Todo empezó un año después de que mi madre nos abandonara por su amante...
Mi padre y yo siempre habíamos sido unidos y a pesar del duro momento que habíamos atravesado, nuestra relación de padre e hija solo se hizo mas fuerte, pues mi padre ahora me procuraba mucho mas y me dedicaba mas tiempo, a pesar de su trabajo como arquitecto, siempre se daba tiempo para compartir conmigo una cena o estar al pendiente de mis estudios.
Siempre había visto a mi padre como mi ídolo y lo admiraba mucho, para el yo era su princesa, la niña de sus ojos, su consentida, el era un hombre de 50 años, alto con ojos negros y un cuerpo atlético que le gustaba mantener gracias al constante ejercicio que hacia cada mañana antes de trabajar, una barba corta y siempre le gustaba vestirse elegante y a pesar de que su trabajo le exigía mucho, nunca dudaba en escaparse para venir a verme o llamarme al menos 3 veces a saber si había comido algo, por esos motivos yo amo a mi padre como a nadie, siempre me cuida y eso hace que lo admire. Un sábado por la mañana mi padre salió a hacer sus ejercicios diarios y mientras tanto yo preparaba el desayuno, al terminar decidí darme una ducha y cuando termine, regrese a mi habitación a terminar de arreglarme, me maquille un poco y me vestí con una blusa color amarillo y descubierta desde los hombros, decidí no ponerme brasier dado que hacia mucho calor, me puse una tanguita blanca y un leggins color amarillo que hacia que mi culo resaltara, nunca tuve intenciones sexuales con mi papá a pesar de lo mucho que lo amaba, algunas veces lo había visto sin camisa después de sus ejercicios pero jamás hubo ningún tipo de interés sexual por mi parte y creo que por parte de el tampoco, decidí que mientras mi padre llegaba vería alguna película erótica y tal vez tocarme un poco para empezar mi día relajada, puse mi laptop en mi cama y busque una película para ver, encontré una película que me llamaba mucho la atención, así que decidí ponerla y me quite únicamente mi blusa dejando mis pechos al aire y empecé a masajearlos un poco mientras la película empezaba, al pasar de los minutos, empezaron las primeras escenas eróticas de la película y yo obviamente empecé a sentir calor entre mis piernas, así que metí mi mano dentro de mi leggins y por debajo de mi tanguita y empecé a acariciarme el coño, llevaba meses de no tener una aventura con algunos de mis ligues debido a que la universidad últimamente me exigía mucho mas de lo normal, así que mis ganas de que me follaran aumentaban con cada minuto de la película.
Así transcurrían los minutos y yo seguía con mi mano en mi coño dándome el placer que tanto necesitaba, estaba tan concentrada en mi propio placer que se me había olvidado que mi padre estaba por llegar, pero no podía parar, estaba a punto de llegar al orgasmo, así que el tiempo se me paso volando y cuando estuve en medio de mi orgasmo me di cuenta de que mi padre estaba en la puerta viéndome mientras yo tenia mis dedos en mi coñito...
-PAPÁ!!!
Dije asustada una vez que me di cuenta, a lo que el avergonzado me dijo:
Papá: Perdón cariño! Pero ¿que estas haciendo?
Me cubrí las tetas con una almohada y avergonzada no supe que responder, cerré mi laptop y me cubrí el rostro con mis manos
-Yo...solo estaba...
Mi padre avergonzado me dijo:
Papá: Vístete y te espero en el comedor, hay que desayunar...
-Si...
La tensión entre nosotros después de ese incomodo momento, se podía sentir en el aire, ambos sabíamos lo que pasaba pero el parecía no querer hablar de eso o tal vez no sabia que decirme, tome mi blusa y volví a colocármela, me lleve mis dedos mojados por mis jugos a la boca y probe mi sabor, era algo que acostumbraba a hacer siempre que terminaba de tocarme y no quería dejar de hacerlo a pesar de lo que había sucedido. Sali de mi habitación y encontré a mi padre sentado en el comedor con su taza de café, después de lo que había visto no sabia como verlo a la cara, me senté a la mesa totalmente avergonzada y callada, no sabia que decirle...
Papá: Cariño...
-Si papá...?
Papá: Creo que esto es incomodo para ambos, pero también es necesario hablar de lo que acaba de suceder...
-Perdóname papá...me deje llevar, se me olvido que estabas por llegar y...
Pero mi padre me interrumpió y dijo:
Papá: No cariño, es normal, en tu edad las señoritas empiezan a sentir cosas, sus hormonas están muy activas y es normal que cosas como estas sucedan...
Me dio un poco de alivio saber que mi padre no estaba furioso conmigo y a la vez seguía sintiendo vergüenza por lo sucedido...
