Alexis cambia de postura, desatando ligeramente el vestido de Morgana mientras su mano recoge una de sus tetas, mientras la otra mano agarra su cintura con firmeza. Sostiene las piernas de Morgana con las suyas mientras ella queda recostada sobre él, sin perder contacto, provocando que ella rebote continuamente."Pareces una muñeca así", comenta Alexis con una voz cargada de deseo, disfrutando del control que ejerce sobre Morgana. Un gemido de placer escapa de los labios de Morgana al sentir las manos de Alexis explorar su cuerpo con una pasión ardiente, cada caricia generando oleadas de éxtasis en su ser."Sí, oh sí", murmura Morgana entre susurros entrecortados por el placer, sus manos aferrándose a Alexis con fuerza. "¡Hazme tuya, ámame como quieras! Estoy completamente a tu disposición para complacerte en cada instante"."Agárrate de mi cuello, te daré más duro", ordena Alexis con un tono autoritario. Morgana instintivamente se aferra al cuello de Alexis, sus manos agarrándose con fuerza mientras se deja llevar por la intensidad del momento. Un gemido escapa de sus labios al sentir a Alexis embestirla con mayor intensidad, su cuerpo temblando con el éxtasis del placer ."Sí, sí, más fuerte", susurra Morgana entre gemidos, su voz llena de deseo y anhelo mientras se entrega. "No te detengas, dame todo lo que tienes. Quiero sentirte más profundo, más fuerte"."Eres un objeto de placer... porque yo soy tu fuente de placer, esclava", declara Alexis con una mezcla de dominio y deseo.Morgana se estremece ante las palabras de Alexis, su cuerpo vibrando con una combinación de deseo y anticipación. Un gemido de puro éxtasis escapa de sus labios mientras se deja llevar por la intensidad del momento, su mente envuelta en una neblina de pasión desenfrenada."Sí, sí", susurra Morgana entre gemidos, su voz cargada de anhelo mientras se entrega por completo al ardiente deseo que la consume. "Soy tuya, completamente tuya. Hazme sentir como tu objeto de placer, lléname con tu deseo, con tu pasión".
"¿Deseas que canalice todas mis frustraciones en tu ser?", pregunta Alexis con una intensidad ardiente.
"Sí, sí", responde Morgana entre jadeos. "Hazme tuya, lléname con tus deseos más profundos, con tus frustraciones, con todo lo que albergas".
Con cada palabra, cada movimiento, Morgana se encuentra transportada a nuevas alturas de éxtasis
Alexis la deposita suavemente en el suelo mientras permanece sobre ella, continuando con sus movimientos. "Pon tus piernas en mis hombros", ordena con autoridad.
Morgana, jadeante y completamente entregada al placer, sigue las instrucciones de Alexis con ansias, levantando sus piernas y colocándolas suavemente sobre los hombros de su amante. Su corazón late con fuerza en su pecho mientras siente la intensidad del momento aumentar con cada movimiento.
"¡Sí, sí!", exclama Morgana entre gemidos. Sus manos se aferran al suelo con fuerza mientras se prepara para recibirlo.
Con un gruñido de satisfacción, Alexis continúa moviéndose encima de ella. Cada embestida lleva a Morgana más cerca del borde del abismo, su cuerpo temblando con la anticipación del clímax inminente.
¿No te si te humillo o te someto a castigos? ¿Te resulta indiferente?, plantea Alexis, cuestionando la profundidad de su sumisión.
Morgana, consciente de la naturaleza del interrogante, responde con determinación. "No me importa, mi amor", declara, reafirmando su entrega total a su amado.
"Oh, qué buena zorrita eres", admite Alexis mientras cambia de posición y la penetra con fuerza.
Morgana, sumida en el éxtasis del momento, responde con un gemido ahogado.
"Sí, sí", exclama entre jadeos, entregándose completamente al placer que la embarga.
