Me fui a bañar con mi mamá, regresamos a mi cuarto envueltos en toallas, mi mamá se quitó la toalla y empezó a secarme el cuerpo, luego yo la sequé a ella, pasando las manos por sus pechos, sus nalgas y secandole la cuca, hasta entonces no se la había tocado, al menos no con las manos.
Me acerque a ella, estábamos como hipnotizado, no hablamos, en ese entonces mi mamá era uno o dos dedos más alta que yo, ella me plantó un beso con lengua, yo la abracé y mi pija brincó despertándose, mi mamá me dijo, otra vez con una sonrisa pícara en la cara, era raro ver a mi mamá con esa mirada cargada de malas intenciones.
Traté de meterla en la cama y ella se resistió, me dijo: no mijo, ahora yo te voy a chimar a vos para que se te quite la calentura qué cargas conmigo, apagó la luz y yo me acosté y mi mamá subió en mi, yo tenía la pija dura como un palo, la agarró y se la clavó y empezó a mover el culo adelante y atrás, la luz de la calle entraba apenas por la ventana y yo le podía ver los ojos medio cerrados y como se chupaba los labios, al mismo tiempo gemia y decía ummm ummm ummm, que rica pija tenes mijo esta bien dura, como me gusta, me agarró las manos y se las puso en la cadera, justo arriba de las nalgas, yo baje las manos y empecé a masajearle el culote qué se cargaba mi mamá, nunca le había agarrado el culo a una mujer y a mi mamá menos, era grande, esponjoso y mis manos se undian en su carne, me gustaba agarrarle con fuerza el culo.
Yo ya había acabado dos veces, así que esta vez le estaba aguantando más a mi mamá, ella se limitaba a gemiría y a decirme: si mijo métemela toda, métemela toda, entonces empezó a brincar de arriba abajo, la cama empezó a rechinar y a mi me costaba agarrarle el ritmo, prácticamente subíamos y bajamos al mismo tiempo.
Después de dos o tres minutos agarramos buen ritmo mi mamá subía y yo bajaba, luego ella bajaba y yo sabía con fuerza, la cuca le empezó a hacer blop, blop, blop cada vez que chocaban nuestros cuerpos.
Luego empecé a jalarla hacia abajo con todas mis fuerzas agarrándola del culo y sonaba ploc, ploc, ploc. Allí mi madre empezó gemir con más fuerza y me decia: así mijo, así duro, así me gusta con fuerza, chimas bien rico hijito, chimame bien, soy tu mamita chimona, te voy a chimar así toda la noche, se tiro sobre mi, mientras yo seguía dándole con fuerza, sentí que se me salía el corazón, me latía fuerte, sentía un calor en todo el cuerpo, estábamos bañados en sudor, sentía que no me podía detener, sentí que no existía nada solo yo y mi mamá y mi madre me besó me dijo: mamame las chiches pero las dos juntas que voy a acabar luego.
Yo empecé a mamar con fuerza y mi mamá empezó a darme sentones muy violentos, yo la agarré con más fuerza y entonces se mordió el labio, ahogo un grito y solo hizo un pulido qué sonó uuuuhhmmmm, arqueó la espalda y me dio un último senton con toda su fuerza, yo le agarré el culo y le metí la pija xon toda mi fuerza y acabé adentro, sentí muy pero muy rico, sentí que se me salía el alma por la pija, sentí que en cada disparo se me iba la vida.
Mi mamá se echó sobre mi jadeando y exhausta, me abrazó y me besó el cuello, me mordió y a mi me dio un escalofrío muy rico hasta por dentro del cuerpo,algo que nunca he vuelto a sentir.
Pasados unos minutos mi mamá se bajó de mí, estábamos muy cansados, pero yo sentía un hormigueo en mi cuerpo, me sentí pleno, la abracé, puse mi cabeza sobre su pecho y me dormí.
Al día siguiente mi mamá me despertó, y me dijo, hijo anda báñate, ya en un ratito me baño yo.
Cuando salí de bañarme mi mamá estaba metiendo las sábanas en jabón, yo entré a mi cuarto a ponerme ropa, el cuarto olía a sudor, a pecado, a sexo.
Mi mamá se apuró a trapear y limpiar el cuarto, yo me di cuenta que no me miraba a ala cara, eso también me puso incómodo a mi, pues yo creía que todo sería perfecto como la noche anterior.
Cuando se baño yo había hecho café y le serví mientra comíamos pan me miró a los ojos, con sus ojitos llorosos me dijo: hijo lo que pasó anoche no puede volver a pasar, yo soy tu mamá, no podemos hacer esas cosas nos vamos a ir al infierno, yo no era muy creyente, pero si me daba miedo irme al infierno, se me llenaron los ojos de lágrimas y me dijo, no te pongas así hijo, vos sos mi hijo querido y eso no va a cambiar, dejemos lo que pasó como un sueño nada más, no volvamos a hablar de eso, hagamos como que no pasó nada y ya, no tengo nada que reprocharte, desde que empezamos con los besos las cosas se fueron dando, vos no lo planeaste ni yo tampoco, solo lo permitimos. Esto le puede hacer mucho daño a la familia, no solo a nosotros.
