Mi mujer de 28 es tetona, culona y muy linda de cara. Nuestro amigo flaco de 35, con buena pija grande y yo 30 flaco con pija promedio
Arrancó como una broma, cuando estábamos de mi amigo, vamos a llamarlo T.
Toca la puerta un amigo llamado I. y yo decido hacerle una broma a I. de qué estábamos haciendo un trío con T. mi mujer G. y yo
Él se sienta en la cama, ella encima de él y yo arriba de todo y nos tapamos con una sábana, estábamos vestidos pero fingíamos hacer un trío de doble penetración para cuando I. entrara a la habitación vea esa secuencia. Entró y no se la creyó pero a mí me hizo ruido esa situación y me empezó a generar una mezcla de morbo y deseo de que realmente sucediera.
A G. se lo insinué muchas veces si quería hacer un trío con T. su respuesta nunca era un no, siempre era un no sé, dejando ver que quería experimentar esa situación pero a la vez le daba cosa, no me lo dijo pero yo lo insinuaba
Hasta que un día me dijo que si, pero teníamos que fumarnos un porro antes
Una noche en la casa de T. no sé cómo, pero con mi mujer empezamos a besarnos apasionadamente y T. nos pidió que sigamos porque quería ver cómo teníamos sexo, a lo cual accedimos con gusto. Nos empezamos a desnudar y empezamos a tener sexo, a lo que T. nos dijo que le gustaba la química que teníamos como marido y mujer en la cama.
Yo aproveché esta situación y en complicidad de mi mujer le pregunté a ella si quería que T. se sumara para hacer un trío, al principio dijo no sé y la segunda vez que pregunté dijo que sí. A todo esto a T. le generaba vergüenza y rechazo a causa de esto. Insistimos tanto que terminó accediendo pero no sin antes fumarnos un porro para ponerle más diversión a la noche.
Antes de comenzar T. pregunta si había algún límite, a lo cual yo respondí que si había y era que ella no podía chuparle la pija a él, pero G. respondió que iba a pasar lo que tuviera que pasar.
Con G. Nos empezamos a besar nuevamente, quedando ella entre medio de nosotros dos, mientras yo la besaba, T. le tocaba de concha con sus dedos. Ella abrió las piernas para tener él mayor acceso, eso me empezó a calentar muchísimo.
En un momento T. le comenzó a flotar la pija sobre su concha, y le dijo que estuviera tranquila que no la iba a penetrar sin preservativo.
Yo en ese momento me hice a un lado y dejé que ellos interactúen y se “conozcan” y así empiecen a liberarse
Al principio por la situación de que T. era mi amigo y a la vez amigo también de G. le generaba nervios, vergüenza y esto causaba que no tuviera una buena erección, con esfuerzo se le empezó a parar la pija, se colocó el preservativo y él se subió encima de ella empezando a penetrarla en la posición del misionero. Lo que sucedió a continuación, por parte de ella, no se lo había visto nunca a esa actitud conmigo y eso que fui su único hombre en toda su vida. Más la penetraba, ella le agarraba su brazos, gemía y le arañaba la espalda. Yo miraba muy caliente a centímetros de sus partes íntimas, como T. la penetraba una y otra vez sin parar.
Decidí sumarme y me acosté de costado con mi pija cerca de su cara, a lo que G. empezó a chupármela sin parar durante más de una hora mientras T. la penetraba.
Cuando T. la penetraba con la pija bien dura, ella cambiaba su forma de chuparme la pija y lo hacía con mucha intensidad, cuando a T. perdía un poco de erección, G. bajaba la intensidad de como me la chupaba. Dando señales de que le encantaba que T. la penetre.
En un momento fingí que estaba cansado de que me la chúpala y le saqué la pija de su boca, lo hice para ver si ella gemía de placer al ser penetrada por T. y para mí sorpresa, ella si estaba gimiendo.
Después T. la empezó a coger en posición del perrito, mientras G. con su boca la usaba para chuparme la pija. Estuvimos así otro tanto de tiempo hasta que decidimos cambiar.
