Piri- Ya entró la cabeza, no creo que cueste mucho más lo que falta. Ya el dolor pasaba y le dije que la escupiera un poco. Sentí que la saliva caía
en su verga y mi culo y empecé a empujar con mi cola hacia atrás, hasta que sentí que me abría mucho y paré. Lo hice unas tres veces más y cada vez que
yo tiraba mi cola hacia atrás, más profundo me cogía su verga. Llevé mi mano hasta agarrar su pija y entendí que unos cinco centímetros faltaban nomás,
por lo que me retiré hasta casí sacarla y empuje despacio para esta vez sentirme llena de su carne palpitante. Me sentí una hembra siendo amada por un
macho potente. Ni se describir lo que era esa sensación de disfrutar el palpitar de sus venas en las paredes de mi cola. Estaba tan sensible que sentía
el relieve de las venas de ese vergón en mi recto.
Piri- Querés cambiar de posición?
Yo- No quiero nada, quiero que me cojas así, no quiero que la saques.
Me incliné más sobre el sillón y disfruté cada golpe de su verga en el fondo de mi culo. No tenía ganas de cortar el momento. Quise que continuara así.
En mi cabeza me había armado cambiar de posiciones, chuparle la verga bastante tiempo, cabalgarlo, que me hiciera patitas al hombro y no se cuántas
fantasías más. La cosa es que fué sentirme llena de su verga para aflojarme toda y ya no querer más nada. Me tomaba de las caderas entrando y saliendo
de mi, acariciaba mis tetas, mi cuello, me hacía girar la cabeza para besarme. Me sentía flotar, quería seguir sintiendo esa verga penetrarme para siempre.
Sentí su mano llegar a mi pene que se había achicado ya que mis puntos de placer anal se llevaban toda la sangre para darme las mejore sensaciones.
Mi pene goteaba y el me lo empezó a acariciar y exprimir, haciendo que se endurezca lo suficiente como para poder hacerme una paja. Y lo hizo, me empezó a
pajear al tiempo que acrecentaba la fuerza de sus penetraciones. A menos de un minuto le dije que me iba a hacer acabar y siguió en lo suyo...Exploté en su mano.
Hizo lo posible por atrapar todo poniendo su mano como un cuenco, para luego llevar eso a mi pecho y pintarme las tetas con mi leche. Volvió por más y me
pajeó suave, apretando para sacarme todo lo restante y volver a sacar su mano, pero ya no volvió a tocarme. Giré a verlo y se estaba chupando los dedos.
Me voló la cabeza verlo y más sintiendo que aceleraba y gruñia, avisando que llegaba a llenarme...Como podía ser que se sintiera tan rico la leche llenándome.
Una suavidad desconocida me invadió al sentir su verga serrucharme con una sedosidad increible. Una lubricación especial que ya se deslizaba fuera de mi culo,
recorriendo mis muslos hacia abajo y hacía que su verga entrara y saliera sin fricción de mi cola desvirgada. Dió un empujón prolongado y se apoyó con su pecho
en mi espalda, acariciando mi verga ya vacía y resoplando por su agitación. Nos quedamos así, casi adormilados un minuto más y cuando me la sacó de la cola,
vi como caían dos goterones de semen al piso. Era ese momento en que cuando uno acaba tira algún chiste sobre la situación o algo parecido. Bueno, acá
no pasó eso. El se sentó en el piso, apoyando su espalda en el sillón y yo me acosté en el piso, con mi cabeza en su regazo, de manera que se inclinó a besarme
y así estuvimos un rato largo, chupándonos la boca hasta relajarnos un poco más y concluir con que el agua nos esperaba de vuelta. Nos duchamos juntos, lavando
cada uno al otro, nos secamos y nos fuímos vistiendo para salir. Era un ciclo completo, yo lo cogí en la pileta aquella vez y él me devolvió la gentileza en su
departamento.
Si se te humedeció la conchita al leérlo o te goteó la verga porque te calentó, espero ver esas fotos en mi chat.
La vida de todos siguió normalmente, pero ahora había una llama distinta y la íbamos a aprovechar. Era jueves y habíamos quedado en ir
por unas pizzas y unas partidas de Play a la casa de otro amigo, así que lo pasaba a buscar a Piri por su departamento.
Le dije que iba cuando el llegaba del gimnasio y eso era más de una hora antes de la juntada. Toqué timbre y abrió desde arriba, con el
portero eléctrico. Al llegar, me esperaba con la puerta abierta y al entrar veo que acababa de bañarse. Tenía una toalla atada en la
cintura y se secaba la cabeza con otra. Cierro y me pregunta como estaba, a lo que me acerqué poniendo la manó sobre la izquierda de su
abdómen y pasando por su costado derecho, arrastrando mi mano por sus abdominales y cuando estuve ubicado sobre su espalda, lo atraje
hacia mi, apoyando su cola con mi paquete y le dije, no tan bien como usted, al tiempo que le daba un chuponcito suave en el cuello.
