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sentir a mi cuñado porprimera vez

Voy a relatar mis experiencias más ocultas, espero les guste. 

Esto ha sucedido en nochebuena y quizás suene muy conocido para alguna y hasta vean que les recuerda una experiencia vivida con sus mas y menos. Fué en la noche de navidad, de esos momentos de reunión familiar y mucho alcohol, dónde siempre una se pierde y se desinhibe, dónde afloran sentimientos y por qué no algunas ideas lujuriosas y fantasiosas.
Mi recuerdo nos lleva bastante años atrás, estaba recién casada, y decidimos con mi marido ir a la celebración de esa fiesta a casa de mis suegros, ahí estaban ellos, una Tía de mi marido Mario, mi cuñada Miriam y mi cuñado Walter, el menor de los hermanos.
Ya de solo imaginar que Walter estrenaba sus 18 años, 12 años menor que Marcelo, hacen pensar que la fiesta no iba a terminar sin un buen postre. Quizás sea que los 30 años, mi edad en ese momento, pegan algo raro en una mujer, ahi el instinto del deseo me fue subiendo durante toda esa noche, mirándolo desde su porte, tan alto y con un cuerpo deseable, joven, dónde sus pantalones parecía llevar mi mirada a su prominente bulto que no podía disimular, aunque lo quisiera esconder, marcaba un fuerte pene, seguramente muy venoso, lo que dió lugar a dejarme llevar, no solo por el alcohol, sino tambien por los nervios y el elevado deseo que me brotaba, exaltando mis modos más primitivos de puta, prepara a atacar ese tronco que ya hacía empapar mi entrepierna.
Tras las campanadas y el brindis final, nuestras miradas cruzadas ya algo insinuadas entre nosotros, bailamos un buen rato aprovechando para rozarme entre sus piernas, abriendo mi vestido insinuante al girar, mostrando mi tanga rosa que imaginaba iba a calentar más a Walter... y ojo, el no hacia esquivé y apoyaba su pene bastante crecido entre mis nalgas. Poco más y no recuerdo tanto, casi como si hubiesemos corrido desesperadamente, me encuentro en su habitación, mirando su cintura mientras bajaba su pantalón que dejaba al descubierto un miembro muy grande y duro, mucho más deseable y erecto que el de mi marido, su hermano. 
Sin prisa pero sin más que esperar, baje a lamerselo, sentir su glande abarcar mi boca, oler su varonil aroma y sus manos acariciarme, saber de lo prohibido y esa sensación de desesperada pasión. Poco a poco el aire se enrarecia y cómo arte de magia, un sudor me hizo sentir como me penetraba, bruscamente producto de la bebida y esa inexperiencia de la juventud. Empezó cogiendome cada vez mas fuerte, cada empuje sentía como penetraba más y más, un falo durísimo, recto y gordo parecía partir mi jugosa conchita en mil pedazos.
No puedo explicar como aguanté los gritos, pero se que en un momento dije algo como, "me está cogiendo tu hermano", casi como llamando a mi marido para que viera como era penetrada por otro hombre y que ese mismo era Walter. Creo sin dudar que había acabado bastantes veces antes que, casi pidiendo permiso para entrar, penetre mi ano abierto a él para dentro derramar su leche tibia que tan sabrosa hubiese pedido deposite en mi boca. 
Increíble sentir latir su pene dentro mío mientras desparramaba su semen de niño ya mayor, casi quieto, duro, que al sacarlo dejara abierto un agujero en mi que esperara no se cerrara. 

Es la parte de la historia, la misma que repito a escondidas de mi marido, cogiendo con lujuria a mi cuñado cada vez que podemos. Espero les haya gustado mi primer relato aqui en poringa, y si fuera así, hay más, solo habrá que pedirmelos.

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