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Mi suegra en tetas me vuelve loco (cap 1 suegra)

Hoy les voy a contar algo que había comentado en algunos de mis otros relatos pero que nunca profundize. Como muchos y muchas me fueron preguntando esto por mensaje privado se me ocurrió hacer un par de relatos recordando varias secuencias con mi hermosa turra villera y puta suegra. Sin más nada que decir aquí va el primero. 

Comencemos por el principio mi suegra en el momento en el cual yo llegué a sus vidas básicamente embarazando a mi turra y pasando a formar parte de su familia era una mujer muy joven todavía. Si bien la hermana más grande de Jesi en ese momento ya había pasado los 20 mi suegra apenas se había pasado los 40 típico de buena turra había sido madre de muy joven. Apenas pasadas los 40 con varios hijos pero con un muy buen cuerpo. Tanto así que si me hubieran dicho que tenía 30 se lo hubiera creído con los ojos cerrados. La edad se le notaba un poco más en la cara un poco más fruncida por el paso del tiempo pero eso me impedía que tuviera la cola bien parada redonda firme apenas un poco más ancha que por ejemplo su hija mayor. Recuerdo que la primera vez que la vi mis ojos se fueron directamente a su cola no lo podías disimular llamaba mucho la atención casi siempre usaba calzas ajustadas de colores sobrios como grises o negras pero algo transparente que siempre dejaban ver un poco el color de su tanguita. Siempre entangada. Nada de esas bombachas grandes y feas. Usaba tanguitas normales chiquitas diminutas como cualquiera de sus hijas como si fuera una más. Usaba muchas tangas de color blanco y algunas fucsia. Ambas dos se transparentaban y era imposible no ver no mirar y deleitarse con esa cola de una auténtica milf villera completamente entangada.
Tenía un par de tatuajes bastante tumberos que le daban el toque algunos en las piernas y otro por encima de la cola también uno en el hombro. El que más me llamó la atención fue la espada con la serpiente enredada. Sin duda será el más tumbero. Siguiendo hacia arriba andaba bastante bien de tetas obviamente un poco caídas producto de los hijos y la edad pero nada que enviar alguna pendeja mucho más joven. Además las Lucía bastante pues siempre usaba remeras escotadas o musculosas escotadas mayormente sin corpiño lo que dejaba traslucir sus grandes y oscuros pezones. 

Siempre villera a la hora de hablar le gustaba la joda el baile el escabio y la pija. De eso no había dudas poco a poco me fui enterando que las hijas eran de distinto padre que le había sido infiel a uno con el mejor amigo y sin vergüenza alguna Jessi me contó que varias veces se despertaban por los gritos de la madre garchando. Yo venía básicamente lo opuesto así que encontrarme con una suegra así fue encontrarme con la mamá soñada con lo que mil veces fantasié y soñé tener y de repente estaba ahí a escasos Dos metros de distancia en la misma casilla en el mismo terreno. Una suegra que se reía cuando nos escuchaba garchando con Jessica y que en más de una ocasión vivía en carne propia el no poder dormir por los gritos de ella garchando con algún chongo. Sin dudas para mí había tocado el cielo con las manos. Adoptó rápidamente como una especie de hijo más primero fue algo reacia porque yo venía del mundo cheto y eso era imperdonable. Sin embargo me fui ganando el pasaporte no solamente preñadola Jessica sino también compartiendo y siendo parte de toda esta situación en donde mi suegra podía agachar tranquilamente en donde podía dejarnos sin dormir por sus gritos en donde le importamos poco y nada pero a su vez sacaba su beneficio con la asignación por hijo. 

