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Madre puta, pero no infiel

Era sábado por la noche, estaba por concretar una cita con una chica que conocí por instagram. Casualmente no vivía tan lejos, normalmente las que me hablan son de otra provincias o peor, de paises vecinos.
Después de hablar y conocernos mejor durante toda la semana, Sofi tiro la idea de juntarnos. 
Obviamente le dije que sí, era linda y me caía bien. Tenía que sacarme la duda de que si en persona era igual.
Pero a medio camino del lugar acordado, recibí un mensaje de ella.
- No no vamos a poder ver.- Habrá pasado algo, pensé yo.- Volví con mi ex.
Qué suerte de mierda tengo me dije. Le estaba por responder con "ok" cortante, pero lo borré. Busque el famoso meme "todas putas". y se lo envié,
Se ve que se lo tomo a mal porque me bloqueo al instante de recibirlo. Eso me hizo gracia.
Así que no tuve otra que bajarme en la siguiente parada del micro y volver para mi casa.

Ya llegando, eran como las 00 de la noche, se veía todo apagado.
Entré con sigilo, me dirigí a la cocina, abrí la heladera y agarré la última botella de agua. Tome un sorbo de agua y me di cuenta de la luz que provenía del patio. Me asome mientras tomaba un poco de agua.
Casi me ahogo al ver a mi madre sentada en la reposera completamente abierta de piernas lamiendo la punta de un dildo rojo.
Atónito, la vi llevarse el mismo dildo rojo a su entrepierna moviendolo de arriba-abajo sin meterselo.
Hasta que lo hizo, lo introduzco apenas y al mismo tiempo dejo caer la cabeza hacia atras emitiendo un leve, pero perceptible gemido.
- Mmmmm.-
La vi enderezar su cabeza y me di cuenta que ya se había metido más de la mitad del consolador en la concha.
Contemple en la oscuridad de la cocina como ella misma se daba placer aumentando la velocidad del mete y saca.
- MMMMM.- La escuche gemir.- Que rico...-
Escucharla en este contexto me dejo una sensación rara. Pero para nada desagradable. Quería ver más.
Y fue lo que obtuve. Mucho más.

Después de unos minutos de verla gemir y meterse su amigo con tanta vehemencia, lo retiro de su interior para posteriormente dejarlo sobre la mesa circular que tenía a su derecha. De la misma mesa, la vi agarrar algo, pero no sé qué.
Se levanto de la reposera, dio media vuelta dejando a la vista ese hermoso culo...

Era consciente de que era nalgona, pero verla así... Creo que en ese momento deje de verla solo como mi madre. Desde ese momento la vi como una mujer. Una mujer cogible.
Una mujer que me iba a coger. 
Pero me estoy adelantando.

Volviendo al relato. Mi madre se había apoyado con las rodillas sobre la reposera. inclinada sobre el respaldo de la misma. Ya en esa posición, con el culo en pompa. Movió el brazo izquierdo hacia atrás y vi lo que había agarrado. Era un plug anal plateado con un corazón azul. Vi como intentaba metérselo, pero se le complicaba. Así que llevo su brazo derecho hacía atrás y con la mano se separo la nalga derecha. Con el camino más accesible, el plug anal estaba entrando no sin causarle algunas muecas de dolor.
A continuación, ella se endereza, gira su torso y mira hacia atras.
Y <PLAF> se escucha como una y otra vez el golpe de su mano contra sus nalgas.

A mi me pareció raro esa posición. Bah, todo me pareció raro desde un principio. Pero quise saber que estaba mirando ella. Así que desvié mi mirada de su orto siendo castigado y lo vi... Vi el tripode que habrá usado una o dos veces, vi su celular en él.

