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Iván y Mylene

Iván y Mylene
Hoy era un día especial para Mylene Haprele e Iván Bruel.

Justamente hoy estarían celebrando su primer aniversario oficial como novios.

El momento en que su amiga Zoé anunció su fiesta, no desperdiciaron la oportunidad de festejar su día tan especial juntos y con sus queridos amigos.

Iván y Mylene estaban juntos en la alberca, conversando con sus amigos, pero nunca separados, gustaban mucho de permanecer juntos, se podría decir más que a comparación del resto de sus compañeros y sus respectivas parejas.

.Talvez lo que hacía que ellos fueran una gran pareja era que compartían muchas semejanzas, tales como sus luchas por causas sociales como la reforestación, el cuidado ambiental, entre otros, también gustaban de hacer acciones benéficas juntos, en fin, justaban mucho de ayudar a quienes más lo necesitaban, cómo indigentes o centros de acogimiento.

Algo que también compartían bastante era que ambos eran muy inocentes, quizá algo impropio de su edad. Mylene era tímida y asustadiza, Iván, a pesar de su ruda y amenazante apariencia, era tan manso como un gatito; el sexo era un tema tabú para ambos, fuera de darse abrazos y besos, no hacían nada más, en conclusión, disfrutaban más la parte sentimental de su relación, pero hoy descubrirían el otro lado, el perverso y lujurioso.

Cuando llegó el villano Eros, ellos se refugiaron con sus compañeros en una de las tantas mesas del lugar, con horror veían como algunos empleados del hotel cayeron presa de la magia del villano y estaban teniendo sexo sin reserva alguna; a Iván le parecía como una abominación tal cosa, incluso tapó los ojos de su novia, evitándole el "trauma", más fue la primera vez que Mylene veía algo relacionado al sexo en su vida, apareciendo una pequeña chispa de curiosidad y deseo dentro de ella.

Cuando tuvieron la oportunidad de escapar con sus compañeros lo hicieron tomando las escaleras del hotel, pero se separaron de ellos cuando sintieron una fuerte explosión que sacudió todo el hotel, por lo que optaron por refugiarse en uno de los tantos armarios de mantenimiento del hotel.

La chica de cabello multicolor estaba temblando del miedo, al verla en ese estado, su novio la abrazó, tratando de reconfortarla.

Iván: Descuida, Mylene, Chat Noir y Ladybug se encargarán de ese villano.

Mylene: -Asustada- ¡Fue horrible, Iván! ¡Todos estaban teniendo relaciones sexuales! ¡Solo espero que nuestros amigos no terminen así!

Iván: Todos salimos corriendo en diferentes direcciones, solo espero que estén bien.

La fuerza e intensidad de la pelea que estaban teniendo afuera los héroes parisinos hacía temblar los artículos de limpieza de esa habitación, incluso una botella de cloro cayó de su anaquel, asustando de sobremanera a la linda Mylene.

Mylene: ¡AY! -gritó y fue a abrazar a su novio- ¡Tengo mucho miedo, Iván!

Iván: -Suspirando- Yo también, cariño, yo también.

Permanecieron juntos y abrazados por largo tiempo hasta que, no se escuchaba nada, dando a entender que la pelea había concluido.

Mylene: Parece que todo terminó.

Iván: Eso parece, mejor vamos a buscar a los chicos.
jueguetes sexuales
Los enamorados salieron del cuarto de limpieza e ingresaron por una de las puertas de ingreso y entraron al piso superior del Hotel Grand París, donde estaban localizadas las mejores suites del lugar.

I: Estábamos llamando a nuestros amigos o a quien sea, no había respuesta.

M: Entramos en habitación por habitación, sin hallarlos, hasta que entramos a una gran suite, muy lujosa.

Iván: Que elegancia la de Francia. ¿De quién podría ser esta habitación?

Mylene: -Señalando a un retrato en la pared- Ahí tienes tu respuesta.

Iván: Con razón.

Ese cuadro y habitación pertenecían a Audrey Bourgeois, claro, era sumamente lujosa, excesivamente lujosa, para suerte de ellos, Audrey no se encontraba en esos momentos en París, ya que estaba en Milán por cuestiones de trabajo, esa es una de las razones por las que Zoé pudo hacer su fiesta, porque de haber estado su madre, no lo hubiera permitido, por lo que pidió permiso a su padrastro, el alcalde Bourgeois, para hacer la fiesta.

