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Mujer deliciosa/Cap1

 
Mujer deliciosa/Cap1CAPITÚLO 1



David mantenía la mirada al frente, impertérrito e inalterable, con el gesto impasible. No por cualquier razón era el mejor jugador de póker de su grupo de amigos. 




A su alrededor su mujer y las otras tres parejas de amigos con las que solían salir a cenar y a veces a bailar, montando todos jaleo, mientras David apenas esbozando una sonrisa los miraba como si estuviera analizándolos.





David era el dueño y gerente de una empresa de venta y mantenimiento de todo tipo de construcción, la concesión en el país de una marca de gran prestigio internacional. Con la crisis habían pasado sus apurillos pero ahora volvían a remontar con fuerza.  En el grupo también estaba Manuel y su mujer Isabel, Manuel era un contratista de materiales de construcción, que a acusa de la crisis había tenido que fusionarse con otros tres contratistas para sobrevivir y seguir adelante. Luego estaban Juan y su mujer Pilar, Juan era jefe de mantenimiento de una gran cadena de supermercados, y como no tenía su propia empresa y la cadena de supermercados estaba sana durante la crisis, el no había notado nada. Finalmente estaba Pedro y su mujer.







Pedro tenía una empresa de alicatadores, manejaba varias cuadrillas, su tío tenía una empresa construcción y reformas especializadas en casa de lujo, con muchos contactos entre los ricos de la ciudad, eso le había permitido sobrellevar la crisis, antes de la crisis facturaba como un demonio, pero con la crisis su tío le había salvado el pellejo a su empresa, ahora había vuelto a enviar cuadrillas fuera de los encargos de su tío, pero no muchos, el 90% por ciento de su facturación dependía de la empresa de su tío, que había tenido recientemente un ictus y estaba postrado mientras su socio llevaba el negocio. Sentada junto a él, estaba su mujer, Laura. Y aquello ya era harina de otro costal!







Pedro media aproximadamente 1,90 y siempre había sido un obseso del gimnasio, musculado a tope y con un peinado rubio de punta daba miedo a kilómetros luz. Cuando salían a bailar su sola presencia entre ellos espantaba cualquier problema que pueda presentarse en la noche, la sola presencia de esa mole les daba toda la seguridad del mundo. Claro un cachalote de esas dimensiones, solo podía tener a su lado una mujer que no desentonase.







Laura era la hembra más potente sobre la que nunca había posado sus ojos David. David analítico y observador como un depredador nocturno, se dedicaba desde su silenciosa postura a examinar todas las mujeres de todos los lugares por los que pasaba, y por mucho que lo intentaba nunca veía algo semejante a Laura.





 Laura tenía veintinueve años y medía 1,72, era una diosa de playboy con el cuerpo de una estrella porno, coronado por una preciosa melena del color castaño más oscuro, hasta el punto que a veces se teñía de negro y no se notaba en absoluto la diferencia, las puntas de su  oscura, sedosa y brillante melena le llegaban hasta la mitad de la espalda, una breve raya al medio dividía la misma para luego peinarse o bien con raya al medio hasta el final, o dejando caer el cabello hacía atrás como en torrente. Sus ojos eran marrones y preciosos, con unas cejas perfectas y bien hechas, finas y perfectamente trazadas, unas mejillas tersas y suaves y unos labios naturales abultados y sensuales, unas orejas preciosas y siempre decoradas con pequeños pendientes o bien alguna perla, o bien algún brillante. Su nariz era lo único algo extraño tenía una nariz rectilínea, como un ángulo de 60 grados, lo que con su piel con un leve moreno natural le confería el aire de una mujer árabe o persa y esa arrebatadora belleza oriental.





Su  piel además de levemente morena era sedosa y suave como una pluma, con unas caderas redondas y firmes como una colina donde nunca se pusiera el sol, y un culo perfecto como moldeado por un escultor clásico, fruto de su genética y de su pasión por los ejercicios aeróbicos, de hecho así era como había conocido a Pedro, en el gimnasio. Aquel culo de redondez geométrica, era el final de dos magnificas y maravillosamente torneadas piernas, largas como la línea del horizonte, y que hacía aún más largas el hecho de que siempre fuese con tacones altos, o con botas de tacón alto, o sandalias de tacón alto, todo lo cual aun levantaba y resaltaba aún más su culo de ensueño. Pero Dios no contento con haberle dado aquellos atributos para enloquecer a todos los machos que se encontrase a su paso, le había dotado de unos magníficos, enormes, abundantes y equilibrados pechos naturales, unas tetazas que le caían en forma de gota de lluvia y que turgentemente desafiaban a la gravedad apuntando con sus pezones al frente, y a los que acomodaba en sujetadores y wonderbras de talla 75 americana en una copaza G, dos tetazas que resaltaban como dos golosos frutos del deseo, cualquiera que fuera la prenda que vistiese Laura.