Ahora tenía un poco de sentido todo ese show de mamá.
- Mírala vos a la señora de la casa.- Pensé
Verla así, y encima que grabándose Tenía que aprovechar. Si o sí me la tengo que coger.
Y lo hice, fui hacia la puerta que da hacía el patio, respire hondo y la abrí.
Aclarando mi garganta y haciéndome notar dije lo que había pensado hace instantes.
- Pero mírala vos a la señora de la casa.-


Ella reaccionó al instantes. Se enderezó, se acomodo el vestido cubriendose las tetas, que no son su mayor atractivo, hay que decir la verdad.
- Juan.-Dijo al fin.- Por qué no avisas que llegaste?..- Pregunto mientras agarraba su celular.-
- No quería interrumpir tu noche, mamá...- Respondí divertido.- Y Hernesto?- Le pregunté para aliviar la tensión.
Hernesto era el marido de mi madre, están juntos desde que yo tengo 10 años.
- Se fue a una cena del trabajo,-
- Ahhh... Y te dejo solita?- Sonó tan raro decirlo así.
- No... No quise ir.- Contesto ella.- Sabes que ya no me gusta ir.
Es verdad, de un día para el otro ya no quiso más acompañarlo a Hernesto a esas cenas. Nunca dijo el por qué. Ni a Hernesto, ni a mi.
Otra vez ese silencio de mierda.
- Estabas...-Hable al fin.- Estabas haciendo un video para él?
- Ehmm... Sí.- Respondió nerviosa, como con dudas. Se ve que no me vio muy convencido con su respuesta y agrego un poco más seguro.- Era para que vea lo que se pierde.-
- Jaja, es un bobo.- Dije- Dejar ese bombón solo...- Agregué haciendo alusión a su culo.

Aparentando normalidad, se excuso diciendo que se iba a dormir. Y así lo hizo, se fue para su habitación.
Viendo como se alejaba, con ese bailoteo de su vestido al caminar pensé en el plug anal. Todo este tiempo estaba hablando con ella teniendo el plug en el orto.
Eso me excito tanto que me tire en el sillón del living, me baje un poco el pantalón y saque la pija para hacerme una paja. Para dedicarle una a mi madre.
O eso tenía planeado hasta que escuche los pasos de mi madre dirigiéndose a la cocina. Rápidamente me subí el pantalón, me acomode un poco para no se me haga la típica carpa.
Me acerque hasta la cocina y ahí estaba ella, llenando la botella de agua que había sacado. En otro contexto ella me hubiera rompido las bolas con que llene de nuevo las botellas, como lo hacía siempre.
Pero esta vez era distinto, era como si hubiera perdido el derecho de recriminarme algo.
Ahora era mi momento. Y se lo hice saber...

- Todavía lo tenes puesto?- Le pregunté.
- Quéé?- Contesto nerviosa-
- El plug.- Respondí con una normalidad.-Todavía lo tenes puesto?
Sin esperar su respuesta, lleve mi mano hasta el final del vestido y lo subí lentamente.
Empecé a ver esas nalgas carnosas, estaba deseoso de nalguearla como había hecho ella misma. Pero me contuve. Subí un poco más y sí. Ahí estaba ese plug plateado con un corazón azul. Y vi con claridad la humedad de su concha.
De los nervios, se me resbalo la tela de la falda. Y esta vez decido, lleve mi mano por debajo de la falda y hurgue entremedio de esas nalgas grandiosas.
Mi madre no solo no decía nada, sino que al sentir mi mano tocando sus partes intimas, se estremeció y con un solo movimiento facilito aún más mi entrada en su interior.
Y ahora no veía, sino que sentía la humedad que emanaba de concha.

Pero volvió mi maldita mala suerte.
Se escuchó proveniente de la puerta de la casa. Era el marido de mi madre.
Ella en cuestión de segundos me aparto la mano.
- No le digas nada sobre el video.- Me dijo y salió casi que corriendo hacia su habitación.

Yo quedé embobado con los dedos llenos de los jugo de mamá. Obviamente me lleve los dedos a la boca para saborear su sabor.
- Te voy a coger tanto, mamá- Dije para mi mismo.

1 comentarios - Madre puta, pero no infiel

gust7387
Muy buen relato. Que lindo haberla encontrado así a tu vieja. Espero pronto otro relató para saber si te la pudiste cojer