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Relatos de un corneta (2). Con imágen.

Continua del post anterior: http://www.poringa.net/posts/relatos/5675416/Relatos-de-un-corneta-1-Con-imagen.html

Agradezco poder ver como se consuma lajusticia. La justicia mas justa, la primera ley. El pijudo se coge ala mujer del pitito. Y no lo acepto resignado. Porque no me quedaotra que aceptarlo. No es un sentimiento piadoso, o autopiadoso. Loacepto con pasión. Porque nada me llena mas, que ver actos dejusticia. Una vez interiorizado esto, la vida se vuelve mascristalina. Uno respeta a la pija por eso, como se respeta a lajusticia. Se acata y punto. Aca manda el que detenta la herramienta.Y si ese poder es usado indiscriminadamente, con mala intencion yalevosia, lo mismo da. Es el poder y esta ante tus ojos.


Relatos de un corneta (2). Con imágen.




Miles de monuementos se han ergido enfunción de la pija. Nuestro obelisco fue un frasco barato de perfumeque le trajo de regalo una vez. Un perfume dulce y pastiche, en unfrasco que emulaba una silueta de mujer. La parte inferior va delvientre hasta los pies. Es un vestido volado, se notan sus caderas, yabajo el plisado. La tapa parece un corset que termina con unprominente par de tetas. El frasco es transparente, el liquido lohace rosado. Esa noche en un momento tomo el regalo y lo puso a lapar de su pija. Eran bastantes similares en tamaño aunque la de elmas gorda. Veintitres centimetros mide el perfume. Al otro dia lomedi. Es un pijon de verdad, Antes no he visto algo asi en presencia.A veces me da orgullo haber alimentado a mi señora con un cogedorasi. Consegui lo mejor, para la mejor.



cornudo




Luego de comparar el perfume lo volvióa poner en la mesa y desde ese momento ese objeto en nuestroimaginario empezó a representar el nuevo orden que imperaba ennuestro amor. Una devoción que juntos comenzariamos. Un apostoladoen el nos abocariamos. Al perfume lo pusimos en un lugar destacado dela casa. Su visibilidad era dificil de obviar. Podiamos distraernosun rato, pero tarde o temprano sabiamos a que nos debiamos. Nuestroobelisco. Eramos dos plebeyos enamorados.


pendeja

2 comentarios - Relatos de un corneta (2). Con imágen.

gerardoriker
de donde sos cornudito, quiero ir a llenarle la conchita al natural y que le veas crecer la pancita