You are now viewing Poringa in Spanish.
Switch to English

Soy Aiko

Mi nombre es Aiko, Tengo 23 años.
Jamás había tenido ninguna clase de experiencia sexual hasta hace unos meses.
Soy parte japonesa por parte de mi papá, mi mamá es mexicana.
No sé cómo comenzar...
Supongo que siempre sentí curiosidad, mis amigas hablaban mucho de eso y tuve algunos novios que intentaban hacerlo...
Supongo que nunca se dio la oportunidad. Mi cuerpo es delgado, no tengo un pecho exuberante, pero creo que mi trasero no está mal... Aunque me gustaría que fuera más grande.
Esta soy yo, por ciertoSoy Aiko
Bueno, como iba diciendo:Siempre he tenido curiosidad. Como ambos de mis padres usualmente están bastante ocupados y tienen bastante dinero decidí vivir sola en la ciudad de México. Mis dos padres viven en Japón. 
Decidí que, si iba a quedarme sola, tal vez podría experimentar todo lo que quisiera, al menos hasta que me fuera a vivir a Japón de forma permanente, pero la verdad es que la sola idea era demasiado, se me revolvía el estómago y las piernas me temblaban, pero realmente quería hacerlo.
Generalmente en mi imaginación lograba visualizar cómo perdería la virginidad con un desconocido ¿Tal vez me violarían? ¿O tal vez iría a un cine porno? ¿Un glory hole? ¿Una alberca pública?
Entre más sucio lo imaginaba más húmeda me ponía. Pasaba el día con las piernas apretadas, mordiéndome los labios.
Todo lo que hacía era pasearme por la ciudad, buscando que me violaran o encontrar un lugar donde pudiera hacerlo...
¿Y si le ofrecía sexo a algún chico en la calle? ¿Y si me paraba en medio de la calle a esperar a que alguien me viera y pensara que era una prostituta? ¿Cuánto cobraría?
Era difícil intentar adivinar qué hacer.
Sin embargo decidí que no importaba. ¿Tal vez bastaba con googlear algún sitio para hacerlo? Sería lo más rápido.
¿Y qué haría cuando estuviera ahí?
¿Tal vez un antro era mejor? No... quiero un lugar sucio... Quiero sentirme sucia, humillada. No puedo hacerlo en un hotel...

