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mi esposa sel grande

Hola buenas tardes mis seguidores voy a estar relatando como es mi mujer fisica y emocionalmente ademas de que hablare que paso despues del desmadre que se hizo con ella y los invitados, bueno primero que todo:

Fisicamente ella es bajita, es de cuerpo sexy y tiene unos enormes pechos, haquen que cualquier tipo que se exponga o los vean quedan completamente obsesionado con ellos, aparte que exprimen una gran cantidad de semen, en personalidad ella suele ser mjuy amable y cariñosa con la gente, sin embargo ella suele a veces estar cachonda sin ninguna razon aparte, no le gustan que le falten el respeto por mas cachonda que este, lo digo porque un usuario de aqui le dijo cosas que ella no le gusto en fin ojito ponganse vergas, ahora si viene el relato no sin antes una foto de ella


mi esposa sel grande



Vivo en la delegación Iztapalapa, de México, tengo 30 años y soy separado, mido 1.75, con barriga chelera y un pene de 19 cms. delgado pero cabezon, en fin tengo una vecina de 25 años, casada, tiene una hija de 5 años, desde que la vi, se notaba muy seria, ella mide como 1.70 de estatura, delgada, pocas nalgas cadera ancha, pero tiene dos hermosas y grandes tetotas, no se le notaban porque siempre usaba pans y su chamarra se las tapaba, hasta que un día venía con su hija de la escuela (me imagino) y hacía mucho calor, al llegar a su casa que está dos casas de la mía y yo en mi ventana note que se quitó la chamarra del pans y waooooo note como su playera apretaba esas tetotas, lo primero que me dio fue envidia de su marido, pensé que atascadas se daría con esas tetotas, a partir de ese día siempre estaba en mi ventana esperando la hora que pasaba por mi casa, pues me imaginaba lo rico que sería mamarle sus tetotas y se me paraba la verga nomas de pensarlo, en esos días como me corrieron del trabajo por cogerme a una compañera en una tienda comercial (porque era amante del gerente) pues tenía tiempo para espiar a la vecina.

asaron los días y cerca de mi casa se pone un tianguis y fui a ver qué compraba, cuando vi a la vecina que estaba comprando sola y con muchas bolsas, dije es el momento, cuando se iba a su casa, se le rompe una bolsa y corrí a ayudarla, me dijo gracias y le dije que le podía ayudar a cargarlas, ella me dijo que no, le insistí y le dije que era su vecino y que yo iba para mi casa que la podía ayudar y dejar sus bolsas en su casa, ella no me dio su aprobación pero tampoco me dijo que no, llegamos a su casa y coloque sus bolsas en la entrada, ella abrió y me invitó un refresco por la ayuda, me sorprendió y no dude en aceptarlo, pase a su casa y mientras ella fue al refrigerador se sacó su chamarra del pans y waooo ahora mire de cerca sus tetotas dentro de su playera, de inmediato se me paró la verga y también le vi un tatuaje que abarcaba su gran cadera, al regresar con el refresco le comenté que estaba muy bonita su casa, ella me comentó que rentaban, y me dijo que ella no hacía mucha amistad con los vecinos que porque su marido era muy celoso y era para evitarse problemas, le dije que yo la veía muy seguido con su hija pero que casi no con su marido, me dijo que su marido tenía un trabajo que casi no estaba con ellas y que a veces salía del país, le dije que debería tener cuidado ya que hay mucho ratero por la colonia, que si se quedaba sola cerrará muy bien y que si quería yo le dejaba mi número de celular por si llegaba a necesitar ayuda, me despedí y le agradecí el refresco, eso había sido un buen comienzo.




tetona





En esas reuniones que teníamos, todos querían bailar con mi esposa. Y la miraban con lujuria. Tanto jóvenes como mayores. Ella es bien alegre y desenvuelta. Le gusta bailar y conversar con todos. Tal vez eso confunde a algunos hombres y piensan equivocadamente.

Sucede que hace un mes aproximadamente, tuvimos una fiestecita en la casa por el cumpleaños de mi esposa. Invitamos a nuestros amigos en común. Entre ellos invitamos a Javier. Un amigo de adolescencia. El tiene 35 años. Vino con otro amigo más joven que no lo conocíamos. Pero lo recibimos por nuestro amigo Javier. Sabiendo que él vive bastante alejado de nuestra casa. Y era un buen gesto que haya venido a nuestra reunión.

