Recuerdo que era lunes. Me despierto sin muchas ganas como siempre mientras escucho como suena y suena la alarma del cel, Lo tomó y lo observó con ganas de apagarla pero no lo hago se que si lo hago despertaré varias horas más tarde.
-puta vida-
Decido mejor sentarme en la cama a pesar de que mi cuerpo pesa una tonelada -definitivamente madrugar no es lo mio- analizo un poco la habitación mientras caigo en cuenta de quien soy y no veo nada fuera de lo normal, una que otra zapatillas tiradas, algunas medias mal colocadas y un desastre en el suelo producto de que tuve que organizar un bulto de ropa para el viaje el dia anterior.
Decido pararme para no prolongar más este momento y camino hacia el baño sin tropezar con nada a pesar de que estar muy oscuro aun -conozco mi desastre- sigo por el pasillo más dormido que despierto, entro al baño directo a la ducha y dejo que caiga un poco de agua fría en mi cabeza que para mi funciona como energía. Me giro y me encuentro con un enorme espejo que refleja todos y cada uno de los complejos que he llevado durante toda mi vida.
Veo a un chico blanco que a pesar de tener 19 años parece de 16, blanco como la leche aunque un poco bronceado por el sol, un enorme oversize de algodón que utilizo para dormir de donde lo único que resalta son mis enormes piernas ligeramente tonificadas por las sentadillas que hago de vez en mes. Veo como las gotas caen por mi frente de mi cabello negro rizado que combinan con mis ojos negros como la noche hacia mis labios rosados “demasiados carnosos” para un chico y que según mi madre hacen un contraste único con el resto de mi cara, sobre todo con alguna que otra peca que por alli se encuentra.
Levanto poco a poco el t-shirt mientras veo como mis piernas se van hinchando dando como resultado unas caderas en toda regla, que tensa mi boxer como si quisiera romperlo (por eso uso muy engomados), sigo subiendo y veo como va apareciendo una diminuta cintura de guitarra, luego el inicio de mis costillas ligeramente reflejadas debajo de mi piel. termino de quitarme el polo dejándolo caer al suelo y veo mis mini senos... Si, senos. Tengo ginecomastia es una "enfermedad" que hace que mis pezones se vean puntiagudos dando la apariencia de que el pecho se vea como senos. Es uno de los dos complejos que más odio de mi.
Tomo aire mientras me coloco de lado para ver el otro, recorro toda mi espalda blanca con varios lunares que resaltan por lo blanca de mi piel, sigo descendiendo mientras veo como va apareciendo un contraste entre mi espalda baja y lo que le sigue después. Veo una nalga como sobresale de mi cuerpo en forma de la mitad de balón con dos lunares pequeños "perfectamente colocados" en la parte inferior, los cuales se ven porque a pesar de que el boxer deberías de cubrirme todo el culo no lo hacen ya que en mis caderas esos globos de carne estiran tanto la tela que solo cubre ¾ de mi parte trasera -ufff-.
Termino de girar por completo para quedar de espalda y mirar nuevamente por encima del hombro. Una espalda pequeña que baja hacia una más pequeña cintura, donde se pierde y aparece un enorme culo en forma de manzana, el cual desciende hacia unas piernas un poco más finas pero igual bien gordas -joder- era como dos cuerpos en uno.
Decido apresurarme porque aun escucho bajita la alarma desde mi habitación, me quito el boxer y queda ante mi vista un pequeño pene a penas erecto sin siquiera estar decapullado -con esto nunca perderé mi virginidad-.
Me introduzco en la ducha, al momento que el agua fría me moja todo el cuerpo. Siento como todo mi cabello cae en mi frente y me tapa la vista -debi de cortarlo- labo todo mi cuerpo, mis pequeños pezones que ahora parecen normales por el frío del agua, luego mi cintura mientras siento el ligero sube y baja que hacen mis dedos en mis costillas -deberia de comer más, pero la ultima vez que lo hice solo me crecieron más las piernas y el culo- continúe con mi pene y mis pequeñas bolas que ni cuelgan -que desastre- y luego con mis piernas que no puedo abarcar ni con mis diminutas manos juntas en una, (ni que tuviera otra manos más creo que podría).
Termino con mi culo, lo sujeto de abajo hacia arriba con fuerza y lo dejó caer sintiendo como hace pequeñas ondas por si solo -eso siempre me causa risa- meto mi mano en medio de mis nalgas, sintiendo como se desliza por el jabón casi todo mi antebrazo dentro y mis mejillas lo abrazan como si extrañara esa sensación (y si que lo hacen).
En ese momento mi mente viaja a las muchas noches mirando películas en el sofá de la sala. Cuando mi madre salía a su trabajo y mi hermano mayor se encerraba a trabajar en su habitación. Yo me quedaba con mi querido tío a mirar lo que sea que apareciese primero en la pantalla realmente eso no era lo importante, lo importante era lo bien que me sentía con él. Me trataba como su niño mimado o “niña" según él, siempre comprandome regalos, enseñándome de cocina, haciendo ejercicios juntos, me defendía de mi madre y de todo lo que se pudiera defender. Luego empezaron los juegos de tacto, haciéndome cosquillas, me abrazaba por la espalda siempre que podía, yo me subía encima de él acariciaba y besaba su cabeza calva, pero nuestro momento favorito era que en medio de la película me sentaba en su regazo.
Ponía sus grandes manos negras encima de mis costillas mientras con su barba rasposa rozaba mi espalda haciéndome sentir unas ligeras cosquillas, Inconscientemente esto provocaba que arquearse mi columna llevando todo mi culo hacia atrás. Sus dedos subían hacia mi cuello rozando mi pezón y la otra decía hasta envolverse en mi diminuta cintura, me atraía con lentitud pero firmeza hasta su entrepierna. El ardor en mi cuerpo era insoportable, los mordiscos y los besos que ascendían por mi espalda no cesaban, esa gran mano que se cerraba sobre mi cuello y el calor que a pesar de nuestras ligeras ropas de dormir sentía cada vez más cerca directamente en mi ano por lo abierto que estaba mi culo en esa bendita posición solo me dejaba llevar mientras lo sentía más y más caliente hasta que sent...)
Escuché mi teléfono como cambiaba de melodía -¿quién llamara?- me limito a sacar mi mano y veo que el antebrazo está un poco rojo y algo húmedo a pesar de que el agua fría ya no caia y el jabón se había disipado -debí de haberme rozado de mas- tomo la toalla mientras me seco rápido con la intención de ir a responder el teléfono y deja de sonar -ya valio-.
Ya frente al lavado comienzo a cepillar mis dientes, mientras lo hago levanto la mirada hacia el espejo y veo el pequeño golpe causado hace apenas unas semanas por el enojo de mi madre.
Recuerdo ese día en la universidad. Miraba como el maestro iba y venía por los asientos repartiendo los exámenes finales, era un señor casi tan blanco como yo, gordo con muchas barba y alto, debía de medir 1,80 que en comparación con mi 1,65 era bastante.
Vi que tocaba mi fila y desde el principio hasta el final que era la mía no me quitaba de encima su sucia mirada. Cuando llego a mi escritorio puso el examen boca abajo y gritó.
-Si alguien tiene alguna queja de su puntuación quédese hasta el final.
Regreso a su escritorio mientras algunos estudiantes empezaban a salir, miré fijamente la hoja, tome aire y la gire. 65 puntos.
Lo sabía, así como sabía que sus supuestos roces en descuido de los otros alumnos no eran normales, como olía mi cabello siempre que me "señalaba" algo en mi cuaderno, como me obligaba a entrar a su clase sin el abrigo que utilizaba como “segunda defensa” de complejos, y como no dejaba de mandarme hacer ejercicios en la parte alta de la pizarra para que por mi corta estatura me parase de puntilla y el oversize “mi primera defensa” subiera un poco y toda la clase pueda ver más mis piernas y el inicio de mi trasero generando más de una mirada de muerte de las chicas y una que otra de confusión entre los chicos.
Siento como mi cara arde y enrojece de a poco, levantó la vista a mi alrededor y veo que estoy solo -hijo de puta… me reprobó solo a mi- tomo la mochila, el examen y me coloco frente a su escritorio.
-Disculpe maestro, pero creo que hay algo mal con mi puntuación.
-Yo no cometo errores (dice sin levantar la vista siquiera)
-Sabe que siempre he sido un buen estudiante.
Por fin me mira, se ríe y se levanta de su asiento. Pasa por mi lado directo a la puerta del aula y escucho como la cierra. me quedo inmovil frente al escritorio y siento su aliento en mi oreja.
-A veces no basta con ser un buen estudiante, debes probarlo.
-¿Como? (digo con mi voz temblorosa por el asco que me producía este señor)
-Siendo bueno con el que pone los puntos.
En ese momento siento como una mano va subiendo lentamente por una de mis piernas hacia mi culo.
-Sabes que pudiste aprobar mi clase sin utilizar ni un lápiz.
Siento como Pega su pelvis en mi culo o eso intento porque solo puse sentir su panza en mi espalda.
Giro bruscamente sin poder contener el enojo y lo empujó pero soy yo quien es echado hacia atrás, estrujo el examen en mi mano y se lo lanzó en la cara.
-Jodete cerdo.
Sujeto fuerte mi mochila y salgo corriendo de allí.
Ese día decidí dejar la universidad, los gritos y los coños de mi madre se escucharon por toda la calle. Estaba tan enojada que entro al baño y le tiró un frasco de calmantes al espejo por impulso. Causando una pequeña grieta en el).
Escucho como vuelve a sonar el teléfono -ahora si llegó- corro a velocidad de la luz devuelta a la habitación, me tiró como puedo a la cama sin tropezar con nada -en este desastre soy el rey- y tomo el teléfono.
-No me digas que recién te levantas enano (la voz más tranquilizadora que he sentido en mi vida)
-No bra, me estaba duchando, ya me vestiré. (Escucho mucha interferencia y ruido en la llamada)
-Vale esta bie, no olvid llamarm cuando …
-Bra, tu señal está mala, no te escucho bien.
Pi , pi, (se colgó)
-Mm que raro-.
Me pongo de pie para empezar a vestirme, voy directo al clóset y empiezo a sacar ropa, veo muy pocas limpias porque casi toda las guarde en bulto del viaje, por suerte pude encontrar un jean relativamente nuevo y el típico oversize negro que siempre tengo de más porque son mis favoritos.
Abrí uno de los gabinetes donde guardo ropa interior, medias y demás cosas -no soy bueno organizando- busco y rebusco pero no encuentro ningún boxer engomado. Miro por un segundo el bulto encima de la silla del computador -los habré guardado todos?- abrí otro gabinete aquí veo muchas cosas pero más viejas algunas hasta con polvos -hace cuánto que no abría está cosa- busco y busco pero no veo boxer.
Giro de vuelvo al bulto, -no puedo vaciar todo por una ropa, perderé mucho tiempo- decido buscar por última vez y a punto de rendirme visualizo uno de esos boxers cuadrado con nada de goma que usaba hace unos años, deje de usarlos porque casi todos se me rompían el mismo día, Lo levanto y lo sacudo unas cuantas veces, veo que ni recupera toda su forma - mm supongo esto servirá para salir del apuro- lo lanzó a la cama y cuando voy a poner todo de vuelta veo algo que no veía hace dos años, una pequeña tanga color rojo encendido.
Recuerdo ese domingo después de haber comido, y reposado. Mi madre estaba lavando la ropa, me levanté de la mesa pues me ofrecí a fregar los platos (yo te ayudo dijo mi tío).
Estábamos en los fregaderos, yo friego, él enjuaga y luego juntos secamos. Estaba concentrado en los platos cuando escuché.
-Cuantas tangas usa tu madre para ser enfermera no crees?
(El fregadero frente a él tenía una ventana que daba vista al patio donde mi madre tendía nuestras ropas.)