Ahora era yo quien se estaba cogiendo a mí mujer en la posición del misionero. Le pedía que lo empiece a masturbar a T. pero ambos se negaban, decían que tenía que salir de ellos, no por pedido mío.
Al rato de estar penetrándola, G. lo empieza a masturbar a T. pero no sucedía más nada entre ellos.
Ante esta situación de negación por parte de ambos, agarré a G. y la desplace más abajo de la cama con la intención de que su cabeza quede cerca de la pija de T. acto seguido, él dijo “entonces me voy a poner así” y procedió a ponerse de costado con su pija apuntando a la boca de mí mujer. No llegaron a transcurrir fracciones de milisegundos que G. agarro la pija de T. sin pensarlo y se la empezó a chupar mientras con su mano lo masturbaba, esto me generó primero una situación de incomodidad porque era la primera vez que la veía a mí mujer chupándole la pija a otro hombre que no fuera yo, y a su vez sentía una sensación de placer de ver como sus hermosos labios
Note que con la inmensa pija de T. mí mujer se empezaba a atragantar, por lo que con su mano puso una especie de tope para chuparla hasta ahí y no ahogarse en el intento de seguir chupándosela.
En un momento noto que G. se la empezaba a chupar con mayor intensidad a su vez que yo la penetraba más y más fuerte. Cuando de repente veo que G. retira su mano y empieza a chupársela más y más profundo sin importar si se atragantaba. Yo creo que ella habrá sentido algo, porque lo que sucedió a continuación fue realmente excitante, G. le hace garganta profunda a T. y como si no le alcanzara con tener semejante pija en su boca, con su mano le agarró la pija detrás de los huevos e hizo fuerza para que le entrara más en la boca. Se quedaron así unos segundos sin moverse, ante mí atenta mirada con mezcla de sorpresa y placer por lo que estaba viendo, hasta que escucho un gemido de placer por parte de T. acto seguido él se da vuelta y comienza a dormir.
Yo no entendía nada en esa fracción de segundos, hasta que luego comprendí lo que había sucedido cuando G. abre su boca y puedo llegar a notar que se le formaba un hilo de baba tan espeso que me di cuenta lo que realmente era y lo que había sucedido para que T. se ponga a dormir después de horas de sexo, y era que él le había acabado todo su semen en la boca a mí mujer. Lo más excitante de todo esto fue notar que G. se había tragado todo el semen de T. y no haberlo escupido.
Acto seguido no me pude aguantar y la empecé a coger más fuerte hasta acabarle toda su concha.
Entre los dos pasamos al baño de T. para ducharnos e higienizarnos, peor me generaba tanta excitación haber vivido todo eso, que procedí a cogerla otra vez, pero esta vez era para mí solo.
Al terminar de bañarnos juntos, noto que ya eran las 6 de la mañana por lo no cual yo no había dormido nada y tenía que entrar a trabajar a las 7.
Por lo que me cambié y me fui a trabajar, al no hacer tiempo no pude llevar a G. a nuestra casa por lo que le dije que se quedara a dormir en lo de T. y que después la pasaba a buscar cuando yo saliera de trabajar, pero T. se ofreció a llevarla él una vez que se levantaran de dormir. Así que me fui a trabajar sin dejar de pensar en la fantasía que había cumplido, pero también un poco de celos de que se quedaran solos, pero sabía que estaban cansados porque habíamos comenzado la noche anterior, por lo que no iba a suceder nada.
Cuando salgo de trabajar y llego a mi casa, mí mujer no estaba y no me atendía el teléfono. Por lo que supuse que se habían quedado dormidos, así que fui a la casa de T. a buscarla.
Cuando llego, decido no golpear la puerta pero si mirar por la ventana de la habitación que da a la calle, no logré ver nada porque estaba todo oscuro pero cuando doy 2 pasos en dirección a la puerta para golpear, logro escuchar un ruido extraño por lo que acerqué la oreja para ver si lograba escuchar algo otra vez, pero nada se escuchaba, me quedé unos segundos en silencio intentando oír algo, hasta que empiezo a escuchar gemidos de mujer cada vez más fuertes e intensos. Me generaba una mezcla de incertidumbre de no saber con exactitud si era o no mí mujer, excitación por lo que escuchaba.