"Nunca he penetrado tu ano", admite Alexis junto a Morgana.Morgana queda en silencio por un momento, asimilando la inesperada confesión de Alexis. Su mirada se encuentra con la suya, mostrando una combinación de sorpresa y reflexión mientras considera la propuesta.Después de una breve pausa, Morgana responde con sinceridad y cautela: "Está bien, amo"."Entonces, lo que quiero es desvirgar tu culo aquí en el tren", continúa Alexis, apreciando la forma redondeada de sus nalgas con una sola nalgada.Morgana deja escapar un pequeño gemido sorprendido ante el inesperado contacto."¡Oh! ¿Entonces te gusta lo que ves, amo?", responde Morgana con una voz suave, teñida de una pizca de provocación. "Es solo una muestra de lo que puedes disfrutar, querido".
Alexis desliza su lengua ardiente sobre el coño y el ano de Morgana simultáneamente. Morgana, incapaz de contenerse, deja escapar un gemido ahogado mientras experimenta la exploración intensa y ávida de Alexis en su intimidad.
"Te penetraré el culo virgen con fuerza y determinación, utilizando todo mi vigor", declara Alexis con un tono de autoridad.
Morgana sonríe, sintiendo la excitación crecer en su interior mientras se prepara para el próximo nivel de placer compartido con Alexis. Sus ojos brillan con anticipación mientras contempla las posibilidades que se abren ante ellos.
"Siempre estoy lista, mi amo", responde con voz suave pero cargada de deseo. "Hazlo como prefieras".
"Ahora te lo hago", afirma Alexis con determinación.
Con una sonrisa traviesa, Alexis penetra a Morgana. Sus movimientos se vuelven más intensos y apasionados, como una tormenta desatada que arrasa con todo a su paso.
Morgana se aferra a él con fuerza, entregándose por completo al torbellino de sensaciones que la envuelve. Cada embestida de Alexis es como una descarga de fuego que la consume, llevándola al borde del abismo una y otra vez.
"Te haré pedazos, Morgana, te partiré en dos, en cuatro", declara Alexis con una determinación intensa.
Morgana gime de placer. "Sí, rómpeme, hazme completamente tuya", responde con voz entrecortada, entregándose por completo al deseo y la pasión desenfrenada que comparten.
Alexis, con un impulso salvaje, se retira de Morgana por un breve momento, dejando que el aire cargado de pasión llene el espacio entre ellos. Su mirada ardiente se encuentra con la de ella, ambos atrapados en el éxtasis del momento, sus alientos entrelazados en un susurro apasionado.
Y luego, con un movimiento decidido y lleno de deseo, Alexis regresa a ella, penetrándola con una intensidad renovada.
"Vaya, qué delicioso culo después de todo", comenta Alexis mientras acaricia la nalga de Morgana.
Morgana, aún jadeante por el éxtasis de su unión, sonríe ante el gesto de Alexis, sintiendo una mezcla de placer y complicidad entre ellos. Con un brillo travieso en sus ojos, responde con un susurro sensual: "Me alegra que te guste, cariño. Después de todo, es todo tuyo para disfrutarlo como desees. Mi cuerpo es tuyo para que lo uses como desees, para tu placer. Eres el dueño de cada parte de mí, de cada suspiro, de cada gemido. Mi cuerpo está aquí para servirte, para ser tu juguete, para cumplir tus deseos más salvajes y tus fantasías más oscuras. Soy tu muñeca sexual, lista para ser poseída y disfrutada por ti".
"¿Deseas que canalice todas mis frustraciones en tu ser?", pregunta Alexis con una intensidad ardiente.
"Sí, sí", responde Morgana entre jadeos. "Hazme tuya, lléname con tus deseos más profundos, con tus frustraciones, con todo lo que albergas".
Con cada palabra, cada movimiento, Morgana se encuentra transportada a nuevas alturas de éxtasis
Alexis la deposita suavemente en el suelo mientras permanece sobre ella, continuando con sus movimientos. "Pon tus piernas en mis hombros", ordena con autoridad.
Morgana, jadeante y completamente entregada al placer, sigue las instrucciones de Alexis con ansias, levantando sus piernas y colocándolas suavemente sobre los hombros de su amante. Su corazón late con fuerza en su pecho mientras siente la intensidad del momento aumentar con cada movimiento.
"¡Sí, sí!", exclama Morgana entre gemidos. Sus manos se aferran al suelo con fuerza mientras se prepara para recibirlo.
