You are now viewing Poringa in Spanish.
Switch to English

1. Mi hermano me cogió (Daniela).

Saludos a la comunidad de Poringa! Su anónimo favorito está de regreso con un nuevo post, esta vez de un relato que me encontré en internet  allá en el lejano 2020 y rápidamente se convirtió en mi escritora (o escritor no sé qué sea) de relatos eróticos preferida jeje, pues sus relatos no solo incluyen sexo sino drama, celos, continuidad si se le podría decir así, entre otras cosas que me gustaron de ella.


Su nombre es Daniela, una persona que la verdad tiene mucho talento para inventar relatos eróticos bien calientes y morbosos sobre el incesto. Dudo mucho que sean reales, esto quizás no lo sepan, pero yo me apostaría mi testículo (así es, solo tengo un testículo) en decir que el 99% de los relatos eróticos de internet son falsos y estos no son la excepción, ya que en los relatos de Daniela los personajes cambian de nombre y de edad constantemente, pero bueno, a quien le importa si son reales o no xd.


Estos relatos antes uno los podía encontrar fácilmente, pero no sé qué paso, pues en la página donde yo los leía ya no están, solo los encontré en una página de dudosa procedencia donde se intentó meter un troyano LoL.


El caso es que me di a la tarea de rescatar todos esos relatos y resubirlos a Poringa! Solo les pido me tengan paciencia, ya que estos relatos están muy largos y aparte tengo que corregirlos errores de ortografía que tienen y que son muchos, también les advierto que cambie el nombre del hermano de los relatos que paso de ser Jorge a llamarse José, espero no meterme en problemas por derechos de autor jaja. Si alguien conoce a la autora original de los relatos a ver si le dicen que me escriba al privado para hacer una colaboración jeje.


Daniela, si estás viendo esto… Te quiero ❤️


1. Mi hermano me cogió (Daniela).





Todo empezó un sábado en la mañana, al ser los días de descanso suelo despertarme muy tarde, como a las 11,pero ese día fue la excepción. Ese sábado había tenido un sueño erótico con mi hermana Daniela. Una chica de 18 años, piel clarita, culito parado, delgada, se había desarrollado bien la verdad. Yo al tener 20 años, estaba saliendo de la pubertad y entrando a la juventud. En fin, ese sábado desperté a las 9:00 am. Algo desorientado, excitado y contento.


Me paré de la cama, abrí la puerta revisando que nadie estuviera cerca de mi cuarto y cerré, me senté en lasilla de mi escritorio y comencé a recordar mi sueño. La verdad estaba excitado todavía, así que decidí dar por terminarlo todo en una buena jalada. Miré el reloj, eran las 9:15 así que bajé mi pijama y mi bóxer para sacar mi verga semi erecta, la tenía un poco dura, así que la cubrí con mi mano y empecé a masturbarme lentamente.


Pasaban los minutos y al poco tiempo escuché abrirse la puerta. ¡Dios! No podía creer lo que estaba por suceder, me detuve y vi de reojo, la puerta estaba entrecerrada y noté una sombra parada, hice mi máximo esfuerzo en la mirada y al fin pude ver que era Daniela. ¡Nooo! ¡Qué pena! Al ver que no cerraba la puerta, seguí jalándomela con la presencia de mí hermana, a pocos segundos se fue sin cerrar, me tranquilicé un poco, desgraciadamente no terminé, solo me metí al baño y me lavé las manos.


Mamá: ¡José! ¡Despierta! -Gritaba mamá.


No respondí. Me esperé unos segundos y me dirigí al comedor con nervios y pena de lo que me había sucedido.


Mamá: ¡Hijo! ¡Milagro que despiertas temprano!


Yo: Si. -Contesté seriamente.


Daniela: Buenos días. -Me saludo Daniela.


Yo: Hola, buenos días. -Conteste sin mirarla.


Mamá había hecho sándwich para desayunar.


Yo: ¿Y papá? -Pregunté.


Mamá: Tuvo que salir, mañana regresa.


Daniela: ¿Qué haremos? -Preguntó Daniela.


Mamá: Ya se nos ocurrirá algo, note preocupes. -Dijo mamá.


Durante el desayuno Daniela me miraba siendo discreta. La verdad a penitas y la miraba.


Daniela: ¿Qué tienes? -Preguntó Daniela.


Yo: Nada, ¿por qué?


Daniela: Te vez muy callado.


Yo: No es mi día


Habían pasado las horas, no salimos, estuvimos todo el día en casa. Mientras miraba una película en la sala, Daniela se paseaba por toda la sala, en verdad que tenía un culito bien formado, de piel clarita, aceptaría que me empezaba a gustar mi hermana. Habían dado las 8:00 pm. Se hizo la cena Y al ser las 11:00 pm cada quien se fue a su cuarto. Al estar encerrado en mi recamara no dejaba de pensar en Daniela. Al ser la 1:00 am. Me recosté y esperé a quedar dormido, de repente desperté como si nada, aún estaba oscuro, encendí la luz y miré mi reloj, las 5:00 am. Del día Domingo. Vaya, aún tenía sueño.


