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Alina VI

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Aunque no lo crean, las referencias son importantes...

Cómo la adquisición de otras historias o relatos.

Si bien, el contenido en venta de relatos es fiel a lo aquí publicado, tiene un tratamiento más completo y profundo. Cómo así también, tiempo de trabajo y dedicación.

Tengo muchas solicitudes pendientes de usuarios con nombres extraños y sin fotos. Normalmente no acepto de ese tipo, salvo que demuestren que son usuarios reales...

Saludos y gracias!!

PD: El nombre original de esta historia es "ALINA", así que a la brevedad, se devolveré. El otro era sólo con el fin de captar de inmediato la atención del público.


Capítulo 6



Como que no entendí, en un principio lo que dijo…
Por eso, le pregunté qué quiso decir.
A decir verdad, fue algo inesperada esa propuesta.
Pero conforme pasaban los segundos, la fui entendiendo, pese a que Alina me la confirmó.
-Eso… Que si queres, podemos probar con alguna foto…
Nunca me había sentido tan en bolas en mi vida.
Creo que, incluso, un sudor frío me recorría la cien. Las dos…
O sea que… Debajo de esa bata estaba en…
Dios…
¿Cómo? Ja…
No, no puede ser posible esto.
Desde ya que en el hipotético es fuerte, obvio, pero llevarla a cabo verdaderamente, es algo totalmente distinto…
-Pero… ¿Ahora?
-Sabes que no hay tiempo que perder…
Tragué saliva.
¿Iba a posar para que la capture?
¿Yo?
¿Ahora?
-Pero…- Dudé.
Era muy heavy hacer algo como eso…
Entendía la necesidad, pero verla entangada, sacando orto…
Es mi hermana…
No era prudente.
-No empieces con esas gomadas ¿queres? Jaja…
¿Gomadas?
¿Así lo veía?
-Alina…
-Ya te dije que no me molesta que me veas así…
-Igual…
-¿Qué tiene? Ya con lo que viste hoy…
-Lo que intenté no ver, querrás decir…
Se rió con naturalidad.
Al parecer, se la notaba muy convincente en sus palabras. Y también en sus gestos.
-Igual, tonto… ¿Me notaste incómoda o algo?
La miré.
-No… Vos no jaja
Se me quedó viendo.
Esa mirada que ponía…
Uff…
Le podías entregar todo con tan sólo unos segundos de esa atención.
-Dale, bobi jaja… No pasa nada…
Suspiré profundamente.
-Si queres, te puedo explicar cómo sacar algunas fotos… O qué ángulos son mejores…
Hizo una cara de “¿Posta?”.
-Y sí jaja… Después te la sacas vos…
-¿Me estás jodiendo? Jaja… No sirve así…
-¿Por?
-Porque no… Es más difícil… Si vos sabes…
-Jaja… Pero, Ali ¿No crees que es demasiado eso?
-Ya te dije que confío en vos… Y no me molesta…. No te lo voy a repetir otra vez…- Exclamó, tentada.
Creo que ya estaba sentenciado a hacerlo…
Parecía no haber otra.
Bueno, tal vez no funcionaba y desistía de esa manera.
-Ok…
-¿Sí?
-Sí, está bien… No me queda otra ¿no?
-No jaja… Gracias, bobo…- Expresó sonriendo y acariciándome la pierna.
-Lo que hace uno por su hermanita…
-Jaja ¡total!
-Cuando te compre un auto hablamos…
Me hizo reír.
¿Comprarme un auto?
¿Tanta fé se tenía?
Bueno, siendo sincero, no tendría por qué pensar de otra manera. Si era divina…
-Jaja mirá vos… Viviendo de vos…
-Jaja no es así… Sin tu talento… No sería posible…
La miré.
-¿De verdad pensas eso?
-Sí… Vi tu trabajo… Sos muy bueno…
Sonreí de costado.
-No te pongas colorado ahora… Todavía no…
-Ufff…
-Jodita, jodita jeje…
Ya estaba re contra colorado.
¿Qué le iba a hacer?
-Me vas a matar un día…
-Sos el mejor… ¿Arrancamos?.- Expresó para hacerme sentir una punzada.
-Jaja… ¿Entonces es ya, ya?
-Sí, mamá ya se durmió…
-Ok…
Azul me puse.
Pero para mi consuelo, Alina también.
Noté cierto rubor en su rostro.
Aún así, hizo el ademán para levantarse y quitarse la bata.
Casi me desmayo…
-Pará, pará…
-¿Qué?.- Se detuvo con con sus manos en el pliegue de la bata.
-Primero, necesitas una buena foto de tu cara… Es el anzuelo perfecto…
-Es verdad…
-Claro… Lo primero que llama es tu rostro…
-Tenes razón jaja… Primero me sacas una buena foto de mi carita…- Exclamó agarrándose los cachetes.
-Jaja… Hay una… Que te saqué yo ¿te acordas?
-Mmm ¿Cuándo?
-Un día que estábamos merendando
-¡Ahhh! ¡Sí!
-Esa… Saliste hermosa, mal…
-¿Sí?.- Preguntó tímida.
-Olvidate… El que vea esa foto…
Me miró.
-¿Qué?
Suspiré.
-Quiero decir… Va a querer saber más de vos…
-Jeje
-Blue hope…
Se mordió.
-Tarado… A ver…
Buscó la imágen en su celular.
Era bastante reciente, así que no le costó demasiado.
-Acá está… Sep…
-A ver…
Me mostró la foto.
En efecto, era esa…


