Despues de acostarse juntos en la cama y pasar lo noche para solo dormir pensaba ella Su suegro le dice andale vamos a divertirnos estamos solos y no va a pasar nada que tu no quieras ella confundida excitada pero sobre todo dudosa solamente movio su cara en una señal de aprobacion ya que sentia que todas la situaciones que la habian llevado a ese momento eran por casualidad y no sabia como salir de esa situacion asi que empezo el show y empezo el manoseo de su suegro ella ponia poca resistencia le decia que no pero era inevitable lo que venia semidesnuda con aquel hombre y ansioso de probar aquel bocado esa espectacular hembra con unas nalgas imponentes dignas de cualquier modelo y unas piernas largas y torneadas para disfrutar lo primo que hizo fue tocar sus tetas las apretaba aquellos 2 melones despues la volteo y continuo besandolos chupando decia que rico ella solo disfrutaba asi paso unos minutos cuando despues la volteo de posicion y bajo y puso su cara y su lengua en aquel majestuoso culo lo besaba y lo lamia una y otra vez era exquisito el sabor un aroma de una diosa ella gemia ante espectacular mamada que le daban . Mantuvo la excitación.
El primer orgasmo fue con su lengua y dedos, fue mejor Pero mejor aún la mantuvo caliente y la siguió haciéndo disfrutar.
De pronto separó su lengua de su culo y antes que se volteara sentío dos dedos penetrarla. De tan caliente que estaba, ingresaron muy fácilmente. el suegro, se lo hizo saber, estas lista perrita, lista para la verga de tu suegro.
Seguía con los ojos cerrados. Por un instante se separó de el. Supuse para desnudarse. Así fue. Tras unos segundos que se hicieron interminables, sentio que le me hablaba directamente al oído.
-¿Maribel estas lista? -No le respondio Solo gimio.
Se le echo encima mío. Me seguía diciendo groserías al oído. Eso me gustaba. En mi cama matrimonial, con la cuna cerca, sentir sus palabras asquerosas y ofensivas, me excitaba aún más.
Separó sus nalgas con sus manos y acomodó su verga en su hoyito. No la había visto erecta. No tenía idea de lo que la penetraría. Sabía que era grande, quizás muy grande y así fue. Era muy grande. Empujó y con mi excitación entró fácil, pero el siguió empujando y empujando, entrando centímetro a centímetro y sentí como mi culito empezaba a sentirse lleno, hasta lo incómodo. su esposo no tenía una verga así y no estaba acostumbrada a ese tamaño dentro.
Siguió penetrando hasta que se quedó quieto. Me dolía, bastante. Era demasiado grande y gruesa. No estaba acostumbrada a algo así atrás. Me dijo “Maribel ya te la comiste toda, relájate putita”. Lo intento, respiro profundo y poco a poco el placer fue invadiéndola, la incomodidad de su largo y grosor desapareció y tenía ya su culito entregado plenamente a su virilidad brutal.
Y realmente fue brutal. Comenzó a moverse salvajemente. Sacándola y volviéndola a meter. Estaba en el limbo entre el dolor y el placer y eso me hacía volar, gemir, murmurar incoherencias.
De pronto la cogió por el vientre y la acomodó como perrita. Se puso de pie sobre la cama y empezó a cogerla así. A hacerla su perra en su cama matrimonial.
Él siguió dándole. Luego se separó de ella y se acostó. Allí por primera vez, pude ver el tamaño de su mástil. Quedo sorprendida del tamaño de la verga que mi culito había aguantado. Me relamí pensando lo puta caliente que era. le ordenó que se sentara encima de él.
Lo obedecío, pero siguiendo la costumbre con su esposo, quiso entregarle su concha. La miró y le dijo “eres cojuda, quiero tu culo”. Lo miro con sorpresa. su esposo nunca me había cogido por atrás en esa posición. Pero, lo acepto. se adelanto ligeramente, instintivamente se inclino un poco hacia atrás, con su mano derecha acomodo su verga en su orificio palpitante y me dejé caer.