Fui a la cocina y tomé un vaso de agua, al pasar por el pasillo de los cuartos, me detuve en la puerta del cuarto de Daniela, abrí silenciosamente la puerta y vi que estaba como muerta. Entré, ahí estaba, dormida, destapada de las piernas lindas que tenía. Solo dormía con un short y una blusa blanca de tirantes. Estaba boca abajo, verle el rico culo que tenía hizo que mi verga se endureciera. Me acerqué y me recosté sin que se despertara. Comencé a acariciarle la espalda, siguiendo al cuello, y acerqué mi rostro a su cara dándole un beso en la mejilla. ¡Dios! Tenía un bonito aroma, acaricié su espalda, sus brazos, su cintura y terminé en su rico trasero. Que rico lo tenía, paradito, listo para ser penetrado.


Me recosté sobre ella sin caer por completo encima y comencé a recorrer todo su cuerpo. Resbalaba mis dedos sobre sus muslos llevándolos hasta al centro de su entrepierna; se sentía calientito. Planté mis dedos y noté como se movió un poco. Siendo cuidadoso bajé su short hasta sus rodillas rogando que no se despertara. Quería ver su bello culo así que prendí la lámpara que estaba en la cómoda de al lado de la cama. Al prenderla vi el culito desnudo de Daniela. ¡Woow! Solo dormía con esa prenda. ¡No lo podía creer!


Yo: Mírate… Que sabroso trasero tienes hermana. -Dije en voz baja.


Mi verga estaba toda dura, quería metérsela toda en ese momento. Bajé desesperadamente mi pijama y mi calzón y empecé a frotarme la verga lentamente, separé sus piernas blancas y resbalé un dedo sobre su ano hasta tocar sus ricos y sabrosos pliegues húmedos. Observé su rostro y vi que rio siendo cuidadosa. ¡No lo podía creer! Estaba despierta y aun así se dejaba tocar, eso me dio la oportunidad de disfrutarla más y a la vez aprovecharme de ella con más ganas. Acerqué mi cara a su oído.


Yo: Me encantas y voy cogerte hasta venirme dentro de ti… Daniela.


Acerqué mi verga toda dura a su vagina y la resbalé sobre su entrada, veía como mi punta se lubricaba de los líquidos de Daniela. ¡Dios! Que rico, sus pliegues mojaban mi miembro. De pronto, empezó a fingir que se despertaba abriendo poco a poco sus ojos, mi corazón se empezó a acelerar ¿Qué hago? ¿Qué hago? Ella ya se había dado cuenta de lo que estaba pasando más prefirió hacerse tonta. Al abrir por completo sus ojos, me vio encima de ella.


Daniela: ¿Qué?


Yo: No mientas que no te queda, ya estabas despierta.


Daniela: ¡¡¡Que!!! ¡¡¡No!!! ¡¡¡Oye!!!¿Qué carajos...?


Cubrí su boca con la mano que estaba en mi verga, evitando que terminara su frase.


Yo: ¡¡cállate!! Le dije en voz baja.


Sacudió su cabeza para liberar su boca de mi mano.


Daniela: ¡¡Déjame!! ¡¡Suéltame!!


Yo: No lo haré hermana, me gustas, estás bien rica y quiero cogerte hasta llenarte de mí semen.


Daniela: ¡¡Estás loco!! ¡¡No!!


Yo: ¡¡¡Es la forma de desquitarme por haberme espiado!!!


Daniela ¿Espiado? ¿que?


Yo: ¡¡Sí!! ¡¡No te hagas tonta!! -Le decía mientras sujetaba sus brazos para que no se moviera.


Daniela: ¡¡Está bien!! ¡¡Está bien!! ¡¡Lo siento!! ¡¡Si!! ¡¡Te vi!! ¡¡Pero no era mi intención hacerlo!!


Yo: ¿Y por qué no te largaste en ese momento? -Le pregunte enojado y excitado.


Daniela: Porqué...no te había visto hacer lo que estabas haciendo…


Yo: ¿Y qué ganabas con verme, maldita?


Daniela: ¡¡¡Aaahhh!!! -Se quejó.


Yo: ¡¡Aguántate!!


Daniela: ¡¡¡Nooo!!! ¡¡¡Por favor!!! ¡¡¡Aaahhh!!!


Mi verga estaba en su entrada, lista para penetrarla.


Daniela: ¡¡No sé!! ¡¡No sé!! ¡¡No pensé en eso!!


Comencé a mecerme de forma que se fuera metiendo mi dura verga en esa rica y mojada vagina.


Daniela: ¡¡Aaahhh!! -Gimió en ese momento.


Al estar así por unos segundos cedió poco a poco, hasta dejarse penetrar.


Yo: ¡¡¡Aaahhh!!! ¡¡¡Sííí!!! ¡¡¡Que rico Daniela!!!


Daniela: ¡¡¡Por favor!!! ¡¡¡Nooo!!! ¡¡Me duele!! -Decía en voz baja.


Yo: No tengo de otra hermana, tú te lo ganaste. Tranquila déjame hacerlo. Me gusta tu culo, estás bien rica.


Daniela: ¡¡Pero no!! ¡¡¡Está mal!!


Yo: Solo hagámoslo. -Le dije mientras besaba su cuello.


¡Dios! Sentía como mi verga entraba y salía de su rica y húmeda vagina. Me hinqué sobre sus piernas sin sacar mi verga y separé sus nalgas dejándome ver ese rico ano que tenía.