La fiesta estuvo muy amena. Comimos y tomamos vino y cerveza. Como siempre todos querían bailar con mi esposa. Para mi eso era normal. Las horas pasaban, todos estábamos muy alegres disfrutando de la reunión. Pero me di cuenta que Javier y su amigo le hacían tomar vino a mi esposa. A cada momento le decían: brindemos por tu cumpleaños Carmencita. Mi esposa alegremente accedía a tomar lo que Javier y su amigo le ofrecían. Luego también a mí me servían vino y cerveza a cada rato.

Ya como a las dos de la mañana, los invitados se estaban retirando. Se fueron todos. Hasta que se quedaron solo mi amigo Javier y su amigo. Mi esposa ya estaba bastante pasada de copas. Entonces Javier me dijo:

-Renato. Ya es bastante tarde para retirarme. ¿Podrías darme un lugarcito para dormir un rato mi amigo y yo hasta que amanezca? En cuanto amanece nos retiramos.

Por la amistad que teníamos, yo no podía negarme a su pedido. Le dije que se quedaran en el sillón de la sala, que es un sillón cama. Llevé a mi esposa al dormitorio que la puerta da justo a la sala. Luego le di algunas mantas a Javier para que puedan taparse y descansar un rato hasta que amanezca. Yo me fui a dormir con mi esposa a nuestro dormitorio.

Me quedé dormido rápido. Posiblemente por el licor que tomé. Pero de pronto me despierto sintiendo un movimiento sospechoso.

Muy despacio miro a mi esposa que estaba a mi lado. Estaba bien dormida. Echada de costado con la cabeza hacia mí, y el culo para el borde de la cama. Traté de despertarme bien, para ver qué es lo que estaba pasando. Estaba con las luces apagadas, pero se podía ver levemente.

Ya más despierto escucho voces de mi amigo Javier y de su amigo. Uno de ellos decía: despacio no se vaya a despertar el cabrón de su marido. El otro decía: Ya salte ahora me toca a mí. Entre los dos se lo estaban follando a mi mujer mientras yo estaba allí al lado. Ellos estaban aprovechando que el culo de mi mujer estaba al borde de la cama. Se movían despacito con ese típico movimiento de mete y saca y me hacían mover también a mí.

Se me paró la verga como un resorte. Quise levantarme y sorprender a esos cabrones, pero no lo hice. Me quedé quieto para ver que más hacían. Uno de ellos decía: Bájale más el calzón. El otro decía: No se puede. Hay que meterle por el culo. El otro decía: y si se despierta. El otro: no se va a despertar. Está borracha. Y seguía el movimiento de mete y saca. Mi corazón latía a mil por segundo. Mi verga parada como un fierro. Increíblemente eso me excitaba demasiado.

De pronto Javier dijo: Estamos incómodos. No le entra bien. Mejor llevémosla al sillón de la sala. El otro dijo: Si pero con mucho cuidado que no se despierte el marido. Entonces Javier alzó a mi esposa y la llevaron a la sala. El otro cerró la puerta de mi dormitorio. Yo me levanté despacito. Abrí un poquito la puerta de mi dormitorio y miré al sillón. Allí estaba mi esposa todavía dormida echada boca abajo con las manos colgando del sillón.

Vi como la desnudaban hasta dejarla totalmente desnuda. Uno de ellos dijo: Prende la luz para mirarle bien el culo. Prendieron la luz, y desde mi dormitorio por la pequeña abertura de la puerta se veía todo muy claramente lo que estaba pasando en el sillón de la sala. Vi como la manoseaban a mi mujer. Le metían el dedo al culo y a la vagina. Le daban nalgadas sonoras. Hablando despacio: que rico culo tiene la puta. A cada nalgada que le daban, mi esposa parecía despertar un poco. Porque gemía despacio.



Voltearon a mi esposa y le separaron las piernas. Javier dijo: Primero yo. Y mientras Javier se lo metía por la vagina a mi esposa, el otro le ponía la verga a la boca. Luego se turnaron. Mi esposa parecía estar despertando. Porque empezó a gemir despacito.

De pronto Javier le dijo a su amigo: Échate en el sillón para hacerle un sándwich. El hombre se echó en el sillón, y Javier puso a mi esposa encima de su amigo y le dijo: Métele por la panocha. Yo se lo voy a meter por el culo.