Iba en el centro vestida con apenas una minifalda y un crop top, estaba cansada de caminar, así que decidí sentarme sobre un escalón fuera de un pequeño comercio, enfrente de mí pasaban muchas personas, cargaban cosas o sólo iban mirando, veía a los hombres perder su mirada en mis piernas, intentando encontrar un punto en el que pudieran ver mi ropa interior, y la verdad es que no llevaba, así que los que lograban encontrar un punto visible desviaban la mirada rápidamente, sonrojados y apenados. Apenas podía controlar mis piernas, las quería apretar, pero quería que me vieran. Aproximadamente, a una media cuadra logré ver un baño público, su señal estaba junto a la de una sex shop...
¿Por qué no...?
Me levanté del escalón y caminé torpemente hasta donde se encontraba el letrero de W.C. aparentemente el baño estaba hasta el fondo, ahora tenía ganas de orinar. Las manos me temblaban, la señora que atendía en la entrada del baño me miró con las cejas arqueadas cuando me paré frente a ella. Sólo dijo "son 5 pesos" busqué en la pequeña bolsa de mi falda y logré sacar un billete de 20. La señora me dio el cambio y me dio algo de papel.
El olor de los baños era fuerte, el olor a orina casi no existía, pero el olor a Cloro era fuerte. No había una división clara de cuál era el baño para hombres o mujeres, sólo había varios cubículos alineados a mi izquierda y derecha, cubiertos hasta el piso. Me acerqué a la señora y le pregunté sobre la división de sexos, su respuesta fue escueta. "Escoge el que quieras"
Alcanzaba a escuchar algunos gemidos masculinos y me di cuenta de la clase de lugar en el que estaba.
Mi respiración temblaba y sentí una mano acariciando mi trasero debajo de la falda. A mi lado había un señor de no más de 60 años tocándome. No supe qué hacer. 
Aceleré el paso hasta que vi una puerta abierta y adentro había un chico de no más de 18 años de rodillas haciéndole un oral a un desconocido a través de un hoyo en el muro. 
Me miró y sonrió.
Me encerré en uno de los cubículos abiertos y apreté las piernas. los hoyos de las paredes apenas estaban tapados con cinta gris, había un rollo junto al papel higiénico. Vi que alguien estaba intentando quitar mi adhesivo del agujero, mi pecho casi explota ¿¡Qué hago!? La cinta se despegó y vi una mano masculina. estaba respirando completamente en pánico, logró asomar un ojo y alcancé a escuchar "Hola, chiquita." Acto seguido sólo pude ver asomándose una circunferencia rosácea. Apretaba mis piernas sin darme cuenta, me mordí los labios y pensé en salir de aquél baño. Sin embargo, me quería quedar ahí. ¿No era eso lo que quería? Venía buscando esto...
Nunca vi un pene tan cerca. Era... ¿Por qué tenía ganas de tenerlo en la mano? ¿Por qué mi respiración seguía temblando mientras mi mano intentaba alcanzar ese pene?
¿Por qué salivaba? En mi cabeza sólo podía pensar "Querías esto ¿No?" ,"Viniste buscando esto", "Hazlo"...
Me olvidé de orinar por un segundo.
Mis rodillas alcanzaron el suelo y sólo lo supe por la sensación fría en ellas, pero era indiferente, mi entrepierna era un horno. Si estaba tan húmeda que podía sentir pequeñas gotas escurriendo en mis muslos internos, enfriándose conforme descendían, mi piel se erizaba y mi boca, con labios un poco rojos se acercaban a esa verga. Dios... Mi lenguaje. "¿Qué más da? Sabes lo que eres; Eres una puta" 
"Qué rico la chupas, chinita" Gimió el desconocido tras el muro. Sentía mis dientes tocar su polla carnosa, y su sabor no me desagradaba.
-Soy una puta. -Susurré para mí misma mientras observaba aquél pene erecto, lleno de mi saliva que se rejuntaba asquerosamente en mi mano derecha. Lo acariciaba con los dedos, noté mi mirada perdida mientras jugueteaba con él.
Su textura carnosa, esa sensación viscosa en mi lengua cada vez que lo tenía dentro... No quiero nada más. Definitivamente esto es lo que quiero. He estado buscando esto siempre. Mi boca volvió a su pene. Quería satisfacerlo ¿Qué pasaría si eyaculaba? me quité el crop top y acomodé mi cabello en una cola de caballo mientras malamente podía seguir jugueteando con esa rica verga en mi boca.
En mi espalda logré sentir algo húmero y cálido gotearme. Dejé de hacerle un oral al señor que tenía enfrente y miré que atrás otro hombre acababa de eyacular en mí. Todo este tiempo me estuvo viendo, todo este tiempo se estuvo masturbando. El hombre al que se la estaba chupando dejó salir su semen al tiempo que volteaba de nuevo hacia él. Mi rostro terminó completamente manchado.
"ay, qué rico ¿Cada cuanto vienes, chinita?" logré escuchar tras las finas paredes.
-No sé...- Logré musitar.
"vendré seguido, a ver si te veo de nuevo, chiquita" Su mano se metió por el hueco y tomó uno de mis pechos en sus manos, jugueteó con ellos un poco y del otro lado, el sujeto que se vino en mi espalda hizo lo mismo. El señor se fue y no pude resistirme a hacerlo de nuevo con el tipo que se vino en mi espalda. Pero al poco tiempo noté que donde antes se la estaba chupando al señor, ahora había otro pene. Dios...
No termina... no quiero que termine.

1 comentarios - Soy Aiko

nuevomaxom
Excelente. Tú sabes escribir.
Muy original y súper-erótico... +10