Balanceo mi cuerpo hacia su lado quedando mi cabeza a la altura casi de su pecho. Era cierto, había una buena cantidad de tangas de diferentes colores, siento en ese momento como mete su nariz en mi cabeza e inhala moviendo su cabeza de un lado a otro. Vuelvo a mi posición inicial y lo miró con complicidad y nos reímos a carcajadas.
-Con lo incómoda que tienen que ser (digo aún con la risa en la boca)
-Las mujeres dicen que son cómodas, por sus caderas anchas. (Dijo)
-Mm si eso dicen.
Mientras fregaba con mi mirada perdida una duda atravesó mi cabeza -¿cómo se sentiría usar un tanga? ¿de verdad sería algo cómodo para estar en casa o trabajar con ellas como hace mami?-. En ese momento escucho la voz algo nerviosa de mi tío.
-Tal vez deberías... probarlas... Alguna vez.
Lo miro algo confundido, está mirando fijamente hacia el agua que tiene enfrente sin fregar nada como si estuviera pensando en algo, veo como lentamente se muerde el labio inferior con su hermosa dentadura y pega todo su cuerpo al fregadero. Siento un poco de ardor por todo mi cuerpo y algo de humedad en mi trasero "es algo que solo sucede cerca de él" pero quise pensar que era el calor.
Tomo un plato sin querer, lo lavo sin ver y lo lanzó sin pensar hacia su fregadero y salpica un poco de agua que le moja gran parte del frente y a mi un poco del lado derecho.
-Perdon por eso. (Digo)
-No es nada (dice sin siquiera tomar algo para secarse, solo se queda ahí como una piedra, -¿por que?-)
Había un poco de incomodidad en el aire, decidí decir una tontería para romperlo.
-¿Por qué debería? (Digo despreocupado, cayendo en cuenta al segundo lo que acabo de preguntar)
El silencio incómodo inundó toda la cocina. Escuché cómo trago saliva y una gota de su sudor cayó en el agua.
-Porque tu tienes caderas anchas, creo que incluso más que tu madre. (Dijo dejándome en shock)
Bajo mi mirada hacia mi cuerpo sin querer, no tenía que comprobarlo ya que estaba usando un pantalón jogger fino que era de mi madre, a ella le quedaba perfectamente firme en el cuerpo, pero a mí me quedaba algo pequeño, mi cuerpo lo estiraba un poco y encima se veía algo gastado (por eso me lo regaló para estar en casa).
Lo que me sorprendió es que al estar un poco mojado por el agua que le cayó más la la luz del sol del mediodía, el lado derecho reflejaba casi todo mi cuerpo desnudo debajo de esta (no recordaba que no traía boxer) -joder-.
Alzo mi mirada para encontrarme con la de él girando con todo su cuerpo sudado hacia mi, veo que ya no hay nerviosismo en su cara, sus ojos como fuego algo dilatados y mordiéndose ligeramente sus labios -que hermoso- fue lo único que pensé . Por alguna razón me sentía cada vez más caliente y más húmedad en mi trasero.
Veo como va bajando su mirada por mi cuerpo. mi franela blanca algo mojada y pegada a mi por el calor que imagino dejaba ver el color de mis pezones, seguido sin detenerse a mí parte inferior, donde estoy seguro que puede ver casi claramente una de mis nalgas blancas a través de la fina tela, -¿que estará pensando?-.
En ese momento un pequeño movimiento llama la atención de mis ojos, bajo mi mirada y veo como su bermuda deportiva blanca está mojada en la parte superior, se puede visualizar algo difuminado lo que está debajo. Me quedé de pueda al ver una pequeña mata de vellos negros como la noche finamente recortados al rededor de lo que parecía ser la base de una bestia la cual empezaba a visualizar que salía disparada hacia abajo en un ángulo de 45 grados con un color más oscuro que las piernas que tenía como vecina, seguí el recorrido de aquella barra de carne negra que parecía del ancho de una botella o de un bate de béisbol, tenía una vena del tamaño de mi dedo meñique que descendía en forma de rayo hacia abajo donde la perdí pues solo tenía mojada ¾ de aquella cosa.
Sin mi mis ojos quisieron terminar el recorrido que se marcaba, bajaban tan lentamente daba la sensación de no tener nunca, (dio un saltito) -joder esta viva por Dios- Hasta que vi como se reflejaba lo que parecía ser algo del tamaño de una bola de billar al final, debía de medir por lo menos 21 cm y no estaba del todo en su punto -imposible-.
En ese momento siento como cae algo en mi brazo, miro y es un poco de mi saliva -no sabía que tenía la boca abierta-, la cierro y trago todo tratando de calmar la sed que tengo en la garganta pero no funciona. el calor de mi cuerpo y la humedad que ahora se hace más grande en mi trasero junto a un escalofrío al sentir cómo de a poco se va formando una gota que baja lentamente por medio de mi culo.
Vuelvo a mirar a sus ojos tratando de recordar la conversación.
-Yo no tengo tangas. (Dije sin pensar) -QUE RAYOS-
Una hermosa y diabólica sonrisa se posa en su rostro y nuevamente otro saltito de esa barra de carne llama mi atención, veo como el ángulo aumenta, -¿creció más? Está vez noto como se va formando una mancha que moja y transparenta parte de la cabeza morada -por Dios, parece más grande que mi puño-. Vuelvo a sentir que crece cuando mi tío da un paso cortando la poca distancia que había entre los dos. Mis dientes muerden mis labios de golpe cuando por fin me toca con aquella cosa.
Tengo la base por debajo de mis costillas que desciende por el costado de mi abdomen hacia toda mi nalga derecha, está dura como el acero -como arde joder-. Siento como palpita y me moja más la tela de mi pantalón, con uno de sus dedos recorre el poco de saliva que hay en mi brazo, sigo con la mirada como lo va llevando a su boca, lo entra dentro, lo chupa y lo succiona. Yo solo me quedo como un estupido embobado observando su hambre, se lo saca y veo como desciende con su boca hacia mi -¿me va a besa?r- abrí ligeramente mi boca y cierro mis ojos esperando el beso que nunca llegó. Sus labios se posaron en mi 100, aspirando fuerte de mi cabello.
Empezó a descender con todo su cuerpo sobre mi.
Su boca besándome todo mientras se dirige a mi oreja, el calor de esa barra de chocolate en mi nalga derecha descendiendo lentamente acabandose poco a poco para luego de golpe escucho un plaf. Y sentir todo ese fuego colocado de lado bajo casi todo mi trasero -QUE RICO-.
Su lengua por fin llegó a su objetivo hurgando y comiéndose toda mi oreja provocando que mi boca se abriera ligeramente por todo el cosquilleo, mi vista se nublaba por la excitación tanto tuve que aferrarme del fregadero por lo frágil que estaba. Mi cuerpo y el suyo todo sudado y mi culo literalmente brotando gotas de líquido y sudor que caían por todo lo largo de su polla, nuestra ropa toda mojada y pegajosa haciéndome sentir esa barra de hierro en su máximo esplendor.
-Yo te puedo regalar las que quieras. (Dijo. Yo ya había olvidado la conversación.)
Sus enormes manos se abrazaron al lado izquierdo de mi cintura.
-Pero tengo una condición. (Dijo)
Y siento como lentamente retrocede solo con su cintura llevando esa enorme barra hacia el lado derecho, la sentía tan bien que podría dibujarla con cada una de sus venas en un papel.
-cual (atino a decir con un pequeño hilillo saliendo de mi boca y mis ojos casi blancos por la sensación)
-Que me dejes verte.
(Se escuchó un fuerte PLASF)
Y empujo flotando toda su polla ya bañada en jugó contra mi culo. Mis nalgas vibraban encima de esa polla y seguían haciéndolo un poco después del golpe. Deja de abrazarme, sujeta mi cara y la pone directamente frente a la suya (supongo que está algo incómodo por estar agachado).
-¿Qué dices? (me pregunta)
-¿Que, que digo?- Que voy a decir sintiendo semejante animal dando saltitos moviendo mi culo. Apoyo mis manos encima del fregadero, acuclillo mis pies a más no poder y muevo mi cul).
(Brrrr, brrrrr)
Escuchó un mensaje del celular, me acerco y lo reviso.
-tengo mala señal, te espero en el sitio donde te dije, no llegues tarde o me enojare enano. (-bra).
Decido apurar el paso, miro nuevamente el tanga y una sonrisa se dibuja en mi cara. No guardaré nada pues tengo el tiempo encima. Sujeto nuevamente el boxer aún estrujado por el tiempo que tiene guardado, empiezo a ponermelo y aunque sube por mis piernas, pasa con dificultad por mis caderas y culo, me molesta demasiado para poder sentarme -pensé que mi cuerpo estaba igual que hace dos años, veo que me equivoque-.
Tocará subirlo hasta donde se pueda y eso hago, escucho como se rompe a mitad de los costados, pero igual ya estaba puesto.
Miro al espejo de mi cuarto. Enfrente esta relativamente decente aunque mis piernas toda fuera y mi pequeño pene presionado casi ni se nota. Giro y todo mal, solo cubre un 2/4 de mi culo, respiro y miro el reloj 6:38 am. - no importa, nadie me verá, da igual-.
Continuo con el pantalón engomado que se pega a mi piel como un chicle y resalta mis gordas piernas y le da forma de durazno a mi parte trasera, queda bien puesto todo menos en la cintura donde hay un espacio que cabria casi otra persona con mi misma cintura, uso la correa que compre en una tienda de ropa usadas -las mejores-, la coloco y quedan las típicas hondas alrededor debajo de la correa.
Apuró el paso con alguna que otra crema y perfume, me coloco una franela blanca para contener mis minis senos, el oversize negro que me cubre hasta casi mitad de los muslos, es 3 veces mi size, por último el abrigo coach que cubre un poco menos que polo.
6:45 am marca el reloj, mi madre ya no tarda en llegar, tomó el equipaje y diciendo al primer piso de la casa. La casa está aclareciendo, me siento el comedor con mucha lentitud (aún siento algo apretado el boxer), pasan dos minutos y decido enviarle un mensaje cuando antes de hacerlo llega uno.
-Estoy en 2m. (Mama)
Analizó un poco la casa, se siente bastante vacía desde que mi hermano se fue. No, se siente vacía desde que mi padre se fue. Un sentimiento de nostalgia recorre todo mi cuerpo, mi mente se queda en blanco y solo reaccionó cuando escuchó la bocina fuera de casa.
Sujeto todo de nuevo y salgo de la casa directo al coche de mi madre, me siento con lentitud en el asiento del acompañante -maldito boxer-.
-lamento llegar tarde bebé, ya sabes cómo son mis días.
Miro a mi madre mientras conduce a la parada donde tomaré el bus en unos minutos, su linda piel morena, su cuerpo idéntico al mío aunque un poco más flácido y cansado (supongo que por las malas noches que pasa en el hospital), su larga melena negra algo despeinada por la prisa y sus ojos negros con unas ojeras que desde que nací ahí están.
-no te preocupes mah.
Me mira un segundo, sonríe y me acaricia el pelo algo mojado aún por la crema que use.
-llevas todo lo que tu hermano te dijo. (Pregunta)
Inconscientemente aprieto el bulto y la mochila para confirmar que no lo olvide -que tonto-.
-Si, todo bien.
El viaje transcurrió sin más, solo fueron unos minutos. Cuando visualizamos la parada vemos como el bus ya va de salida. Mi madre cual toretto aceleró hasta alcanzarla y por suerte una persona le hace una parada no muy lejos. Me bajo del auto lo más rápido posible y corro hasta el bus que ya arranco de nuevo, por el peso de la mochila y el bulto no me da tiempo a llegar a la puerta y le doy dos golpes con mi mano abierta (cual hombre araña), pero el asiento del conductor estaba lejos para escuchar, por suerte vi que un chico en una ventanilla si escucho y me miró luchando con mi vida para subir, vi que grito algo y el bus se detuvo.
Subí algo sofocado a pesar de que todo pasó en solo 15 segundos, camine por los asientos mientras transpiraba un poco y pase cerca del joven.