Yo: Mírate hermana... Estás bien buena.


Se me antojaba su cuerpo. Así que coloqué mi dedo sobre su ano y lo fui metiendo lentamente, presionándolo.


Daniela: ¡¡Nooo!! ¡¡¡Ahí no!!! ¡¡Por favor!!


Yo: ¿Qué pasa?


Daniela: Aaahhh. -Se quejó al meterle mi dedo.


Al tenerlo dentro de su culo, comencé a formar círculos dentro de él.


Daniela: Aaahhh. -Comenzaba a gemir.


Yo: ¿Te gusta? ¡¡¡Daniela!!! ¿Te gusta lo que te hago? -Le preguntaba al oído.


No decía nada, simplemente tenía los ojos cerrados. Empecé a penetrarla más rápido, al parecer ya le estaba gustando pues escuchaba pequeños gemidos.


Yo: ¿Te gusta hermana?


Daniela: ...Si... -Contestó con voz entrecortada.


Estaba cogiéndomela, pero quería que de verdad le gustara, así que llevé mi otra mano por debajo, tocando su ombligo y acercándome a su vagina, de modo que empecé a frotar su clítoris en círculos.


Yo: Daniela ¿Qué sientes?


Daniela: ... ¿¿hee??


Yo: ¿Te gusta?


Daniela: ¡¡¡Aaahhh!!! Gimió al empujarle mi verga para que entrará más en ella.


Yo: Que rico se siente. -Le decía mientras ambos disfrutábamos esa cogida.


Nos envolvimos entre las sábanas olvidándonos de los forcejeos y el enojo.


Daniela: ¡¡¡Aaahhh!!! ¡¡¡José!!! ¡¡Esto no está bien!! -Me decía, combinando sus palabras con sus ricos gemidos.


Yo: ¡¡No pienses en eso!!


Daniela: ¿¿Por qué yo??


Yo: ¡¡¡Porqué me encantas y me excitas!!!


Daniela: ¡¡Oohhh Dios!! ¡¡¡Aaahhh!!! -Daniela liberaba sus gemidos al penetrarla.


Yo: ¡¡¡Levanta tu culo para penetrarte más!!! -Le ordenaba.


Sin pensarlo dos veces, levantó su cadera de forma que su lindo culo se abrió más ante mis ojos.


Yo: ¡¡Dios Daniela!! Me encanta tu coño mojado y tener mi dedo dentro de tu ano.


Daniela: ¡¡¡Sí!!! ¡¡¡Cógeme!!! ¡¡¡Siento rico!!!


Yo: ¡¡¡Si preciosa!!! -La alagaba mientras besaba su cuello.


Sus manos acariciaban mi rostro, todo estaba marchando cada vez mejor.


Daniela: ¡¡¡Síí hermanito!!! ¡¡¡Cógeme así!!! ¡¡Lléname de tu verga!! ¡¡¡Aaahhh!!!


Yo: Si eso quieres ¡¡¡Eso haré!!! -Metí con más fuerza mi pene haciendo que mis pelotas chocaran con sus piernas.


Daniela: ¡¡¡Aaahhh!!! ¡¡Dios!! ¡¡¡Síí!!! -Liberó un rico gemido incitándome a penetrarla con más fuerza.


Yo: ¡¡¡Síí!!! ¡¡Eso preciosa!! –Decía mientras frotaba con más rapidez ese clítoris.


Ver como se retorcía cada vez quela penetraba me excitaba demasiado.


Yo: ¡¡¡Me gusta tu culito hermana!!!


Daniela: ¡¡Aaahhh!! ¿te...gusta? -Preguntaba con su linda voz entrecortada.


Yo: Si, lo tienes bien paradito y sabroso.


Daniela: ¡¡Sí!! ¡¡Cógeme!! ¡¡¡Méteme toda tu verga!!! ¡¡Me gusta!!


Yo: ¿La quieres toda hasta dentro, hermanita?


Daniela: ¡¡Sí!! ¡¡Toda!! ¡¡¡Aaahhh!!!


Me despegué de su cuerpo sacando lentamente mi verga de su vagina. ¡Dios! Era una sensación tan rica, vi como resbalaba mi verga de su exquisita vagina. Conforme iba retirándola me inundaba de placer con la lubricación de sus ricos jugos vaginales. Mi punta se asomaba entré los pliegues de su jugosa panocha, más no la retiré por completo, sino que la metí de nuevo, disfrutando como iba entrando nuevamente. ¡Woow! Comenzó a llevar el ritmo de mi penetración con el movimiento de su cadera.


Daniela: ¡¡¡Aaahhh!!! ¡¡¡José!!! ¡¡¡Lo haces muy rico!!!


Yo: ¡¡Tú eres quien lo hace muy rico, mi amor!!


Miré su culo y noté como mi dedo había dilatado su lindo ano, estaba lubricado. Se veía tan linda en esa posición.


Yo: ¡Dios! Daniela, me excitas muchísimo. -Le decía en voz baja y entrecortada por lo excitado que me encontraba.


Me recosté sobre ella de modo que mi pecho tocara su espalda. Con mi mano le empecé a acariciar el cabello hacia la derecha de forma que se extendiera sobre la almohada, desnudando al mismo tiempo su suave cuello. Planté mis labios en esa suave y linda piel que tenía mi hermanita, mi boca comenzaba a vagar por todo su cuello y levanté su blusa de forma que desnudara la mitad de su espalda.