Tal como esperaba, no se resistió nada, estiró su mano hacia mi nuca y me sostuvo mientras le comía el lóbulo de la oreja y subía ambas
manos a acariciar sus pezones. En eso estaba cuando empezamos a hablar.
Piri- Como es que nos hicinos tan putos?
No me sorprendió su pregunta, es como que nos debíamos una charla y no se había dado. Tampoco sonaba a reproche.
Yo- Las cosas se dieron así, tu cola levanta los muertos, imaginate a mi que estoy vivo.
Piri- Tampoco es que vamos a andar con plumas o ponerlo en el diario, esto es nuestro y nada más, pero es muy loco.
Yo- Si querés parar, lo hacés y listo, pero ya te conozco...
Giró su cara hacia la mía y buscó mi boca, pero no se apartó, tiró su culito hacia atrás y lo movió en círculos,
jugando a empujar mi verga, que ya estaba a medio levantar. Chupé suave su lengua y bajé mi mano derecha a desatar el nudo de
la toalla, encontrando a tientas su pedazo ya palpitando con el bombeo de su sangre. Fue girando sin apartar su boca de la mía y quedamos de
frente, pero no dejaba de besarme, estaba disfrutando todo como una novedad, pero lento, saboreando el momento. Sentí como le molestaba el
roce de su pene contra mi ropa y al notar que lo apartó un poco, aproveché y se lo acaricié, despegando mis labios de los suyos para darle un
vistazo a su vergón. Volví a mirarlo a los ojos y le comí la boca otra vez por dos segundos, para luego empezar mi camino hacia abajo, como hacía
días esperaba hacerlo. Bajé chupeteando su cuello y soltando su verga, puse en mi mano una buena cantidad de saliva, de manera
que al empezar a lamer y chupar sus pezones, ya mis manos estaban acariciando y seperando sus nalgas. La mano llena de baba la apreté en
su ano y lo dejé bien resbaloso, empezando sin pausa a entrar con un dedo y luego dos. Lo cogía con los dedos mientras alternaba entre sus
dos pezones, lamiendo, apretando con los labios, mordisqueando mientras la lengua los recorría. Hoy me llama la atención la naturalidad
con que se dejaba hacer de todo y como yo ni siquiera pensaba en preguntarle, simplemente lo hacía porque lo conocía demasiado y confiaba en sus
reacciones y esa conexión permitía que todo fluyera. Ya me iba hacia abajo, pero antes, él me empezó a sacar la remera por sobre la
cabeza y yo me desprendí el cinturón para sacarme el pantalón con mi boxer, mis zapatillas, medias, todo. Quedamos en igualdad de
condiciones y en ese momento me dice
Piri- esperá
Yo- que pasa?
P- ya vuelvo
Se fué hasta su cuarto y en segundos volvió con unas prendas en la mano...
P- Tomá, son de Juli, seguro que te van.
Lo miré sonriendo y me encantó la idea. Si íbamos a ser putitas, lo íbamos a disfrutar a lo grande. Era una bombachita roja y un top blanco.
Se paró frente a mi y agarrando la bombacha la extendió para que yo levante las piernas y el me la colocara, subiéndola por mis piernas, hasta
que quedó puesta y mi verga sobresaliendo. Mientras yo me colocaba el top, escucho que dice "no hay que desperdiciar esto" y lo veo que se agacha
hacia mi verga y yo tenía un hilito de jugo pre seminal que estaba por caer. Sacando la lengua lo recogió y a la vez se metió mi verga en la
boca, dando un par de succiones sostenidas para sacar todo lo que pudiera, haciendo ruido con su boca al sacar la verga, aspirando y tragando.
Yo- No puedo creer lo trola que sos.
Piri- Si, pero hoy vos vas a ser mi trola. Date vuelta y mostrame como te queda.
Me giré y mirándolo por encima de mi hombro le digo "que tal estoy?"
Piri- Estás hecha una yegua, no se si tu culo no luce mejor que el de Julieta.
Enseguida estaba agachado detrás mío y yo apoyado en el sillón. Apartó la tela de la bombacha y me empezó a chupar el culo sin demoras. Agarraba
mis nalgas separándolas y con su lengua me cogía la cola poniéndola dura y en punta. En un momento me la metió bien adentro y la hizo girar un rato
largo dentro de mi culo, lo que me encantó. Sacó la lengua y se paró, pasó la verga por todo mi agujero y sentí como lo dejaba resbaloso con su líquido.