Laura trabajaba con Pedro, ella era la que se encargaba de todos los aspectos administrativos de la empresa de alicatar, con dos administrativas junto a ella, se encargaba de la gestión de toda la parte administrativa, por eso durante la semana solía ir vestida con faldas de tubo y medias de seda, normalmente negras y trasparentes, sobre sus tacones de punta de ejecutiva, blusas de seda o preciosos jerséis de punto a veces con su correspondiente chaquetas, o a veces no, toda aquella ropa entallada remarcando sus caderas y su culo, sobresaliendo sus enormes y a la vez armónicos bultos mamarios.  Y después en su tiempo libre siempre vestía preciosa y con clase, pero muy sexy, camisetas de tirantes, tops, trasparencias, camisetas ajustadas, minifaldas infartantes, leggings, vaqueros ajustados, jerséis de pico y otras partes superiores con escotes que eran balcones al jardín de las delicias de sus tetazas, etc… Solo vestía  tangas preciosos y arrebatadoramente sexys, así como wonderbras, a veces una talla inferior, para que a través del escote pareciese que sus enormes globos iban a desbordar su ropa y desparramarse a su alrededor. Las uñas de los pies perfectamente cuidadas y las manos adecuadas a su tamaño acabadas en unos preciosos dedos con unas uñas largas y preciosas siempre pintadas.







Y a pesar de ser semejante diosa de la lujuria, Laura, no tenía el carácter arrogante y altivo de la mujer consciente que podría tener a cualquier hombre que quisiera solo con chasquear los dedos. Era simpática y divertida, risueña y pizpireta, muy coqueta y abierta a los compadreos y  toqueteos superficiales, entre bromas y risas, con una voz muy femenina y sexy.







Claro aquella hembraza dando aquellas confianzas, daba lugar a reacciones equivocadas. Los hombres del grupo de amigos tenían que saber atar sus deseos irresistibles de abalanzarse sobre aquella hembra y al mismo tiempo no dejar de mostrarse amistosos, porque de una simple ostia de Pedro cualquiera de ellos podía amanecer en el cementerio. Así que Manuel y Juan solían jugar el papel de los serviles babosos, mientras David, que se presentaba en toda circunstancia como alguien comedido y distante, sonreía levemente desde un segundo plano, no siendo nunca protagonista de las chanzas y alborotos donde Laura era el centro, inalterable con su cara de póker. Esto había hecho que su mujer, Candela, se convirtiese en la mejor amiga de Laura. Las otras dos mujeres no lo expresaban cuando estaban todos juntos, pero les corroía la envidia a Laura, que no solo era más joven, sino que hacía que sus maridos babeasen por ella poniéndose en ridículo gustosamente.







Pero David no era así o al menos eso creía Candela, David parecía inmunizado ante los encantos de Laura. Candela estaba convencida además que su marido la deseaba con locura, porque cada vez que salían juntos los cuatro matrimonios, no solamente actuaba con indiferencia hacia Laura, sino que después al regresar a casa se la follaba con locura y deseo desmedido, echándole dos, tres y hasta en una ocasión cuatro polvos seguidos. Lo que no sabía la pobre Candela era que cuando se la follaba David, este cerraba los ojos y se concentraba con todas sus fuerzas en imaginar que se estaba follando a esa diosa de curvas demoniacamente deseables. Candela era una mujer normal, lo que siempre le había atraído a David de ella era su dinero. Lo suyo había sido un braguetazo en toda regla, pero la inocente Candela nunca se había dado cuenta, con el dinero de su padre David había obtenido la concesión, y ahora vivían muy pudientemente.





Embarcada en estas convicciones Candela se había convertido en la mejor amiga de Laura de aquel círculo de amigos, que se habían conocido todos por sus vínculos en el ramo de la construcción. Eran amiguísimas, todo el día al Whatsapp, compartiendo fotos, secretos, intimidades y confesiones. Todo lo cual, incluidas fotos de Laura en los probadores de todas las tiendas de la ciudad ,para conocer la opinión de Candela, probándose  desde modelitos explosivos hasta lencería, Candela divertida y confiada en la actitud fría y distante de David, solía mostrarle aquellas fotos, donde también se podía observar a Laura en actitudes graciosas, con su enorme sonrisa . David en muchas ocasiones tras lanzar una mirada indiferente reteniendo con trabajo titánico la expresión de deseo y sorpresa que su rostro deseaba dibujar, se dirigía en silencio e indiferencia al baño para pajearse. Mas de una noche, en la mitad de la misma, en el más absoluto de los silencios, David le había cogido el móvil a Candela y sigilosamente se había metido en el baño, a escudriñar las fotos que le había mandado Laura a Candela y esta le había mostrado. Observaba aquel cuerpo de pecado, masturbándose relajado con el rostro de deseo y lujuria con el que siempre desearía poder mirarla.







