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Así fue como me hice petera.

Me gustaría contar desde el anonimato, un pequeño relato para contaros como aprendi a mamar pollas y desarrollar el gusto por una buena polla.

Todo sucedio cuando mi familia se fue a vivir a Mallorca, viviamos a 20 minutos de Palma, la capital. En un lugar de casitas llamado Marratxi. Por alli habia mucho bosque y lindos lugares para caminar. Fue una tarde de otoño con mi primo que me lleva 7 años mas que yo, que me inicio en el rico mundo de la mamada.

La cosa fue muy sencilla, y es que mi primo tenia una hermosa pija, que en mitad del camino, delante mia se saco de su pantalon para mear.

-Primo cortate! que se te ve todo- Le dije yo.

Y cogio y se bajo el pantalon chandal sacando todos los huevos, y enseñando todos sus gluteos.

-Es que asi se me libera toda la orina, no mires sino te gusta- algo así me dijo, que yo recuerde.

-No pasa nada primo, mea tranquilo, yo vigilo el camino por si alguien viene- le conteste.
-Muchas gracias prima- agradecio mi primo.

Yo mientras vigilaba el camino, no podia evitar mirarle esa verga tan gorda, y esos huevazos peluditos tan grandes, nunca habia visto una polla tan cerca, empezo a originar con un chorrazo potente proyectandolo varios metros hacia el horizonte.

-¡Mira prima! que chorrazo, ¿que te apuestas que llego hasta la piedra?- Exclamo

Yo embobada, me olvide del camino, y centre toda la atención en su verga, mirando como intentaba proyectar ese chorrazo de orina hacia una piedra pequeña que habia sobre otra grande, la cual intentaba derribar abajo diparandole orina.

Yo, un poco avergonzada le dije -¿Y los huevos no se te desinchan despues de mear?

-No prima, en los huevos no se guarda la orina, sino la leche, una cosa muy rica que le gustan las mujeres- me explico.

y se hizo un incomodo silencio, el cual mi primo aprovecho, para sacudirse la verga y tocarsela un poco, su polla reaciono poniendose un poco morcillona.

-¿Nunca te has tomado la leche de un tu novio?- Me pregunto.
-No, lo único que he hecho con mi novio ha sido besos - Le aclare.
-Yo llevo varios dias sin descargar mi leche, por eso tengo los huevos tan grandes, mira ven, y pon la mano aqui- Me pidio mi primo
A lo que yo me acerque y mi primo cogio mi mano, y la puso debajo de sus huevos, mi pequeña palma de la mano quedo rebosando de sus enormes inchados testiculos.
-Ves prima, estan llenos de leche, ¿los notas? si quieres probar me la saco para ti, pero tienes q mamar un poquito- Me informo mi primo.
Yo le dije - Vigila el camino, por si viene alguien- y me puse de cunclillas, poniendo mi boca enfrente de su polla, que ya habia crecido, alcanzando una dimension considerable.
Mi primo empezo a pajearse, y me dijo, metetela en la boca para que salga la leche y chupala como si fuera un lolipop.
Y como pude empeze a chuparle la pija, y posiblemente la peor mamada de mi vida, lo hice fatal, ya que era mi primera vez, por suerte mi primo iba muy cargado de varios dias, y viendo mi poca habilidad felatoria, se saco la polla de mi boca, y empezo a pajearse delante de mi cara, pidiendome que bajara a besarle los huevos.

Que ricos huevos, le olia un poco, pero conforme empeze a chuparselos y besarlos algo me enviciaba a seguir haciendolo mas. Al poco rato, mi primo se corrio propinandome varios chorros en mi cara, justamente en la frente, y encima de mi pelo. Las corridas de mi primo, con 25 años que tenia, eran siempre grandes, densas y muy potentes, como su chorro de orina. Me dejo completamente manchada de leche.

-¡Ay prima! que poco reflejo tienes, tienes q abrir la boca para que pueda correrme dentro! ¡Mira que desastre, hay leche hasta por tus orejas!-
- Lo siento primo, no sabia, me quede embobada comiendote los huevos, estan muy ricos!

A lo que mi primo usando un dedo suyo, cogio un poco de la leche que habia en mi cara, y me la metio en mi boca. -Prima, prueba la leche, que a las mujeres les encantan-

A mi me resulto de primeras un olor desagradable, y fuerte, de gusto tambien fuerte, por lo que lo escupi. A lo que mi primo me explico -Dicen que es como la cerveza, que la primera no gusta, pero luego ya engancha- Y mi primo insistio en que bebiera un poco de su leche, volvio a meterme dos dedos en la boca, esta vez con mucha mas leche.
Yo me levante, y empeze a saborear la leche, me la trage, y le note un gusto diferente a la primera vez. Caballerosamente se quito su camiseta, y con ella me limpie toda la cara.

Desde entonces, siempre q viene a visitarme intentamos buscar un hueco para chuparsela

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