Iván: Bueno, no hay nadie, mejor busquemos en otro lado.

Mylene: Espera. -Viendo fijamente- Creo que hay alguien ahí.

Una de las puertas de uno de los clósets de esa habitación estaba entreabierta y de ella parecía sobresalir una pierna, curiosa, Mylene fue a investigar y su novio fue tras de ella.

Mylene: ¿Hola? Somos Mylene e Iván. Ya puedes salir quienquiera que seas. No tengas miedo.

Pero no hubo respuesta.

Cuando llegaron y abrieron ese clóset fue grande su sorpresa.

Mylene: ¡Oh...!

Iván: ¡Dios mío!

Esa "pierna", en realidad era de un muñeco sexual masculino hiperrealista, y cuando alzaron la mirada fue más su sorpresa cuando vieron que dentro del clóset había muchos juguetes de naturaleza sexual como látigos, consoladores, plugs anales, paletas, máscaras, strapons y demás objetos de placer, el paraíso de toda ninfómana.

Resulta que Audrey Bourgeois era una ninfómana de primera clase y de gustos caros, no escatimaba en cuanto a productos sexuales, no solo utilizaba esos juguetes para tener relaciones con su esposo, el alcalde de París, sino que también tenía varios amantes secretos quienes satisfacían sus más pecaminosos deseos carnales.

Ambos adolescentes se llenaron de mucha vergüenza y sorpresa, sus ojos parecían que se les iban a saltar y sus mejillas estaban pintadas de rojo.

I: ¡Carajo! La Sra. Bourgeois es una loca por el sexo, tiene muchas cosas sexuales aquí, mejor me llevo a mi dulce Mylene de aquí antes que sea corrompida por esas pecaminosas cosas.

M: Jamás vi objetos más curiosos que estos, eran atractivos de cierto modo, me llamaron mucho la atención y me sentí como... ¿Excitada? No. No, Mylene. No pienses esas cosas incorrectas.

El pelinegro tomó la mano de su novia con la intención de llevársela de ahí.

Iván: Mejor olvidemos que vimos eso y vamos por los otros.

Mylene: Si, es mejor olvidarlo y ... ¿Qué es eso?

Una gigantesca luz se vio en las afueras del hotel y fue creciendo hasta un punto crítico.

Temerosos, Iván abrazó a su novia, tratando de protegerla de lo que fuera eso, cerrando los ojos y ella hizo lo mismo.

La luz implosionó creando una onda expansiva que se fue en todas las direcciones.

Aquella luz desapareció, al ver que no pasó nada, ambos fueron abriendo lentamente sus ojos.

Iván: ¡Mylene! ¡¿Te encuentras bien?! ¿Te -sus ojos brillaron de color rosa- duele algo?

Mylene: Estoy bien, Iván. ¿Qué -sus ojos brillaron de color rosa- rayos fue eso?

Otra pareja había caído en las garras de la magia de Eros, el deseo carnal empezó a invadir sus vírgenes cuerpos, sus hormonas hacían ebullición y en sus mentes solo pensaban en poseer al otro.

Se acercaron para besarse salvajemente.

Ellos gustaban de darse besos cortos y tiernos, pero hoy sus besos eran lujuriosos, mojados y ardientes. Se sostenían los rostros mutuamente mientras compartían largos besos y sus lenguas no se quedaron atrás, el sonido del intercambio de saliva resonaba por aquella ostentosa habitación.

Tomaban breves descansos para tomar aire, pero volvían a besarse con tremenda pasión al poco tiemро.

Sus cuerpos semidesnudos chocaban entre sí, rozándose piel con piel provocando que la temperatura de sus cuerpos aumentase progresivamente.

Se separaron, sus miradas estaban perdidas, sus bocas jadeantes y sus corazones al límite.

El pelinegro estaba embelesado por la belleza y ternura de su novia, quien vestía un bikini azul que contenía sus grandes atributos femeninos.
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A primera vista, Mylene puede verse físicamente bajita y gordita, pero su figura era más bien contoneada, tenía grandes senos y grandes muslos que decantaban en un gran y suave trasero.

