Tras haber huido de la azotea del hotel, Alya, Nino, Chloé, Luka y Zoé escaparon juntos por las escaleras.
Chloé había fingido estar lesionada para que Luka la cargase con sus fornidos brazos, esto claramente molestó a su media hermana.
En el camino de bajar las escaleras, Nino recién se dio cuenta que faltaba alguien más, su mejor amigo.
Nino: Aguarden... ¿Y Adrien?
Todos regresaron a ver sin pistas del rubio.
Alya: Mierda. ¿A dónde se fue?
Nino: ¿Crees que fue alcanzado por una de esas flechas de sexo?
Alya: Espero que no. -Murmurando- Pero en caso de que sí, espero que Mari haya aprovechado la situación jeje -reía por lo bajo-
Nino: ¿Qué dijiste, Alya?
Alya: -Nerviosa- Jeje nada. Que es mejor ocultarnos hasta que Ladybug y Chat Noir puedan vencerlo.
La castaña veía compulsivamente la pantalla de su celular, esperando alguna notificación de su mejor amiga.
A: Esperaba que Marinette me avisara algo para ir a ayudarla o que apareciera con mi miraculous para ayudarla a vencer a este villano.
Desde que la azabache confesó ser la heroína de París, Alya ha contribuido más con su alter ego de Rena Rouge para combatir a Shadow Moth, en verdad ha resultado ser una aliada importante.
El sonido de la batalla sonaba cada vez más fuerte, que las ondas expansivas de los golpes se escuchaban hasta allí.
Zoé: ¡Debemos buscar un mejor refugio! -dijo algo alarmada-
Los adolescentes corrieron hasta una puerta grande y pesada que accedía a uno de los tantos pisos de aquel hotel, una vez allí buscaron una habitación o cuarto donde refugiarse, pero en ese momento, un pedazo de techo cayó, producto de una explosión del fragor de la batalla que se desarrollaba en los exteriores del hotel, asustados, fueran en diferentes direcciones buscando un refugio rápidamente.
Alya y Nino entraron a una habitación, mientras que Luka, Zoé y Chloé fueron a parar en la misma habitación de la rubia malcriada.
Alya: Eso estuvo muy cerca.
Nino: Si. -Viendo sus alrededores- Genial, ahora nos separamos de ellos, lo mejor será buscarlos y reunirnos.
Alya: Si, sería lo mejor...espera... -viendo fijamente la ventana- ¿Qué es esa luz?
N: Una gran luz se podía divisar en las afueras del hotel, esta se expandía y brillaba con más fuerza a cada segundo.
Alya: No me gusta como se ve eso.
Nino: A mí tampoco.
Alya: ¡¡¡Nino!!!
Niño: ¡Alya!
Sin saber que pasaría, los novios se dieron un gran abrazo, temiendo que es lo que iba a pasar.
Una gran explosión blanca alumbró el hotel y una onda expansiva recorrió todas las direcciones.
Parte de aquel destello de luz había ingresado en los cuerpos de Nino y Alya.
Al desvanecerse por completo la luz, Nino y Alya seguían abrazados, con los ojos cerrados.
Nino: ¿Estás bien, nena?
Alya: Si, no me pasó nada. ¿A ti?
Nino: Nada.
Poco a poco fueron abriendo sus ojos.
Nino y Alya: Que bueno que...
Al encontrarse sus ojos frente a frente, un tenue brillo rosa se había impregnado en sus ojos.
Habían caído bajo el efecto, mejor dicho, bajo el encantamiento de Eros.
Sus inhibiciones habían desaparecido.
Su raciocinio estaba bloqueado.
Eran dos seres de deseo y carnalidad pura.
Alya: Jamás te había visto tan hermoso, mi amor.
Nino: Y yo te que te vieras tan deliciosa. -agarrando el trasero de su novia-
Alya: Eres un pervertido, Nino Lahiffe.
Nino: -Acercando sus caderas a las de su novia- Porque tú me pones así.
El moreno empezó a mover sus caderas, más específicamente, su miembro en la entrepierna de su novia, quien también comenzó a moverse a su ritmo, chocando sus genitales entre ellos.
Alya: Veo que ese "palo" está creciendo más y más.
Nino: Es porque está listo para penetrarte -agarrando la boca de Alya- y hacerte gemir como la dulce putita que eres, Alya Césaire.
El hechizo de Eros provocaba que las personas saquen a relucir sus instintos sexuales tal como son.
Nino era alguien que le gustaba tomar el control, ser un amo por así decirlo, y Alya, bueno, descubriremos en poco que gusto sexual era de su predilección.
Nino atrajo violentamente hacia sus labios para besarla con rudeza, ella simplemente se dejó llevar.
Sus lenguas chocaban con grandes cargas de saliva, sus besos eran largos, mojados y obscenos.