Yo: Quítate la blusa, quiero verte toda desnuda. -Le pedía.


En menos de un segundo sus manos comenzaron a desnudar su bello cuerpo, quitándose con delicadeza esa blusa que impedía proseguir mis besos. Al no tener su blusa, mis ojos se agrandaron admirando su linda espalda descubierta. En ese momento, liberé su culito retirando lentamente mi dedo de su ano.


Daniela: Aaahhh… -Gimió al retirarle mi dedo.


Yo: ¡Tú culito está bien abierto, hermanita!


Daniela: ¡¡¡Sí!!! ¡¡¡Lo siento!!!¡¡¡Aaahhh!!! -Me contestaba combinando sus palabras con sus lindos gemidos.

La penetraba bien rico, nunca me imaginé haciéndole esto a mi bella hermanita. Miré mi dedo lubricado por su culito y lo acerqué a su boca.


Yo: Pruébalo Daniela ¡¡Chúpalo!!


Daniela: ¡¡No!! ¡¡Qué asco!! –Respondió.


Yo: Ándale, excítame ¡¡Hazlo!! -Le exigía untando mi dedo en sus delgados labios, lubricándola con el líquido de su ano, no consiguiendo que entrara en su linda boca.


Al no lograrlo, clavé con más fuerza mi verga tasta hacerla gritar.


Daniela: ¡Aaahhh! -Al abrir su boca para liberar ese desgarrador grito, metí mi dedo.


Yo: ¡¡¡Eso es!!! ¡¡¡Así!!! ¡¡Chúpalo hermosa!! -Recorrí mi dedo por toda su boca, haciendo que probara con ganas.


¡Woow! Lo lengüeteaba, me volvía loco.


Daniela: Cógeme más. -Me suplicó, rasgando las sábanas blancas que cubrían nuestros cuerpos.


Retiré mi miembro lentamente de su vagina y empecé a besar su suave piel. Mis labios recorrían su espina dorsal formando un camino hacia su cadera, su piel tenía un aroma tan rico, tan adictivo, tan envolvedor que lo disfrutaba conforme iba bajando hasta llegar a su hermoso culo.


Yo: ¡Ohhh! ¡¡Daniela!! ¡¡Me excita ver tu rico culo!! -La alagaba mientras mis ojos admiraban esa parte de su lindo cuerpo.


Miraba esa línea separando sus dos glúteos paraditos. Los separé con mis manos mostrándome ese rico ano dilatado que tenía. ¡Dios! Que sabrosa estaba, excitada y con su culito bien abierto. Empecé a masajeárselo formando círculos de modo que se abriera y se cerrara su agujero. Moría de ganas por comérmelo, así que me hinqué y me incliné acercando mi rostro en su culo, separé bien sus nalgas y comencé a chuparle su sabroso ano.


Daniela: ¡¡¡Aaahhh!!! ¡¡¡José!!! ¿Qué haces?


Yo: ¡Comiéndome tu sabroso culo, hermanita!


Mi lengua cubría todo su anito lubricándolo por completo de mi saliva. Era tan perverso lo que le hacía a mi linda hermana, pero me moría de ganas de probarle ese culo que mueve todos los días. Una de sus manos empezó a acariciarme la cabeza.


Daniela: ¡Aaahhh! José...sigue...


Sus palabras me incitaban a no parar, así que empecé a penetrarle el ano con mi lengua.


Daniela: ¡Aaahhh! ¡¡No pares hermanito sigue así!!


La devoraba con ganas. Le chupaba el culo con desesperación.


Daniela: ¿Te gusta mi culo hermanito?


Yo: ¡¡Si hermosa!! ¡¡Me gusta!!


Daniela: ¡¡Anda cógeme!! ¿Qué esperas? ¡¡¡Méteme toda tu verga en mi rico culo!!! ¡¡Quiero tenerla dentro de mí!!


Yo: Aún no ¡¡Déjame probarte un poco más!! -Lamía su anito con gusto.


Metía mi lengua en su rico hoyo.


Daniela: ¡¡¡Aaahhh!!! ¡¡¡Hermanito!!!


La penetraba con locura, con desesperación, al fin me había ganado su trasero. Llevó sus manos a su culo y lo abrió más.


Daniela: ¡¡¡Sigue corazón!!! ¡¡Chupa mi lindo ano!! ¡¡Mete tu lengua!! -Al ver que estaba bien abierto su ano, me recosté sobre ella y le clavé mi verga toda durita.


Yo: ¡¡¡Síí!!! ¡¡¡Aaahhh!!! -Solté un delicioso gemido.


La sensación de tener mi pene en su culo era tan rica; húmedo, caliente y apretadito.


Daniela: ¡¡Aaahhh José!! ¡¡¡Me lastimas!!!


Yo: ¡¡¡¡Ssshhhh!!!! ¡¡¡¡Tranquila!!!!¡¡¡¡Te va a gustar ahorita!!!! -La tranquilizaba.


Daniela: ¡¡José!! ¡¡¡Tu verga me llena mi culo!!!