Lo mire un segundos, piel canela, de unos 23, no muy fuerte pero parecía que quería romper la camiseta (seguro era un size más pequeña), tenía los antebrazos llenos de venas y uno todo tatuado, lo que más llamó mi atención, fue su mirada, tenía unos ojos verdes que no parecían para nada naturales y unos aretes muy brillosos.
-Gracias por eso. (Le dije)
Sonrió y vi unos colmillos blancos que parecían de lobos y dos hoyuelos en sus mejillas.
No respondió nada, seguí mi camino, y por el cansancio dejó caer todo mi cuerpo en el asiento y escuchó un: (crachhh)
-Mierda. El boxer, se habrá roto mucho? -No importa nadie me verá-.
Me senté dos fila detrás de él en el lado contrario. No del lado de la ventana pues el aire acondicionado me congestiona.
El viaje transcurrió con normalidad. Gente iba y venía, también veía de reojo que el chico miraba hacia atrás de vez en cuando. Decido escuchar música y cierro los ojos para no pensar en nada, Bruno mars siempre me tranquiliza. Después de varias canciones siento un movimiento en mis piernas y veo como alguien trata de pasar para sentarse en el asiento a mi lado. Era una señora bastante mayor y despistada, me acomodo para dejarla pasar y en ese momento veo como el chico me mira y sonríe (tenía algo extraño su sonrisa a pesar de ser hermosa).
Estoy a punto de cerrar los ojos y la señora me toca, me quito los audífonos y me empieza hacer preguntas tontas y a contarme sobre su vida. Me dio algo de pena y le seguí la corriente. Había una que otra carcajada en la charla, veo como el chico me vuelve a mirar y vuelve a sonreír, le miró y por empatía le sonrió.
-¿Me estaba coqueteando?-
Llegamos a la típica parada que hacen los bus para comer algo. Veo como sale del lado del chico una chica bajita con un pelo largo y rubio, unos senos bastante grandes y un pantalón corto que hacía notar sus piernas finas y largas, le tuve algo de envidia pues nunca podría usar algo así, no me pasaría de la rodilla, noto a la chica muy seria, con la mirada perdida.Después baja el varios pasos tras ella camino a la pequeña plaza.
Opto no bajar, pero al pasar unos minutos siento algo de sed, por lo tanto me animo. El día está algo nublado, entro y no veo al chico ni a la chica por ningún lado (le resto importancia). Me limité a caminar hasta el mostrador, pedir una botella de agua y una manzana que me pareció rica (megáfono: 5 minutos).
Me siento en uno de los muchos lugares para degustar mi comida. Luego decido ir al tocador pues tome mucha agua (megáfono: 3 minutos), levantó toda mi ropa, desabrochó mi pantalón y me acerco al orinal, veo que mi pene ya no está presionado por el boxer, termino bastante rápido y me regreso al gran espejo que está en el baño.
Me entran ganas de saber que tanto se rompió mi ropa interior, le doy la espalda y bajo todo mi pantalón, veo como mi nalga izquierda está totalmente fuera y rojiza por estar tanto tiempo sentado, se rompió todo el costado del boxer de ese lado quedando como un tapa rabos.
Respiro resignado -No importa nadie me ve...- en ese momento se abre la puerta. -Joder- dirijo mi mirada para encontrarme con esos ojos verdes queriéndose salir de sus cuencas por la sorpresa.
Fue como si el tiempo se detuvo, me pregunte que verá el; Mi cintura delgada, ligeramente flexionada hacia delante, el contraste notorio que hace con mi culo en pompa redondo y rojo como un balón, cubierto por casi nada y parte de mi pierna blanca como la leche.
Escucho como se cierra la puerta sola, -maldición- subo mi pantalón lo más alto que puedo, con rabia pensando que nunca debió bajar, lo suelto y siento el (Boing), que hace al vibrar. Pongo la correa en su lugar y bajo mis dos defensas. Me miró en el espejo, tengo la cara roja como un tomate -vergüenza- (megáfono: 1 minuto).
Salgo y lo veo parado en una esquina, mirando hacia el suelo.
-perdon por eso. (Dijo, pero no pareció sincero)
Bajo la mirada más por la vergüenza y veo como se le marca notoriamente el paquete pegado a la pierna derecha, noto a dónde fue mi mirada e intenta taparse con una mano pero fue imposible (era muy gorda), lo ignoro y camino hacia el bus. siento pequeñas gotas de agua que caen en mi cabello. Lloverá bastante.
Subo al bus, camino por el pasillo y mi mirada repara un segundo en la rubia, está algo nerviosa y sus manos temblorosas (debía de tener frío). Continuó en mi asiento, coloco mis audífonos y cierro los ojos para tranquilizar la vergüenza que aún tenía.
Pocos segundos después siento como la señora intenta pasar para sentarse a mi lado, me acomodo sin abrir los ojos y escucho como cae en su lugar. Faltaba más o menos una hora para llegar al destino cuando dejó de escuchar el boom de un lado (me quitaron el audífono). El sonido fuerte de la lluvia fue lo primero que note, luego que el bus estaba algo oscuro y que algunos decidieron dormir.
Giro para ver a la señora que seguro quiere seguir hablando conmigo para encontrarme con esos penetrantes ojos verdes (si eran naturales). Siento como mi cara empieza a enrojecer volviendo a sentir la vergüenza.
-Quería venir a disculparme por lo que pasó. (Eso sí se escuchó sincero).
-No era necesario, yo también me arrepiento de eso. (Digo con algo de nerviosismo)
-no te confundas (dice mientras levanta el sujeta brazo que divide ambos asientos y acerca su cara un poco hacia mí), dije que me disculpo pero no me arrepiento.
Mi cara se pone más roja aun, apartó la mirada de él para calmarme y veo que al otro lado está la señora, se pone algo en los brazos por el frío y se recuesta entre ambos asientos, me dice adiós con la mano y cierra sus ojos, miro a mi alrededor y veo que no hay más nadie cerca de nuestro lugar, todos están más adelante.
Justo en ese momento siento una mano en mi pierna, Y giro de vuelta para encontrarme con sus gruesos labios muy cerca de mi boca.
-nunca te arrepientas, deja que suceda lo que tenga que suceder. (y siento su aliento caliente como entra por mis fosas nasales).
Bajo la mirada para ver su mano pero mis ojos se van directo a otra cosa. La silueta de su polla semi-erecta marcada al lado derecho de su pantalon se ve claramente, podría jurar que la cabeza sale amenazante por el bolsillo. (Supongo que se la acomodo en el baño antes de subir para poder taparla con su poloche), Un escalofrío recorre mi piel cuando su mano empieza subir lentamente por mi pierna llegando hasta mi trasero haciendo una parada para darle un fuerte apretón.
Su mano libre se apretó en mi cuello ejerciendo presión para acercarme a él, sin perder tiempo acerco su boca besándome toda la frente, luego mi mejilla para terminar en mi cuello -es mi punto débil-. Traté de alejarme pero su fuerza me lo impidió, al estar con mi cabeza algo agachada no pierdo detalle de su polla, noto como empieza a crecer junto a un mancha en su jean.
Todo está sucediendo muy rápido, no podía pensar en nada. Suelta mi culo para sujetarse a mi cintura mientras con su pierna sube por debajo de las mías, me levanta como si no pesará nada dejándome sentado encima de ella (que pretende, estamos en un bus), baja la que tenía en mi cuello y la mete dentro de mi over, me desabrocha la correa y trata con el pantalón.
En un momento de lucidez bajo mis manos con rapidez tratando de sujetar la suya, pero sin querer una cayó encima de su jean justo sobre su polla.
-Déjate llevar (me dice comiendo mi cuello con mucho más ímpetu)
Inconsciente aprieto mis manos sintiendo como su polla palpita y arde -hace tanto tiempo- recorro todo ese tronco maravilloso desde la base a la punta sintiendo la humedad de su pre-cum -que coño estoy haciendo-.
La presión que se libera en mi cintura me recordó que debía impedir que desabrochara mi pantalón. -joder- Sin perder tiempo se fue introduciendo por mi cadera hacia mi espalda, pensé que iría por mi trasero pero no, envolvió mi pantalón en su mano, con la otra sube por mi espalda y me abraza con firmeza. En todo momento su boca -que boca- no paró de comerse mi cuello con hambre.
-No lo hagas (le susurró en su oreja cuando entendí lo que pretendía)
-shhhh (fue lo único que respondió).
Me abraza con fuerza levantándome con facilidad y hala de golpe mi pantalón hacia donde terminan mis piernas y comienza mi culo. Por el miedo llevo mis manos a mi pantalón pero ya es tarde -mierda-.
Miro hacia los otros asientos con nerviosismo y veo como la señora sigue durmiendo. Tengo mi culo al aire, solo la tela fina del oversize y el boxer roto lo protegen. Me deja caer lentamente haciéndome sentir media polla latiendo por encima de mi nalga izquierda.
Deja de abrazarme dejándome aún más cerca de él mientras introduce su mano dentro de mi cabello, me aprieta causándome algo de dolor y me hace mirar su ojos (Veo una mirada que me desconcierta entre deseo y rabia, no tenía nada del sujeto que vino a pedirme disculpas hace poco), acerca mi cara a la suya nuevamente, saca su lengua y me besa toda la mejilla, sin querer saco un poco de mi culo (por la sorpresa) frotándolo en su polla -¿acaso esto me gusta?-.
Se ríe sin detenerse (me tiene donde quiere) y noto cómo delicadamente se desliza el calor de su polla debajo de mi nalga, baje mi mirada para ver como una enorme polla color canela sale de su pantalón, era gorda como una botella con una cabeza rojiza que ahora me miraba a mi. La sujetó por la base y la golpeó varias veces con el costado de mi culo haciéndolo vibrar un poco por debajo del oversize que aún lo cubría de nuestra visión.
-Mierda, ya no puedo más- (esto se había salido de control).
Me levanto bruscamente para detener la situación, pero me envuelve rápidamente con su mano la cintura y me regresa ahora con toda su pene en medio de mi culo. Me tapa la boca halandome con fuerza hacia atrás haciéndome arquear la espalda, (sentí como mi culo se abrió un poco más bajo el overzize encajando mas su polla).
-Vamos a terminar lo que empezaste en ese baño putita.
-Yo no empecé nada!!-
En medio del pánico entendí que esto no terminaría hasta que él no lo haga, decido seguirle el juego para salir rápido de esta situación. Muevo lentamente mi culo de la forma más provocativa posible en señal de aprobación.
-¡Así me gusta perra!
-Cochino- fue lo único que pude pensar mientras mis ojos se aguaron.
Se aferró a mi cintura sacando un poco su cuerpo del asiento para quedar recostado mientras hace presión en mi espalda para que mi pecho descienda y mi culo quede más regalado para él. Empieza a mover su cintura pero por el pequeño espacio casi ni puede, decido hacerlo yo y empiezo un pequeño sube y baja lento pero efectivo.
Giro para ver su cara, mordía su labio inferior y su mirada como fuego fija en mi culo que sube y baja por todo el eje de su polla con la cabeza roja e hinchada que empieza a babear mojando todo mi oversize, mi culo que tapaba casi todo su cuerpo vibrando por los silenciosos plaf plaf plaf que escucho al chocar con su cadera (gracias a Dios la lluvia amortigua un poco el sonido).
Volteo ver a la señora (sigue dormida) -esto tiene que acabar ya-. pongo ambas manos en sus rodillas y muevo más rápido mi culo como vi en los vídeos de cardy b, debió ser efectivo porque comenzó a gruñir y su polla empieza a latir muy fuerte mientras el plaf plaf plaf se escucha cada vez más fuerte.
Lo miro nuevamente y su cara está roja, sus ojos en blanco y sus dientes queriendo sacarle sangre a sus labios. En ese momento sujeta más fuerte mi cintura con ambas manos y la empuja hacia él. (Ese último plaf si debió escucharlo alguien), su polla latió y latió mientras su respiración se agitaba -por fin todo terminó-.