Era ya el atardecer y el sol comenzaba a esconderse al mismo tiempo que la falta de luz exterior me permitía ver cada vez más la oscuridad que había dentro de la habitación, pero claro, no era tan oscuro como parecía, estaba la luz tenue del velador.
Me quedé observando a ver si podía lograr descifrar si era o no mí mujer durante unos largos minutos, hasta que veo que cambian de posición y empiezan a coger en posición del perrito. Es ahí cuando logro ver con claridad quién era y para mí no tan grata sorpresa, mucho enojo y a la vez excitación, era mí mujer y mí amigo los que estaban teniendo sexo de manera desenfrenada, pero que les podía decir si era yo quien había iniciado todo esto y ahora no sabía cómo dar marcha atrás a semejante putez que había despertado en ella.
Cuándo proceso a retirarme a mí casa, ya que no los podía interrumpir, pero tampoco podía tocarme porque estaba yo en la vereda, logro escuchar como G. le pedía que él le acabara adentro, pero T. se negó porque no pretendía un embarazo no deseado, a lo cual ella sube la apuesta y le dice “entonces reventame el orto si yo sé que con I. (nuestro otro amigo parte del grupo de amistad) me lo viven mirando” T. no dudó un segundo y procedió a penetrarla por el culo hasta que no aguantó más y le acabó toda su leche dentro del mismo.
Yo no podía creer esta situación, me generaba todo tipo de sensaciones, conmigo nunca se había dejado acabar dentro y con nuestro amigo en su primera vez, se dejó acabar primero en la boca y luego en un fallido intento dentro de su concha, lo hizo dentro de su cola.
Me fui a mí casa con todos esos sentimientos y no pude más que masturbarme por lo que había visto y oído.
Al día de hoy, pasaron más de 4 años y ellos nunca me confesaron de su encuentro sexual, quizás no fue el único, pero si el que yo había presenciado.
Esta historia tiene segunda parte, si el público lo pide me voy a tomar un tiempo para armarlo
Arrancó como una broma, cuando estábamos de mi amigo, vamos a llamarlo T.
Toca la puerta un amigo llamado I. y yo decido hacerle una broma a I. de qué estábamos haciendo un trío con T. mi mujer G. y yo
Él se sienta en la cama, ella encima de él y yo arriba de todo y nos tapamos con una sábana, estábamos vestidos pero fingíamos hacer un trío de doble penetración para cuando I. entrara a la habitación vea esa secuencia. Entró y no se la creyó pero a mí me hizo ruido esa situación y me empezó a generar una mezcla de morbo y deseo de que realmente sucediera.
A G. se lo insinué muchas veces si quería hacer un trío con T. su respuesta nunca era un no, siempre era un no sé, dejando ver que quería experimentar esa situación pero a la vez le daba cosa, no me lo dijo pero yo lo insinuaba
Hasta que un día me dijo que si, pero teníamos que fumarnos un porro antes
Una noche en la casa de T. no sé cómo, pero con mi mujer empezamos a besarnos apasionadamente y T. nos pidió que sigamos porque quería ver cómo teníamos sexo, a lo cual accedimos con gusto. Nos empezamos a desnudar y empezamos a tener sexo, a lo que T. nos dijo que le gustaba la química que teníamos como marido y mujer en la cama.
Yo aproveché esta situación y en complicidad de mi mujer le pregunté a ella si quería que T. se sumara para hacer un trío, al principio dijo no sé y la segunda vez que pregunté dijo que sí. A todo esto a T. le generaba vergüenza y rechazo a causa de esto. Insistimos tanto que terminó accediendo pero no sin antes fumarnos un porro para ponerle más diversión a la noche.
Antes de comenzar T. pregunta si había algún límite, a lo cual yo respondí que si había y era que ella no podía chuparle la pija a él, pero G. respondió que iba a pasar lo que tuviera que pasar.