Yo: ¡¡¡Sííí!!! ¡¡¡Se siente bien rico!!!


Daniela: ¡¡¡Jajá sí!!! ¡¡¡Me gusta!!! ¡¡¡Métemela más!!! ¡¡¡Sácala y métemela con ganas!!! ¡¡¡Reviéntame el culo!!!


Le retiré mi verga de su culo dejándolo bien abierto ¡¡Dios mío!! Nunca pensé tener su culito en esas condiciones, miré mi verga bien lubricada de su liquido anal. Planté mi punta en su hoyo y la fui metiendo lentamente hasta que entrara toda.


Daniela: ¡¡¡Aaahhh!!! ¡¡¡Síí!!! ¡¡¡Métela toda, José!!!


Daniela disfrutaba de mi verga en su culo, sus gemidos me lo decían, sus palabras, su rostro.
Daniela: Acércate...abrázame. -Me pedía con un tono de voz entrecortado.


Al estar hincado me recosté apoyando mi pecho en su espalda y abriendo más las piernas para colocarme mejor. Pasé mis brazos por debajo de ella, envolviendo su estómago con mis manos y mis brazos.


Daniela: Así hermanito... Ahora cógeme, penétrame con fuerza. Mastúrbate con mi culo hasta venirte y llenarme de tu rico semen... Quiero sentir como sale ese líquido de mi ano.


Yo: ¡¡Dios hermana!! ¿Cómo es que quieres esto?


Daniela: No sé, tú me has vuelto así. ¡¡Aaahhh!!


La penetraba con ganas, de verdad que moría por cogérmela. Mi excitación aumentaba cada vez más. Al tener mis manos en su estómago las fui subiendo a esos ricos pechos tiernos que tenía, deseaba tomarlos, acariciarlos, jalarle sus puntas hasta hacerla llorar.


Daniela: ...¡¡Tócame!! Me decía al sentir mis manos sobre sus ricas tetas, que ricas se sentían. A pesar de que ya no le crecieron más, las tenía ya formaditas como pequeñas montañas.


Yo: Que lindos pechos tienes, Daniela. -Le decía a su oído.


Daniela: ¿Si? ¡¡Pues entonces tócalas!! ¡¡Frótame las puntas con tus dedos, hermanito!!


Yo: ¡¡Si eso me gustaría, hermosa!!


Daniela: Anda, ¡¡¡Apriétame los pezones mientras me toco mi linda vagina!!!


Yo: ¡¡Mejor quiero chupártelos y lengüeteártelos, hermanita chula!!


Daniela: ¡¡¡Hazme lo que quieras, soy toda tuya José!!!


Yo: ¡Ven entonces!


Aparte mis manos de sus pechos y me separé de ella para levantarme. Ambos disfrutamos de placer cuando retiré mi verga de su ano. Se hincó mientras yo me recosté sobre la base de la cama.


Daniela: ¡¡Woow Hermanito!! Tu verga está bien parada.


Yo: Se pone así cuando te veo, hermanita.


Su mirada no se apartaba de mi verga erecta, noté como se mordía el labio inferior.


Daniela: ¡¡Vaya!! ¿Todo eso entró en mi culo? Que rico.


Yo: Ven, siéntate sobre mí. -Le pedía al mismo tiempo en que abría mis piernas para que se acercara.


Al estar frente a mí, se hincó.


Yo: ¡¡Estás lindísima, Daniela!! -La alagaba mientras mis manos vagaban por su cintura y su estómago.


Resbalaba mis dedos sobre sus duritos pezones.


Yo: Siéntate sobre mí. -Le ordené en voz baja jalándola del brazo.


Junté mis piernas para que se fuera acercando poco a poco. Mis ojos no dejaban de mirar su lindo ombligo, sus tetas que las tenía a unos cinco centímetros de mí. Me incliné hacia ella dejando que mi nariz acariciara su tierna piel. ¡¡Que aroma tan rico!! Su pielera lisa, suave, piel clarita. Tomé mi verga y la comencé a resbalar sobre su panocha bien abierta y húmeda.


Daniela: ¡¡Húndela hasta al fondo, hermanito!! ¡¡Quiero sentirla ahí!!


Yo: ¿¿Eso quieres?? ¿¿Ya lo habías hecho??


Daniela: No.…pero… ¡¡Quiero que tú lo hagas antes que nadie!!


Yo: ¡¡Sí mi amor, quiero metértela bien adentro!!


Daniela: Pues hazlo. No te preocupes si me duele, ya pasará.


Mis ganas de penetrarla crecían desesperadamente. Acariciaba sus pliegues con mi punta, bañaba mi verga con sus flujos. ¡¡Que rico!! Tocaba su clítoris con mi glande. Busqué la entrada de su vagina y coloqué mi punta en su rico orificio. La miré y se acercó y me dio un delicado beso, mordiendo suavemente mis labios al mismo tiempo en que chupé su labio inferior. ¡¡Dios!! No me imaginé que nos besaríamos.


Daniela: Házmelo, cógeme. -Me insistía liberando mis labios.


Al separar nuestros labios, lanzó una risa coqueta empezando a flexionar sus piernas. Su culo bajaba lentamente dejando que mi verga fuera entrando en su jugosa vagina.


Yo: ¡¡Aaahhh!! -Libere un delicioso gemido.