Siento mi cara arder, mi cuerpo algo sudado por el esfuerzo y mi cabello mojado cayendo por mi frente. Trato de volverme a levantar con las fuerzas que me quedan y vuelve a sujetar mi cintura -¿que coño hace?- giro sobre mi hombro para encontrarme con su poderosa polla aún dura y toda mojada botando gotas de pre-cum con cada latido que siento en mi culo -¡no había terminado!- dirigió sus manos hacia donde empieza la tela del oversize, lo sujetó y me miró a los ojos.
-Ahora vamos por el plato principal putita.
-NO, NO, NO-
En ese instante todo mi cuerpo se va con una presión enorme hacia delante, mi cara choca contra el asiento delantero mientras escucho el Murillo de la gente.
-AHHHHHH!
-QUEEE??
-OHHH!
-QUÉ SUCEDE??
Oigo como la señora al otro lado cae al piso algo asustada por la sorpresa de la gravedad. (el bus había tirado un fuerte frenado), En ese momento caigo en cuenta que nadie me sujeta, me lanzo hacia atrás al lado derecho saliendo de sus piernas y cayendo con mi culo en mi asiento (mi abrigo enrollado vuelve a bajar), lo miro y veo que quedó apoyado con sus codos (también la gravedad lo afecto), me mira con enojo tratando de volviendo a su posición inicial.
-PIENSA RAPIDO!!- volteo al otro lado.
-Está bien señora? (la veo luchando por levantarse)
Intento pararme pero agarran mi antebrazo izquierdo haciéndome presión hasta abajo, mi culo vuelve a caer en mi lugar. -¿que hago, que hago?-. Le tiró mi mano derecha a la señora para ayudarla a levantarse (o para que ella me ayude a mi), siento como aprieta más mi antebrazo causándome daño y su mirada enojada quemándome la nuca. La señora sostiene mi mano mientras comienza a levantarse, en ese momento la presión de mi antebrazo se suelta y de reojo veo como gira dándome la espalda disimuladamente para que la señora no vea su polla aún fuera desde las alturas al estar parándose al lado nuestro.
Ella se sienta de vuelta en su lugar al lado de la ventana, apoyó mi pie en el pasillo y con un salto rápido me siento a su lado casi al mismo tiempo que ella. Por fin pude respirar, mientras trataba de procesar todo lo que había pasado.
-Gracias (susurro). (Me miró extrañada)
-Tu fuiste quien me ayudó a levantarme, gracias a ti (y me sonríe tiernamente)
-tenés mucho sudor (pasa la mano por mi frente despegando mi cabello de mi cara) estás todo rojo y tu cuello aún más rojo, ¿te sientes bien?
-Si (sujete su mano y le di un pequeño beso mientras sonrió) ahora me siento muy bien.
Empieza a mirar por su ventana para ver porque se paró el bus tan repentinamente, aprovechó ese momento para meter mis manos bajo el t-shirt, subir disimuladamente mi pantalón colocando todo en su lugar.
Miro al chico y veo como mira por su lado de la ventana bastante normal como si nada hubiera pasado cuando yo aún siento como late mi pecho del miedo.
Sube al bus un hombre mayor todo mojado, una mujer algo mojada también y una niña de 8 años. Pasan por el pasillo a mi lado y se sientan tras nuestro.
-Que mala suerte que se nos averió el coche en este momento.
-Sí querido.
-"No querido"- pensé yo.
El camino continúa con normalidad, seguí hablando con la señora para calmarme. En un momento el chico se para del asiento (sin mirarme), vuelve a donde estaba cuando empezó el viaje y saca una mochila del porta equipaje, se dirige al conductor, le dijo algo con una ligera sonrisa en su cara -como engaña el cabrón- El bus se detiene y se baja sin más.
-Espero no volver a verte nunca-
Faltan pocos minutos para llegar a mi destino, me despido de la señora (se llamaba Ana), me dirijo a mi asiento de vuelta para tomar mi equipaje, y veo una pequeña tarjeta donde él estaba.
-Mike S. (Y un número)
-No estará esperando que lo llame-. La ignoro y en ese momento el bus se detiene.
Afuera sigue lloviendo un poco, el cielo está algo nublado y oscuro a pesar de ser la 1 PM, caminé un poco analizando mi alrededor, era un pueblo pequeño bastante tranquilo, muchos árboles y se visualizaba el mar a pocos metros de donde estaba.
-Alan (suena una voz muy conocida a lo lejos)
Volteo para encontrarme con mi querido hermano mayor, veo como viene abrazarme. Su piel casi tan blanca como la mía pero más quemada, cabello castaño, sus ojos azules heredados por mi padre, media 1,85 CM, y era algo robusto pero sin llegar a ser gordo, traía una camisa algo tirada, media sucia, unos jeans negro un poco más sucios y sus botas que ya ni hablar.
Me abraza fuerte y siento ese perfume que me trae muchos recuerdos familiares hermosos.
-Por fin llegas puntual enano (y empieza a revolver mi cabello a modo de juego).
-Quien te escucha se lo cree brah.
Vuelvo a abrazarlo sintiendo su protección (aún siento algo de pánico por lo que había pasado en el bus).
-Sube (me quita el equipaje y veo como se va montando en una camioneta todo terreno).
En el camino vamos hablando y recordando cosas en la niñez (lo normal cuando tienes un mes sin verte con tu hermano), una que otra carcajada y las preguntas típicas de cómo estoy, mi compartimiento y eso.
Analizó un poco el camino por el que vamos y veo que es una zona alejada de la pequeña ciudad, veo muchas cosas en construcción una cantidad enorme de letreros en campos vacíos que dicen “se vende”, nota mi mirada y comienza a explicarme que esta parte del país está siendo muy poblada como centro turístico para los visitantes extranjeros, muchos empresarios están comprando esos terrenos para construir hoteles, casinos, discos y sitios vacacionales.
El está trabajando como ingeniero en la construcción de un hotel, a pesar de solo tener 26 años es la persona más inteligente que conozco, siempre estaba estudiando o trabajando. No me sorprende nada lo lejos que ha llegado.
Tardamos unos 25 minutos en llegar al lugar. Visualizó la construcción y un buen número de personas que van y vienen con cosas pesadas, me entró calor de solo verlo. (por qué estoy aquí me pregunte).
-Vamos a mi oficina.
Entramos a una especie de tráiler con solo una mesa, su computador en la mesa y un espacio tapado por una cortina (no tenía nada de oficina) veo que llama a un señor de unos 50 años, muy amarillo, su vestimenta como la de mi hermano, con una barba blanca sin arreglar, sudado y como de mi estatura.
-Se ve más débil que yo-.
-Frank, este es mi hermano menor Alan, será el encargado de la seguridad de los trabajadores y de la higiene del lugar, nada de trabajos pesados. (Frank me analiza de arriba abajo, como pensando “obvio”).
-Muéstrele el lugar por favor y su tienda.
-tienda?? que tienda-.
Cuando quiero preguntar Frank sale disparado encendiendo un cigarro, me veo en la obligación de dar pasos rápidos para acercarme a su espalda.
-No vas a usar toda esa ropa el tiempo que estarás
aquí (pregunta sin mirarme)
-Que tiene de malo??
-Nada, solo que vas a morir de calor.
Miro a mi alrededor y veo más o menos 15 hombres algunos sin camiseta, otros sucios de cementos, algunos con carretas. -Prefiero morir del calor a exhibir mi cuerpo-.
Se para de golpe mirando hacia el edificio enorme (casi choco con el).
-Esa es el área de construcción -obvio-, no entres sin casco aunque asegurarse que nadie lo haga ahora es tu trabajo.
Sigue caminando como si estuviese solo y se detiene en otro tráiler.
-Esta es el área de suministros, pocos podemos entrar.
Continúa apresurado el paso como si lo están esperando, veo una carpa enorme con un lado levantado y un camión con muchas fundas de cemento.
-Ahi guardamos los materiales para la construcción. Que raro, Bruno dijo que se encargaría del camión, donde estará (se pregunta así mismo).
Sigue caminando y visualizo más lo lejos de la construcción unas 10 tiendas de campañas en 2 filas de 5 bastante alejadas una de la otra, pasamos 4 y en la 5ta nos detenemos.
-Aquí te quedarás por este tiempo. -¿bromeas, no?-
Una tienda de unos 3 metros, tenía un pequeño sendero de piedrecitas en el medio que se dirige a la esquina izquierda de esta, donde hay un a especie de tanque. Cerca de este dos palos clavados en la tierra con una soga amarrada a ambos en la parte superior (un tendedero improvisado pensé). más alejado un bosque verde (lo único hermoso hasta el momento).
Veo que entra halando una esquina, -¿no tiene puerta?, esto es demasiado- lo sigo hacia adentro y me entra un escalofrío.
Dos colchones en cada esquina de la tienda de un metro de ancho -¿serán de prisión?-, divididos por el metro que queda. El de la derecha tiene 4 block de construcion de bajo en cada esquina, un cubre colchón negro, una almohada que cubría casi el ancho de la cama entera, una sábana doblada y una mochila vieja en la base.
El otro colchón estaba en el piso sin más que con algo de polvo. También había una pequeña mesa (construida a mano), en medio de ambas cabeceras con una vela apagada encima y dos libros.
-Este es el tuyo (dice frank pateando el que está en el piso).
Gira sobre sus pies y sale rápidamente de la tienda dejándome solo.
El bulto y la mochila se deslizan de mi mientras deambulo en el pequeño espacio que divide ambas camas cayendo al suelo junto a una gota de sudor que desciende por mi frente, siento un sentimiento de impotencia y una pregunta que ronda mi mente. -¿qué rayos hago yo aquí?-
-No soporto ver cómo Alan está desperdiciando su vida. (Decía mi madre nerviosa con un whisky en la mano.
-Tranquila mamá, es joven y paso una dura depresion, dale tiempo. (decía mi hermano)
-No puedo, he trabajado toda mi vida como una esclava para que ustedes tenga lo mejor. (Con Sus ojos lagrimosos)
-Lo se ma, déjame esto a mi. Yo me encargaré de que regrese a sus estudios.
-¿Cómo harías eso?
-Lo llevaré conmigo, para que vea lo que es el trabajo duro. Te aseguro que en menos de una semana estará de vuelta.
Solo me limité a escuchar la conversación a escondidas.
Vuelvo a mirar a mi alrededor, no llevaba ni una hora y ya quería irme -es horrible- necesito hablar con mi hermano, podría soportar vivir en estas condiciones, pero no compartir mi privacidad y mi poca masculinidad con algun desconocido. (eso nunca). Giro, camino hacia la salida y justo en ese momento empieza abrirse la cortina.
Vi como tenía que agacharse y ponerse de lado para poder entrar, en ese momento mi mente quedó en blanco. Venía sin camiseta, Mi mirada se fue directamente a su cuerpo que era imposible que no llamara la atención, su piel negra toda bronceada, tenía unos pectorales perfectamente marcados con varias líneas pequeñas en este que se movían por sí sola, al lado de estos unos hombros enormes donde resaltaba aún más su definición, apuntaban a unos bíceps anchos del cual sobresale una vena claramente visible que descendía a unos antebrazos más venosos aún, su abdomen con 3 línea a los costados dirigiéndose a un six pack que solo había visto en películas y una "v" en la parte inferior que se metía por sus pantalones. Estaba todo sudado y brilloso (sentí mi boca secarse), -debió ser creado a mano por un Dios, no tenía err-.
-Hola soy Bruno (dice sacándome de mi trance, En ese momento me percate de que habían pasado varios segundos).
Alzo mi mirada para encontrarme con hombre de unos 36 años, ojos amarillos que desentonaban con su piel, una boca grande con unos labios gordos, su barba negra con algunas canas recortada y una gorra toda sucia (seguro para cubrirse del sol)
-Alan (digo con un poco de nerviosismo).
Camina cortando la distancia entre nosotros, todo su cuerpo va creciendo llenando el espacio a su alrededor (debía medir 1,87), comienzo a sentir el calor que emana de su cuerpo y un olor muy fuerte indescriptible.