Alina VI


Muy hermosa había salido. Demasiado, me atrevería a decir.
Tragué saliva.
-Sí, esa…
-Me encantó esta… Tendría que ponerla ya, de perfil de Insta…
-Jaja…
-Entonces, ¿primero subo ésta?
-Yo diría…
Me observó.
A decir verdad, no podía creer que estuviéramos hablando de esto.
No, finalmente…
-Oki…
Me pasé la mano por la cara.
Parecía mentira que estaba asesorando a mi hermana sobre cómo debía exhibirse…
Era, cuánto menos, raro.
Pero si se trataba de su deseo ¿quién era yo para oponerme?
-Se van a babear jaja
Me miró.
Cuando giró su cabeza hacia mí, una ráfaga de su perfume me pegó como el zonda.
Uff…
Qué rico, pensé.
-¿Vos crees?
Tragué saliva, mientras me clavaba su mirada de manera letal.
-Seguro…- Respondí, mirando hacia adelante.
A decir verdad, por momentos me intimidaba.
Me sonrió…
Pero no fue una sonrisa más. Creo que le gustó mucho que se lo dijera.
-Andá preparando la cámara…
Uff…
Otra punzada fatal en el pecho.
Cada vez que hacía mención a lo que íbamos a realizar, se me daba vuelta todo. Y claro, se venía…
Por más que mi cabeza maquinaba y maquinaba, no era realmente consciente de lo que iba a ocurrir.
¿Cómo serlo?
Sin emitir palabra y casi sudando, me levanté de mi lugar y fui hacia el rincón de la habitación, dónde tenía alojado casi todo mi equipo de fotografía.
No sólo contaba con un trípode y una cámara de gran resolución si no que, además, tenía un pequeño reflector que gané en un sorteo en el trabajo.
Muchas veces me ha tocado ir a algún que otro partido por la noche y se hacía necesario contar con todo lo necesario para las entrevistas. Mucho más, si debía capturar alguna fachada o infraestructura.
Mientras preparaba todo, Alina me hablaba. Creo que intentaba dejar mi nerviosismo atrás, je. Yo, de espaldas, le respondía pero eso no era óbice para que mi inquietud no se fuera a las nubes.
-Mi fotógrafo personal jeje…- Oí que exclamó, entre risas al mismo tiempo que yo calzaba la cámara en el trípode.
-Mejor callate, je…
-Ay, cierto que se pone nerviosito él…
-Dios…
Me agaché para conectar el reflector, ya que era más que seguro que no tuviera carga.
-Posta, gordo… Tranqui…
-Yo estoy tranqui jaja
Conecté y me levanté para encender la cámara.
-Seeee… Se nota jaja…- Respondió con gracia.
Yo seguía preparando el equipo.
Siempre me destaqué por buscar el mejor resultado, ya fuera en una entrevista o en una fotografía. No había chance de que hiciera algo a medias. Y era por eso que también me preocupaba tener que fotografiar a Alina en paños menores.
-No me pongas más nervioso jaja
-Dejame divertirme también…
Bueno, creo que ya estaba todo listo.
Sólo quedaba buscar la forma en la que la iba a capturar. Por ello, me di vuelta para preguntarle cómo prefería la foto.
-¿Y cómo…?.- Le pregunté girándome, pero mi voz se desvaneció de inmediato.
Jamás esperé lo que me iba a encontrar. Jamás…
Alina estaba recostada en mi cama, con una pose ya determinada.
Casi me caigo de culo…
Y sí, fue totalmente inesperado.
Posando con ropa de lencería especialmente elegida, me exhibió su espalda. Pero no solo eso, desde ya que no.
Su cola, entangada, a causa de la diminuta prenda inferior, se me clavó en la mente como una estaca.
Ahora sí, estaba viendo a Alina, mi hermana, en ropa interior.
Mi primera reacción fue la más básica, supongo. Un cosquilleo en mi parte más baja. Pero la segunda, inmediata, fue correr la vista. Aunque, por supuesto, eso no hizo que no captara toda la imagen a la perfección.
Ese culo se mostraba casi completo, mientras ella se apoyaba de costado sobre las sábanas.
Esa forma de corazón.