Candela había intentado muchas veces montar algún salida o algún viaje las cuatro parejas, a una casa rural, a la playa, o a alguna otra ciudad, la verdad es que los cuatro matrimonios se lo pasaban bien cuando salían a cenar y luego por ahí. Pero Pilar e Isabel siempre tenían algún compromiso o excusa perfecta que les impedía participar del plan. Candela sabía que la verdad era que no estaban dispuestas a ver a sus maridos babear durante varios días seguidos ante Laura, ni que decir si iban  a la playa o a algún lugar donde hubiese piscina, si viesen a ese monumento en bikini harían el mayor de los ridículos y ellas caerían fulminadas por los celos.  





David estaba mirando como si no mirase, con la mirada perdida, examinando a Laura desde una especie de segundo anillo del grupo, que formaba alrededor de una mesa donde reposaban los cócteles. Había venido directamente del trabajo, con sus labios pintados de rojo carmesí, con sus tacones negros, sus medias de seda transparente, su falda de tubo negra, llevaba puesta las gafitas, como de azafata del un, dos, tres, que gastaba para leer, lo que aún le daba más morbo. Una blusa blanca de algodón, donde remarcaban sus enormes bultos, se había desabrochado los tres botones de arriba y una cadenita de plata circundaba su cuello, Juan y Manuel procuraban no fijar mucho la mirada en el canalillo glorioso que estaba a la vista de todos, entre aquellos dos lozanos pechotes, que Laura mostraba al publico con los simples y naturales movimientos de su cuerpo, hacia adelante para hablar con uno, hacía un lado para hablar con otro. David expectante como un felino en la noche con la mirada perdida, gravaba en su mente cada detalle de aquella hembra para dejarlos libres en su mente cuando al llegar a casa se follase a Candela, pensando que era Laura.







Candela había propuesto un juego, muy en su línea habitual, de animadora del grupo. Un juego  entre picante e inocente como le gustaban a ella. Había pedido a los el pub, un bol, unos bolígrafos y un taco de esos de los de apuntar de un bar. Cada uno de los allí presentes debía escribir en un papel y en mayúsculas para que no se reconociese la escritura de cada cual, su mayor fantasía sexual, y después doblarlo y dejarlo dentro del bol. Candela los removería y después los leería en voz alta. La idea provoco algarabía, miraditas morbosas y risas cachondas. David permanecía impasible, esbozando su sonrisa de hombre de hielo.




Todos participaron y colocaron los papeles doblados en el bol. David escribió lo que siempre le decía  a Candela como respuesta recurrente  cuando le preguntaba sobre ese tema. Que a el le gustaría penetrar analmente a una negra. Candela empezó a leer.





-          Dar por el culo a una negra. Buuuhhh que aburrido!





Protesto Candela entre las risas de los demás.





-          Que me hagan una cubana entre cuatro tetas. Esto lo ha escrito un hombre, lo que me gustaría saber es como llevar a cabo esa técnica.





Dijo burlona Candela, entre las risas y las chanzas de los demás.





-          Hacerlo con una mujer y que mi marido también participe….. uuuuhhh la temperatura va subiendo.




 Exclamo risueña Candela, mientras todos sonreían ansiosos por escuchar la siguiente fantasía.




-          Hacer una cubana a varios hombres y al que más aguante antes de correrse, follármelo mientras los otros están mirando……. Jooooderrrr que caliente, esto esta hirviendo.




Grito Candela subiendo teatralmente la voz. Mientras Juan y Manuel aullaban y las chicas y Pedro estallaban en risas escandalosas.





-          Que me lo hagan con los pies…..joder que derroche de imaginación.





Dijo con voz de fastidio Candela.





-          Una doble penetración en un lugar público de día. Yeeepaaahh





Volvió a gritar Candela animando el ambiente.  Mientras todos aplaudían y reían, menos David que simplemente sonreía torciendo la boca.





-          Follar en la última fila de un cine lleno…….huuuuummm!





Volvió a elevar la voz Candela, ante el estallido de risas y cachondeo de todos.