-Es un placer (dice entendiendo su mano, veo que tiene unos bellos negro bajo el brazo).
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-puta vida-
Decido mejor sentarme en la cama a pesar de que mi cuerpo pesa una tonelada -definitivamente madrugar no es lo mio- analizo un poco la habitación mientras caigo en cuenta de quien soy y no veo nada fuera de lo normal, una que otra zapatillas tiradas, algunas medias mal colocadas y un desastre en el suelo producto de que tuve que organizar un bulto de ropa para el viaje el dia anterior.
Decido pararme para no prolongar más este momento y camino hacia el baño sin tropezar con nada a pesar de que estar muy oscuro aun -conozco mi desastre- sigo por el pasillo más dormido que despierto, entro al baño directo a la ducha y dejo que caiga un poco de agua fría en mi cabeza que para mi funciona como energía. Me giro y me encuentro con un enorme espejo que refleja todos y cada uno de los complejos que he llevado durante toda mi vida.
Veo a un chico blanco que a pesar de tener 19 años parece de 16, blanco como la leche aunque un poco bronceado por el sol, un enorme oversize de algodón que utilizo para dormir de donde lo único que resalta son mis enormes piernas ligeramente tonificadas por las sentadillas que hago de vez en mes. Veo como las gotas caen por mi frente de mi cabello negro rizado que combinan con mis ojos negros como la noche hacia mis labios rosados “demasiados carnosos” para un chico y que según mi madre hacen un contraste único con el resto de mi cara, sobre todo con alguna que otra peca que por alli se encuentra.
Levanto poco a poco el t-shirt mientras veo como mis piernas se van hinchando dando como resultado unas caderas en toda regla, que tensa mi boxer como si quisiera romperlo (por eso uso muy engomados), sigo subiendo y veo como va apareciendo una diminuta cintura de guitarra, luego el inicio de mis costillas ligeramente reflejadas debajo de mi piel. termino de quitarme el polo dejándolo caer al suelo y veo mis mini senos... Si, senos. Tengo ginecomastia es una "enfermedad" que hace que mis pezones se vean puntiagudos dando la apariencia de que el pecho se vea como senos. Es uno de los dos complejos que más odio de mi.
Tomo aire mientras me coloco de lado para ver el otro, recorro toda mi espalda blanca con varios lunares que resaltan por lo blanca de mi piel, sigo descendiendo mientras veo como va apareciendo un contraste entre mi espalda baja y lo que le sigue después. Veo una nalga como sobresale de mi cuerpo en forma de la mitad de balón con dos lunares pequeños "perfectamente colocados" en la parte inferior, los cuales se ven porque a pesar de que el boxer deberías de cubrirme todo el culo no lo hacen ya que en mis caderas esos globos de carne estiran tanto la tela que solo cubre ¾ de mi parte trasera -ufff-.
Termino de girar por completo para quedar de espalda y mirar nuevamente por encima del hombro. Una espalda pequeña que baja hacia una más pequeña cintura, donde se pierde y aparece un enorme culo en forma de manzana, el cual desciende hacia unas piernas un poco más finas pero igual bien gordas -joder- era como dos cuerpos en uno.
Decido apresurarme porque aun escucho bajita la alarma desde mi habitación, me quito el boxer y queda ante mi vista un pequeño pene a penas erecto sin siquiera estar decapullado -con esto nunca perderé mi virginidad-.
Me introduzco en la ducha, al momento que el agua fría me moja todo el cuerpo. Siento como todo mi cabello cae en mi frente y me tapa la vista -debi de cortarlo- labo todo mi cuerpo, mis pequeños pezones que ahora parecen normales por el frío del agua, luego mi cintura mientras siento el ligero sube y baja que hacen mis dedos en mis costillas -deberia de comer más, pero la ultima vez que lo hice solo me crecieron más las piernas y el culo- continúe con mi pene y mis pequeñas bolas que ni cuelgan -que desastre- y luego con mis piernas que no puedo abarcar ni con mis diminutas manos juntas en una, (ni que tuviera otra manos más creo que podría).
Termino con mi culo, lo sujeto de abajo hacia arriba con fuerza y lo dejó caer sintiendo como hace pequeñas ondas por si solo -eso siempre me causa risa- meto mi mano en medio de mis nalgas, sintiendo como se desliza por el jabón casi todo mi antebrazo dentro y mis mejillas lo abrazan como si extrañara esa sensación (y si que lo hacen).
En ese momento mi mente viaja a las muchas noches mirando películas en el sofá de la sala. Cuando mi madre salía a su trabajo y mi hermano mayor se encerraba a trabajar en su habitación. Yo me quedaba con mi querido tío a mirar lo que sea que apareciese primero en la pantalla realmente eso no era lo importante, lo importante era lo bien que me sentía con él. Me trataba como su niño mimado o “niña" según él, siempre comprandome regalos, enseñándome de cocina, haciendo ejercicios juntos, me defendía de mi madre y de todo lo que se pudiera defender. Luego empezaron los juegos de tacto, haciéndome cosquillas, me abrazaba por la espalda siempre que podía, yo me subía encima de él acariciaba y besaba su cabeza calva, pero nuestro momento favorito era que en medio de la película me sentaba en su regazo.
Ponía sus grandes manos negras encima de mis costillas mientras con su barba rasposa rozaba mi espalda haciéndome sentir unas ligeras cosquillas, Inconscientemente esto provocaba que arquearse mi columna llevando todo mi culo hacia atrás. Sus dedos subían hacia mi cuello rozando mi pezón y la otra decía hasta envolverse en mi diminuta cintura, me atraía con lentitud pero firmeza hasta su entrepierna. El ardor en mi cuerpo era insoportable, los mordiscos y los besos que ascendían por mi espalda no cesaban, esa gran mano que se cerraba sobre mi cuello y el calor que a pesar de nuestras ligeras ropas de dormir sentía cada vez más cerca directamente en mi ano por lo abierto que estaba mi culo en esa bendita posición solo me dejaba llevar mientras lo sentía más y más caliente hasta que sent...)
Escuché mi teléfono como cambiaba de melodía -¿quién llamara?- me limito a sacar mi mano y veo que el antebrazo está un poco rojo y algo húmedo a pesar de que el agua fría ya no caia y el jabón se había disipado -debí de haberme rozado de mas- tomo la toalla mientras me seco rápido con la intención de ir a responder el teléfono y deja de sonar -ya valio-.
Ya frente al lavado comienzo a cepillar mis dientes, mientras lo hago levanto la mirada hacia el espejo y veo el pequeño golpe causado hace apenas unas semanas por el enojo de mi madre.
Recuerdo ese día en la universidad. Miraba como el maestro iba y venía por los asientos repartiendo los exámenes finales, era un señor casi tan blanco como yo, gordo con muchas barba y alto, debía de medir 1,80 que en comparación con mi 1,65 era bastante.
Vi que tocaba mi fila y desde el principio hasta el final que era la mía no me quitaba de encima su sucia mirada. Cuando llego a mi escritorio puso el examen boca abajo y gritó.
-Si alguien tiene alguna queja de su puntuación quédese hasta el final.
Regreso a su escritorio mientras algunos estudiantes empezaban a salir, miré fijamente la hoja, tome aire y la gire. 65 puntos.
Lo sabía, así como sabía que sus supuestos roces en descuido de los otros alumnos no eran normales, como olía mi cabello siempre que me "señalaba" algo en mi cuaderno, como me obligaba a entrar a su clase sin el abrigo que utilizaba como “segunda defensa” de complejos, y como no dejaba de mandarme hacer ejercicios en la parte alta de la pizarra para que por mi corta estatura me parase de puntilla y el oversize “mi primera defensa” subiera un poco y toda la clase pueda ver más mis piernas y el inicio de mi trasero generando más de una mirada de muerte de las chicas y una que otra de confusión entre los chicos.
Siento como mi cara arde y enrojece de a poco, levantó la vista a mi alrededor y veo que estoy solo -hijo de puta… me reprobó solo a mi- tomo la mochila, el examen y me coloco frente a su escritorio.
-Disculpe maestro, pero creo que hay algo mal con mi puntuación.
-Yo no cometo errores (dice sin levantar la vista siquiera)
-Sabe que siempre he sido un buen estudiante.
Por fin me mira, se ríe y se levanta de su asiento. Pasa por mi lado directo a la puerta del aula y escucho como la cierra. me quedo inmovil frente al escritorio y siento su aliento en mi oreja.
-A veces no basta con ser un buen estudiante, debes probarlo.
-¿Como? (digo con mi voz temblorosa por el asco que me producía este señor)
-Siendo bueno con el que pone los puntos.
En ese momento siento como una mano va subiendo lentamente por una de mis piernas hacia mi culo.
-Sabes que pudiste aprobar mi clase sin utilizar ni un lápiz.
Siento como Pega su pelvis en mi culo o eso intento porque solo puse sentir su panza en mi espalda.
Giro bruscamente sin poder contener el enojo y lo empujó pero soy yo quien es echado hacia atrás, estrujo el examen en mi mano y se lo lanzó en la cara.
-Jodete cerdo.
Sujeto fuerte mi mochila y salgo corriendo de allí.
Ese día decidí dejar la universidad, los gritos y los coños de mi madre se escucharon por toda la calle. Estaba tan enojada que entro al baño y le tiró un frasco de calmantes al espejo por impulso. Causando una pequeña grieta en el).
Escucho como vuelve a sonar el teléfono -ahora si llegó- corro a velocidad de la luz devuelta a la habitación, me tiró como puedo a la cama sin tropezar con nada -en este desastre soy el rey- y tomo el teléfono.
-No me digas que recién te levantas enano (la voz más tranquilizadora que he sentido en mi vida)
-No bra, me estaba duchando, ya me vestiré. (Escucho mucha interferencia y ruido en la llamada)
-Vale esta bie, no olvid llamarm cuando …
-Bra, tu señal está mala, no te escucho bien.
Pi , pi, (se colgó)
-Mm que raro-.
Me pongo de pie para empezar a vestirme, voy directo al clóset y empiezo a sacar ropa, veo muy pocas limpias porque casi toda las guarde en bulto del viaje, por suerte pude encontrar un jean relativamente nuevo y el típico oversize negro que siempre tengo de más porque son mis favoritos.
Abrí uno de los gabinetes donde guardo ropa interior, medias y demás cosas -no soy bueno organizando- busco y rebusco pero no encuentro ningún boxer engomado. Miro por un segundo el bulto encima de la silla del computador -los habré guardado todos?- abrí otro gabinete aquí veo muchas cosas pero más viejas algunas hasta con polvos -hace cuánto que no abría está cosa- busco y busco pero no veo boxer.
Giro de vuelvo al bulto, -no puedo vaciar todo por una ropa, perderé mucho tiempo- decido buscar por última vez y a punto de rendirme visualizo uno de esos boxers cuadrado con nada de goma que usaba hace unos años, deje de usarlos porque casi todos se me rompían el mismo día, Lo levanto y lo sacudo unas cuantas veces, veo que ni recupera toda su forma - mm supongo esto servirá para salir del apuro- lo lanzó a la cama y cuando voy a poner todo de vuelta veo algo que no veía hace dos años, una pequeña tanga color rojo encendido.
Recuerdo ese domingo después de haber comido, y reposado. Mi madre estaba lavando la ropa, me levanté de la mesa pues me ofrecí a fregar los platos (yo te ayudo dijo mi tío).
Estábamos en los fregaderos, yo friego, él enjuaga y luego juntos secamos. Estaba concentrado en los platos cuando escuché.
-Cuantas tangas usa tu madre para ser enfermera no crees?
(El fregadero frente a él tenía una ventana que daba vista al patio donde mi madre tendía nuestras ropas.)
Balanceo mi cuerpo hacia su lado quedando mi cabeza a la altura casi de su pecho. Era cierto, había una buena cantidad de tangas de diferentes colores, siento en ese momento como mete su nariz en mi cabeza e inhala moviendo su cabeza de un lado a otro. Vuelvo a mi posición inicial y lo miró con complicidad y nos reímos a carcajadas.