Me quedé como un idiota con la cámara en una mano y el reflector en la otra, observando la puerta de la habitación.
Incluso, podía escuchar los latidos de mi corazón…
-Dale, goma… Si no ves no sirve jaja…- Se rió, tentada.
-Perdón, no me lo esperaba.- Contesté sin voltear.
-Estás todo rojito.. Qué tierno jeje…-
-No te rías, boluda jaja… No es fácil…
-¿Te dije que te adoro? Sos lo más…
Eso no ayudaba demasiado…
Si supiera la fuerza que estaba haciendo para…
Uff…
-Ya te dije, Joa… No me molesta que me mires…
-Ok…- Tragué saliva.
Respiré profundo y lentamente, volví a girar hacia ella.
¡Madre mía!
Un pequeño dolor en el pecho vino a mí.
Otra vez ese culazo entangado frente a mis ojos.
¿Cómo hacía ahora?
En verdad era una situación intimidante. Para colmo, ella se reía como si nada. Lo que hacía que se viera más hermosa de lo que es aún.
Terrible…
No podía fijar más de un segundo la mirada en ella.
-¿Estoy bien así?
Me relamía, revoleaba los ojos.
En verdad me costaba concentrarme.
-Jeje ¡Qué tierno que sos!
No podía decirle que mi primera reacción instintiva fue tener una erección por ese pedazo de cola de la que era portadora.
Aunque tampoco podía hacerle entender, que era muy costoso poder sobrellevar la situación.
Movía la cabeza, tronaba el cuello.
Quería morir…
-¡Hey!.- Me dijo con onda
-¿Qué?
-¿Estoy bien así? Enfocate…
Miré directo a su cola, con su vista en mí.
¡No!
¿Cómo le voy a mirar el orto?
Me va a matar…
La vi a ella, sudando como loco ya.
-No pasa nada, goma…- Exclamó mordiéndose.
Ufff…
¿Por qué tan dulce conmigo?
Era su rostro, divino y su cola, monumental, comiendo trapo a más no poder.
Suspiré.
No me quedaba otra. Tenía que hacerlo…
-Entonces… ¿Qué hago?.- Me preguntó, tirándose el pelo a un costado y con mucho convencimiento.
-Em… Apoyá ese brazo en la almohada y flexioná esa pierna un poco.- Le respondí todo rojo, pero intentando poner el pecho a la situación.
La sonrisa que emitió su rostro fue memorable. Al menos para mí. No voy a olvidar ese gesto de admiración y complicidad que hizo.
Claro, mis ojos fueron a su culo otra vez, ya que se veía todavía más sugestivo que antes.
Tremendo.
-¿Así?
-Mirá hacia adelante… Eso… Bien…
Tenía una hembra de aquellas frente a mí…
Le apunté con la luz del reflector y busqué la mejor posición para capturarla.
Por otra parte, rogaba que Alina no mirase mi entrepierna, porque estaba completamente seguro de que se notaba mi erección. De hecho, sentía la verga dura y doblada bajo la ropa.
Una tortura…
Pero la vi… La vi…
Ese instante en que todo está alineado y perfecto para presionar el botón.
El ángulo, la iluminación, todo…
El momento perfecto para inmortalizarla…
-Quieta… Así…
Respiré profundo y miré cómo su cola salía tremendamente. Grande, exuberante.
Sí…
Le estaba viendo el culo a mi hermana. Pero era hermoso y no había forma de que pensara lo contrario.
El destello se hizo ver…
Estimo que desde la calle se habrá visto el flash de la cámara.
Cerré los ojos y contemplé el resultado.
Cuando vi la imagen, solo me salió sonreír.
-¿Quedó?
Más rojo que nunca, me acerqué a la cama, sin mirarla, obvio.
Me senté en el borde, como observando mi obra.
Envuelto en un nerviosismo de aquellos, le mostré.
Ella, casi de cuclillas, a mi lado, estiró su mano para tomar la cámara.
De refilón miré cómo le rebotaron las gomas y las estrelló contra mi pecho.
Volví a tragar saliva, aunque esta vez, se pudo escuchar cuando el mar de baba atravesó mi garganta.
-¡Boludo!.- Gritó, pero en voz baja
-¿Qué decís?
Su sonrisa se hizo ver a la perfección. No lo podía creer.
-Es genial… ¿Viste?.- Y me mostró nuevamente.
Claro, si la había sacado yo, je.