-          Y la última dice…… follar en un ascensor entre plantas…..jajajaja, un kiki exprés deberá ser eso.





Concluyo Candela entre risas y aplausos. Al rato cuando acabaron los cocteles, salieron del pub, era viernes y todos estaban algo cansados así que decidieron ir cada uno a su casa, la próxima vez quedarían en sábado y saldrían a bailar.





-          Me preocupa Laura. Aunque de cara a todo el mundo se muestra tan risueña como siempre, lo esta pasando muy mal con Pedro!





Comenzó a hablaren voz alta Candela mientras iban en el coche camino a casa.





-          Que es lo que sucede?





Pregunto David sin apartar la vista de la carretera con un tono de voz átono e indiferente.





-          Que no funcionan en la cama. Y hace mucho que no funcionan, ya te lo he explicado antes.





Respondió Candela.





Que Candela fuera la confidente de Laura era una fuente de información valiosísima sobre los aspectos más interesantes de la vida de Laura. Por lo visto la mole de Pedro tenía una serie de disfuncionalidades en el pene, no solo era relativamente pequeño para el tamaño mastodóntico del resto de su cuerpo (según le había contado Laura a Candela, él lo achacaba a una adolescencia de anabolizantes) lo que desnudo le daba un aspecto un tanto ridículo, si no que su resistencia y aguante, desde que se conocieron y casaron, había mermado extraordinariamente. Esos problemas hacía que Pedro fuera cada vez más reticente a tener relaciones sexuales, lo que insatisfacía mucho a Laura, y además cuando lo hacían, Pedro eyaculaba precozmente, amén de que Laura era muy muy muy viciosa y fantasiosa en el sexo, y Pedro carecía completamente de  imaginación.






-          Ya sabes que Laura no va por ahí de superhembra, es una chica excepcional, generosa y humilde. Pero le va mucho, muchísimo la marcha, en realidad es supercaliente. Me ha contado, que antes de conocer a Pedro, cuando salía por ahí, follaba como una loca, escogiendo ella  a los tíos, incluso ha follado con varios diferentes cada noche o montándose tríos, o cualquier otra cosa que su mente viciosa elucubrase. Y siempre teniendo el control, es lo que más la excita, dirigir los tempos del sexo.



Le explicaba Candela entre divertida y escandalizada.





-          Has visto la fantasía esa de hacer una cubana con sus pechos a un grupo de hombres y luego follarse ante ellos al tío que hubiera tardado más en correrse por la cubana?





Le pregunto Candela a David.





-          Si la he oído.





Respondió David con su tono indiferente y átono.





-          Te puedo garantizar al 100 x 100 que esa fantasía la escribió Laura.  Además de reconocer su letra, conozco su mente sucia, jejejeje.





Le confirmo Candela, haciendo que más allá de la expresión imperturbable de David, su excitación prendiese como leña seca.





-          Y que va a hacer entonces, Laura?





Pregunto David intentando mantener su tono indiferente a pesar de que se moría por saber más.





-          No sé, esta muy muy muy jodida, y totalmente desenamorada. Le ha propuesto a Pedro ir a ver especialistas, terapeutas, lo que sea, pero el se niega, su ego de macho y todo eso! Además el nunca ha sido muy cariñoso o atento y todo eso. Cree que le basta con su físico y su cartera, como si Laura fuera una privilegiada por poder lucirle por ahí, así que las peleas son continuas, amén de la insatisfacción y frustración de Laura en todos los sentidos, y los gestos de pareja quedan solo para la galería.




Respondió Candela.





-          Y cual es la solución, entonces?





Volvió a preguntar David intentando contener entre los labios el deseo por obtener más y más información valiosa.





-          Pues nunca es sencillo, y en este caso menos. Por movidas de responsabilidad y todo eso se casaron en separación de bienes, así que la empresa es al 100% de Pedro, así como la casa, ella apenas dispone de sus ahorros y ya. Así que si se divorcian por iniciativa de ella, este animal la pone en la calle totalmente, así que esta bastante jodida.  Ya sabes como es de divertida y payasa, el otro día a modo de broma me dijo que se buscaría un amante discreto, y dejaría todo como estaba. Yo le dije que muy discretos tenían que ser los dos, y muy valiente el amante, porque como los descubriese Pedro los mataría de un golpe….jajajajaja.





Respondió sonriente y risueña Candela, viendo como David también esbozaba una sonrisa que ella interpreto como que le había hecho gracia, cuando en realidad era una sonrisa satisfacción por lo relevante de la información que ahora tenía. La hembraza de Laura insatisfecha, desenamorada y abierta a otras relaciones, oro puro!





