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Una orgia con una chica de la tele

Una orgia con una chica de la tele
sexo


La conocimos a las 3 de la mañana. Bailaba sola, sexy, morbosa. -3000 euros y te vienes con nosotros a mi casa...Array
Abrí un ojo concierta dificultad. 
Solo percibía luz. 
Como cada Lunes de resaca mi capacidad para interpretar lo que llegaba a mi cerebro se veía mermada. Supongo que las pocas energías que las sustancias químicas habían dejado en mis neuronas intentaba agrupar todo tipo de información para hacerme una idea del lugar y el tiempo en el que me hallaba.
Mi sistema de recompensa estaba debilitado por el consumo inconsciente de psicotropicos. Era muy difícil dar con la llave para relacionar el placer con el despertar.
Lo que hace tiempo hubiera lanzado dopamina a niveles adolescentes a mi lóbulo central con solo amanecer hoy en día era un cementerio de viejas batallas y heridas suplicándome mayor actividad.
Busqué en la mesita con la esperanza de dar con alguna raya perdida de M que me pusiera cachondo y siguiera manteniendo relaciones sexuales, pero nada, solo había una caja vacía de un medicamento para el Parkinson que la tía nos dijo valía como potenciado dopamínico, es decir que te ponía a mil mas rápido que el crack.
Joder…
La garganta me quemaba, la nariz de nuevo se había entaponado, seguramente con el paso de los años ya estaba destrozando la fosa nasal. Demasiado polvo esnifado por los 37 años de orgías que le había metido a mi cuerpo. lo que agradecí por que el olor a sexo y drogas no era tan perceptible.
Estaba desnudo y tenía un brazo delgado de mujer sobre mi pecho. Tenía la piel cahoba, es decir estaba mas morena que cualquiera que yo conociese. O era árabe o había pasado los últimos meses en Marbella. Deslicé mis dedos por sus tatuajes. Eran hipnoticos, o yo estaba aún bajo los efectos de unos receptores mutados que habían dejado de compartir información de manera eficiente. Seguro que mis neurotransmisores estaba tan anestesiados como yo.
No entendía bien toda la información que estaba llegando a mí en cuenta gotas. Así que me deshice de aquel ante brazo con delicadeza y me puse senté al borde de la cama.
Todo era denso. Me arrepentí de mezclar y speed tan rápidamente.
Joder estaba agotado y a la vez excitado. No entendía nada si hacía a penas dos minutos no tenía nada de sangre recorriendo mis venas. 
¿Pero cuánto tiempo llevaba allí?
Me giré y vi a mis cuatro amigos desnudos repartidos por toda la cama alrededor de una mujer que no era capaz de recordar.
Tenía el pelo largo, castaño oscuro. Estaba tumbada boca abajo con lo que pude ver su culo con demasiados detalles. Otro tatuaje con un ancla y una serpiente en su nalga derecha, este me gustaba menos que el de la espalda.
Por fin di con el móvil y pude confirmar que estábamos en Lunes. Cada vez pasan mas deprisa los días que más me gustan. Viernes, Sábado y Domingo.
Creía que tres días de fiesta ya no era un problema para mí, pero tengo que dar la razón a esos que dicen que al principio las sensaciones con las primeras rayas son autenticas pero una vez que tu circuito del deseo se acostumbra necesitas mas y mas y mas. Hasta que al final solo sientes dolor y el placer ya no lo logras con mas anfetas.
Justo eso es lo experimentamos todos con esta chica. Nos sentimos como animales que a penas eran capaces de pronunciar una sola palabra.
Era Lunes y a esta tía la conocimos, a ver que recuerde, -tuve que hacer un verdadero esfuerzo para colocar las piezas correctamente en mi cabeza.… el Viernes de madrugada en un after. Estaba sola bailando como si le fuera la vida en ello. La invité a una raya y aceptó, sonreía bastante, reía a todo lo que decía. Y hablaba muy alto, y hablaba mucho.
Os confieso que me estaba aburriendo a la vez que me encantaba como se movía, y encima con esa camiseta sin sujetador que dejaba ver los pezones cada vez que se movía. No eran muy grandes, mas bien pequeñas pero colocadas estaban de lujo. 
Le dije que por qué no íbamos mejor a mi casa que allí estaríamos mejor. Negó con la cabeza señalándome su copa llena. Yo insistí añadiendo que teníamos droga para aburrir y que nos diera un precio.
Se lo pensó. 
-Nene yo tengo un trabajo donde gano bastante pasta.
-Ja.., dudo que ganes eso en un día.
-No sé cuánto pero no me puedo quejar…
-¿En qué trabajas?
-En la tele.
-Ah eres presentadora…, pues no me extraña nada eh..
-Ah, ¿no?
-¿Qué programa?
-Ninguno
-¿Y eso? ¿Estás en paro?
-Te he dicho que trabajo, no me escuchas.
-Ya, es que me he metido hoy ya mucha mierda.
-Soy realizadora
-Ah, ya, los que mandan en los programas, ¿verdad?
-Exaxacto
-¿Y en que tele?
-Telecinco
-¡Hostia! 
-¡3000 hasta el Lunes! -Nos interrumpió Albert que nos abrazó a los dos mientras esnifaba los restos de algo que se acababa de meter por la nariz.
-¿3000?
Dejó de pensárselo y me dio la mano como si se creyera Greta Garbo. Luego me besó apasionadamente con sus pequeños pero híper sensuales labios.
-Me gusta tu acento, -le confesé en voz baja al oido.
-Gracias, no eres el primero que me lo dice.
-Sevillana…
-Qué dices? Mi ciudad tiene la mejor playa de España.
-¡Cadiz!
-¡Ja,ja, joder que no te enteras! -Nos volvió a interrumpir Albert mientras le apretaba el culo con fuerza a la chica. -Verás que coca mas buena tenemos.
-Soy mas de speed.
Albert sonrió mientras la besaba la cara con la lengua. Ella se estremeció pero con la derecha le apretó la entrepierna y solo pudo gemir de placer.
 