Papá: No debes sentirte avergonzada por estar descubriendo tu sexualidad, tal vez fue mi culpa no haber avisado que llegue, pero también creo que debiste haber cerrado la puerta si ibas a estar ocupada...
-Papá es mi culpa...debí haber esperado a la noche como siempre lo hacia, pero...
Nuevamente papá me interrumpió y dijo:
Papá: Entonces no es la primera vez...
Me di cuenta de que había hablado demás, pero la confianza que le tenia siempre había sido grande, no me di cuenta de que había cosas que el no debía saber...
-Perdóname! Yo...no quería....
Papá: Tranquila cariño, ya te dije que a tu edad es normal que una mujer empiece a sentir sensaciones en su cuerpo, me alegro de que hayas preferido hacerlo sola y no exponerte a que cualquier tipo de por ahí pudiera abusar de la situación
-Si papá, pero se me salió decirte eso y yo...
Papá: Al contrario cariño, agradezco que hayas sentido confianza hacia mi para decírmelo, creo que entre nosotros no debe haber secretos, aunque entiendo que es tu privacidad y créeme que tu secreto esta a salvo conmigo, yo jamás te juzgare por seguir la naturaleza de tu cuerpo
-Papá, gracias por no juzgarme y al contrario te agradezco el que entiendas mi situación, nunca dejaría que un momento de calentura me llevara a los brazos de alguien que pudiera abusar de mi
Ahora la conversación entre mi padre y yo se sentía mucho más relajada y sentía que podíamos confiar mucho mas que antes en el otro...
Papá: Escuchar eso me relaja bastante cariño, espero que siempre tengas en cuenta los peligros que conlleva tener relaciones intimas con otra persona, sabes que si necesitas un consejo puedes acudir a mi, aunque entiendo que tal vez prefieras a otra persona que no sea tu padre...
-Al contrario papá, no hay nadie en quien confié mas que en ti...
Papá: Lo se cariño, pero entiendo que a veces entre mujeres se entienden mejor, así que si quieres podemos buscar una persona con quien puedas sentirte mas a gusto...
-No papá, estoy bien así...
Papá: Perdón si me meto mucho cariño, solo quiero asegurarme de que esta todo bien
-Si papá! Tranquilo que se cuidarme
Papá: Esta bien cariño, ahora por favor desayuna que se enfría
Mi padre y yo desayunamos entre risas y charlando de distintas cosas, se me quito un peso de encima al saber que mi padre no me regaño por estar tocándome y al mismo tiempo sentía pena por el, debió ser difícil ver a su pequeña como una pervertida que se masturbaba viendo películas eróticas. El resto del día transcurrió con normalidad, mi padre y yo hicimos muchas cosas, entre ellas ver películas, salir a pasear e incluso jugamos un poco de volley en el parque.
Al caer la noche, me puse a pensar en lo sucedido durante el día mientras intentaba dormir, habíamos pasado de tener una excelente relación a un incomodo momento y al final todo resulto mejor, ahora nuestra confianza había incrementado gracias a eso, pero no podía evitar sentirme mal por haberle dado a mi padre un momento así de incomodo y mas por que ahora sabia que lo hacia cada noche, mientras el creía que dormía.
A la mañana siguiente, desperté y fui a ver si papá ya había despertado, pero no estaba en su cama, así que empecé a buscarlo y de repente escuche un ruido en el baño, así que fui a ver si todo estaba bien, tal vez por instinto o por un arrebato pero no toque la puerta y simplemente la abrí un poco, de repente vi a mi padre abrir la cortina de la ducha, había salido de la ducha, de repente me quede perpleja al ver que entre sus piernas tenia la polla más grande que había visto, debía medir entre 18 y 22 cm de largo, aproximadamente unos 8 a 10 cm de grosor, le colgaba entre las piernas y su cabeza era bastante gruesa también, el no se había percatado de mi presencia pero yo no podía despegar mi mirada de ese enorme trozo de carne que mi padre tenia entre sus piernas, acompañado de sus musculosos brazos y su tonificado cuerpo, mi coñito empezó a palpitarme pidiendo que cediera ante mis deseos y me entregara a aquel hombre que un día antes me había descubierto masturbándome como una cualquiera, ahora yo podía presenciar como ese miembro que me había dado la vida, me la estaba quitando, se me iba el alma por entrar y arrodillarme ante el para empezar a chupárselo, me mordía el labio inferior de las ganas que sentía de comerme su enorme polla, salí de ahí para evitar que sucediera lo mismo del día anterior o hasta peor.
No podía quitarme de la cabeza la imagen de mi padre desnudo, con su polla colgando entre sus piernas...