Yo- Cojeme la cola Piri, no aguanto más.
Piri- Ya te la meto, me encanta verte así, entangada con corpiño y bien puta, pero te quiero desnuda ahora, se me complica con esa prenda.
Me encantó escucharlo decirme eso y enseguida, me levantó el top, me bajó la bombacha hasta los tobillos y mi cola empezó a ser penetrada por su vergón.
Empujó despacio y sentí el poder de su pija y cuando el glande pudo pasar mi esfínter, sentí un dolor agudo y pegué un gritito. Él se preocupó y me
preguntó si estaba bien. Le dije que se quedara quietito así un rato, que no la saque, pero el dolorcito lo había sentido.
Piri- Ya entró la cabeza, no creo que cueste mucho más lo que falta. Ya el dolor pasaba y le dije que la escupiera un poco. Sentí que la saliva caía
en su verga y mi culo y empecé a empujar con mi cola hacia atrás, hasta que sentí que me abría mucho y paré. Lo hice unas tres veces más y cada vez que
yo tiraba mi cola hacia atrás, más profundo me cogía su verga. Llevé mi mano hasta agarrar su pija y entendí que unos cinco centímetros faltaban nomás,
por lo que me retiré hasta casí sacarla y empuje despacio para esta vez sentirme llena de su carne palpitante. Me sentí una hembra siendo amada por un
macho potente. Ni se describir lo que era esa sensación de disfrutar el palpitar de sus venas en las paredes de mi cola. Estaba tan sensible que sentía
el relieve de las venas de ese vergón en mi recto.
Piri- Querés cambiar de posición?
Yo- No quiero nada, quiero que me cojas así, no quiero que la saques.
Me incliné más sobre el sillón y disfruté cada golpe de su verga en el fondo de mi culo. No tenía ganas de cortar el momento. Quise que continuara así.
En mi cabeza me había armado cambiar de posiciones, chuparle la verga bastante tiempo, cabalgarlo, que me hiciera patitas al hombro y no se cuántas
fantasías más. La cosa es que fué sentirme llena de su verga para aflojarme toda y ya no querer más nada. Me tomaba de las caderas entrando y saliendo
de mi, acariciaba mis tetas, mi cuello, me hacía girar la cabeza para besarme. Me sentía flotar, quería seguir sintiendo esa verga penetrarme para siempre.
Sentí su mano llegar a mi pene que se había achicado ya que mis puntos de placer anal se llevaban toda la sangre para darme las mejore sensaciones.
Mi pene goteaba y el me lo empezó a acariciar y exprimir, haciendo que se endurezca lo suficiente como para poder hacerme una paja. Y lo hizo, me empezó a
pajear al tiempo que acrecentaba la fuerza de sus penetraciones. A menos de un minuto le dije que me iba a hacer acabar y siguió en lo suyo...Exploté en su mano.
Hizo lo posible por atrapar todo poniendo su mano como un cuenco, para luego llevar eso a mi pecho y pintarme las tetas con mi leche. Volvió por más y me
pajeó suave, apretando para sacarme todo lo restante y volver a sacar su mano, pero ya no volvió a tocarme. Giré a verlo y se estaba chupando los dedos.
Me voló la cabeza verlo y más sintiendo que aceleraba y gruñia, avisando que llegaba a llenarme...Como podía ser que se sintiera tan rico la leche llenándome.
Una suavidad desconocida me invadió al sentir su verga serrucharme con una sedosidad increible. Una lubricación especial que ya se deslizaba fuera de mi culo,
recorriendo mis muslos hacia abajo y hacía que su verga entrara y saliera sin fricción de mi cola desvirgada. Dió un empujón prolongado y se apoyó con su pecho
en mi espalda, acariciando mi verga ya vacía y resoplando por su agitación. Nos quedamos así, casi adormilados un minuto más y cuando me la sacó de la cola,
vi como caían dos goterones de semen al piso. Era ese momento en que cuando uno acaba tira algún chiste sobre la situación o algo parecido. Bueno, acá
no pasó eso. El se sentó en el piso, apoyando su espalda en el sillón y yo me acosté en el piso, con mi cabeza en su regazo, de manera que se inclinó a besarme
y así estuvimos un rato largo, chupándonos la boca hasta relajarnos un poco más y concluir con que el agua nos esperaba de vuelta. Nos duchamos juntos, lavando
cada uno al otro, nos secamos y nos fuímos vistiendo para salir. Era un ciclo completo, yo lo cogí en la pileta aquella vez y él me devolvió la gentileza en su
departamento.
Si se te humedeció la conchita al leérlo o te goteó la verga porque te calentó, espero ver esas fotos en mi chat.
7 comentarios - Lacola de mi amigo II
Me hubiera gustado tener un amigo así 10+