Sintoí su embestida. O, mejor dicho, su caída. Sintío que se desgarraba y a la vez que mi placer se desbordaba. se sentía llena, puta, plena. Tuvo un orgasmo y otro, sentí que el mundo sólo era su pene enorme en su culo estrecho. se vino una y otra vez y él se volvió loco. la insultaba, me decía que era una infiel de mierda. Se vino dentro.
la empujó sobre la cama. Se levantó. Se fue.
Quedo allí ella adolorida y satisfecha. Con el culo palpitando aún, lleno de la leche del padre de su esposo
El primer orgasmo fue con su lengua y dedos, fue mejor Pero mejor aún la mantuvo caliente y la siguió haciéndo disfrutar.
De pronto separó su lengua de su culo y antes que se volteara sentío dos dedos penetrarla. De tan caliente que estaba, ingresaron muy fácilmente. el suegro, se lo hizo saber, estas lista perrita, lista para la verga de tu suegro.
Seguía con los ojos cerrados. Por un instante se separó de el. Supuse para desnudarse. Así fue. Tras unos segundos que se hicieron interminables, sentio que le me hablaba directamente al oído.
-¿Maribel estas lista? -No le respondio Solo gimio.
Se le echo encima mío. Me seguía diciendo groserías al oído. Eso me gustaba. En mi cama matrimonial, con la cuna cerca, sentir sus palabras asquerosas y ofensivas, me excitaba aún más.
Separó sus nalgas con sus manos y acomodó su verga en su hoyito. No la había visto erecta. No tenía idea de lo que la penetraría. Sabía que era grande, quizás muy grande y así fue. Era muy grande. Empujó y con mi excitación entró fácil, pero el siguió empujando y empujando, entrando centímetro a centímetro y sentí como mi culito empezaba a sentirse lleno, hasta lo incómodo. su esposo no tenía una verga así y no estaba acostumbrada a ese tamaño dentro.
Siguió penetrando hasta que se quedó quieto. Me dolía, bastante. Era demasiado grande y gruesa. No estaba acostumbrada a algo así atrás. Me dijo “Maribel ya te la comiste toda, relájate putita”. Lo intento, respiro profundo y poco a poco el placer fue invadiéndola, la incomodidad de su largo y grosor desapareció y tenía ya su culito entregado plenamente a su virilidad brutal.
Y realmente fue brutal. Comenzó a moverse salvajemente. Sacándola y volviéndola a meter. Estaba en el limbo entre el dolor y el placer y eso me hacía volar, gemir, murmurar incoherencias.
De pronto la cogió por el vientre y la acomodó como perrita. Se puso de pie sobre la cama y empezó a cogerla así. A hacerla su perra en su cama matrimonial.
Él siguió dándole. Luego se separó de ella y se acostó. Allí por primera vez, pude ver el tamaño de su mástil. Quedo sorprendida del tamaño de la verga que mi culito había aguantado. Me relamí pensando lo puta caliente que era. le ordenó que se sentara encima de él.
Lo obedecío, pero siguiendo la costumbre con su esposo, quiso entregarle su concha. La miró y le dijo “eres cojuda, quiero tu culo”. Lo miro con sorpresa. su esposo nunca me había cogido por atrás en esa posición. Pero, lo acepto. se adelanto ligeramente, instintivamente se inclino un poco hacia atrás, con su mano derecha acomodo su verga en su orificio palpitante y me dejé caer.
Sintoí su embestida. O, mejor dicho, su caída. Sintío que se desgarraba y a la vez que mi placer se desbordaba. se sentía llena, puta, plena. Tuvo un orgasmo y otro, sentí que el mundo sólo era su pene enorme en su culo estrecho. se vino una y otra vez y él se volvió loco. la insultaba, me decía que era una infiel de mierda. Se vino dentro.
la empujó sobre la cama. Se levantó. Se fue.
Quedo allí ella adolorida y satisfecha. Con el culo palpitando aún, lleno de la leche del padre de su esposo
1 comentarios - Suegro la entrega total de su nuera 5 parte final