Si tengo que ponerme a recordar y decir cuál fue la primera vez que mi hermosa suegra villera me voló la cabeza y me explotó la calentura creo que fue a los dos o tres días haberme mudado a la casilla. Recuerdo que estaba ahí desayunando unas galletitas de agua con una mermelada espantosa posiblemente la peor que hubiera probado en mi vida cuando mi suegra salió de su pieza descalza con una tanguita hilito blanca y completamente en tetas. No había absolutamente nada que la tapara. Sus tetas estaban ahí a escasos metros míos con esos pezones grandes duros y oscuros. Fue imposible no sentir un fuego en la pija en ese momento. Pero esa no fue la mejor parte lo mejor fue que ella ni siquiera intentó taparse poco y nada le importó me sonrío y me dijo buen día loquillo. Pasó frente a mí con sus hermosas tetas al aire agarró de la cocina unas servilletas de papel espantosas más grises que blancas volvió hacia mí y con una sonrisa y sus tetas con esos hermosos pezones apuntándome directamente a los ojos me dijo: "no tenemos papel we hay que arreglarse con lo que hay". Por supuesto que esto lo dijo en un tono mucho más villero y como yo recién me estaba acostumbrando al mundo turro y claramente mi cabeza estaba perdida en sus hermosas tetas en este momento no entendí un carajo de lo que me dijo ni a qué hacía referencia ni nada. 

La seguí con la mirada y mientras se alejaba de mí y se arrimaba al baño bajé por primera vez la vista para dejar de ver sus tetas y ver esa preciosa cola en tangada divina que no había podido apreciar antes por estar distraído con sus tetas. Recién cuando ella entró al baño entendí que las servilletas espantosas las usaría para limpiarse la concha después de mear. No tardó mucho en salir del baño con la misma tanguita hilito y sus tetas al aire como si nada pero lamentablemente para mi vista volvió a meterse en su pieza. Yo había quedado recaliente no podía sacarme la imagen de sus tetas ni de su cola de mi cabeza. Además vuelvo a repetir lo mismo me volvía loco la actitud la perrés la putes. Yo venía de algo completamente diferente y haber vivido esa sola situación me había puesto a 1500 grados. Para peor estaba solo en ese momento dado que las turras dormían hasta bien tarde y yo todavía me estaba terminando de acostumbrar a la situación y terminaba desvelándome y o despertándome temprano sin poder volver a dormirme. 

No sé si de morboso de pajero o simplemente curioso entré al baño que había entrado mi suegra mear aunque sea para sentir su olor o no lo sé bien pero la cuestión es que entré. Las servilletas empapadas con su meo estaban mayormente en el piso ni siquiera las había tirado al tacho de basura que en realidad era un balde viejo de pintura. Esa actitud ya me había aprendido fuego mal. No me pude resistir levanté una servilleta y la olí. No lo pensé fue como un acto reflejo. Pero no me arrepiento para nada. Qué rico olor a concha tenían esas servilletas. Quiero aclarar que las conchas de las turras al menos las que me tocó probar como Jesi más luego mi cuñada más luego una pendeja del barrio tienen un olor especial rico característico. No sé bien qué es si es el bañarse poco si viene con el pasaporte turro no sé cómo es la historia pero sí sé que tiene un gusto y un sabor especial tiene un olor especial es el olor de una turra hembra con todas las letras. Tiene una mezcla de olor a calle de tierra choripán de cancha de ascenso jarra loca del Tropi y ladrillo hueco sin revocar. Es una delicia. Pero lo era concha que había dejado mi suegra en esa servilleta era fuerte dominante sentías que te entró por la nariz y se te iba directo al cerebro y te paraba la pija. Me había vuelto loco. Por si quedaban dudas de que estaba donde siempre quise estar.

6 comentarios - Mi suegra en tetas me vuelve loco (cap 1 suegra)

nano652 +1
Van 10 capo exelente, espero con ganas el capitulo donde te la cojes ja
mdqpablo +1
Muy bueno , a ver cómo sigue esta historia
RamirezRami +1
Seguila por favor capo! Me quedo la chota marcando las 12!
joseevargas91
Mato el relato de la suegra! Ese elixir solo los tienen las turras