Aparcaron, apagaron el coche y  David y Candela subieron a casa cogidos de la mano. Entraron en el piso y se dirigieron a su dormitorio. En el marco de la puerta se insinuó Candela rodeando con sus manos por el cuello a su marido.





-          Ya ves Pedro y Laura dan la imagen de la pareja perfecta, de perfectos cuerpos y luego todo un desastre. Nosotros si que somos la pareja perfecta, cariño.





Le susurro de forma sexy Candela a David, el cual ya no podía más, en la memoria de su iris solo estaba grabada la figura y el rostro de Laura. Cerrando los ojos tomo por la caderas a Candela y levantándola en volandas la empotro contra la pared del dormitorio, al tiempo que le bajaba las bragas de un fuerte tirón, y bajándose los pantalones mientras se devoraban en un morreo, la ensarto como una oliva, bombeando salvajemente en su interior, adelante y atrás, atrás y adelante, imaginando que se estaba follando a Laura, aunque los pequeños pechos de Candela como era normal le fastidiaban la ensoñación.





Candela se corrió entre gritos muy satisfecha como era habitual en ella, mientras para David aquello no era más que un supletorio de su verdadero deseo, de Laura.




Era martes por la noche, Candela estaba en el dormitorio, hablando por teléfono, al principio animada entre risas, pero después se hizo el silencio, mientras David veía la tele en el salón. Tanto tiempo sin risas, ni oír hablar en alto a Candela lo extraño.




Candela entro en el salón resoplando y con cara de indignación.





-          Menudo pedazo de cabrón, tu amiguito Pedro! Acaban de tener una pelotera enorme, un broncazo de tal tamaño que hasta ha roto algunas puertas y muebles, el salvaje, amén de poner a la pobre Laura de puta y guarra para arriba, y recomendarle que se compre un consolador. Antes de irse de casa dando un portazo, el impotente.







Le espeto Candela llena de rabia. David la miro con los ojos muy abiertos expresando sorpresa, sin saber que responder.





-          Bueno, bueno, tan amigo mío, tampoco es!





Respondió vacilante David.





-          Da igual de quien sea amigo, es un cabrón y quien si es mi amiga es Laura. Esta rota llorando y atrapada en su matrimonio, como ya te he contado. Así que….



Dijo Candela expectante, como tratando de conseguir la aprobación de David.



-          Así que….qué?





Le interpeló David curioso.





-          Pues que le he propuesto que se venga con nosotros el puente de este fin de semana a la cabaña de la playa. Para que desconecte de ese salvaje y pueda levantarle la autoestima.



Respondió Candela.





David pensó muy rápidamente, no podía dar muestras de jubilo, pero aquella era una ocasión ideal, debía mantener la calma, incluso mostrarse reticente.



-          Huuuum! Gracias por habérmelo consultado, si yo quería estar con mi mujer y disfrutar de un puente a solas, romántico y a la vez  teniendo sexo por todos los rincones de la casa, que?





Dijo David sin alterarse pero expresando malestar pausado.





-          Joder David! Pobre Laura, esta muy jodida, yo soy su amiga y de verdad la he visto más jodida que nunca, podría ser un buen plan, además las celosas y bordes de Isabel y Pilar nunca nos dejan hacer nada juntas, como pasar un fin de semana!





Respondió Candela mientras David le devolvía una impostada mirada de severidad.





-          Venga Cariño te lo compensare eeh….





Le dijo dulcemente Candela a David mientras se colgaba abrazándole por el cuello, lográndole sacar una tenue sonrisa y sin saber lo encantado que estaba con la idea.





Al medio día del viernes apareció Laura con una bolsa de viaje y un semblante un poco serio.  La recibió Candela, abrazándola y sonriéndole, mostrándose desinhibida e intentando que volviese a ser tan risueña como siempre.





-          Cariño no tienes que preocuparte de nada, ni tener vergüenza de nada, quiero que estés cómoda con nosotros y pases unos días estupendos. A David le he explicado que tú y Pedro estáis pasando una crisis de pareja, sin darle detalles, y el lo ha entendido y no le ha dado más importancia. Así que siéntete cómoda por favor.





Le dijo Candela mientras le acariciaba la mejilla.





David apareció a continuación cargado con las bolsas y maletas para la playa. Laura le sonrió y le saludo tímidamente con la mano.  David le sonrió y dejando las bolsas junto a Candela y el maletero del coche le devolvió el saludo con la mano, sin decir nada, relamiéndose en su mente.