Iván: Mylene, tengo la urgencia de hacerte el amor.

Por su parte, el gran Iván es de alta estatura y complexión incluso se veía amenazante, puede parecer un poco gordo, pero era también poseedor de fuertes músculos y corpulencia, muchos dicen que tiene el cuerpo de un oso, pero con el corazón de un conejito. Y su gran físico fue admirado toda esa tarde por su novia, estaba maravillada de su novio vistiendo solo bermudas negras y su torso totalmente desnudo marcaba sus amplios músculos, capturando mucho la atención de esta, quien incluso sintió en algún punto cierto cosquilleo en sus partes femeninas.

Mylene: -Con voz seductora ¿Y qué estás esperando, mi cielo?

A manera de invitación, la joven misma desprendió su traje de baño, comenzó por retirarse su top y de él rebotaron dos grandes y jugosos senos con dos pezones rosados oscuros totalmente erectos, luego removió su bikini, develando su grande y carnosa vagina, adornada con la presencia leve de varios vellos de color rubio a su alrededor, y como acto final, lanzó su bikini al rostro de su amado quien alcanzó a captar el aroma genital de su novia, enloqueciéndolo más.

Ebrio de lujuria, Iván quedó como en shock el ver completamente desnuda a Mylene hasta que reaccionó al escuchar la invitación de esta y como lo invitaba sensualmente con su dedo índice.

Mylene: Ven aquí, grandote.

Hipnotizado, el muchacho fue hacia su novia quien, por su diferencia de estaturas, optó por iniciar su velada acariciando con sus manos el gran pecho y abdomen de Iván, mientas daba pequeños y tiernos besos en su cuerpo.

Iván: Oohh Mylene.

Fue cuando empezó a sentir una oleada de sensaciones placenteras y más cuando la fémina se concentró en sus pectorales, específicamente en sus tetillas, comenzó besándolas hasta finalmente chuparlas, incluso mordiéndolas ligeramente.

Iván: Uuhh diablos, Mylene. Eres tremenda.

Mylene: Siempre me he sentido atraída por tu enorme y fuerte físico. -manoseando el pecho de este- Espero que sientas lo mismo de mí.

La adolescente pasó sobando sus grandes senos por el pecho y estómago de su novio, el contacto de aquellos pezones duros lo excitaban más, y ya un prominente bulto podía verse en esas bermudas.

Mylene: -Viendo excitada aquel bulto- Me pregunto si tu miembro es tan grande como tú.

Una vez arrodillada, de un jalón retiró el único artículo de ropa que llevaba su novio, y Mylene quedó gratamente sorprendida.

Mylene: -Maravillada- Con razón te dicen el "gran" Iván.

El miembro de Iván era de tamaño más que el promedio para un adolescente, incluso sentía a veces vergüenza de su miembro y lo grande que podía llegar a ser, temiendo que no agrade a su eventual pareja sentimental cuando llegase el momento, pero el día había llegado antes.

Iván: Solo sé que quiero metértelo por cada agujero que tienes, mi amor.

Mylene: Mmm eres un sucio, Iván. -Sonriendo- Podemos arreglarlo, pero luego tu harás algo por mí.

Sin perder tiempo, con su mano empezó a acariciar el miembro de su novio.

Iván: Mmm Mylene...

Aquel pene estaba poco a poco creciendo a medida del aumento de velocidad.

Las rodillas de Iván se sentían como gelatina.

La fémina se relamía constantemente los labios, ansiosa de probar el sabor exquisito del falo de su novio.
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El miembro del pelinegro ya estaba lubricado producto de sus propios jugos, Mylene no pudo resistir más y lo introdujo completamente en su boca.

Iván: ¡Aaaahhhh! -gritó lleno de placer-

Mylene se volvía con el sabor virgen de su novio y que el hecho de que estaba viviendo su primera experiencia sexual, deseos que conscientemente habían sido siempre reprimidos, hoy afloraban.

Su lengua pasaba por todo el tallo de Iván y con su lengua daba lamidas en el glande del chico, quien llegaba a su límite, claro, siendo esta su primera vez y que estaba siendo envuelto por una energía sexual inmensa, producto de la magia del akuma.