hermosa


Era una muy buena foto, lo admito.
Ella estaba buena, je.
No podía creer lo que acababa de hacer.
La bata había quedado a su lado, sobre la cama. Parecía no importarle estar en lencería frente a mí. Bueno, a mi lado, quiero decir, chocando con su piel.
-¿Ves lo que te digo?
-¿Qué?
-Tenes un talento único… ¿Quién saca una foto así a la primera? Sos un genio…
-Jaja…
-De verdad te digo… Es una re foto, nene….
El calor que sentía en la cara no bajaba. Es más, seguía subiendo.
-Bueno, gracias…
-¡Me encanta!
La miré.
Ella hizo lo mismo, con una complicidad que me había temblar.
Creo que estaba algo ruborizada también, pero dado que yo era un tomate viviente, no podía hacerme el vivo tampoco.
-¡Saquemos otra!
-Jaja no… Por hoy ya está…
-No, dale, tonto… Es muy buena…
-Subí esa jaja
-¿Tanta vergüenza te da?.- Me preguntó.
No sé por qué, pero mis ojos bajaron a sus tetas, apretadas por el corpiño.
Dios…
¡Otra vez me traicionaba el inconsciente!
¿Puedo ser tan imbécil?
¿Justo a su lado la voy a mirar así?
Pero Alina, muy lejos estuvo de ofenderse.
Sólo me miraba, medio con ganas de reírse, esperando que le responda.
-Ssss… Sí… Me da vergüenza, Ali… Estás en pelotas…
-Jeje… Lo sé…
Se rió mordiéndose.
-¿Ves? Jaja es cualquiera…
-Te vas a tener que acostumbrar, eh… Porque ahora estoy más convencida, luego de ver la foto que sacaste…
La miré como diciendo “no seas hija de mil”.
-Lo siento, chiquito… Somos socios ya…
¿Socios? Ja
¿Qué dice?
-¿Ah, sí?
-Olvidate…
Me pasé la mano por la cara.
-Tampoco te hagas…
-¿Eh?
-No digas que es una tortura verme en ropa interior, tampoco che…
-No dije eso…
-Ah, entonces, te gusto… Na, mentira…- Exclamó para dejarme blanco.
-¿Eh? ¿Qué decís, boba?.- Tragué saliva.
-Ay, te pones cómo loco… Sos muy tierno… Me encanta…
No podía creer cómo me jodía así. Tan… Deshinibida…
¿Nada de pudor tenía?
-Te joda, tonto… Jaja… Mi socio…
-Dios mío… Lo que uno tiene que soportar…
No paraba de sonreír. Y bueno, eso no era malo ¿no? Todo lo contrario.
Lucía más que contenta con el resultado de la imagen y la escena.
-Tenemos que hacer otra… Yo me siento re cómoda con vos… Posta te digo…
-Lo veo jaja… Me queres enloquecer…
-Y bueno, es el premio extra que tiene esto jaja… Na, mentira…
Me mordí de rabia, aunque en broma.
Con el pasar de los minutos, me daba cuenta de que estábamos compartiendo algo juntos. Sí, algo atípico, poco común, pero lo hacíamos.
-¿Y qué opinión te merece a vos?
-¿Qué cosa?
-Esa foto…
-Ahh… Sí… Salió… Tremenda jaja…- Esbocé a penas.
Ella se tentó. Creo que por la palabra que usé.
-Bueno, vos entendes jaja… No me hagas decirlo, pendeja…
-Y tenes que decirlo… Debes hacerlo jaja
-¿Por qué?.- Le respondí sintiendo el agua en mi rostro.
-Porque sos quien determina la fotografía… Tu juicio es el que vale…
-Tragame tierra jaja
-¿Me vas a decir que lo sufrís? Dale…
-No, no es eso… Lo sabes…
-Mmm… Yo veo arte acá…
Me reí.
Tenía una forma muy peculiar de hacerme sentir bien.
-Andá jaja
-De verdad, goma… Encima, así, sin preparación… A la primera… No me imagino cuando le metamos más producción.
-¿Cómo?
-Ah, sí… Socio… Asumilo ya…
Me tiré para atrás, cayendo pesadamente contra la cama.
-¡Dioooos!.- Exclamé en tono de broma.
Alina me siguió y se tiró a mi lado.