Laura estaba inmensa como siempre, llevaba una camiseta de manga corta naranja, con un enorme escote ancho y  redondo que dejaba a la vista la mitad de sus gloriosos globos, y unos mini shorts vaqueros con dobladillo que se ceñían a su celestial culo y que aún estilizaban más sus largas y esculturales piernas que se sostenían sobre dos zapatos de tacón de verano como dos sandalias. Las uñas de los pies perfectas y pintadas de un tono rosa oscuro y las uñas de la mano otro prodigios de perfección pintadas del mismo tono, sus labios pintados de carmín rosado brillante a juego con las uñas, algo de colorete sobre su tez morena, y una liviana sobra de ojos violeta, las pestañas perfectas, y dos preciosos  pendientes colgando de sus delicadas orejas, unas gafas de sol redondas y grandes que se sostenían en su particular nariz arabesca. Estaba preciosa con su melena castaña oscura y haciendo ese gesto tan sexy de acomodarse el pelo por detrás de la oreja.





La naturalidad de David, haciendo como si aquello lo hubiesen planeado desde siempre y sin darle mayor importancia a su presencia, la hizo sentirse cómoda y pronto empezó a sonreír como era en ella habitual, mostrando su perfecta y nacarada sonrisa, al entregarle a David su bolsa de viaje para que la acomodase en el maletero.





Cuando estuvieron listos los tres subieron al coche y se dirigieron a la cabaña de la playa. Candela iba en el asiento del copiloto y Laura se sentaba detrás. La conversación estaba animada entre las dos mujeres, Candela le dio rápidamente motivos a Laura para que se situase en el medio del asiento trasero para poder mantener una conversación más animada con su amiga, y no tardo en explotar en su risa alegre, que la hacía aún más sexy, con su preciosa y femenina voz, un monumentazo de mujer como aquel con aquel carácter alegre y comunicativo.



David mantenía su postura, distante, relajada y sonriente, pero indiferente ante los encantos de Laura. Pero en previsión de aquel momento ya había situado el espejo retrovisor de forma que solo tenia que mover el rabillo del ojo para contemplar todo el esplendor de aquel escote, balcón de gloria! Laura no se daba cuenta y seguía bromeando y riendo con Candela, muy relajada y cómoda como si estuviera en casa! Desconocedora aún del plan que David había trazado para ella.




A la hora llegaron a la casa de la playa a tiempo para comer, era principios de junio pero ya hacia calor y la intensidad del sol era perfecta par broncearse. David se tomo un momento, solo un instante muy disimuladamente, para lanzar una mirada analítica  a Laura, mientras ella y Candela sacaban las cosas del coche.





Era una hembra tremenda, alta y esbelta, pero no delgada, maciza, con la piel suave como de alabastro, con un cierto tono de color, no blancuzca o rosada, aquellas piernas largas y perfectas, como esculpidas en mármol, su risa amplia y sexy, su cabello sedoso y oscuro  que se acomodaba constantemente  de forma tan sexy, con su finas y perfectamente cuidadas manos, su culo, redondo y firme, lomas de gloria cuya topografía dibujaba el ajustado short vaquero y aquellos melonazos perfectos realzados y recogidos en su precioso wonderbra que ofrecía al mundo a través del escote de su camiseta naranja. De la comparación Candela salía muy mal parada, con su apenas 1, 64 de estatura, destacaba a la baja.





David aparto la vista y se concentro en contener su libido, debía tener mucha precaución, para poder llevar a cabo sus planes, manteniendo la ficción de la indiferencia que le causaban los encantos de Laura.





La cabaña estaba en un pequeño complejo con otras tres en forma de cuadrado, cada una tenía su patio con cierta privacidad y daban a una piscina no muy ostentosa común y estaba situada a unos diez minutos de la playa más cercana, y no había mucha gran vegetación cerca.





-          Uffff que calor, hace aquí dentro, Candela.





Le dijo Laura  a Candela resoplando.





-          Si hija le da todo el día el sol, y el aire acondicionado tarda en funcionar y a David no le gusta, aunque es verdad que por la noche recibimos la brisa del mar directamente y refresca.  Vamos te enseñare tu cuarto enfrente del nuestro, y aprovechamos y nos ponemos más frescas, mientras David hace la ensalada y pone una pizza en el horno. Verdad cariño?





Se dirigió Candela a David, lanzándole una sonrisa de complicidad a Laura y llevándosela hacía el interior de la casa.





-          Como deseen las señoras!





Respondió David en su tono frio e indiferente.