-Con lo incómoda que tienen que ser (digo aún con la risa en la boca)
-Las mujeres dicen que son cómodas, por sus caderas anchas. (Dijo)
-Mm si eso dicen.
Mientras fregaba con mi mirada perdida una duda atravesó mi cabeza -¿cómo se sentiría usar un tanga? ¿de verdad sería algo cómodo para estar en casa o trabajar con ellas como hace mami?-. En ese momento escucho la voz algo nerviosa de mi tío.
-Tal vez deberías... probarlas... Alguna vez.
Lo miro algo confundido, está mirando fijamente hacia el agua que tiene enfrente sin fregar nada como si estuviera pensando en algo, veo como lentamente se muerde el labio inferior con su hermosa dentadura y pega todo su cuerpo al fregadero. Siento un poco de ardor por todo mi cuerpo y algo de humedad en mi trasero "es algo que solo sucede cerca de él" pero quise pensar que era el calor.
Tomo un plato sin querer, lo lavo sin ver y lo lanzó sin pensar hacia su fregadero y salpica un poco de agua que le moja gran parte del frente y a mi un poco del lado derecho.
-Perdon por eso. (Digo)
-No es nada (dice sin siquiera tomar algo para secarse, solo se queda ahí como una piedra, -¿por que?-)
Había un poco de incomodidad en el aire, decidí decir una tontería para romperlo.
-¿Por qué debería? (Digo despreocupado, cayendo en cuenta al segundo lo que acabo de preguntar)
El silencio incómodo inundó toda la cocina. Escuché cómo trago saliva y una gota de su sudor cayó en el agua.
-Porque tu tienes caderas anchas, creo que incluso más que tu madre. (Dijo dejándome en shock)
Bajo mi mirada hacia mi cuerpo sin querer, no tenía que comprobarlo ya que estaba usando un pantalón jogger fino que era de mi madre, a ella le quedaba perfectamente firme en el cuerpo, pero a mí me quedaba algo pequeño, mi cuerpo lo estiraba un poco y encima se veía algo gastado (por eso me lo regaló para estar en casa).
Lo que me sorprendió es que al estar un poco mojado por el agua que le cayó más la la luz del sol del mediodía, el lado derecho reflejaba casi todo mi cuerpo desnudo debajo de esta (no recordaba que no traía boxer) -joder-.
Alzo mi mirada para encontrarme con la de él girando con todo su cuerpo sudado hacia mi, veo que ya no hay nerviosismo en su cara, sus ojos como fuego algo dilatados y mordiéndose ligeramente sus labios -que hermoso- fue lo único que pensé . Por alguna razón me sentía cada vez más caliente y más húmedad en mi trasero.
Veo como va bajando su mirada por mi cuerpo. mi franela blanca algo mojada y pegada a mi por el calor que imagino dejaba ver el color de mis pezones, seguido sin detenerse a mí parte inferior, donde estoy seguro que puede ver casi claramente una de mis nalgas blancas a través de la fina tela, -¿que estará pensando?-.
En ese momento un pequeño movimiento llama la atención de mis ojos, bajo mi mirada y veo como su bermuda deportiva blanca está mojada en la parte superior, se puede visualizar algo difuminado lo que está debajo. Me quedé de pueda al ver una pequeña mata de vellos negros como la noche finamente recortados al rededor de lo que parecía ser la base de una bestia la cual empezaba a visualizar que salía disparada hacia abajo en un ángulo de 45 grados con un color más oscuro que las piernas que tenía como vecina, seguí el recorrido de aquella barra de carne negra que parecía del ancho de una botella o de un bate de béisbol, tenía una vena del tamaño de mi dedo meñique que descendía en forma de rayo hacia abajo donde la perdí pues solo tenía mojada ¾ de aquella cosa.
Sin mi mis ojos quisieron terminar el recorrido que se marcaba, bajaban tan lentamente daba la sensación de no tener nunca, (dio un saltito) -joder esta viva por Dios- Hasta que vi como se reflejaba lo que parecía ser algo del tamaño de una bola de billar al final, debía de medir por lo menos 21 cm y no estaba del todo en su punto -imposible-.
En ese momento siento como cae algo en mi brazo, miro y es un poco de mi saliva -no sabía que tenía la boca abierta-, la cierro y trago todo tratando de calmar la sed que tengo en la garganta pero no funciona. el calor de mi cuerpo y la humedad que ahora se hace más grande en mi trasero junto a un escalofrío al sentir cómo de a poco se va formando una gota que baja lentamente por medio de mi culo.
Vuelvo a mirar a sus ojos tratando de recordar la conversación.
-Yo no tengo tangas. (Dije sin pensar) -QUE RAYOS-
Una hermosa y diabólica sonrisa se posa en su rostro y nuevamente otro saltito de esa barra de carne llama mi atención, veo como el ángulo aumenta, -¿creció más? Está vez noto como se va formando una mancha que moja y transparenta parte de la cabeza morada -por Dios, parece más grande que mi puño-. Vuelvo a sentir que crece cuando mi tío da un paso cortando la poca distancia que había entre los dos. Mis dientes muerden mis labios de golpe cuando por fin me toca con aquella cosa.
Tengo la base por debajo de mis costillas que desciende por el costado de mi abdomen hacia toda mi nalga derecha, está dura como el acero -como arde joder-. Siento como palpita y me moja más la tela de mi pantalón, con uno de sus dedos recorre el poco de saliva que hay en mi brazo, sigo con la mirada como lo va llevando a su boca, lo entra dentro, lo chupa y lo succiona. Yo solo me quedo como un estupido embobado observando su hambre, se lo saca y veo como desciende con su boca hacia mi -¿me va a besa?r- abrí ligeramente mi boca y cierro mis ojos esperando el beso que nunca llegó. Sus labios se posaron en mi 100, aspirando fuerte de mi cabello.
Empezó a descender con todo su cuerpo sobre mi.
Su boca besándome todo mientras se dirige a mi oreja, el calor de esa barra de chocolate en mi nalga derecha descendiendo lentamente acabandose poco a poco para luego de golpe escucho un plaf. Y sentir todo ese fuego colocado de lado bajo casi todo mi trasero -QUE RICO-.
Su lengua por fin llegó a su objetivo hurgando y comiéndose toda mi oreja provocando que mi boca se abriera ligeramente por todo el cosquilleo, mi vista se nublaba por la excitación tanto tuve que aferrarme del fregadero por lo frágil que estaba. Mi cuerpo y el suyo todo sudado y mi culo literalmente brotando gotas de líquido y sudor que caían por todo lo largo de su polla, nuestra ropa toda mojada y pegajosa haciéndome sentir esa barra de hierro en su máximo esplendor.
-Yo te puedo regalar las que quieras. (Dijo. Yo ya había olvidado la conversación.)
Sus enormes manos se abrazaron al lado izquierdo de mi cintura.
-Pero tengo una condición. (Dijo)
Y siento como lentamente retrocede solo con su cintura llevando esa enorme barra hacia el lado derecho, la sentía tan bien que podría dibujarla con cada una de sus venas en un papel.
-cual (atino a decir con un pequeño hilillo saliendo de mi boca y mis ojos casi blancos por la sensación)
-Que me dejes verte.
(Se escuchó un fuerte PLASF)
Y empujo flotando toda su polla ya bañada en jugó contra mi culo. Mis nalgas vibraban encima de esa polla y seguían haciéndolo un poco después del golpe. Deja de abrazarme, sujeta mi cara y la pone directamente frente a la suya (supongo que está algo incómodo por estar agachado).
-¿Qué dices? (me pregunta)
-¿Que, que digo?- Que voy a decir sintiendo semejante animal dando saltitos moviendo mi culo. Apoyo mis manos encima del fregadero, acuclillo mis pies a más no poder y muevo mi cul).
(Brrrr, brrrrr)
Escuchó un mensaje del celular, me acerco y lo reviso.
-tengo mala señal, te espero en el sitio donde te dije, no llegues tarde o me enojare enano. (-bra).
Decido apurar el paso, miro nuevamente el tanga y una sonrisa se dibuja en mi cara. No guardaré nada pues tengo el tiempo encima. Sujeto nuevamente el boxer aún estrujado por el tiempo que tiene guardado, empiezo a ponermelo y aunque sube por mis piernas, pasa con dificultad por mis caderas y culo, me molesta demasiado para poder sentarme -pensé que mi cuerpo estaba igual que hace dos años, veo que me equivoque-.
Tocará subirlo hasta donde se pueda y eso hago, escucho como se rompe a mitad de los costados, pero igual ya estaba puesto.
Miro al espejo de mi cuarto. Enfrente esta relativamente decente aunque mis piernas toda fuera y mi pequeño pene presionado casi ni se nota. Giro y todo mal, solo cubre un 2/4 de mi culo, respiro y miro el reloj 6:38 am. - no importa, nadie me verá, da igual-.
Continuo con el pantalón engomado que se pega a mi piel como un chicle y resalta mis gordas piernas y le da forma de durazno a mi parte trasera, queda bien puesto todo menos en la cintura donde hay un espacio que cabria casi otra persona con mi misma cintura, uso la correa que compre en una tienda de ropa usadas -las mejores-, la coloco y quedan las típicas hondas alrededor debajo de la correa.
Apuró el paso con alguna que otra crema y perfume, me coloco una franela blanca para contener mis minis senos, el oversize negro que me cubre hasta casi mitad de los muslos, es 3 veces mi size, por último el abrigo coach que cubre un poco menos que polo.
6:45 am marca el reloj, mi madre ya no tarda en llegar, tomó el equipaje y diciendo al primer piso de la casa. La casa está aclareciendo, me siento el comedor con mucha lentitud (aún siento algo apretado el boxer), pasan dos minutos y decido enviarle un mensaje cuando antes de hacerlo llega uno.
-Estoy en 2m. (Mama)
Analizó un poco la casa, se siente bastante vacía desde que mi hermano se fue. No, se siente vacía desde que mi padre se fue. Un sentimiento de nostalgia recorre todo mi cuerpo, mi mente se queda en blanco y solo reaccionó cuando escuchó la bocina fuera de casa.
Sujeto todo de nuevo y salgo de la casa directo al coche de mi madre, me siento con lentitud en el asiento del acompañante -maldito boxer-.
-lamento llegar tarde bebé, ya sabes cómo son mis días.
Miro a mi madre mientras conduce a la parada donde tomaré el bus en unos minutos, su linda piel morena, su cuerpo idéntico al mío aunque un poco más flácido y cansado (supongo que por las malas noches que pasa en el hospital), su larga melena negra algo despeinada por la prisa y sus ojos negros con unas ojeras que desde que nací ahí están.
-no te preocupes mah.
Me mira un segundo, sonríe y me acaricia el pelo algo mojado aún por la crema que use.
-llevas todo lo que tu hermano te dijo. (Pregunta)
Inconscientemente aprieto el bulto y la mochila para confirmar que no lo olvide -que tonto-.
-Si, todo bien.
El viaje transcurrió sin más, solo fueron unos minutos. Cuando visualizamos la parada vemos como el bus ya va de salida. Mi madre cual toretto aceleró hasta alcanzarla y por suerte una persona le hace una parada no muy lejos. Me bajo del auto lo más rápido posible y corro hasta el bus que ya arranco de nuevo, por el peso de la mochila y el bulto no me da tiempo a llegar a la puerta y le doy dos golpes con mi mano abierta (cual hombre araña), pero el asiento del conductor estaba lejos para escuchar, por suerte vi que un chico en una ventanilla si escucho y me miró luchando con mi vida para subir, vi que grito algo y el bus se detuvo.
Subí algo sofocado a pesar de que todo pasó en solo 15 segundos, camine por los asientos mientras transpiraba un poco y pase cerca del joven.
Lo mire un segundos, piel canela, de unos 23, no muy fuerte pero parecía que quería romper la camiseta (seguro era un size más pequeña), tenía los antebrazos llenos de venas y uno todo tatuado, lo que más llamó mi atención, fue su mirada, tenía unos ojos verdes que no parecían para nada naturales y unos aretes muy brillosos.