Mi padre y yo siempre habíamos sido unidos y a pesar del duro momento que habíamos atravesado, nuestra relación de padre e hija solo se hizo mas fuerte, pues mi padre ahora me procuraba mucho mas y me dedicaba mas tiempo, a pesar de su trabajo como arquitecto, siempre se daba tiempo para compartir conmigo una cena o estar al pendiente de mis estudios.
Siempre había visto a mi padre como mi ídolo y lo admiraba mucho, para el yo era su princesa, la niña de sus ojos, su consentida, el era un hombre de 50 años, alto con ojos negros y un cuerpo atlético que le gustaba mantener gracias al constante ejercicio que hacia cada mañana antes de trabajar, una barba corta y siempre le gustaba vestirse elegante y a pesar de que su trabajo le exigía mucho, nunca dudaba en escaparse para venir a verme o llamarme al menos 3 veces a saber si había comido algo, por esos motivos yo amo a mi padre como a nadie, siempre me cuida y eso hace que lo admire. Un sábado por la mañana mi padre salió a hacer sus ejercicios diarios y mientras tanto yo preparaba el desayuno, al terminar decidí darme una ducha y cuando termine, regrese a mi habitación a terminar de arreglarme, me maquille un poco y me vestí con una blusa color amarillo y descubierta desde los hombros, decidí no ponerme brasier dado que hacia mucho calor, me puse una tanguita blanca y un leggins color amarillo que hacia que mi culo resaltara, nunca tuve intenciones sexuales con mi papá a pesar de lo mucho que lo amaba, algunas veces lo había visto sin camisa después de sus ejercicios pero jamás hubo ningún tipo de interés sexual por mi parte y creo que por parte de el tampoco, decidí que mientras mi padre llegaba vería alguna película erótica y tal vez tocarme un poco para empezar mi día relajada, puse mi laptop en mi cama y busque una película para ver, encontré una película que me llamaba mucho la atención, así que decidí ponerla y me quite únicamente mi blusa dejando mis pechos al aire y empecé a masajearlos un poco mientras la película empezaba, al pasar de los minutos, empezaron las primeras escenas eróticas de la película y yo obviamente empecé a sentir calor entre mis piernas, así que metí mi mano dentro de mi leggins y por debajo de mi tanguita y empecé a acariciarme el coño, llevaba meses de no tener una aventura con algunos de mis ligues debido a que la universidad últimamente me exigía mucho mas de lo normal, así que mis ganas de que me follaran aumentaban con cada minuto de la película.
Así transcurrían los minutos y yo seguía con mi mano en mi coño dándome el placer que tanto necesitaba, estaba tan concentrada en mi propio placer que se me había olvidado que mi padre estaba por llegar, pero no podía parar, estaba a punto de llegar al orgasmo, así que el tiempo se me paso volando y cuando estuve en medio de mi orgasmo me di cuenta de que mi padre estaba en la puerta viéndome mientras yo tenia mis dedos en mi coñito...
-PAPÁ!!!
Dije asustada una vez que me di cuenta, a lo que el avergonzado me dijo:
Papá: Perdón cariño! Pero ¿que estas haciendo?
Me cubrí las tetas con una almohada y avergonzada no supe que responder, cerré mi laptop y me cubrí el rostro con mis manos
-Yo...solo estaba...
Mi padre avergonzado me dijo:
Papá: Vístete y te espero en el comedor, hay que desayunar...
-Si...
La tensión entre nosotros después de ese incomodo momento, se podía sentir en el aire, ambos sabíamos lo que pasaba pero el parecía no querer hablar de eso o tal vez no sabia que decirme, tome mi blusa y volví a colocármela, me lleve mis dedos mojados por mis jugos a la boca y probe mi sabor, era algo que acostumbraba a hacer siempre que terminaba de tocarme y no quería dejar de hacerlo a pesar de lo que había sucedido. Sali de mi habitación y encontré a mi padre sentado en el comedor con su taza de café, después de lo que había visto no sabia como verlo a la cara, me senté a la mesa totalmente avergonzada y callada, no sabia que decirle...
Papá: Cariño...
-Si papá...?
Papá: Creo que esto es incomodo para ambos, pero también es necesario hablar de lo que acaba de suceder...
-Perdóname papá...me deje llevar, se me olvido que estabas por llegar y...
Pero mi padre me interrumpió y dijo:
Papá: No cariño, es normal, en tu edad las señoritas empiezan a sentir cosas, sus hormonas están muy activas y es normal que cosas como estas sucedan...
Me dio un poco de alivio saber que mi padre no estaba furioso conmigo y a la vez seguía sintiendo vergüenza por lo sucedido...