-¡Ey! ¡Ey!.- Me hacía con el dedo.
-¿Qué? Cargosa…
Veía como en un palco, sus pechos englobados por sus brazos.
Era increíble pensar que debía acostumbrarme a eso.
-¡Dejá de mirarme las tetas!
Me mordí.
-Jaja cómo se te van los ojos, eh…
-¿Ves que sos una boluda? Cualquiera…
-Igual… No me molesta…- Dijo con una cara pícara.
-Nada que ver…
-Posta… Además, me vas a tener que mirar mucho ahora…- Exclamó con una sonrisa e intentando hacerme cosquillas.
-Dale… No digas pavadas…
-Tenes permiso jajaja…- Se reía, alegre.
-No puedo creer lo que estás diciendo…
-Y sí… ¿Cómo vas a obtener la mejor foto si no me mirás con atención?
Tenía un punto, obvio, pero ya no sabía si lo decía para joderme o enserio.
-¿En qué me metí? Puta madre…
Explotó de la risa y me abrazó de costado.
-Sos un boludo ¿sabías?
Me apoyó las tetas en el pecho pero no me importó.
Creo que poco a poco comenzaba a dimensionar esa confianza que pretendía tener conmigo…
Era demasiado. Me parecía mucho…
Sobre todo, teniendo en cuenta las consecuencias…
No me imaginaba viéndome con cara de póker si notaba mi verga parada…
Dios…
De solo pensarlo…
Sin embargo, ahora me entraba la duda de si eso le provocaría alguna clase de enojo. Al fin de cuenta, ella sabe que está buena y si se me pone en pelotas enfrente…
Me hizo levantar el brazo para apoyar su cabeza en mi pecho.
Con su mano, me hacía un mimo en la panza.
-De verdad… Me sorprendiste…- Exclamó.
-Era lo que buscabas ¿no? Algo así…
-Jaja… No pensaba que iba a salir tan bueno, te soy sincera…
-¿Y qué esperabas?
-Me imaginaba buenas capturas, pero no así… Parece para un book… Y no le pusiste ningún efecto, ningún filtro…
-Saliste bronceada jaja
-¡Mal! Y eso que estoy re blanca…- Se miró a sí misma, apoyando su palma en su pulposa teta.
Uff…
Enseguida corrí la mirada.
Tenía razón…
Se me iban los ojos…
-Es el efecto de la cámara con el reflector…
-Mirá… Ni idea jaja… Vos sos el capo acá…
Se incorporó parcialmente en la cama, sentada de costado.
De refilón, veía cómo ese corpiño tremendo le contenía las gomas. Bueno, al menos eso intentaba…
-Entra mamá y yo así al lado tuyo…- Expresó con gracia.
-Jaja… ¿Te das cuenta, no?
-¡Nene! Mirame cuando me hablas…- Me recriminó en broma.
-¿Para que digas que te miro las tetas? No, gracias…
-Y si me las mirás igual, trucho…
Me mordí como queriendo mandarla a cagar.
Ella se reía. Se cagaba de risa de la situación. Pero si pasara lo que dijo, no creo que mi vieja hiciera lo mismo.
Estaba… Demasiado despechugada.
-¿Viste qué bien la pasamos? Tonto…
-Vos…
-Pero callate la boca, tarado…- Exclamó haciéndome cosquillas en la panza. En realidad, intentando hacerlo.
La manera en que sus pechos se movieron.
Uff…
Era hipnótico. Imposible de no ver…
-Dale, basta, boluda…
Disfrutaba de su maldad. Era evidente.
-Bobo que sos… Igual te quiero jaja…
-Mejor andá a dormir ya…
-Bancá… Saquemos una más…
La miré. A los ojos, je…
-¿Otra?
-Sí, dale… Así tengo una más para subir…
Suspiré.
-Pero…
-Dale, dale… Una más…- Expresó parándose.
No tenía escapatoria.
-¿Y qué pensaste?
-Una de frente…- Exclamó mirándose las tetas.
What?
¿Se refería a lo que yo estaba pensando?
-Bien de cerca… Que no salga mi cara…
Levantó su cuerpo de la cama y se paró frente a mí