Y así quedamos de acuerdo, al menos por un tiempo....
Continuara.....
Me acerque a ella, estábamos como hipnotizado, no hablamos, en ese entonces mi mamá era uno o dos dedos más alta que yo, ella me plantó un beso con lengua, yo la abracé y mi pija brincó despertándose, mi mamá me dijo, otra vez con una sonrisa pícara en la cara, era raro ver a mi mamá con esa mirada cargada de malas intenciones.
Traté de meterla en la cama y ella se resistió, me dijo: no mijo, ahora yo te voy a chimar a vos para que se te quite la calentura qué cargas conmigo, apagó la luz y yo me acosté y mi mamá subió en mi, yo tenía la pija dura como un palo, la agarró y se la clavó y empezó a mover el culo adelante y atrás, la luz de la calle entraba apenas por la ventana y yo le podía ver los ojos medio cerrados y como se chupaba los labios, al mismo tiempo gemia y decía ummm ummm ummm, que rica pija tenes mijo esta bien dura, como me gusta, me agarró las manos y se las puso en la cadera, justo arriba de las nalgas, yo baje las manos y empecé a masajearle el culote qué se cargaba mi mamá, nunca le había agarrado el culo a una mujer y a mi mamá menos, era grande, esponjoso y mis manos se undian en su carne, me gustaba agarrarle con fuerza el culo.
Yo ya había acabado dos veces, así que esta vez le estaba aguantando más a mi mamá, ella se limitaba a gemiría y a decirme: si mijo métemela toda, métemela toda, entonces empezó a brincar de arriba abajo, la cama empezó a rechinar y a mi me costaba agarrarle el ritmo, prácticamente subíamos y bajamos al mismo tiempo.
Después de dos o tres minutos agarramos buen ritmo mi mamá subía y yo bajaba, luego ella bajaba y yo sabía con fuerza, la cuca le empezó a hacer blop, blop, blop cada vez que chocaban nuestros cuerpos.
Luego empecé a jalarla hacia abajo con todas mis fuerzas agarrándola del culo y sonaba ploc, ploc, ploc. Allí mi madre empezó gemir con más fuerza y me decia: así mijo, así duro, así me gusta con fuerza, chimas bien rico hijito, chimame bien, soy tu mamita chimona, te voy a chimar así toda la noche, se tiro sobre mi, mientras yo seguía dándole con fuerza, sentí que se me salía el corazón, me latía fuerte, sentía un calor en todo el cuerpo, estábamos bañados en sudor, sentía que no me podía detener, sentí que no existía nada solo yo y mi mamá y mi madre me besó me dijo: mamame las chiches pero las dos juntas que voy a acabar luego.
Yo empecé a mamar con fuerza y mi mamá empezó a darme sentones muy violentos, yo la agarré con más fuerza y entonces se mordió el labio, ahogo un grito y solo hizo un pulido qué sonó uuuuhhmmmm, arqueó la espalda y me dio un último senton con toda su fuerza, yo le agarré el culo y le metí la pija xon toda mi fuerza y acabé adentro, sentí muy pero muy rico, sentí que se me salía el alma por la pija, sentí que en cada disparo se me iba la vida.
Mi mamá se echó sobre mi jadeando y exhausta, me abrazó y me besó el cuello, me mordió y a mi me dio un escalofrío muy rico hasta por dentro del cuerpo,algo que nunca he vuelto a sentir.
Pasados unos minutos mi mamá se bajó de mí, estábamos muy cansados, pero yo sentía un hormigueo en mi cuerpo, me sentí pleno, la abracé, puse mi cabeza sobre su pecho y me dormí.
Al día siguiente mi mamá me despertó, y me dijo, hijo anda báñate, ya en un ratito me baño yo.
Cuando salí de bañarme mi mamá estaba metiendo las sábanas en jabón, yo entré a mi cuarto a ponerme ropa, el cuarto olía a sudor, a pecado, a sexo.
Mi mamá se apuró a trapear y limpiar el cuarto, yo me di cuenta que no me miraba a ala cara, eso también me puso incómodo a mi, pues yo creía que todo sería perfecto como la noche anterior.
Cuando se baño yo había hecho café y le serví mientra comíamos pan me miró a los ojos, con sus ojitos llorosos me dijo: hijo lo que pasó anoche no puede volver a pasar, yo soy tu mamá, no podemos hacer esas cosas nos vamos a ir al infierno, yo no era muy creyente, pero si me daba miedo irme al infierno, se me llenaron los ojos de lágrimas y me dijo, no te pongas así hijo, vos sos mi hijo querido y eso no va a cambiar, dejemos lo que pasó como un sueño nada más, no volvamos a hablar de eso, hagamos como que no pasó nada y ya, no tengo nada que reprocharte, desde que empezamos con los besos las cosas se fueron dando, vos no lo planeaste ni yo tampoco, solo lo permitimos. Esto le puede hacer mucho daño a la familia, no solo a nosotros.
Y así quedamos de acuerdo, al menos por un tiempo....
Continuara.....
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