-Gracias por eso. (Le dije)
Sonrió y vi unos colmillos blancos que parecían de lobos y dos hoyuelos en sus mejillas.
No respondió nada, seguí mi camino, y por el cansancio dejó caer todo mi cuerpo en el asiento y escuchó un: (crachhh)
-Mierda. El boxer, se habrá roto mucho? -No importa nadie me verá-.
Me senté dos fila detrás de él en el lado contrario. No del lado de la ventana pues el aire acondicionado me congestiona.
El viaje transcurrió con normalidad. Gente iba y venía, también veía de reojo que el chico miraba hacia atrás de vez en cuando. Decido escuchar música y cierro los ojos para no pensar en nada, Bruno mars siempre me tranquiliza. Después de varias canciones siento un movimiento en mis piernas y veo como alguien trata de pasar para sentarse en el asiento a mi lado. Era una señora bastante mayor y despistada, me acomodo para dejarla pasar y en ese momento veo como el chico me mira y sonríe (tenía algo extraño su sonrisa a pesar de ser hermosa).
Estoy a punto de cerrar los ojos y la señora me toca, me quito los audífonos y me empieza hacer preguntas tontas y a contarme sobre su vida. Me dio algo de pena y le seguí la corriente. Había una que otra carcajada en la charla, veo como el chico me vuelve a mirar y vuelve a sonreír, le miró y por empatía le sonrió.
-¿Me estaba coqueteando?-
Llegamos a la típica parada que hacen los bus para comer algo. Veo como sale del lado del chico una chica bajita con un pelo largo y rubio, unos senos bastante grandes y un pantalón corto que hacía notar sus piernas finas y largas, le tuve algo de envidia pues nunca podría usar algo así, no me pasaría de la rodilla, noto a la chica muy seria, con la mirada perdida.Después baja el varios pasos tras ella camino a la pequeña plaza.
Opto no bajar, pero al pasar unos minutos siento algo de sed, por lo tanto me animo. El día está algo nublado, entro y no veo al chico ni a la chica por ningún lado (le resto importancia). Me limité a caminar hasta el mostrador, pedir una botella de agua y una manzana que me pareció rica (megáfono: 5 minutos).
Me siento en uno de los muchos lugares para degustar mi comida. Luego decido ir al tocador pues tome mucha agua (megáfono: 3 minutos), levantó toda mi ropa, desabrochó mi pantalón y me acerco al orinal, veo que mi pene ya no está presionado por el boxer, termino bastante rápido y me regreso al gran espejo que está en el baño.
Me entran ganas de saber que tanto se rompió mi ropa interior, le doy la espalda y bajo todo mi pantalón, veo como mi nalga izquierda está totalmente fuera y rojiza por estar tanto tiempo sentado, se rompió todo el costado del boxer de ese lado quedando como un tapa rabos.
Respiro resignado -No importa nadie me ve...- en ese momento se abre la puerta. -Joder- dirijo mi mirada para encontrarme con esos ojos verdes queriéndose salir de sus cuencas por la sorpresa.
Fue como si el tiempo se detuvo, me pregunte que verá el; Mi cintura delgada, ligeramente flexionada hacia delante, el contraste notorio que hace con mi culo en pompa redondo y rojo como un balón, cubierto por casi nada y parte de mi pierna blanca como la leche.
Escucho como se cierra la puerta sola, -maldición- subo mi pantalón lo más alto que puedo, con rabia pensando que nunca debió bajar, lo suelto y siento el (Boing), que hace al vibrar. Pongo la correa en su lugar y bajo mis dos defensas. Me miró en el espejo, tengo la cara roja como un tomate -vergüenza- (megáfono: 1 minuto).
Salgo y lo veo parado en una esquina, mirando hacia el suelo.
-perdon por eso. (Dijo, pero no pareció sincero)
Bajo la mirada más por la vergüenza y veo como se le marca notoriamente el paquete pegado a la pierna derecha, noto a dónde fue mi mirada e intenta taparse con una mano pero fue imposible (era muy gorda), lo ignoro y camino hacia el bus. siento pequeñas gotas de agua que caen en mi cabello. Lloverá bastante.
Subo al bus, camino por el pasillo y mi mirada repara un segundo en la rubia, está algo nerviosa y sus manos temblorosas (debía de tener frío). Continuó en mi asiento, coloco mis audífonos y cierro los ojos para tranquilizar la vergüenza que aún tenía.
Pocos segundos después siento como la señora intenta pasar para sentarse a mi lado, me acomodo sin abrir los ojos y escucho como cae en su lugar. Faltaba más o menos una hora para llegar al destino cuando dejó de escuchar el boom de un lado (me quitaron el audífono). El sonido fuerte de la lluvia fue lo primero que note, luego que el bus estaba algo oscuro y que algunos decidieron dormir.
Giro para ver a la señora que seguro quiere seguir hablando conmigo para encontrarme con esos penetrantes ojos verdes (si eran naturales). Siento como mi cara empieza a enrojecer volviendo a sentir la vergüenza.
-Quería venir a disculparme por lo que pasó. (Eso sí se escuchó sincero).
-No era necesario, yo también me arrepiento de eso. (Digo con algo de nerviosismo)
-no te confundas (dice mientras levanta el sujeta brazo que divide ambos asientos y acerca su cara un poco hacia mí), dije que me disculpo pero no me arrepiento.
Mi cara se pone más roja aun, apartó la mirada de él para calmarme y veo que al otro lado está la señora, se pone algo en los brazos por el frío y se recuesta entre ambos asientos, me dice adiós con la mano y cierra sus ojos, miro a mi alrededor y veo que no hay más nadie cerca de nuestro lugar, todos están más adelante.
Justo en ese momento siento una mano en mi pierna, Y giro de vuelta para encontrarme con sus gruesos labios muy cerca de mi boca.
-nunca te arrepientas, deja que suceda lo que tenga que suceder. (y siento su aliento caliente como entra por mis fosas nasales).
Bajo la mirada para ver su mano pero mis ojos se van directo a otra cosa. La silueta de su polla semi-erecta marcada al lado derecho de su pantalon se ve claramente, podría jurar que la cabeza sale amenazante por el bolsillo. (Supongo que se la acomodo en el baño antes de subir para poder taparla con su poloche), Un escalofrío recorre mi piel cuando su mano empieza subir lentamente por mi pierna llegando hasta mi trasero haciendo una parada para darle un fuerte apretón.
Su mano libre se apretó en mi cuello ejerciendo presión para acercarme a él, sin perder tiempo acerco su boca besándome toda la frente, luego mi mejilla para terminar en mi cuello -es mi punto débil-. Traté de alejarme pero su fuerza me lo impidió, al estar con mi cabeza algo agachada no pierdo detalle de su polla, noto como empieza a crecer junto a un mancha en su jean.
Todo está sucediendo muy rápido, no podía pensar en nada. Suelta mi culo para sujetarse a mi cintura mientras con su pierna sube por debajo de las mías, me levanta como si no pesará nada dejándome sentado encima de ella (que pretende, estamos en un bus), baja la que tenía en mi cuello y la mete dentro de mi over, me desabrocha la correa y trata con el pantalón.
En un momento de lucidez bajo mis manos con rapidez tratando de sujetar la suya, pero sin querer una cayó encima de su jean justo sobre su polla.
-Déjate llevar (me dice comiendo mi cuello con mucho más ímpetu)
Inconsciente aprieto mis manos sintiendo como su polla palpita y arde -hace tanto tiempo- recorro todo ese tronco maravilloso desde la base a la punta sintiendo la humedad de su pre-cum -que coño estoy haciendo-.
La presión que se libera en mi cintura me recordó que debía impedir que desabrochara mi pantalón. -joder- Sin perder tiempo se fue introduciendo por mi cadera hacia mi espalda, pensé que iría por mi trasero pero no, envolvió mi pantalón en su mano, con la otra sube por mi espalda y me abraza con firmeza. En todo momento su boca -que boca- no paró de comerse mi cuello con hambre.
-No lo hagas (le susurró en su oreja cuando entendí lo que pretendía)
-shhhh (fue lo único que respondió).
Me abraza con fuerza levantándome con facilidad y hala de golpe mi pantalón hacia donde terminan mis piernas y comienza mi culo. Por el miedo llevo mis manos a mi pantalón pero ya es tarde -mierda-.
Miro hacia los otros asientos con nerviosismo y veo como la señora sigue durmiendo. Tengo mi culo al aire, solo la tela fina del oversize y el boxer roto lo protegen. Me deja caer lentamente haciéndome sentir media polla latiendo por encima de mi nalga izquierda.
Deja de abrazarme dejándome aún más cerca de él mientras introduce su mano dentro de mi cabello, me aprieta causándome algo de dolor y me hace mirar su ojos (Veo una mirada que me desconcierta entre deseo y rabia, no tenía nada del sujeto que vino a pedirme disculpas hace poco), acerca mi cara a la suya nuevamente, saca su lengua y me besa toda la mejilla, sin querer saco un poco de mi culo (por la sorpresa) frotándolo en su polla -¿acaso esto me gusta?-.
Se ríe sin detenerse (me tiene donde quiere) y noto cómo delicadamente se desliza el calor de su polla debajo de mi nalga, baje mi mirada para ver como una enorme polla color canela sale de su pantalón, era gorda como una botella con una cabeza rojiza que ahora me miraba a mi. La sujetó por la base y la golpeó varias veces con el costado de mi culo haciéndolo vibrar un poco por debajo del oversize que aún lo cubría de nuestra visión.
-Mierda, ya no puedo más- (esto se había salido de control).
Me levanto bruscamente para detener la situación, pero me envuelve rápidamente con su mano la cintura y me regresa ahora con toda su pene en medio de mi culo. Me tapa la boca halandome con fuerza hacia atrás haciéndome arquear la espalda, (sentí como mi culo se abrió un poco más bajo el overzize encajando mas su polla).
-Vamos a terminar lo que empezaste en ese baño putita.
-Yo no empecé nada!!-
En medio del pánico entendí que esto no terminaría hasta que él no lo haga, decido seguirle el juego para salir rápido de esta situación. Muevo lentamente mi culo de la forma más provocativa posible en señal de aprobación.
-¡Así me gusta perra!
-Cochino- fue lo único que pude pensar mientras mis ojos se aguaron.
Se aferró a mi cintura sacando un poco su cuerpo del asiento para quedar recostado mientras hace presión en mi espalda para que mi pecho descienda y mi culo quede más regalado para él. Empieza a mover su cintura pero por el pequeño espacio casi ni puede, decido hacerlo yo y empiezo un pequeño sube y baja lento pero efectivo.
Giro para ver su cara, mordía su labio inferior y su mirada como fuego fija en mi culo que sube y baja por todo el eje de su polla con la cabeza roja e hinchada que empieza a babear mojando todo mi oversize, mi culo que tapaba casi todo su cuerpo vibrando por los silenciosos plaf plaf plaf que escucho al chocar con su cadera (gracias a Dios la lluvia amortigua un poco el sonido).
Volteo ver a la señora (sigue dormida) -esto tiene que acabar ya-. pongo ambas manos en sus rodillas y muevo más rápido mi culo como vi en los vídeos de cardy b, debió ser efectivo porque comenzó a gruñir y su polla empieza a latir muy fuerte mientras el plaf plaf plaf se escucha cada vez más fuerte.
Lo miro nuevamente y su cara está roja, sus ojos en blanco y sus dientes queriendo sacarle sangre a sus labios. En ese momento sujeta más fuerte mi cintura con ambas manos y la empuja hacia él. (Ese último plaf si debió escucharlo alguien), su polla latió y latió mientras su respiración se agitaba -por fin todo terminó-.
