Gracias a los estados de su wasap, pude ver que la infiel Almudena estaba en una piscina municipal cerca de mi casa. Estaba con sus hijas, otras mujeres y mas niños. No se veía a ningún hombre en las fotos, por lo que supuse que no estaría su marido, y decidí jugármela e ir a aquella piscina a probar suerte y morbo.
Cuando llegue a la piscina deje mi toalla y me fui a buscarla. Estaba en el césped con sus amigas y los niños. Pude confirmar que no estaba su marido ni ningún otro hombre con ellas. Iba guapísima con un bañador rosa, con unos flecos en los tirantes, marcando bien sus tetazas y con un escotazo redondo, bien bajo, que dejaba ver su magnífico canalillo. Cuando me vio, nos saludamos y antes de irme al agua, la dije en bajito que había ido por ella y que no se me iba a escapar. A Almudena se le escapo una risita tonta y volvió con sus amigas.
Estaba yo en el agua, cuando vi que Almudena y los demás se metían al agua. Tras unos minutos me acerqué a ellas y volví a ponerme a hablar con Almudena. Disimuladamente, poco a poco nos íbamos alejando un poco de su grupo de amigas que, además, estaban mas pendientes de los niños. Mi mano comenzó a acariciar su culo y su coño, disimuladamente, poniendo a Almudena algo nerviosa, lo que se la notaba al hablar. Tras unos minutos, la dije que se inventara lo que quisiera, pero que en diez minutos la esperaba en la puerta de los vestuarios.
Allí estaba yo esperándola cuando apareció Almudena, algo nerviosa y con un pareo azul puesto. Se la notaba nerviosa y la dije que no se preocupara tanto, que la vida estaba para pasarlo bien y tomar riesgos. La agarré y nos metimos al vestuario masculino, donde ya había comprobado yo que no había nadie. Nos encerramos en un departamento y nos empezamos a besar. Le quite el pareo y acaricie su culo. Una de mis manos subió hasta sus tetazas. Agache la cabeza y la bese el canalillo. Pasaba mi lengua por él y metía mi cara entremedias, disfrutando de él, como un bebe. Comencé a morder las tetazas, con el bañador puesto, notando como sus pezones se endurecían y marcaban en él. Acabe estirando el escotazo y sacando sus tetazas por él, para seguir acariciándolas y devorándolas.
Una de mis manos bajo hasta llegar a su coño y acariciarlo por encima del bañador. Metí la mano por el lateral y comencé a masturbarla. Almudena estaba cachondísima y notarlo, me ponía más cachondo a mí, haciendo que la masturbara más rápido y la mordiera las tetazas, cada vez más fuerte. Le ordene que me sacara la polla y me masturbara, cosa que hizo inmediatamente. Yo seguí devorando sus tetazas y masturbándola, hasta que decidí arrodillarme y comerla el coño, mientras acariciaba su culo. Mis manos, acabaron pasando de su culo a sus tetazas, jugando con ellas, mientras mi lengua jugaba en su coño. Cuando Almudena se corrió, apretó mi cabeza contra su coño y comencé a pellizcar sus pezones.
Me levante y volvimos a besarnos, sin soltar sus pezones. Almudena volvió a agarrar mi polla, masturbándome nuevamente. La hice arrodillarse y comenzó a hacerme un mamadón. Me senté en el banco y agarré la cabeza a Almudena, subiéndola un poco el ritmo de la comida. Esta metió mi polla entre sus tetazas y me hizo una cubana, deliciosa, mientras me comía el glande. Sentir mi polla entre sus tetazas me puso atacadísimo. En cuanto saco mi polla de sus tetazas, la agarre yo, para golpear su cara con ella. Inmediatamente agarre su cabeza y la folle la boca bien duro.
La di un condón y me lo puso con su boca. Se levanto y se sentó, de rodillas, sobre mí. Aparte su bañador y metí mi polla en su húmedo coño. Comenzamos a follar suave, con mis manos en su cintura y besándonos. Una de mis manos no tardo en subir a sus tetazas, disfrutando de ellas, apretándolas fuerte. Almudena comenzó a moverse más rápido, adelante y detrás, y rodeo mi cuello con sus manos. Yo bajé la cabeza y la comí las tetazas, una vez más. Cuando Almudena se corrió, se metió mi polla en el culo y boto como una loca. Yo no podía dejar de comerla las tetazas y acariciárselas.
Almudena sabia que mucho tiempo mas no tenia, si no quería levantar sospechas, pues a sus amigas les había dicho que se encontraba algo mal de la tripa y que iba baño. Por tanto, cada vez se movía más rápido, buscando que me corriera pronto. Yo no podía dejar de devorar sus tetazas, por más rápido y cachondo que me tuviera. Solo deje de comerlas, cuando Almudena se volvió a arrodillar entre mis piernas. Me quito el condón y volvió a hacerme un cubanón, con mi glande en su boca, bien lamido por su juguetona lengua. Cuando la avise que iba a correrme, la saco de entre sus tetazas, para meterla entera en su boca y terminar de hacerme un mamadón. Mi mano se poso en su cabeza, acompañando los movimientos veloces que esta me hacía con el mamadón.
Cuando me corrí, Almudena trago todo bien rico y me lamio la polla hasta que me la dejo bien seca y limpia. Se sentó sobre mí, de lado y nos volvimos a besar unos segundos, con mis manos agarrando sus tetazas. Solo las solté para comérselas antes de que se las guardara en el bañador.