Con un gruñido de satisfacción, Alexis continúa moviéndose encima de ella. Cada embestida lleva a Morgana más cerca del borde del abismo, su cuerpo temblando con la anticipación del clímax inminente.
¿No te si te humillo o te someto a castigos? ¿Te resulta indiferente?, plantea Alexis, cuestionando la profundidad de su sumisión.
Morgana, consciente de la naturaleza del interrogante, responde con determinación. "No me importa, mi amor", declara, reafirmando su entrega total a su amado.
"Oh, qué buena zorrita eres", admite Alexis mientras cambia de posición y la penetra con fuerza.
Morgana, sumida en el éxtasis del momento, responde con un gemido ahogado.
"Sí, sí", exclama entre jadeos, entregándose completamente al placer que la embarga.
"Nunca he penetrado tu ano", admite Alexis junto a Morgana.Morgana queda en silencio por un momento, asimilando la inesperada confesión de Alexis. Su mirada se encuentra con la suya, mostrando una combinación de sorpresa y reflexión mientras considera la propuesta.Después de una breve pausa, Morgana responde con sinceridad y cautela: "Está bien, amo"."Entonces, lo que quiero es desvirgar tu culo aquí en el tren", continúa Alexis, apreciando la forma redondeada de sus nalgas con una sola nalgada.Morgana deja escapar un pequeño gemido sorprendido ante el inesperado contacto."¡Oh! ¿Entonces te gusta lo que ves, amo?", responde Morgana con una voz suave, teñida de una pizca de provocación. "Es solo una muestra de lo que puedes disfrutar, querido".
Alexis desliza su lengua ardiente sobre el coño y el ano de Morgana simultáneamente. Morgana, incapaz de contenerse, deja escapar un gemido ahogado mientras experimenta la exploración intensa y ávida de Alexis en su intimidad.
"Te penetraré el culo virgen con fuerza y determinación, utilizando todo mi vigor", declara Alexis con un tono de autoridad.
Morgana sonríe, sintiendo la excitación crecer en su interior mientras se prepara para el próximo nivel de placer compartido con Alexis. Sus ojos brillan con anticipación mientras contempla las posibilidades que se abren ante ellos.
"Siempre estoy lista, mi amo", responde con voz suave pero cargada de deseo. "Hazlo como prefieras".
"Ahora te lo hago", afirma Alexis con determinación.
Con una sonrisa traviesa, Alexis penetra a Morgana. Sus movimientos se vuelven más intensos y apasionados, como una tormenta desatada que arrasa con todo a su paso.
Morgana se aferra a él con fuerza, entregándose por completo al torbellino de sensaciones que la envuelve. Cada embestida de Alexis es como una descarga de fuego que la consume, llevándola al borde del abismo una y otra vez.
"Te haré pedazos, Morgana, te partiré en dos, en cuatro", declara Alexis con una determinación intensa.
Morgana gime de placer. "Sí, rómpeme, hazme completamente tuya", responde con voz entrecortada, entregándose por completo al deseo y la pasión desenfrenada que comparten.
Alexis, con un impulso salvaje, se retira de Morgana por un breve momento, dejando que el aire cargado de pasión llene el espacio entre ellos. Su mirada ardiente se encuentra con la de ella, ambos atrapados en el éxtasis del momento, sus alientos entrelazados en un susurro apasionado.
Y luego, con un movimiento decidido y lleno de deseo, Alexis regresa a ella, penetrándola con una intensidad renovada.
"Vaya, qué delicioso culo después de todo", comenta Alexis mientras acaricia la nalga de Morgana.
Morgana, aún jadeante por el éxtasis de su unión, sonríe ante el gesto de Alexis, sintiendo una mezcla de placer y complicidad entre ellos. Con un brillo travieso en sus ojos, responde con un susurro sensual: "Me alegra que te guste, cariño. Después de todo, es todo tuyo para disfrutarlo como desees. Mi cuerpo es tuyo para que lo uses como desees, para tu placer. Eres el dueño de cada parte de mí, de cada suspiro, de cada gemido. Mi cuerpo está aquí para servirte, para ser tu juguete, para cumplir tus deseos más salvajes y tus fantasías más oscuras. Soy tu muñeca sexual, lista para ser poseída y disfrutada por ti".
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