Acompañando a Rosario de compras.

Mi antigua compañera del Instituto me llamó por teléfono y me preguntó si no me importaría acompañarla a comprarse ropa. Necesitaba la opinión masculina.
fuimos al Corte Inglés y subimos a la planta de señoras. cogió vaias minifaldas, camisetas y ropa interior.
- Metete conmigo en el probador.
nos metimos y echó el pestillo. Sin ningún pudor se quitó la blusa dejando sus pechos al aire. yo me puse rojo y ella lo notó.

- Tranquilo, como si no hubiese visto antes unas tetas.
- Sabes, tienes unas tetas preciosas.
- Te gustaría tocarlas? no te cortes.
Así que se las acaricié.

- Que duras.
entonces ella se bajó los pantalones

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