Iván: Ooohh Mylene, creo que me voy...

Al ver que su novio estaba a punto de venirse, ella se detuvo, pues tenía otra cosa en mente.

Mylene: Quiero que te vengas, pero no así, sino así.

.Iván quedó perplejo cuando su novia puso su falo entre aquellos grandes y abastecidos senos, a pesar de estar muy lubricado, la chica de cabello multicolor escupió un par de veces en sus senos y en aquel miembro para que fuese más fácil masturbarlo, hasta que empezó a moverlos con la ayuda de sus manos de arriba abajo.

La sensación era indescriptible, tanto que Iván apretaba con fuerza sus dientes y puso sus manos en su cabeza, queriéndose jalar los únicos cabellos que tenía, reacción que fue correspondida por una tierna a la vez que malévola sonrisa de Mylene.

La fricción de aquellas grandes tetas con el sensible falo provocó el colapso de los sentidos de Iván, cuya respiración se fue alterando, dando indicio que llegaría al clímax a lo que Mylene respondió abriendo totalmente su boca y sacando su lengua, haciendo una invitación.

Iván: ¡Aaaahhhh!

Chorros de caliente y espeso semen salieron disparados directamente hacia el rostro de Mylene, mucho de él fue a parar en su boca quien no dudo dos veces, lo saboreó y lo tragó, como si fuera su dulce favorito.

3.Iván, agotado, cayó sentado en el filo de la mullida cama de hotel, su cuerpo ya expelía varias gotas de sudor, pero solo era el comienzo.

Con el semen que no cayó en su boca, Mylene lo tomó con sus dedos y lo chupaba sensualmente o lo masajeaba en sus pechos, como si fuera algún producto de belleza, ella en verdad se estaba volviendo una perversa sexual.

Mylene: Que delicia de leche, mi

cielo. -relamiéndose- Pero te dije que harías algo por mi primero. Quiero que te acuestes y que cierres los ojos. -Lanzando un guiño- Nada de trampas.

Emocionado y excitado, Iván solo obedeció a los mandatos de su amada.

Contoneando su voluptuoso y atractivo cuerpo, Mylene fue hacia el armario donde Audrey Bourgeois guardaba todos sus instrumentos de placer sexual.

La adolescente pervertida se sentía como niño en confitería al tener tantos juguetes a su disposición, por su corrompida imaginación, miles de mórbidos escenarios se presentaban, pero su atención se fijó en un curioso y placentero juguete, de hecho, tomó cuatro objetos más y regresó a la cama.

El sonido de los pasos de Mylene acercándose provocaban emoción y excitación en Iván, al imaginar los posibles deliciosos resultados, provocando que su miembro vuelva a manifestarse, la chica dejó los objetos en el suelo, para que sean sorpresa.

Iván: ¿Qué tienes para mí, mi reina?

Mylene: -Sonriendo- La mejor experiencia de tu vida, ahora deja que mamá se encargue de todo.

La adolescente comenzó por besar apasionadamente a su amado, sus lenguas volvieron a danzar aquel baile lascivo con sus salivas de por medio.

Mylene se separó y se inclinó al suelo, buscando el primer objeto.

Mylene: Que empiecen los juegos.

Iván: -Sonriendo- Oh sii.

La chica de cabello multicolor tomó un plug anal de la colección de Audrey, el plug era de color plateado con una especie de joya rosa en el extremo.
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Provocativamente, Mylene comenzó a lamerlo como si fuera un pene, cosa que excitó más a Iván, al estar ya lubricado, Mylene poco a poco, dolorosa y placenteramente, lo fue introduciendo en su propio culo.

Mylene: Mmm ooohhh siiii. -decía placenteramente.

Con algo de esfuerzo, la chica se lo colocó totalmente, era una sensación espectacular que hasta daba espasmos de placer, luego se dio la vuelta y contoneó su trasero, dándole una vista de primera a su novio.

Iván: -Voz seductora- Pequeña puta, yo también quiero metértelo por ese agujero.

Mylene: Todo a su tiempo, querido. -Inclinándose para tomar otro objeto- Pero debe ser sorpresa.

La adolescente había tomado un antifaz de suave seda para tapar los ojos de Iván, ella se acercó, lo volvió a besar y lo vendó.