Mis ojos se movían en todas direcciones desafiando lo inevitable.
No creo que haya habido otro día como el de hoy en nuestras vidas. Demasiada intimidad sentí que compartimos.
-Dale, a ver…
-¿Dale, qué? Jaja
Esto era cada vez más incómodo…
-Usá tu magia…
La miré.
Creo que le dije todo en un gesto.
Sin embargo, ella movía una facción de su rostro y podía manejarme a su antojo.
Sentí una cercanía tremenda en ese momento.
Respiré profundo.
-¿Qué queres? A ver…
Me incorporé lentamente, tratando de no tocar su cuerpo con el mío.
Ella se tiró el pelo con la otra mano hacia atrás, pero seguía sosteniendo sus gomas como si estuviera en topless.
No sé si era consciente de lo pretenciosa que se mostraba ante mí.
Para colmo, yo no me daba cuenta y posaba mis ojos en su pliegue más de lo debido. Lo increíble es que ella sonreía, con gracia y ¿ternura?
Uff…
-Así, dale…- Exclamó de golpe y presionó más sus pechos.
¡Dios mío!
Le explotaban…
Y mi parte baja también.
Ya eran varias las veces en que sentía una gran excitación. Y, por un lado, sentía terriblemente mal. Pero, por el otro, algo me hacía querer más de esa sensación…
La vi directo a las tetas.
Ahora sí…
Y durante un segundo, llevé la vista a sus ojos.
Alina tragó saliva…
Algo en mí convulsionó.
Dios…
Ese gesto…
No hacía falta más nada.
Ahora ella también era consciente de lo zarpado de la situación. Sé que lo sintió.
Rojo como un tomate me puse. Mal…
¿Y lo más increíble?
Ella también.
La estaba viendo directo a las tetas y ella estaba bien con eso.
¿Existe otro momento tan erótico cómo ese?
Lo dudo…
-¿Qué? Jeje…- Se rió, nerviosa.
Tragué baba.
-Nada, jaja…
La apunté con la cámara.
Mierda que tenía un cuerpazo. Totalmente envidiable…
Estaba por sacar la foto, pero algo me hizo detener y volver a observar el panorama.
Alina se sorprendió.
-¿Qué pasó? Je…
Apreté los labios pensando.
Mmm…
No, mejor, no…
-Nada, nada…- Volví a mirar por el lente.
-Ay, dale, gordo… Decime… ¿Qué?
-Nada jaja
-Algo ibas a decir…
Respiré en largo y me reí, de costado.
-Joaquín…- Me hizo mirarla.
Me había tentado un poco, la verdad.
-¿Qué?
-¿Qué ibas a decir? Te conozco
La miré fijamente.
-¿Puedo?.- Me salió decirle involuntariamente y llevé mi mano a su hombro.
Ella, medio a reírse, lo permitió.
Seguramente se preguntaba qué iba a hacer.
No sé por qué lo hice, pero tomé suavemente una de las tiras del corpiño y la corrí un poquito, como hacia afuera.
Ella abrió la boca en un gesto de incredulidad, aunque en broma, claro. Luego, fui al otro hombro e hice lo mismo.
Se mordió…
Ufff…
Lo que se veía eso…
Qué hermosura, Dios…
Ahora sí, tenía el corpiño como a medio caerse.
Me miró a los ojos sonriendo. Podía comprender lo que me estaba diciendo.
“¿Ves que sabes lo que haces, nene?”.
Veía el trazo de su piel sin imperfecciones…
Ya no me importaba el problema que tenía entre las piernas.
Miré por la lente y capturé esa postal.
No hacía falta que la miré…
Ya sabía cómo había salido.
-¡Ay, a ver!.- Expresó de forma inmediata.
Le mostré sin mirar, contento por mi obra.
Su reacción me hizo la noche.
-Haaaa… ¡No te la puedo creer, nene!
Exclamó tomando la cámara y sosteniendo el corpiño sólo con sus brazos.
Quedó fascinada con la imagen que estaba viendo…