Con G. Nos empezamos a besar nuevamente, quedando ella entre medio de nosotros dos, mientras yo la besaba, T. le tocaba de concha con sus dedos. Ella abrió las piernas para tener él mayor acceso, eso me empezó a calentar muchísimo.
En un momento T. le comenzó a flotar la pija sobre su concha, y le dijo que estuviera tranquila que no la iba a penetrar sin preservativo.
Yo en ese momento me hice a un lado y dejé que ellos interactúen y se “conozcan” y así empiecen a liberarse
Al principio por la situación de que T. era mi amigo y a la vez amigo también de G. le generaba nervios, vergüenza y esto causaba que no tuviera una buena erección, con esfuerzo se le empezó a parar la pija, se colocó el preservativo y él se subió encima de ella empezando a penetrarla en la posición del misionero. Lo que sucedió a continuación, por parte de ella, no se lo había visto nunca a esa actitud conmigo y eso que fui su único hombre en toda su vida. Más la penetraba, ella le agarraba su brazos, gemía y le arañaba la espalda. Yo miraba muy caliente a centímetros de sus partes íntimas, como T. la penetraba una y otra vez sin parar.
Decidí sumarme y me acosté de costado con mi pija cerca de su cara, a lo que G. empezó a chupármela sin parar durante más de una hora mientras T. la penetraba.
Cuando T. la penetraba con la pija bien dura, ella cambiaba su forma de chuparme la pija y lo hacía con mucha intensidad, cuando a T. perdía un poco de erección, G. bajaba la intensidad de como me la chupaba. Dando señales de que le encantaba que T. la penetre.
En un momento fingí que estaba cansado de que me la chúpala y le saqué la pija de su boca, lo hice para ver si ella gemía de placer al ser penetrada por T. y para mí sorpresa, ella si estaba gimiendo.
Después T. la empezó a coger en posición del perrito, mientras G. con su boca la usaba para chuparme la pija. Estuvimos así otro tanto de tiempo hasta que decidimos cambiar.
Ahora era yo quien se estaba cogiendo a mí mujer en la posición del misionero. Le pedía que lo empiece a masturbar a T. pero ambos se negaban, decían que tenía que salir de ellos, no por pedido mío.
Al rato de estar penetrándola, G. lo empieza a masturbar a T. pero no sucedía más nada entre ellos.
Ante esta situación de negación por parte de ambos, agarré a G. y la desplace más abajo de la cama con la intención de que su cabeza quede cerca de la pija de T. acto seguido, él dijo “entonces me voy a poner así” y procedió a ponerse de costado con su pija apuntando a la boca de mí mujer. No llegaron a transcurrir fracciones de milisegundos que G. agarro la pija de T. sin pensarlo y se la empezó a chupar mientras con su mano lo masturbaba, esto me generó primero una situación de incomodidad porque era la primera vez que la veía a mí mujer chupándole la pija a otro hombre que no fuera yo, y a su vez sentía una sensación de placer de ver como sus hermosos labios
Note que con la inmensa pija de T. mí mujer se empezaba a atragantar, por lo que con su mano puso una especie de tope para chuparla hasta ahí y no ahogarse en el intento de seguir chupándosela.
En un momento noto que G. se la empezaba a chupar con mayor intensidad a su vez que yo la penetraba más y más fuerte. Cuando de repente veo que G. retira su mano y empieza a chupársela más y más profundo sin importar si se atragantaba. Yo creo que ella habrá sentido algo, porque lo que sucedió a continuación fue realmente excitante, G. le hace garganta profunda a T. y como si no le alcanzara con tener semejante pija en su boca, con su mano le agarró la pija detrás de los huevos e hizo fuerza para que le entrara más en la boca. Se quedaron así unos segundos sin moverse, ante mí atenta mirada con mezcla de sorpresa y placer por lo que estaba viendo, hasta que escucho un gemido de placer por parte de T. acto seguido él se da vuelta y comienza a dormir.