Sali del departamento y como estábamos solos, Almudena también salió. Ella se fue primero del vestuario y a los segundos salí yo. Ella volvió con sus amigas e hijas y yo fui a darme un nuevo baño, mucho más relajado que antes.
Cuando llegue a la piscina deje mi toalla y me fui a buscarla. Estaba en el césped con sus amigas y los niños. Pude confirmar que no estaba su marido ni ningún otro hombre con ellas. Iba guapísima con un bañador rosa, con unos flecos en los tirantes, marcando bien sus tetazas y con un escotazo redondo, bien bajo, que dejaba ver su magnífico canalillo. Cuando me vio, nos saludamos y antes de irme al agua, la dije en bajito que había ido por ella y que no se me iba a escapar. A Almudena se le escapo una risita tonta y volvió con sus amigas.
Estaba yo en el agua, cuando vi que Almudena y los demás se metían al agua. Tras unos minutos me acerqué a ellas y volví a ponerme a hablar con Almudena. Disimuladamente, poco a poco nos íbamos alejando un poco de su grupo de amigas que, además, estaban mas pendientes de los niños. Mi mano comenzó a acariciar su culo y su coño, disimuladamente, poniendo a Almudena algo nerviosa, lo que se la notaba al hablar. Tras unos minutos, la dije que se inventara lo que quisiera, pero que en diez minutos la esperaba en la puerta de los vestuarios.
Allí estaba yo esperándola cuando apareció Almudena, algo nerviosa y con un pareo azul puesto. Se la notaba nerviosa y la dije que no se preocupara tanto, que la vida estaba para pasarlo bien y tomar riesgos. La agarré y nos metimos al vestuario masculino, donde ya había comprobado yo que no había nadie. Nos encerramos en un departamento y nos empezamos a besar. Le quite el pareo y acaricie su culo. Una de mis manos subió hasta sus tetazas. Agache la cabeza y la bese el canalillo. Pasaba mi lengua por él y metía mi cara entremedias, disfrutando de él, como un bebe. Comencé a morder las tetazas, con el bañador puesto, notando como sus pezones se endurecían y marcaban en él. Acabe estirando el escotazo y sacando sus tetazas por él, para seguir acariciándolas y devorándolas.
Una de mis manos bajo hasta llegar a su coño y acariciarlo por encima del bañador. Metí la mano por el lateral y comencé a masturbarla. Almudena estaba cachondísima y notarlo, me ponía más cachondo a mí, haciendo que la masturbara más rápido y la mordiera las tetazas, cada vez más fuerte. Le ordene que me sacara la polla y me masturbara, cosa que hizo inmediatamente. Yo seguí devorando sus tetazas y masturbándola, hasta que decidí arrodillarme y comerla el coño, mientras acariciaba su culo. Mis manos, acabaron pasando de su culo a sus tetazas, jugando con ellas, mientras mi lengua jugaba en su coño. Cuando Almudena se corrió, apretó mi cabeza contra su coño y comencé a pellizcar sus pezones.
Me levante y volvimos a besarnos, sin soltar sus pezones. Almudena volvió a agarrar mi polla, masturbándome nuevamente. La hice arrodillarse y comenzó a hacerme un mamadón. Me senté en el banco y agarré la cabeza a Almudena, subiéndola un poco el ritmo de la comida. Esta metió mi polla entre sus tetazas y me hizo una cubana, deliciosa, mientras me comía el glande. Sentir mi polla entre sus tetazas me puso atacadísimo. En cuanto saco mi polla de sus tetazas, la agarre yo, para golpear su cara con ella. Inmediatamente agarre su cabeza y la folle la boca bien duro.
La di un condón y me lo puso con su boca. Se levanto y se sentó, de rodillas, sobre mí. Aparte su bañador y metí mi polla en su húmedo coño. Comenzamos a follar suave, con mis manos en su cintura y besándonos. Una de mis manos no tardo en subir a sus tetazas, disfrutando de ellas, apretándolas fuerte. Almudena comenzó a moverse más rápido, adelante y detrás, y rodeo mi cuello con sus manos. Yo bajé la cabeza y la comí las tetazas, una vez más. Cuando Almudena se corrió, se metió mi polla en el culo y boto como una loca. Yo no podía dejar de comerla las tetazas y acariciárselas.
Almudena sabia que mucho tiempo mas no tenia, si no quería levantar sospechas, pues a sus amigas les había dicho que se encontraba algo mal de la tripa y que iba baño. Por tanto, cada vez se movía más rápido, buscando que me corriera pronto. Yo no podía dejar de devorar sus tetazas, por más rápido y cachondo que me tuviera. Solo deje de comerlas, cuando Almudena se volvió a arrodillar entre mis piernas. Me quito el condón y volvió a hacerme un cubanón, con mi glande en su boca, bien lamido por su juguetona lengua. Cuando la avise que iba a correrme, la saco de entre sus tetazas, para meterla entera en su boca y terminar de hacerme un mamadón. Mi mano se poso en su cabeza, acompañando los movimientos veloces que esta me hacía con el mamadón.
Cuando me corrí, Almudena trago todo bien rico y me lamio la polla hasta que me la dejo bien seca y limpia. Se sentó sobre mí, de lado y nos volvimos a besar unos segundos, con mis manos agarrando sus tetazas. Solo las solté para comérselas antes de que se las guardara en el bañador.
Sali del departamento y como estábamos solos, Almudena también salió. Ella se fue primero del vestuario y a los segundos salí yo. Ella volvió con sus amigas e hijas y yo fui a darme un nuevo baño, mucho más relajado que antes.
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