Daniela: ¡¡¡Auuu!!! ¡¡Aaahhh!! –Daniela se quejaba abrazándome fuertemente la cabeza.


Se quedó quieta sin decir una palabra y yo agarré su culo paradito y empecé a masajeárselo en forma de círculos.


Yo: ¡¡Vamos preciosa!! ¡¡Déjame cogerte!! ¡¡Quiero hundir esta verga parada!! -Al terminar mi frase, cubrí su culo con mis manos y fui bajándolo, metiéndole lentamente mi rica verga.


Daniela: ¡¡¡Aaahhh!!! ¡¡¡Me duele, pero sigue!!! -Me decía con una voz desgarradora, entrecortada, como si estuviera llorando.


Estaba apretadita su linda vagina. ¡¡Dios!! Sus paredes vaginales resbalaban sobre mi verga. Se sentía tan rico; suave, caliente, resbalaba mi pene dentro de ella. No podía esperar mucho, así que de un tirón se la metí bien hasta adentro haciéndola soltar un desgarrador grito.


Daniela: ¡¡¡¡¡Aaahhh!!!!!


Yo: ¡¡Tranquila, no grites!! Despertarás a mamá. –Le dije mientras mi mano tapaba su boca.


Daniela: ¡¡Ay!! ¡¡¡Es que me duele!!!


La besé metiendo mi lengua en su deliciosa boca. Sus manos envolvieron mi rostro de caricias dándome a entender que lo disfrutaba. Fui aumentando mis movimientos de modo que se fuera acostumbrando al ritmo de mi penetración.


Daniela: ¡¡Aaahhh!! ¡¡¡Sigue!!!


Yo: ¿Ya no te duele? -Le preguntaba mirándola.


Daniela: ¡¡Ya no tanto!! ¡¡¡Aaahhh!!!


En su cara se formaba una linda figura de placer y dolor a la vez, aún le dolía, pero que rico la penetraba. Entraba y salía mi verga de su rica vagina. Al ver sus lindos pechos los comencé a lamer, recorriendo mi lengua sobre sus puntas ¡¡¡Que rico!! ¡¡Dios!!Sentía duras esas puntas.


Daniela: ¡¡¡Síí!!! ¡¡¡Chúpalas hermanito!!! ¡¡Cógete a tu hermanita!!


Comencé a formar círculos alrededor de su pezón derecho, lo lengüeteaba con ganas, lo succionaba como si bebiera de él. Me encantaba que siguiera el ritmo con unos ricos brincos haciendo que mi verga le entrara y le saliera.


Yo: ¡¡Así hermosa!! ¡¡Sigue brincando!!


Daniela: ¡¡¡Aaahhh!!! ¡¡Ajá!! ¡¡¡Sí!!!


Estaba tan excitada, me encantaba verla jadear. ¡¡Síí!! Sentía una sensación abrumadora ¡¡Woow!! Sentía que iba a explotar. Agarré bien su culo y le comencé a meter la punta de mi dedo en su rico ano.


Daniela: ¡¡¡Aaahhh Dios!!! -Gimió al sentir como le penetraba mi dedo.


Yo: ¿Te gusta hermanita? -Le preguntaba introduciéndole más el dedo.


Daniela: ¡¡Síí!! ¡¡Me encanta!! ¡¡¡Cógeme más!!! ¡¡¡Métemelo todo!!! ¡¡¡Ay Dios!!!


Sus palabras me excitaban volviéndome un pervertido de primera, no dude en obedecerla, quería que lo gozara. Planté mi boca en su pezón izquierdo y lo empecé a jalar con mis labios.


Daniela ¡¡Sí!! ¡¡Así!! ¡¡Chúpalo!!


Yo: ¡¡Si hermanita!! ¡¡Que rico!!


Daniela ¡¡Sí!! ¡¡Me gusta tu verga hermanito!! ¡¡Está bien dura!! ¡¡¡¡Uff!!!!


Yo: ¡¡¡Sigue mi amor!!! ¡¡¡Métetela toda!!! ¡¡¡¡Haz que me venga!!!!


Daniela: ¡¡¡Aaahhh!!! ¡¡¡Vente!!! ¡¡¡Lléname de tu rico semen!!!


¡¡Dios!! Se resbalaba tan bien mi verga dentro de ella, sus brincos lentos me enloquecían de placer lubricando mis testículos de sus ricos jugos. Sus ojos se entrecerraban cada vez que introducía mi verga, perdía su mirada como si se fuera a desmallar. Su boca abierta era tan antójale. La abracé y la acosté de manera que ahora estuviera sobré ella, era mi turno de llevar por completo el ritmo. Seguí empujando mi pene, llenándola de él.


Daniela: ¡¡Aaahhh!! ¡¡¡No pares!!! ¡¡¡Sigue!!! -Me decía con su linda voz entrecortada.


Me abrazaba, sintiendo como sus dedos resbalaban sobre mi espalda. Sus piernas abrazaron mi cadera, colgándose de mí. Lamía su cuello, probando cada centímetro de él. Que rico, su sabor eratan dulce al igual que el aroma de todo su cuerpo.


Yo: Sabes tan rico, Daniela. -Me encanta hacerte todo esto.


Daniela: Si… A mí también me encanta.