David iba preparando la comida en la cocina americana con barra al salón de la casa, mientras oía el alborozo y las risas de las chicas, en el cuarto. Al poco aparecieron ambas más ligeras de ropa. Candela en bikini con una camiseta larga. Y Laura conservaba sus shorts vaqueros, se había cambiado los tacones de verano, por unos veraniegos tacones de esparto con cintas de colores,  pero el cambio descomunal era su parte de arriba apareció con una camiseta ajustada de tirantes rojo chillón, donde sus mamazas parecían estar embutidas pidiendo a gritos escaparse de la camiseta. David le lanzo una mirada de refilón y haciendo un gran esfuerzo mantuvo el semblante neutral, al tiempo que notaba la gran sequedad de su garganta.





-          Jajajaja, más fresquita y liberada con esa camiseta de tirantes, nena? Así sin sujetador que estas en la playa, deja que esas domingas disfruten de la libertad.





Jaleaba Candela a Laura.





-            Jajaja…..siiiiiii….libertad!





Gritaba exultante Laura riendo profusamente con su voz tan femenina.





David había puesto algo de música latina discotequera y Candela empezó a bailar poniendo morritos y haciendo posturas sexys acercándose a Laura. Entonces Laura respondió, sin dejar de reír muy sexy, se recogió el pelo por detrás de las orejas con las dos manos. Y empezó a bailar restregando sus piernas con las de Candela, agitando violentamente sus hombros de manera que su tetazas se balanceaban se forma salvaje dentro de su camiseta de tirantes ajustada, en un momento dado al ritmo de bailar moviendo todo su cuerpo y acercándose a Candela, añadió el hecho de empezar a estirarse la camiseta llevando el escote hacia abajo al tiempo que abría la boca con un gesto de sorpresa impostada , la tetas se balanceaban arriba y abajo generando la expectativa de que en cualquier momento alguna de ellas saldría por el escote, las chicas dieron una vuelta  sobre si mismas y chocaron los culos, sin dejar de reír divertidas, antes de volver a estar una frente a la otra, cuando continuando con el baile, Laura tomo sus enormes melones por debajo elevándolos como ofreciéndoselos a Candela, sin dejar de contonear todo el cuerpo.





David tragaba saliva, con los labios muy juntos trataba de no lanzar miradas de más de dos segundos a la escena. Las mujeres bailaban como si el no estuviera allí, y aunque había visto muchas veces bailar a Laura, siempre en el grupo de amigos y mucho más comedida que aquella forma. La polla de David estaba tiesa como un mástil. Mantener la compostura le costaba un trabajo titánico, y gracias a la barra las mujeres no podían ver como le temblaba el pulso, de forma que cortaba los ingredientes de la ensalada muy despacio por temor a cortarse debido a la continencia de la excitación.





-          La comida esta lista!





Dijo David al tiempo que apagaba la música y encendía la televisión, suspirando con un respiro de alivio. Mientras las chicas riendo y divertidas se dirigían a la cocina a ayudar a David con los platos.





-          Uyy, perdón!





Le dijo Laura a David con su esplendida sonrisa y una voz muy sexy, cuando al salir por el arco de la cocina al salón ambos con cosas para la mesa, Laura rozo accidentalmente con una de sus tetazas el antebrazo de David. David no respondió trago mucha saliva en silencio, tratando de mantener la calma, por un segundo creyó que hasta podría perder el equilibrio.





-          Cari, te encuentras bien? Se te ve muy blanco!





Le interrogo Candela, David respiro de nuevo, todo podía irse al carajo si Candela se daba cuenta de lo que la presencia de Laura lo alteraba.





-          Estoy algo cansado, el calor tan grande de la casa y eso, ir poniendo la mesa y yo me refrescare en el baño.





David se encerró en el baño mientras continuaba oyendo reír a las chicas en el salón, se lavo la cara, se apoyo en una pared del baño y se hizo un pajote rápido y aliviador, le dolían hasta los huevos cuando empezó.





La paja lo relajo bastante y durante la comida centro todo su esfuerzo en no mirar a Laura. Tenía que mantener la imagen de indiferencia ante aquel pibonazo.



Eran algo más de las cuatro cuando acabaron de comer. Y Candela propuso que se echaran un poco, así que el matrimonio se dirigió a su habitación y  Laura a la suya. Candela cayó enseguida en un sueño profundo. David no podía, cada vez que cerraba los ojos aparecía ante él la figura de exultante de Laura. Trato de hacer respiraciones relajantes debía controlar aquello, mantener su comedia hasta que llegase el momento adecuado.