Siento mi cara arder, mi cuerpo algo sudado por el esfuerzo y mi cabello mojado cayendo por mi frente. Trato de volverme a levantar con las fuerzas que me quedan y vuelve a sujetar mi cintura -¿que coño hace?- giro sobre mi hombro para encontrarme con su poderosa polla aún dura y toda mojada botando gotas de pre-cum con cada latido que siento en mi culo -¡no había terminado!- dirigió sus manos hacia donde empieza la tela del oversize, lo sujetó y me miró a los ojos.
-Ahora vamos por el plato principal putita.
-NO, NO, NO-
En ese instante todo mi cuerpo se va con una presión enorme hacia delante, mi cara choca contra el asiento delantero mientras escucho el Murillo de la gente.
-AHHHHHH!
-QUEEE??
-OHHH!
-QUÉ SUCEDE??
Oigo como la señora al otro lado cae al piso algo asustada por la sorpresa de la gravedad. (el bus había tirado un fuerte frenado), En ese momento caigo en cuenta que nadie me sujeta, me lanzo hacia atrás al lado derecho saliendo de sus piernas y cayendo con mi culo en mi asiento (mi abrigo enrollado vuelve a bajar), lo miro y veo que quedó apoyado con sus codos (también la gravedad lo afecto), me mira con enojo tratando de volviendo a su posición inicial.
-PIENSA RAPIDO!!- volteo al otro lado.
-Está bien señora? (la veo luchando por levantarse)
Intento pararme pero agarran mi antebrazo izquierdo haciéndome presión hasta abajo, mi culo vuelve a caer en mi lugar. -¿que hago, que hago?-. Le tiró mi mano derecha a la señora para ayudarla a levantarse (o para que ella me ayude a mi), siento como aprieta más mi antebrazo causándome daño y su mirada enojada quemándome la nuca. La señora sostiene mi mano mientras comienza a levantarse, en ese momento la presión de mi antebrazo se suelta y de reojo veo como gira dándome la espalda disimuladamente para que la señora no vea su polla aún fuera desde las alturas al estar parándose al lado nuestro.
Ella se sienta de vuelta en su lugar al lado de la ventana, apoyó mi pie en el pasillo y con un salto rápido me siento a su lado casi al mismo tiempo que ella. Por fin pude respirar, mientras trataba de procesar todo lo que había pasado.
-Gracias (susurro). (Me miró extrañada)
-Tu fuiste quien me ayudó a levantarme, gracias a ti (y me sonríe tiernamente)
-tenés mucho sudor (pasa la mano por mi frente despegando mi cabello de mi cara) estás todo rojo y tu cuello aún más rojo, ¿te sientes bien?
-Si (sujete su mano y le di un pequeño beso mientras sonrió) ahora me siento muy bien.
Empieza a mirar por su ventana para ver porque se paró el bus tan repentinamente, aprovechó ese momento para meter mis manos bajo el t-shirt, subir disimuladamente mi pantalón colocando todo en su lugar.
Miro al chico y veo como mira por su lado de la ventana bastante normal como si nada hubiera pasado cuando yo aún siento como late mi pecho del miedo.
Sube al bus un hombre mayor todo mojado, una mujer algo mojada también y una niña de 8 años. Pasan por el pasillo a mi lado y se sientan tras nuestro.
-Que mala suerte que se nos averió el coche en este momento.
-Sí querido.
-"No querido"- pensé yo.
El camino continúa con normalidad, seguí hablando con la señora para calmarme. En un momento el chico se para del asiento (sin mirarme), vuelve a donde estaba cuando empezó el viaje y saca una mochila del porta equipaje, se dirige al conductor, le dijo algo con una ligera sonrisa en su cara -como engaña el cabrón- El bus se detiene y se baja sin más.
-Espero no volver a verte nunca-
Faltan pocos minutos para llegar a mi destino, me despido de la señora (se llamaba Ana), me dirijo a mi asiento de vuelta para tomar mi equipaje, y veo una pequeña tarjeta donde él estaba.
-Mike S. (Y un número)
-No estará esperando que lo llame-. La ignoro y en ese momento el bus se detiene.
Afuera sigue lloviendo un poco, el cielo está algo nublado y oscuro a pesar de ser la 1 PM, caminé un poco analizando mi alrededor, era un pueblo pequeño bastante tranquilo, muchos árboles y se visualizaba el mar a pocos metros de donde estaba.
-Alan (suena una voz muy conocida a lo lejos)
Volteo para encontrarme con mi querido hermano mayor, veo como viene abrazarme. Su piel casi tan blanca como la mía pero más quemada, cabello castaño, sus ojos azules heredados por mi padre, media 1,85 CM, y era algo robusto pero sin llegar a ser gordo, traía una camisa algo tirada, media sucia, unos jeans negro un poco más sucios y sus botas que ya ni hablar.
Me abraza fuerte y siento ese perfume que me trae muchos recuerdos familiares hermosos.
-Por fin llegas puntual enano (y empieza a revolver mi cabello a modo de juego).
-Quien te escucha se lo cree brah.
Vuelvo a abrazarlo sintiendo su protección (aún siento algo de pánico por lo que había pasado en el bus).
-Sube (me quita el equipaje y veo como se va montando en una camioneta todo terreno).
En el camino vamos hablando y recordando cosas en la niñez (lo normal cuando tienes un mes sin verte con tu hermano), una que otra carcajada y las preguntas típicas de cómo estoy, mi compartimiento y eso.
Analizó un poco el camino por el que vamos y veo que es una zona alejada de la pequeña ciudad, veo muchas cosas en construcción una cantidad enorme de letreros en campos vacíos que dicen “se vende”, nota mi mirada y comienza a explicarme que esta parte del país está siendo muy poblada como centro turístico para los visitantes extranjeros, muchos empresarios están comprando esos terrenos para construir hoteles, casinos, discos y sitios vacacionales.
El está trabajando como ingeniero en la construcción de un hotel, a pesar de solo tener 26 años es la persona más inteligente que conozco, siempre estaba estudiando o trabajando. No me sorprende nada lo lejos que ha llegado.
Tardamos unos 25 minutos en llegar al lugar. Visualizó la construcción y un buen número de personas que van y vienen con cosas pesadas, me entró calor de solo verlo. (por qué estoy aquí me pregunte).
-Vamos a mi oficina.
Entramos a una especie de tráiler con solo una mesa, su computador en la mesa y un espacio tapado por una cortina (no tenía nada de oficina) veo que llama a un señor de unos 50 años, muy amarillo, su vestimenta como la de mi hermano, con una barba blanca sin arreglar, sudado y como de mi estatura.
-Se ve más débil que yo-.
-Frank, este es mi hermano menor Alan, será el encargado de la seguridad de los trabajadores y de la higiene del lugar, nada de trabajos pesados. (Frank me analiza de arriba abajo, como pensando “obvio”).
-Muéstrele el lugar por favor y su tienda.
-tienda?? que tienda-.
Cuando quiero preguntar Frank sale disparado encendiendo un cigarro, me veo en la obligación de dar pasos rápidos para acercarme a su espalda.
-No vas a usar toda esa ropa el tiempo que estarás
aquí (pregunta sin mirarme)
-Que tiene de malo??
-Nada, solo que vas a morir de calor.
Miro a mi alrededor y veo más o menos 15 hombres algunos sin camiseta, otros sucios de cementos, algunos con carretas. -Prefiero morir del calor a exhibir mi cuerpo-.
Se para de golpe mirando hacia el edificio enorme (casi choco con el).
-Esa es el área de construcción -obvio-, no entres sin casco aunque asegurarse que nadie lo haga ahora es tu trabajo.
Sigue caminando como si estuviese solo y se detiene en otro tráiler.
-Esta es el área de suministros, pocos podemos entrar.
Continúa apresurado el paso como si lo están esperando, veo una carpa enorme con un lado levantado y un camión con muchas fundas de cemento.
-Ahi guardamos los materiales para la construcción. Que raro, Bruno dijo que se encargaría del camión, donde estará (se pregunta así mismo).
Sigue caminando y visualizo más lo lejos de la construcción unas 10 tiendas de campañas en 2 filas de 5 bastante alejadas una de la otra, pasamos 4 y en la 5ta nos detenemos.
-Aquí te quedarás por este tiempo. -¿bromeas, no?-
Una tienda de unos 3 metros, tenía un pequeño sendero de piedrecitas en el medio que se dirige a la esquina izquierda de esta, donde hay un a especie de tanque. Cerca de este dos palos clavados en la tierra con una soga amarrada a ambos en la parte superior (un tendedero improvisado pensé). más alejado un bosque verde (lo único hermoso hasta el momento).
Veo que entra halando una esquina, -¿no tiene puerta?, esto es demasiado- lo sigo hacia adentro y me entra un escalofrío.
Dos colchones en cada esquina de la tienda de un metro de ancho -¿serán de prisión?-, divididos por el metro que queda. El de la derecha tiene 4 block de construcion de bajo en cada esquina, un cubre colchón negro, una almohada que cubría casi el ancho de la cama entera, una sábana doblada y una mochila vieja en la base.
El otro colchón estaba en el piso sin más que con algo de polvo. También había una pequeña mesa (construida a mano), en medio de ambas cabeceras con una vela apagada encima y dos libros.
-Este es el tuyo (dice frank pateando el que está en el piso).
Gira sobre sus pies y sale rápidamente de la tienda dejándome solo.
El bulto y la mochila se deslizan de mi mientras deambulo en el pequeño espacio que divide ambas camas cayendo al suelo junto a una gota de sudor que desciende por mi frente, siento un sentimiento de impotencia y una pregunta que ronda mi mente. -¿qué rayos hago yo aquí?-
-No soporto ver cómo Alan está desperdiciando su vida. (Decía mi madre nerviosa con un whisky en la mano.
-Tranquila mamá, es joven y paso una dura depresion, dale tiempo. (decía mi hermano)
-No puedo, he trabajado toda mi vida como una esclava para que ustedes tenga lo mejor. (Con Sus ojos lagrimosos)
-Lo se ma, déjame esto a mi. Yo me encargaré de que regrese a sus estudios.
-¿Cómo harías eso?
-Lo llevaré conmigo, para que vea lo que es el trabajo duro. Te aseguro que en menos de una semana estará de vuelta.
Solo me limité a escuchar la conversación a escondidas.
Vuelvo a mirar a mi alrededor, no llevaba ni una hora y ya quería irme -es horrible- necesito hablar con mi hermano, podría soportar vivir en estas condiciones, pero no compartir mi privacidad y mi poca masculinidad con algun desconocido. (eso nunca). Giro, camino hacia la salida y justo en ese momento empieza abrirse la cortina.
Vi como tenía que agacharse y ponerse de lado para poder entrar, en ese momento mi mente quedó en blanco. Venía sin camiseta, Mi mirada se fue directamente a su cuerpo que era imposible que no llamara la atención, su piel negra toda bronceada, tenía unos pectorales perfectamente marcados con varias líneas pequeñas en este que se movían por sí sola, al lado de estos unos hombros enormes donde resaltaba aún más su definición, apuntaban a unos bíceps anchos del cual sobresale una vena claramente visible que descendía a unos antebrazos más venosos aún, su abdomen con 3 línea a los costados dirigiéndose a un six pack que solo había visto en películas y una "v" en la parte inferior que se metía por sus pantalones. Estaba todo sudado y brilloso (sentí mi boca secarse), -debió ser creado a mano por un Dios, no tenía err-.
-Hola soy Bruno (dice sacándome de mi trance, En ese momento me percate de que habían pasado varios segundos).
Alzo mi mirada para encontrarme con hombre de unos 36 años, ojos amarillos que desentonaban con su piel, una boca grande con unos labios gordos, su barba negra con algunas canas recortada y una gorra toda sucia (seguro para cubrirse del sol)
-Alan (digo con un poco de nerviosismo).
Camina cortando la distancia entre nosotros, todo su cuerpo va creciendo llenando el espacio a su alrededor (debía medir 1,87), comienzo a sentir el calor que emana de su cuerpo y un olor muy fuerte indescriptible.
-Es un placer (dice entendiendo su mano, veo que tiene unos bellos negro bajo el brazo).
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