Miré el reloj que se encontraba sobre el buró. Las 6:45. Ya era de mañana y no quedaba mucho tiempo. No quería que esto acabara, pero no podíamos hacer que esto durara más.


Yo: Daniela...debemos...terminar…


Daniela: ¡¡¡Aaahhh!!! ¡¡Noo!! ¿Por qué?


Yo: Ya...despertará mamá…


Daniela: ¡¡Está bien!! ¡¡¡Aaahhh!!! ¡¡Ok!! -Me decía mezclando sus ricos gemidos con sus palabras.


Aumenté el ritmo, penetrándola con más fuerza y rapidez. ¡¡Dios!! Se sentía estupendo.


Yo: ¡¡¡Aaahhh!!! ¡¡¡Daniela!!! ¡¡¡Quiero venirme!!!


 Daniela: ¡¡¡Sí!!! ¡¡¡Que rico!!!


 Yo: ¡¡¡Ajá!!! ¡¡¡Aaahhh!!!


No aguantaba. Se resbalaba tan rico mi verga a tal punto que sus jugos bañaban mis muslos. Baje mi mano a su culo y comencé a meterlo el dedo en su ano todo húmedo y abierto.


Daniela: ¡¡¡Aaahhh!!! ¡¡Sí papito así!! ¡¡¡Cógeme!!! ¡¡¡Dios!!!


Yo: ¡¡¡Aaahhh!!! ¡¡¡Sí!!! ¡¡¡Me excitas hermosa!!! -Frotaba su rico ano con mi dedo.


La punta de mi dedo entraba y salía de ese mojado orificio.


Yo: ¡¡¡Aaahhh!!! ¡¡¡Me vengo!!! ¡¡¡Sí!!! ¡¡¡Ya casi!!!


Daniela: ¡¡¡Sí amor!!! ¡¡¡Lléname!!! ¡¡¡Báñame de tu semen!!!


No aguantaba ¡¡Dios mío!! Quería expulsarle mi semen ¡¡Y lo hice!!


Yo: ¡¡¡Aaahhh!!! ¡¡¡Sí!!! ¡¡¡Que rico!!! -Le decía metiéndole mi verga con fuerza.


Que rico, le llenaba la vagina de semen. Que sensación más rica.


Daniela: ¡¡Se siente bien, hermanito!! ¡¡Calientito!! ¡¡Tu semen esta calientito!! ¡¡Que rico!!


Yo: ¡¡¡Si preciosa!!! -Retiré mi dedo de su culo y lo probé, llevándome ese sabor ácido de su culo a mi boca.


Daniela: ¡¡Dios!! No creí que hicieras eso. -Me decía riéndose.


Yo: Sabes rica hermanita, sabe rico tu culo.


Daniela: Jaja estás loco.


Saqué mi verga toda bañada de mi semen y de sus jugos vaginales.


Yo: ¿No quieres probar? –Le pregunte.


 Daniela: Jaja no lo sé. -Contestó sin dejar de mirar mi verga bien parada.


Yo: ¡¡Vamos cómetela, aprovecha!!


Daniela: Jaja… Nunca lo he hecho.


Yo: Ven, tócalo. -Le dije acercándome a ella tomando su mano y colocándola en el tronco de mi verga.


Daniela: ¡¡Dios!! ¡¡Se siente dura!! Jaja.


Yo: ¡¡Chúpala!! ¡¡Pruébala!! -Le dije acariciándole la cabeza y acercándola.


Daniela: Está bien.


Se acercó besando primero y probando sus labios para saborear ese sabor acido de su vagina.


Daniela: Sabe raro.


Yo: Jaja chúpalo otra vez ¡¡Saboréalo!!


Empecé a peinarla formando una coleta evitando que su cabello cayera sobre su cara, para que así me diera una rica chupada. Que rico lo hacía, succionaba mi punta, la lengüeteaba.


Yo: Abre más tu boca y métetela más preciosa.


Al ver que su boca se agrandaba más, tomé la parte de atrás de su cabeza y empujé mi verga hasta adentro.


Yo: ¡¡¡Aaahhh!!!


Daniela: ¡¡Dios!! ¡¡Espera!! ¡¡Me ahogas!! –Me reclamo sacándosela de su boca.


Yo: ¡¡Vamos!! ¡¡Chúpala!!


La metió a su boca de nuevo y yo por mi parte le penetré su boca lentamente.


Yo: ¡¡Aaahhh!! ¡¡Así mi amor!! ¡¡Cómetela!! ¡¡Lávala de tu salivita!!


Sentía mi verga llena de saliva ¡Qué maravilla!


Daniela: Hermanito, está rica tu verga… Me está empezando a gustar esto.


Yo: Que bueno hermanita. Anda, sigue comiéndole la verga a tu hermanito.


Daniela: ¡¡Sí!! ¡¡Dámela!!


Yo: Abre toda tu boquita, déjame penetrártela a mi modo.


Agarré bien su cabeza con mis dos manos y comencé a clavarle bien mi verga, lentamente. Al Abrir bien su boquita mi hermanita, decidí meterle toda mi verga, haciendo que mi punta le llegara hasta la garganta.


Yo: ¡¡¡Aaahhh!!! ¡¡¡Sí!!! -Decía yo al introducirle el pene.


