You are now viewing Poringa in Spanish.
Switch to English

La noche rara de mamá

Al igual que anteriores historias buscare que esta continúe con ese sabor exquisito que intento transmitir con cada palabra y sin perder el flujo de detalles que tanto nos encantan.
Si has leído mis anteriores escritos sabrás del amor que me encadena perpetuamente, algo evidentemente extraño para la mayoría de las personas, pero que en mis ojos se vuelve muy hermoso ya que no todos los días se convive con la mujer de tus sueños, y que al mismo tiempo puede ser fácilmente considerada la milf más hermosa de la cuidad, aunque siendo sincero hay alguien que le va pisando los talones.
En justificación a lo que he bautizado como “mi amor no correspondido” debo decir que en aquellos años era alguien muy inconsciente sobre esos temas, no tenía idea de aquello que llamaran incesto o Edipo. Pero puedo asegurar por lo que quieran que alguien en mi posición hubiera terminado enamorado también de esa bella mujer tetona. Mas aun cuando a la tarde noche nos acostábamos en la misma cama y yo siempre esperaba unos minutos, quizás media hora, para despertarme y desde la posición en la que estaba poder verla en todo su esplendor, su rostro y demás, aunque inevitablemente mi vista se desviara a esos senos tan sobresalientes y rosados. Tampoco fue complicado desarrollar celos cuando caía en cuenta que otros hombres la desearan, durante esos primeros años trataba como podía de alejarlos en concordancia con mi instinto de posesión como cualquier hombre, al menos fue asi hasta que una noche no pude lograr mi cometido.
Lo recuerdo muy bien, esa noche mamá preparo la comida muy rápido, parecía muy apurada y yo no entendía la razón, mucho menos pensaba en esa posibilidad al estar atento a mis videojuegos, durante la cena todo parecía normal y de pronto ella se levantó, tomo su bolso y salió casi flameando un vestido negro el cual marcaba perfectamente sus curvas y ante todo sus pezones duros. Por mi parte quedé algo confuso por esa situación, pero como solo pensaba en mis juegos no le di demasiada importancia.
Tocaban cerca de las 4AM cuando consigo escuchar como la puerta se abre, y asustado apague la pantalla del televisor y me metí de inmediato en mi cama, fingiendo estar dormido, esperando que ella suba a saludarme. No lo hizo, solo alcance a escuchar como un auto se alejaba a la vez que se cerraba la puerta de su cuarto. La curiosidad, manipuladora ¿Peo que haríamos sin ella?, si gracias a eso decidí esperar también, solo unos pocos minutos bastaron para que el morbo invadiera mi cabeza con pensamientos y deseos. Caminé muy lento hasta llegar a su puerta la cual estaba parcialmente cerrada, con delicadeza conseguí abrirla y me invadió el olor a alcohol que emanaba. Desde allí la vi, desplomada sobre la cama, boca abajo y algo mojada. Aunque aun tuviera puesto su vestido negro era obvio que su ropa interior había desaparecido, ya que cuando llegue a sus pies mis ojos se enfocaron en sus nalgas, se veían bastante rojas, y sobre todo su ano, el cual era mas que visible desde mi posición (cabe recalcar que mi madre tiene la zona de las nalgas algo separadas justo donde está su ano), aquel orificio pareciera tener líneas de sangre que provenían de su interior. He de admitir que en ese momento sentí mucha rabia, de que esa perra le haya entregado el ano a un hombre cualquiera, pero en el fondo lo que mas me importaba era su vagina, que al pensar en ella me agache lo suficiente para verla, parecía extremadamente húmeda y usada, totalmente depilada (ya lo tenía preparada para la ocasión), en ese momento la ira me invadió, y con esa inercia la di vuelta con mi poca fuerza. Ya boca arriba mama solo suspiro, pero no tenia fuerzas para despertarse, mientras que de mi lado vi agujeros en su vestido, donde hace unas horas una fina tela separaba sus pechos del mundo, ahora eran dos agujeros desgarrados sobre la tela, que dejaban sobresalir sus hinchados pechos, mientras que debajo de estos llegando a la zona de su cintura se evidenciaban marcas rojas de manos sobre su abdomen. Cuando me conseguí concentrar en su rostro, parecía como si estuviera golpeada, su piel mas roja que de costumbre, y unos labios hinchados era lo más que conseguía ver. Tengo que reconocer que esa noche fui a dormir algo enojado por la situación, pero en mi mente se repetían constantemente las imágenes de su cuerpo, y las posiciones que serian capaz de dejar ese tipo de marcas, quizás un 69, quizás un perrito (a ella le encanta), pero si de algo estoy seguro es que estuvo con mas de un hombre esa noche.
Ahora es tu momento; me encantaría pedirte que puntees mi texto, pero sobre todo que perdamos la vergüenza por lo que sentimos y las personas que amamos, si te sientes seguro en este espacio anónimo estaría encantado de saber como y por quien sentiste lo mismo que yo por mi madre, o situaciones del estilo, estaría encantado de leerte, ya sea por privado o aquí en comentarios.
Si te interesa hablar conmigo o detalles de historias puedes escribirme, no seamos tímidos.

0 comentarios - La noche rara de mamá