tetas


-¡Mis tetas! Jaaaaa…- Exclamó exultante
-Jaja
Y eso que la foto que no le hacía la justicia que merecía…
Aún así, había salido tremenda. Divina.
Su piel blanca, esta vez no contó con el efecto “bronceado” de la anterior, pero no importaba. Ella se veía cómo lo que era: una auténtica Diosa.
-No discutas más tu don ¿queres? Amé esta foto…
-No te discuto…
-Boludo… ¡Mirá mis pechugas!
¿En la cámara o en la realidad?
Porque el corpiño lo tenía cada vez más corrido…
-Sos un genio ¡wow!
-¿Contenta ya?
Miré para el costado.
No sé si se daba cuenta, pero me chocaba con su cuerpo al punto de que me provocaba temblor en las piernas.
En verdad portaba un cuerpo intimidante…
-¿Cómo no se me ocurrió antes? Ah re…- Se reía, alegre.
Eso hacía todo peor, porque verla sonreír, era mi debilidad…
-Permiso…- Le dije, mientras ella miraba la foto en la cámara y le subí las dos tiras del corpiño para evitar futuros dolores de cabeza…
Así, Alina aflojó los brazos y sus pechos rebotaron un poco.
Ni cuenta se dio, ya que seguía encantada con el retrato.
Yo, por mi parte, la veía a mi lado, toda risueña y con ese perfume que comenzaba a formar parte de mi ya.
Tan rico…
-¡Sos un capo, nene!
Me agarró de la cara y me explotó un cachete de un beso.
“Chuiiiiik”
-Jaja…
-Preparate…
-¿Ah sí?
-Sí… Ahora me copé de verdad con esto…
-Ok…
-Así me gusta…- Exclamó mordiendo su labio.
-Jaja te pasas…
-Me voy a vincular la cuenta… Para el dinero…- Dijo como queriendo llevarse la cámara.
-¿Qué hacemos?
-Ay, prestamelá…
-Ojo que tengo trabajo ahí…
-Sí, tonto… Digo, genio jaja
Su alegría era hermosa…
Se iba a ir muy pero muy contenta.
Sin embargo, todavía tenía algo más guardado.
Se acercó a mí y me abrazó tiernamente.
Su aroma me envolvió.
-Hasta mañana, gordo…- Expresó mirando ambas imágenes en el dispositivo.
-Hasta mañana…
Me sonrió, incrédula aún y se dio media vuelta.
Dios mio…
¿Por qué mis ojos fueron a su culo?
Encima estaba re entangada…
Caminó hacia la puerta.
-Ey….- Le dije
-¿Qué?.- Me respondió
-Tu bata jaja
-Cierto jeje
Se la tiré.
La atrapó con esa mueca del demonio.
Luego, abrió la puerta y miró que hubiera moros en la costa…
No sé si fue adrede o no. Quizá no, pero me exhibió, bastante inclinada ese culote tremendo.
Encima, por el movimiento, las tiras se hundieron aún más entre los cachetes.
Ahí sí sentí una puntada en la verga. Como nunca antes.
Para colmo, Alina se giró antes de salir y me vio.
Entre risas me dijo:
-¿Qué mirás?
Le hice el gesto de “te pasas”.
Sin importarle y con una sonrisa de oreja a oreja, me dijo “chau” y salió de la habitación.
Colorado y excitado como pocas veces, me metí dentro de la cama de inmediato.
No podía más…
Así cómo estaba, me bajé el short y calzoncillos juntos.
No iba a hacer nada raro, no. Pero necesitaba sacar mi verga afuera.
Tremenda sorpresa y alivio, más que nada, me llevé, cuando la liberé.
La tenía extremadamente erecta.
Mis 19 centímetros de carne estaban tan duros como una puerta de mármol.
Sí, se me acababa de parar la verga como nunca, gracias a Alina.
Esto no podía ser…

4 comentarios - Alina VI

KenayTp +4
Gracias por no tardar tanto para la parte seis, espero siga así. No leí este capitulo, pero seguro estará muy bueno como cada cosa que escribis.
ronaldineo1010 +1
Muy Buenos Relatos. Cada Uno Mejor que El Otro. De Pie 👏👏👏👏👏👏