Daniela: ¡¡Aaahhh!! ¡¡¡Puta madre!!! ¡¡Me quieres ahogar maldito!! -Me decía al sacarse mi verga de su boquita.


Yo: ¡¡Vamos!! ¡¡Bien que te gusta!! Te vez hermosa con toda mi verga hasta el fondo.


Daniela: Jaja ¿Quieres eso?


Yo: ¡¡Si mi vida!! ¡¡Te la quiero meter hasta el fondo!! ¡¡Quiero llenarte esta linda boquita de mi pene bien parado!!


Daniela: ¡¡Ay!! ¡¡Yo también quiero!! Pero... Tengo miedo…


Yo: ¿De qué preciosa??


Daniela: Pues... De que me vallas a lastimar la garganta.


Yo: No linda, como crees. Déjame hacértelo ¿Sí? Prometo que te va a gustar.


Daniela: ...está bien. Confío en ti.


Esa boquita ya era mía, la puta de mi hermanita era toda mía, tanto su culo, como su panochita y sus ricas tetitas. Tomé mi verga y empecé a untársela por toda su boca, por sus labios, su nariz. Se la metía y se la sacaba de la boca. Al ver que ya le estaba gustando dejé adentro mi pene y empecé a empujárselo hasta ver que le llegará hasta su garganta.


Yo: ¡¡Shhh!! ¡¡Tranquila!! -Le decía al ver que sostuvo mis piernas como asustada.


La mantuve ahí bien adentro hasta notar que su respiración comenzaba a acelerarse y entonces saqué mi verga.


Daniela: ¡¡¡Aaahhh!!! ¡¡¡Puta madre!!! ¡¡¡No mames!!! -Dijo con los ojos llorosos y saliva escurriéndole dela boca.


Yo: Te vez más linda así, Daniela.


Daniela: Jaja ven, déjame comértela. -Me decía metiéndose la verga a su linda boquita.


Yo: ¡¡Si hermosa!! ¡¡Cómetela!! -De nuevo metí mi verga hasta el fondo, pero esta vez se la sacaba y se la metía.


Me adueñaba de su cabeza. Tenía el control de los movimientos, la agarré fuerte y le llene esa garganta de toda mi verga, dejándosela más tiempo. Que puta mi hermanita, se comía bien rico mi vergota.


Yo: ¡¡¡Eso es!!! ¡¡Trágatela!! ¡Woow! -Su cara me excitaba.


Su boca chorreaba de salivita, sus ojos estaban llorando y empezaba a atragantarse, casi ahogándose. Se separó rápidamente soltando un delicioso eructo y tosiendo.


Daniela: ¡¡¡Aaahhh!!! ¡¡Dios espera!! -Me decía recuperándose, más no le hice caso y le volví a meter mi verga.


Yo: Ven hermanita, todavía no acabas ¡¡Sí!! -Me gustaba verla así, con sus ojitos rojos.


Yo: ¡¡Aaahhh!! ¡¡Que rica te vez!! ¡¡Eres una putita Daniela!! ¡¡Y eso me encanta!! -Le decía apretándole sus lindos y delicados cachetes.


Solo me miraba, con sus ojos llorosos, escurriéndole lagrimitas sobre sus cachetitos y al mismo atragantándose. No podía más, se estaba ahogando. Le retire mi verga rápidamente y me quedé viendo cómo reaccionó como si fuera a vomitar.


Yo: Tranquila, ya terminamos. -Le decía mientras le acariciaba su cabeza.


Solo me miraba callada. Agarré su blusa y me limpié bien la verga. Me puse mi pantalón, mi playera y me acerqué plantándole un beso.


Yo: Ni creas que hasta aquí a terminado esto, hermanita. Quiero que estés lista después, porque te voy acoger como se me dé la puta gana.


Me dirigí a la puerta. Abrí y solo la volví a mirar, se veía hermosa. Hincada en el suelo, desnuda, y con una carita de niña inocente, pero no es más que una pinche putita bien hecha.




Bueno amigos, eso es todo por esta semana, les dije que el relato era muy bueno y como les dije, dudo quesean reales, ya que en algunos relatos la chica se llama Daniela, en otra Majo, lo mismo con los personajes secundarios y las edades, eso también lo cambie, ya que en los originales la chica es menor de edad, pero como aquí los administradores son bien fresas puse que tenía 18 años para ahorrarme problemas XD.


También, para no hacernos bolas, en todos los relatos la chica se llamara Daniela, el hermano también y la prima más de lo mismo, las edades seguirán un orden cronológico, así que ustedes no se preocupen, yo me encargare de arreglar todos esos detallitos de la autora original.


Por cierto, si alguien tiene un relato erótico (sea real o ficticio) que nos quiera compartir de manera anónima, puede escribirme al privado y yo me encargo de publicarlo a cambio de unas reglas que les pediré.


Por cierto, ojala alguien conozca a la autora original, yo he intentado contactar con ella, pero mis esfuerzos no han arrojado frutos, solo encontré este correo electrónico danielabella771@hotmail.com pero no me funciono contactarme, a ver si a alguien le funciona, de verdad me interesaría colaborar con esa persona para darle continuidad a los relatos.




Nos vemos la próxima semana vírgenes xd.

0 comentarios - 1. Mi hermano me cogió (Daniela).