Yo no entendía nada en esa fracción de segundos, hasta que luego comprendí lo que había sucedido cuando G. abre su boca y puedo llegar a notar que se le formaba un hilo de baba tan espeso que me di cuenta lo que realmente era y lo que había sucedido para que T. se ponga a dormir después de horas de sexo, y era que él le había acabado todo su semen en la boca a mí mujer. Lo más excitante de todo esto fue notar que G. se había tragado todo el semen de T. y no haberlo escupido.
Acto seguido no me pude aguantar y la empecé a coger más fuerte hasta acabarle toda su concha.
Entre los dos pasamos al baño de T. para ducharnos e higienizarnos, peor me generaba tanta excitación haber vivido todo eso, que procedí a cogerla otra vez, pero esta vez era para mí solo.
Al terminar de bañarnos juntos, noto que ya eran las 6 de la mañana por lo no cual yo no había dormido nada y tenía que entrar a trabajar a las 7.
Por lo que me cambié y me fui a trabajar, al no hacer tiempo no pude llevar a G. a nuestra casa por lo que le dije que se quedara a dormir en lo de T. y que después la pasaba a buscar cuando yo saliera de trabajar, pero T. se ofreció a llevarla él una vez que se levantaran de dormir. Así que me fui a trabajar sin dejar de pensar en la fantasía que había cumplido, pero también un poco de celos de que se quedaran solos, pero sabía que estaban cansados porque habíamos comenzado la noche anterior, por lo que no iba a suceder nada.
Cuando salgo de trabajar y llego a mi casa, mí mujer no estaba y no me atendía el teléfono. Por lo que supuse que se habían quedado dormidos, así que fui a la casa de T. a buscarla.
Cuando llego, decido no golpear la puerta pero si mirar por la ventana de la habitación que da a la calle, no logré ver nada porque estaba todo oscuro pero cuando doy 2 pasos en dirección a la puerta para golpear, logro escuchar un ruido extraño por lo que acerqué la oreja para ver si lograba escuchar algo otra vez, pero nada se escuchaba, me quedé unos segundos en silencio intentando oír algo, hasta que empiezo a escuchar gemidos de mujer cada vez más fuertes e intensos. Me generaba una mezcla de incertidumbre de no saber con exactitud si era o no mí mujer, excitación por lo que escuchaba.
Era ya el atardecer y el sol comenzaba a esconderse al mismo tiempo que la falta de luz exterior me permitía ver cada vez más la oscuridad que había dentro de la habitación, pero claro, no era tan oscuro como parecía, estaba la luz tenue del velador.
Me quedé observando a ver si podía lograr descifrar si era o no mí mujer durante unos largos minutos, hasta que veo que cambian de posición y empiezan a coger en posición del perrito. Es ahí cuando logro ver con claridad quién era y para mí no tan grata sorpresa, mucho enojo y a la vez excitación, era mí mujer y mí amigo los que estaban teniendo sexo de manera desenfrenada, pero que les podía decir si era yo quien había iniciado todo esto y ahora no sabía cómo dar marcha atrás a semejante putez que había despertado en ella.
Cuándo proceso a retirarme a mí casa, ya que no los podía interrumpir, pero tampoco podía tocarme porque estaba yo en la vereda, logro escuchar como G. le pedía que él le acabara adentro, pero T. se negó porque no pretendía un embarazo no deseado, a lo cual ella sube la apuesta y le dice “entonces reventame el orto si yo sé que con I. (nuestro otro amigo parte del grupo de amistad) me lo viven mirando” T. no dudó un segundo y procedió a penetrarla por el culo hasta que no aguantó más y le acabó toda su leche dentro del mismo.
Yo no podía creer esta situación, me generaba todo tipo de sensaciones, conmigo nunca se había dejado acabar dentro y con nuestro amigo en su primera vez, se dejó acabar primero en la boca y luego en un fallido intento dentro de su concha, lo hizo dentro de su cola.
Me fui a mí casa con todos esos sentimientos y no pude más que masturbarme por lo que había visto y oído.
Al día de hoy, pasaron más de 4 años y ellos nunca me confesaron de su encuentro sexual, quizás no fue el único, pero si el que yo había presenciado.
Esta historia tiene segunda parte, si el público lo pide me voy a tomar un tiempo para armarlo
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