Mylene: Tu solo relájate.

Emocionado, Iván solo liberada gemidos o largos suspiros, apenas se podía contener.

Luego, Mylene sacó otro objeto.

Mylene: No te muevas.

Dirigió los brazos de su amado hacia el apoyo de la cama, y con la ayuda de unas esposas de cuero, aprisionó a su novio a la cama, sin la posibilidad de moverse.

Iván no se sintió asustado, más bien, se había excitado aún más.

Iván: Eres una traviesa, Mylene. ¡Ya deseo penetrarte, mierda! -decía enérgico-

Mientras tanto, Mylene se colocaba su último, pero más importante artículo de placer.

Mylene: Créeme que yo también, mi amor.

Lo que había tomado del clóset del sexo de Audrey, era un strapon doble de color piel, el strapon es una especie de pequeño arnés con un consolador o pene de goma usado generalmente por las parejas lesbianas o por aquellas parejas que gustan del cambio de roles, este era el caso de Mylene, su fantasía constaba que cambiasen de roles y fuese ella quien penetrase a Iván.

Aquel strapon tenía correas de cuero negro, en el exterior tenía un consolador de tamaño real de un pene y por dentro tenía otro consolador, un poco más pequeño, para dar placer también a la portadora.

Previamente colocó un poco de lubricante de una botellita que estaba donde reposaban los otros artilugios sexuales.

Mylene había introducido el pequeño consolador en ella, se sentía tan delicioso, pero era hora de tantear el terreno primero.

Una vez en la cama, Mylene separó las piernas de Iván, pero no fue a propinarle una mamada, sino optó por irse más abajo.

Comenzó besando el miembro de Iván, luego fue por sus testículos y finalmente en el culo del joven, besándolo y finalmente lamerlo.

Iván: ¡Diablos siii! -gritaba alegre-

Mylene lo lamía con ferocidad, inclusive metiendo su lengua dentro. Ella le practicaba el tan conocido "beso negro", una total delicia degenerada.

.El sabor del interior de Iván volvía loca a Mylene, su cuerpo se convulsionaba sin parar de la sensación, el joven había descubierto el placer que se puede sentir por detrás.

Su miembro estaba temblando, causado por las fuertes palpitaciones de su corazón, la chica se daba placer degustando el culo de su novio.

Este ya estaba dilatado y palpitando, así como muy lubricado. Mylene dio un rápido respiro de aquel aroma lascivo cargado de sexo y supo que estaba listo.

Mylene: Si eso te encantó, -posicionándose- no podrás con esto.

Sin advertencia alguna, ni decir algún preámbulo, Mylene ingresó aquel consolador color piel dentro del ano de su novio.

Un grito seco retumbó por todos los rincones, grito que se perdió con los demás gemidos audibles que daban sus propios compañeros con sus parejas en las diferentes habitaciones del hotel en esos precisos momentos.

El consolador asemejaba a un miembro viril real, con su curvatura, la forma del glande hasta el realce de las venas.
Iván y Mylene
Una explosión de sensaciones estalló dentro de Iván, era una combinación extraña entre vergüenza, placer, misterio, entre tantos otros, pero estábamos claro que lo estaba disfrutando, recordemos que el efecto de la magia de Eros provocaba que las inhibiciones sean desconectadas.

Iván: ¡Aaaahhhh! ¡Mylene! -gritaba álgido y sin control-

La adolescente sonreía gozosamente mientras veía como su novio se retorcía de placer al estar siendo penetrado por ella.

El verlo atado, vendado y gimiendo incontrolablemente satisfacía enormemente a Mylene.

Mylene: ¡Siii! ¡Siéntelo, bebé! -decía relamiéndose-

La adrenalina fluía libremente por los cuerpos de ambos jóvenes, tanto que la pequeña Mylene pudo levantar una de las pesadas piernas de Iván y colocársela en su hombro, mientras lo seguía penetrando a fondo, así con su mano disponible masturbaba su miembro erecto.

Los jugos de Iván sumados al lubricante producían un sonido pegajoso excitante, lentamente perdían sus sentidos.