Papá: No debes sentirte avergonzada por estar descubriendo tu sexualidad, tal vez fue mi culpa no haber avisado que llegue, pero también creo que debiste haber cerrado la puerta si ibas a estar ocupada...
-Papá es mi culpa...debí haber esperado a la noche como siempre lo hacia, pero...
Nuevamente papá me interrumpió y dijo:
Papá: Entonces no es la primera vez...
Me di cuenta de que había hablado demás, pero la confianza que le tenia siempre había sido grande, no me di cuenta de que había cosas que el no debía saber...
-Perdóname! Yo...no quería....
Papá: Tranquila cariño, ya te dije que a tu edad es normal que una mujer empiece a sentir sensaciones en su cuerpo, me alegro de que hayas preferido hacerlo sola y no exponerte a que cualquier tipo de por ahí pudiera abusar de la situación
-Si papá, pero se me salió decirte eso y yo...
Papá: Al contrario cariño, agradezco que hayas sentido confianza hacia mi para decírmelo, creo que entre nosotros no debe haber secretos, aunque entiendo que es tu privacidad y créeme que tu secreto esta a salvo conmigo, yo jamás te juzgare por seguir la naturaleza de tu cuerpo
-Papá, gracias por no juzgarme y al contrario te agradezco el que entiendas mi situación, nunca dejaría que un momento de calentura me llevara a los brazos de alguien que pudiera abusar de mi
Ahora la conversación entre mi padre y yo se sentía mucho más relajada y sentía que podíamos confiar mucho mas que antes en el otro...
Papá: Escuchar eso me relaja bastante cariño, espero que siempre tengas en cuenta los peligros que conlleva tener relaciones intimas con otra persona, sabes que si necesitas un consejo puedes acudir a mi, aunque entiendo que tal vez prefieras a otra persona que no sea tu padre...
-Al contrario papá, no hay nadie en quien confié mas que en ti...
Papá: Lo se cariño, pero entiendo que a veces entre mujeres se entienden mejor, así que si quieres podemos buscar una persona con quien puedas sentirte mas a gusto...
-No papá, estoy bien así...
Papá: Perdón si me meto mucho cariño, solo quiero asegurarme de que esta todo bien
-Si papá! Tranquilo que se cuidarme
Papá: Esta bien cariño, ahora por favor desayuna que se enfría
Mi padre y yo desayunamos entre risas y charlando de distintas cosas, se me quito un peso de encima al saber que mi padre no me regaño por estar tocándome y al mismo tiempo sentía pena por el, debió ser difícil ver a su pequeña como una pervertida que se masturbaba viendo películas eróticas. El resto del día transcurrió con normalidad, mi padre y yo hicimos muchas cosas, entre ellas ver películas, salir a pasear e incluso jugamos un poco de volley en el parque.
Al caer la noche, me puse a pensar en lo sucedido durante el día mientras intentaba dormir, habíamos pasado de tener una excelente relación a un incomodo momento y al final todo resulto mejor, ahora nuestra confianza había incrementado gracias a eso, pero no podía evitar sentirme mal por haberle dado a mi padre un momento así de incomodo y mas por que ahora sabia que lo hacia cada noche, mientras el creía que dormía.
A la mañana siguiente, desperté y fui a ver si papá ya había despertado, pero no estaba en su cama, así que empecé a buscarlo y de repente escuche un ruido en el baño, así que fui a ver si todo estaba bien, tal vez por instinto o por un arrebato pero no toque la puerta y simplemente la abrí un poco, de repente vi a mi padre abrir la cortina de la ducha, había salido de la ducha, de repente me quede perpleja al ver que entre sus piernas tenia la polla más grande que había visto, debía medir entre 18 y 22 cm de largo, aproximadamente unos 8 a 10 cm de grosor, le colgaba entre las piernas y su cabeza era bastante gruesa también, el no se había percatado de mi presencia pero yo no podía despegar mi mirada de ese enorme trozo de carne que mi padre tenia entre sus piernas, acompañado de sus musculosos brazos y su tonificado cuerpo, mi coñito empezó a palpitarme pidiendo que cediera ante mis deseos y me entregara a aquel hombre que un día antes me había descubierto masturbándome como una cualquiera, ahora yo podía presenciar como ese miembro que me había dado la vida, me la estaba quitando, se me iba el alma por entrar y arrodillarme ante el para empezar a chupárselo, me mordía el labio inferior de las ganas que sentía de comerme su enorme polla, salí de ahí para evitar que sucediera lo mismo del día anterior o hasta peor.
No podía quitarme de la cabeza la imagen de mi padre desnudo, con su polla colgando entre sus piernas...
6 comentarios - Mi padre y yo: El inicio del incesto (Cap. 1)