Alya gustaba al final de cada beso, morder la lengua y labio inferior de su novio, y Nino respondía sobando el trasero suave de su novia, metiendo sus manos dentro del traje de baño de ella para tocarlos y masajearlos mejor.
Sus besos eran tan fuertes, que literalmente se estaban comiendo vivos, devorándose.
Dejaron de besarse para recuperar aire, mientras un hilo de saliva aun unía sus bocas lujuriosas.
Alya y Nino: Te deseo tanto. -dijeron ebrios de deseo-
Alya fue hacia Nino y comenzó a besar su cuello, con largos y profusos besos, terminando en pequeñas mordidas en el cuello.
Nino: Mmm nena, así me gusta.
La castaña fue bajando, besando y manoseando el pecho de su amado, hasta que se detuvo en las tetillas de este, que los succionaba y mordía, esta dureza le gustaba mucho a Nino.
Nino: Estás loquita, mi dulce zorrita.
Alya: Todo lo mejor, -agarrando el miembro de Nino- para mi macho.
Alya continuó bajando por el abdomen de Nino, lo siguió besando hasta que finalmente quedó de rodillas frente a él.
En su traje de baño ya se podía apreciar que el pene de Nino estaba rogando por salir.
Alya: -Acariciando aquel falo con su cara, como si fuera una gatita en celo- Tu amiguito ya quiere salir.
Nino: ¿Por qué no le das la bienvenida? -alzando la ceja-
Alya: De hecho, tengo una mejor idea.
Alya se levantó y tomó su celular, accediendo hacia su Ladyblog e inició una transmisión en vivo, volvió a arrodillarse y le entregó su celular a Nino, quien correctamente intuyó que quería hacer su novia.
Alya: -Viendo a la cámara- Hola, mis queridos ladybloggers y pajeros. Aquí su chica Alya con la exclusiva del maravilloso pene de mi novio.
Alya era en secreto una voyerista, le gustaba ser observada, al menos, cuando se masturbaba tenía una que otra fantasía ver como la penetraban o tener relaciones en vivo y estar grabando, hoy era su día de suerte, ya que podría cumplir su deseo oscuro.
De un jalón, Alya removió las bermudas de su novio, develando su pene.
Alya: Sagrado azul.
El miembro de Nino era algo grande, más allá del promedio, estaba circundado, por lo que daba la apariencia también de ser más grande y de su punta ya chorreaban pequeñas gotas de delicioso lubricante.
Con su mano, Alya tomó el miembro de su novio, quien seguía grabando, y lo golpeó repetidamente en su mejilla.
Alya: Que delicia, son los genes africanos de mi novio y esto es todo para mí.
Nino: Todo sola para mi perrita favorita. Ahora quiero que lo metas en tu sucia boca.
Alya: Sí, amo.
La castaña empezó dando pequeños besos en la punta.
Nino: Uuufff siii.
Se dio una última relamida y fue ingresando aquel falo dentro de su mojada boca.
Nino: Alyaaa siii.
Alya fue mamando constantemente aquel miembro viril, Nino se sentía en el paraíso, la morena no dejaba de ver hacia la cámara, quería asegurarse de que todos la vieran devorando a su novio.
Nino: Uuuhhh eso. ¡Mírame! ¡Mírame a los ojos mientras me la chupas!
Nino movía la cámara torpemente, las sendas succionadas que le propinaba su novia hacían temblar todo su cuerpo, como si sensaciones eléctricas lo recorriesen de pies a cabeza.
A la vez que succionada su falo y movía su lengua alrededor del sensible glande del moreno, Alya con su otra mano masajeaba y apretaba los testículos poco velludos de este.
Nino: Mmm uuaaahhh sabía que eras una zorrita, pero uuuhhh no tanto. -acariciando el cabello de la castaña-
Las fantasías pervertidas de Alya estaban saliendo a flote, se metía aquel pene hasta el fondo de su garganta como si de un dulce se tratase y hasta hacia gárgaras, aquel sonido tan obsceno los encendía más a ambos.
Nino: ¡Vean todos! -gritó- ¡Esta perra y su culo es solo para mí!
Unos segundos pasaron, y Nino estaba a punto de venirse, estaba en su límite.
Nino: Ohhh nena, estoy...ahhh...a punto de venirme.
Alya: Perfecto. Quiero que todos lo vean.
Alya sacó el miembro de su boca, más continuó masturbándolo mientras que puso su boca en una posición muy abierta, extendiendo toda su lengua por fuera, rogando por la leche caliente de su novio.
Nino: Ooohh nena ooohhh siii.
Alya: -Relamiéndose- Aquí viene.
Del miembro del castaño, salen grandes cantidades de líquido viscoso blanco que su novia recepta con alegría; sus incontrolables chorros caen por toda la cara de Alya, en su cabello, lentes, nariz y boca, y todo quedó grabado en video.
Con sus dedos, recoge todo el semen de su cara y los chupa sensualmente con su boca y lengua.
Alya: Parecías un volcán en erupción, amor.