Ivan: ¡Más! ¡Más! ¡MAAAASSS!
-gritaba-

Mylene, con todas sus fuerzas, incrementó la velocidad de sus caderas, haciendo que su strapon ingrese varias y placenteras veces en el ano de su novio.

Iván: ¡Ya no puedo más! ¡Creo que voy a...! ¡Ooouhhhh!

Del falo de Iván cual, si fuera un geiser en erupción, todo su semen salió disparado en dirección arriba, desparramándose por todas partes de la cama o sobre ellos, y Mylene sacó su lengua esperando atrapar algo de ese delicioso líquido, que por suerte lo logró.

Agotada de tan tremendo esfuerzo, la chica descansa su cabeza de costado en el abdomen de su amado y, pervertidamente, lame los restos de semen que pudo encontrar.

Ambos estaban sudados y extenuados.

Mylene: Mi amor, lo manejaste muy bien.

Iván: -Agitado- Fue...fue...tan...tan...magnífico.

La fémina se retiró las correas de cuero y lanzó lejos el strapon que chorreaba varios líquidos, trepó hacia el rostro de su novio y le retiró el antifaz.

Sus ojos se volvieron a encontrar, volviendo a compartir un cálido y suave beso francés.

Mylene: Como has sido tan buen chico, te voy a recompensar. -besándolo-

La chica se dio la vuelta dando una espectacular vista de frente de su trasero y su llamativo plug anal, meneándolo para su novio.

Mylene: Como yo te lo di, -relamiéndose- tú me lo puedes dar ahora.

Lentamente, la chica de cabello multicolor fue retirando aquel plug de su trasero y mientras lo hacía liberaba varios gemidos placenteros hasta quitárselo por completo, su trasero estaba totalmente dilatado y colorado.

Iván: Quiero probarlo.

Mylene retrocedió hasta poner su trasero a la altura del rostro de Iván quien, aún maniatado con las esposas, no pudo resistir más y comenzó a devorar la vagina y ano de su novia.

Mylene: ¡Ooohhh! -gritaba ensalivadamente-

Pero el gran chico fijó sus lamidas y succiones en el trasero de la chica.

Extasiada, con un poco de esfuerzo, Mylene empezó a succionar el miembro de Iván con mucha pasión; poco a poco esa carne suave fue endureciéndose a su tope de nuevo.

Estaban gozando el estar acomodados en la posición del 69, comiendo compulsivamente sus sexos.

Ahora ya lubricada, Mylene se puso sobre Iván, posicionando el miembro de este directamente en su trasero, ansiaba mucho tener sexo anal.

Mylene: -Metiéndoselo- Mmm oohhh me vas...aaahh...me vas a quebrar.

Iván: Ooouhhh...estás...uuhhh...tan apretada en tu culo, mi amor.
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El trasero de Mylene fue cediendo, con dolor y placer, el falo de Iván se incrustó completamente dentro de ella.

La chica aulló con fiereza al sentir al rojo vivo la inserción de aquel gran miembro dentro de su trasero, su boca expedía saliva a montones, sus ojos estaban blancos como poseídos.

Mylene: ¡¡¡AAAAAAHHHH!!!

Conducidos por la lujuria, ambos comenzaron a mover con velocidad sus caderas.

Iván sentía que su miembro se iba a romper, ahogarse de tanta presión y estrechez, mientras que Mylene sentía sus entrañas hervir y estallar.

Ambos sentían dolor disfrazado de placer y así continuaron amándose, penetrándose, enamorándose.

¿Cómo pueden dos personas tímidas y algo introvertidas ser unos totales pervertidos?

Su amor era tan grande como sus perversiones, su deseo tan grande como su cariño.

Como reza un viejo dicho: "caras vemos, corazones no sabemos".

Iván sentía que su miembro se iba a romper, ahogarse de tanta presión y estrechez, mientras que Mylene sentía sus entrañas hervir y estallar.

Ambos sentían dolor disfrazado de placer y así continuaron amándose, penetrándose, enamorándose.

¿Cómo pueden dos personas tímidas y algo introvertidas ser unos totales pervertidos?

Su amor era tan grande como sus perversiones, su deseo tan grande como su cariño.

Como reza un viejo dicho: "caras vemos, corazones no sabemos".

Ellos continuarían con su sesión amatoria fuera de lo normal y fuera de control.
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