Una vez en casa, ja, me acuerdo que Albert le dijo que se desnudara, que no habíamos pagado por tener una modelo vestida. Eso es, se desnudó, metimos su ropa en una bolsa de basura y la tiramos por la ventana. Solo le dejamos el movil.
Ella en lugar de enfadarse se excitó y me besó. Joder que labios, era como bañarse en un bálsamo suave y denso. Un colchón de nubes excitantes e inagotables.
Entonces David la empujó hasta ponerla de rodillas y todos nos desnudamos mostrándole nuestros miembros. Ella se relamió, yo tragué saliva y empezó. 
Parecía que mi pene iba a explotar, como movía la boca, la cabeza, los labios…
Después de acabar conmigo y cuando ya empezaba con Alberto me puse tras ella lamiendo como si de una muñeca de vainilla se tratara. Su dura piel me excitabas aun. 
-¿Tienes un tatuaje enorme en la espalda? 
Ella asintió con la cabeza.
-¿Esto no es de un cómic?.
La oí reir y negar con la cabeza. -Es de un libro famoso para niños, analfabeto.
Acaricié con mis manos todo el tatuaje que iba desde su cuello hasta el final de la clavícula. 
Entonces me di cuenta que mas por todo el cuerpo. Mi mente nublada e incapaz de concentrarse se perdió en ese juego de línea y formas
Aquello me excitó sobre manera, las mujeres tatuadas siempre me han dado mucho morbo.
Busqué una bolsita en mis pantalones y envadurné toda su nariz con M, nariz, boca y hasta el miembro de mi amigo. Estaba tan excitado y pedo que no era capaz de controlar mis emociones.
Decidí chuparle el culo, era pequeño pero fliapante, perfecto.
La noté gemir aun con la garganta ocupada, uf, la penetré por detrás como si fuera un niño inocente, Lentamente, buscando sentir estremecerse. 
Lo logré, sus manos me buscaron el aire m mientras empujaba su ano lentamente. 
Rulo se tumbó boca arriba y la penetró sin ser consciente de todo mi trabajo. Así que mientras ella cabalgaba sobre él empecé de nuevo hasta alcanzar mi objetivo. La abracé con fuerza agarrando sus finos pechos y le pregunté susurrando su nombre.
-Ahinoa…
Tres días después de tener sexo sin parar me encontraba aquí sentado junto a la ventana del cuarto viendo como unos vecinos cotillas nos observaban y se reían. Yo les saludé, ellos señalaron a la chica. Les miré sin ganas.
Entonces lo entendí, la levanté como pude, ella se resistió levemente, quería seguir durmiendo bajo un profundo sueño. Pero algo se debió activar en su mente que abrió los ojos y me sonrió de nuevo. Nos besamos mientras en frente unos tipos ellos aplaudían y lo agradecían con vítores. Uno de ellos nos estaba grabando así que al ver que ella me besaba también la llevé a la ventana.
Se puso frente a ellos mientras esperaba que yo la hiciera nuevamente el amor desde atrás.
El júbilo de los de enfrente lo agradeció ella haciendo el gesto de la victoria.
La penetré suavemente. Inolvidable. 
Poco a poco se fueron levantando los demás que nos rodearon y la fueron besando. En minutos todos la rodeábamos acariciándola por todas partes. 
Una vez que ya me sentía agotado nos fuimos turnando dejando espacio para que los de enfrente nos fueran grabando.
Nuestros cuerpos contaminados por las descargas dopaminicas del sexo y las drogas divagaban por mundos oscuros de placer y rabia. Desde fuera bien podriamos haber sido confundido con primates alrededor de una hembra en celo.
Cuanto mas picos rebasamos de locura mas y mas pedían nuestras mentes enfermas.
La besábamos, la estirábamos del pelo, entrábamos en ella poseyéndola mas allá de nuestras fuerzas. Babeábamos esclavizados por una corriente que compartimos entre los gemidos de dolor y placer como quien intenta huir de un agujero profundo buscando bocanadas de aire para regresar a lo mas profundo de nuestras esquizofrénicas emociones.
Por un momento perdí la relación espacial. Mi cuerpo ya no tenía sentido en mi mente, el olor de una hembra entre mis brazos despertó mi tótem y me sentí un animal enjaulado penetrando un culo que era mi único sentido en la vida.
Sentía a mis compañeros luchar por llegar al pico emocional mas alto, una cumbre que una vez alcanzada se convertía en una cuesta hacia abajo.
Eramos energías que se cruzaban, enlazaban y resistían unas contras ante un solo punto una mujer que ardía como el infierno.
Gemía con tal rabia que sus palabras eran inconexas intenciones en el espacio. 
Una carrera de fondo esprintando cada segundo.
Sentía su sudor mezclándose con el mio, Las manos finas me apretaban hacia ella.
Una locura que de solo recordarla no puedo mas que excitarme.
Eramos esclavos de la química de nuestros cuerpos que adueñadas de nuestros sistemas nerviosos jugaban a lanzarnos contra el vacío como trapos cayendo por un precipicio.
A saber si eso está y en las redes. Uf. Me excitaría verlo.

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