Mi esposa ya parecía estar aceptando esta situación. Porque parecía que hasta colaboraba en las posiciones que le hacían. No sé si por la borrachera pensaba que estaba conmigo. Miré a mi esposa montada sobre el amigo de Javier con la verga en su vagina. Y luego Javier se lo metió por el culo. Ahora si mi esposa dio un grito fuerte. Haaayy. Y Javier le dijo ya con palabras fuertes que yo podía escuchar claramente: Aguanta puta de mierda. Ya estás con dos verga ensartada ahora mueve tu culo como una puta.

Esas imágenes y esa escena que yo miraba y las palabras que le decían a mi esposa me excitaron demasiado. Empecé a masturbarme con muchas ganas. Jamás había pensado escuchar que le dijeran puta de mierda a mi esposa y que se lo metieran por el culo y la vagina. Mi esposa empezó a gemir ya fuerte. Hay, hay, hay. Y vi como movía su culo como tratando de que le entren más esas vergas.

De pronto Javier le dijo: ¿sabes quien te está rompiendo el culo verdad puta? Ella dijo sii. Eres Javier. Este culo se lo das al cabrón de tu marido y nunca me diste importancia a mi cuando estábamos adolescentes. Ella solo dijo: siii.

Javier le decía: Que rico culo tienes puta de mierda. Quien te folla mejor. Tu marido o yo. Ella dijo: tu Javier. Quien es tu macho. Tu Javier, quien es mi puta. Yo mi amor.

Así estuvieron por un buen rato intercambiando posiciones Javier con su amigo. Ya parecía que no les importaba que yo despierte. Porque hablaban fuerte y sin temor alguno. Mi esposa también gemía y gritaba sin importarle nada. Yo mojé todo el piso de la puerta de mi dormitorio con la leche que me saqué masturbándome hasta dos veces seguidas.

Increíblemente yo no quería ir a parar a esos dos cabrones. Al contrario, quería que le sigan rompiendo el culo a mi esposa. Nunca había sentido tanta excitación como estaba sintiendo allí. De pronto vi que ya estaban llegando al orgasmo. Limpié el piso que mojé con mi semen. Me fui a la cama y me hice el dormido. Luego de un rato sentí que mi esposa entraba y se acostaba a mi lado.

Dejé que ella se durmiera. Pero yo ya no tenía nada de sueño. Todas esas imágenes y esas palabras volvían a mi mente. Después de un rato puse mi mano entre las piernas de mi esposa. Estaban húmedas. Luego puse mi dedo en su culo y también estaba mojado. No aguanté más y se lo metí por el culo. Mi verga entró suavecito. Su culo estaba lleno del semen de mi amigo Javier. Ella ni siquiera se movió. Creo que ni lo sintió.


borracha












Allí en su culo me moví con todas mis fuerzas como queriendo destrozarle ese culo que ella se lo había dado a mi amigo Javier.

Esperaba un gemido o algún movimiento, pero ella nada de nada. Me dormí con mi verga metida en su culo.

Al día siguiente como a las 11 de la mañana, mi esposa se levantó y se fue al baño. Al volver se echó nuevamente a mi lado. Era Domingo. Le pregunté: ¿te gustó la fiesta por tu cumpleaños? Ella me dijo: Si. Estuvo muy bonita.

Le dije: ¿escuchaste la hora en que se fueron Javier y su amigo? Ella me dijo: No. No escuché nada. Ni sabía que se han quedado aquí. Yo todavía tenía la esperanza que ella me dijera algo. Que Javier trató de sobrepasarse o que no le gustó que Javier se quedara en la casa. Pero no me dijo nada. Entonces saqué mis conclusiones. Bien ellos eran amantes, o ella quería que se repita lo que le hicieron. Pero no le dije nada.

Ya me he encontrado con mi amigo Javier varias veces. Pero tampoco le he dicho nada. El me mira y me saluda como si nada hubiera pasado. Increíblemente yo quisiera ver a mi mujer otra vez así ensartada por el culo. La sensación de celos y excitación al mismo tiempo, desatan en mi un morbo que no logro sentir con nada más.

Esa fue mi experiencia de cornudo. Que ahora me gusta. No sé si se repetirá. O mi mujer me está poniendo los cuernos y yo no lo sé.


Bueno espero les haya gustado mi relato sexual si gustan hablenme al privado para que les pase su red social 😃

1 comentarios - mi esposa sel grande

Dominador1992
Hermoso post
Bienvenido al mundo de los cuernos, cornudos como vos son bastante felices