Eran algo más de las seis cuando, Candela se despertó, se levanto y se dirigió al cuarto de Laura golpeando a la puerta, levemente. David se hacía el dormido. Laura abrió, llevaba un rato despierta pasando el tiempo con su móvil.



-          Salimos al patio a tomar el sol? Hay unas esplendidas tumbonas esperándonos.





Le dijo susurrando divertida Candela a Laura.





-          Estupenda idea!  A que hemos venido sino.





Respondió Laura mostrando su preciosa y perfecta sonrisa.





Empezaba el espectáculo otra vez, pensó David conteniendo la respiración. Candela cerró la puerta de la habitación, y a los pocos minutos pudo oír a las dos chicas en el patio riendo y bromeando. En las otras tres casas no había nadie extrañamente.





David se puso un bermuda y una camiseta de tirantes. David era de mediana estatura y cabello castaño, ni muy gordo, ni muy delgado, de ojos claros y pelo en el pecho. Cogió una revista de economía y sus gafas de sol, y tomando aire profundamente se dirigió al patio, concentrando su mente para no comerse con sus ojos a la mujer que llevaba años deseando locamente.





-          Buenas tardes señoras!



Dijo David conservando la concentración y perdiendo la conversación cuando observo a Laura de espaldas sobre la tumbona.





-          Buenas tardes David!





Respondieron las dos a la vez, girando sus cabezas.





David estaba impasible y petrificado, pero no porque estuviese fingiendo sino por lo que veía, Laura tumbada sobre la tumbona, con un bikini negro a lunares blancos, que sin ser un tanga de un hilo, si era tanga y le entraba por la raja del culo dejando a la vista sus dos esplendidas nalgas, firmes y circulares como una esfera, su espalda  tersa como el terciopelo y sus muslos preciosos y sedosos brillaban al sol. Llevaba sus gafas de sol y el pelo recogido en un moño en el centro de la cabeza para poder broncear bien su espalda, y se había desatado la parte de arriba del bikini para no dejar marcas en el bronceado.





David tardo un segundo en salir de su ensimismamiento, buscando una tumbona frente a las chicas para sentarse con su revista, pero tal era excitación que le había provocado la figura de Laura, como nunca la había contemplado, que casi se tropieza y se cae, pero había demasiado en juego así que sus reflejos le salvaron de tamaña torpeza.





Se sentó estirando las piernas y abriendo la revista como si ignorase a las dos mujeres, mientras a través de sus gafas de sol radiografiaba en su mente cada milímetro de la piel de Laura, pero que buenísima estaba!





Las chicas también bromeaban y hablaban ignorándole como si el no estuviera allí.





-          Yo me depilo el pubis en triangulo!





Le decía Candela a Laura.





-          Yo depilado brasileño con una ligera franja de la vagina hacia arriba. Es un poco más trabajoso y doloroso, pero a los hombres les gusta mucho.



Respondía a su vez Laura.



-          Además solo gasto tangas o braguitas brasileñas, así que también es el depilado donde se luce mejor esa ropa interior, no crees?



Preguntaba Laura a Candela.





-          Tienes razón nena, pero también lo has dicho el depilado brasileño es un coñazo y doloroso. Y el piercing del ombligo a santo de que?



Pregunto  Candela





-          Me gusta es muy sexy, no crees, a los hombres también les ha entusiasmado siempre.





Respondió Laura sonriendo.





-          Si tu lo dices, te creo, pero que no cuenten conmigo para agujerearme el ombligo, jajajaja.



Dijo Candela risueña.





David cerraba los ojos tras sus gafas de sol y se imaginaba ese depilado brasileño en ese precioso coñito de Laura, huuuum! Y ese piercing sobre su lengua mientras le lamia el ombligo a aquella diosa prodigiosa.





-          Cariño ya llevamos un ratito aquí, y empiezo a notar la espalda muy acalorada, podrías ponerme algo de aceite bronceador?





Pregunto Candela a David sacándolo de su ensoñación. 





-          Si, si claro!.........



CONTINÚA


Se estan borrando mis relatos en automatico no se porque.
Si gustan checar la cuenta de patreon esta historia va mas avanzada.
Y el cronograma de este mes esta publico. Hay dos niveles diamante y platino.
Toda historia será extensa.
En las paginas gratuitas subiré un Capítulo de la misma historia, cada 2 o 3 meses. 
historias de madre e hijo, maduras, tias,vecinas, suegras, mujeres voluptuosas. Y toda historia sigue caminando cada mes 

En ig estoy como 
jeiff.245 

1 comentarios - Mujer deliciosa/Cap1

Largover
Excelente 👍
Me encantaria subiera carne asada parte 3