Nino: Uuufff nena, eres la mejor, déjame grabar esta parte.
En la lengua de Alya descansaba mucho semen de Nino y lo presumía hacia la cámara cual, si fuera una estrella porno, para luego tragarse cada gramo de esa delicia.
Alya: Tu sabrosa leche sabe dulce, Nino. Me encantó.
Nino: Ahora quiero probarte a ti.
El adolescente levantó a su amada y la llevó hacia la cama, en el pequeño nochero de junto, acomodó el celular para que siguiera grabando su sesión sexual.
Una vez acostada, Alya se quitó su traje de baño, quedando totalmente desnuda, pechos grandes y perfectos, una vagina jugosa y con pequeños vellos, era la representación perfecta de la carnalidad.
Nino fue en dirección a la cama, allí ya Alya la estaba esperando con las piernas abiertas, con sus dedos abriendo su deliciosa y fogosa vagina, mostrando su rosado y carnoso interior, la cual estaba chorreando de deseo y cayendo algunas gotas por sus grandes muslos hasta caer en las sábanas de aquella cama.
Con su dedo índice, invitaba a su semental a continuar la velada.
Alya: Ven, Nino.
Evitando las formalidades románticas, Nino fue directamente hacia la femineidad de Alya y lamía cada centímetro de sus jugos y carne prohibida.
Alya: Aaahhhh, maldita seaaa uuhhh que ricooo.
Se retorcía del placer del que era víctima.
Los lengüetazos venían acompañados de pequeños besos e incluso se atrevió a introducir dos dedos dentro de ella, masturbándola en el acto.
Alya: Ohh sii, Ohh sii. -gritaba extasiada-
La morena, con sus grandes muslos, encerró la cabeza de Nino, sin permitirle moverse, asegurándose de que no parase por nada.
El placer era indescriptible.
Alya: ¡Me corroooo!
Varios chorros de deliciosos jugos femeninos empaparon el rostro de Nino, quien solo relamía su lengua alrededor de sus labios, saboreándolo todo, luego se acercó hacia las piernas y labios de Alya, sorbiendo aquellos jugos de perdición.
Nino: Tú también sabes a gloria, mi amor.
Era hora de la fornicación.
Nino se posicionó sobre su amada, quien entrecruzó las piernas por el trasero de este, aprisionándolo, sin permitirle escapar.
Nino: Quiero escucharte gemir.
Alya: Solo dámelo, papi.
El moreno insertó completamente su miembro dentro del cálido interior de la joven.
Alya: ¡Aaaahhh! Mi Dios.
Las penetradas fueron aumentando de ritmo a la vez que pequeños hilos de sangre se desprendían del interior de Alya, dando fin a su estado de virgen.
Alya: Síii, ooohh síii.
Nino: Uhhh oohh quiero que digas mi nombre. -abofeteándola-
Alya: ¡Sí, Ninooo, sí!
Nino: -Abofeteándola- ¡Di que eres una sucia puta! ¡Uuuhhh!
Alya: Oohhh Ninoooo uuhh soy tu ooohhh ¡SUCIA PUTA!
Nino: ¡Aahhhuu! ¡Ahora gime más duro!
Las penetraciones se volvían más violentas, las mejillas de Alya ya estaban de color carmesí de recibir tanto castigo físico, castigo que estaba disfrutando placenteramente.
Alya: ¡CÓGEME, MIERDAAA! Aaahhhh ¡PENETRAME CON TU RICO PENE, NINO! Aaahhhh ¡QUIERO QUE ME AHORQUES!
Nino: Uuuuhaaa. ¡SI, AMOOOR!
El adolescente colocó sus manos sobre el cuello suave de su novia y la fue asfixiando con cuidado, apretaba sus dedos hasta privarla de oxígeno y aumentaba progresivamente los golpeteos dentro de su hambrienta vagina.
La adrenalina en ambos jóvenes estaba al máximo, su placer en su ápice.
Nino: ¡No puedo uuhhh resistir más! -quitando sus manos del cuello de Alya-
Alya: ¡Aaahhh! -desprendiendo un grito orgásmico seco-
Nino descargó toda su carga hirviente de semen dentro de Alya, quien se contorsionaba, sintiendo como miles de corrientes eléctricas recorrían su cuerpo. pero su velada estaba lejos de concluir.
Ellos seguirían desaforando sus deseos sexuales, no estaban dispuestos a parar, solo querían fundirse el uno con el otro.
Nino: ¡Te amo, mi dulce zorrita!
Alya: ¡Y yo te amo a ti, mi amado ninfómano!
Las penetraciones continuaron, pero fue cuando los novios se fundieron en otro beso de amor y lujuria.
Ahora nos reuniéremos con otra pareja, un par de amigas que se aman locamente, y que hoy sacaran a la luz sus más pérfidos deseos lujuriosos, en lo que podríamos describir como una hada hace el amor con una demonio.
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