Una chica sencilla (27)

El día pasó de lo más normal, aprovechamos de ordenar un poco y nos empezamos a preparar para la noche. Rodri, mí amiga de la facu hacía su cumpleaños en un bar/boliche cerca del Planetario. 

Las dos fuimos de vestidito negro, la diferencia que el mío era sueltito abajo y bastante escotado, las tetas parecía que se iban a salir en cualquier momento. El de Bian era cerradito hasta el cuello pero mega ajustado y corto, entre que ya tenía un culazo increíble, con eso no quedaba ninguna duda. 

Apenas pusimos un pie en la calle la verdad que nos hicimos notar. Nos ganamos varias miradas, inclusive las del Uber que no perdió oportunidad para espiar por el espejito mientras nosotras íbamos charlando y le hacía una introducción de la gente que esperaba ver. 

Apenas llegamos los chicos habían tomado una mesa enorme, en su mayoría eran todos gays y la noche fué reír hasta que nos duela la panza. 

También tomamos bastante debo confesar, entre risas y la ocurrencia de jugar un "yo nunca" nos fuimos emborrachando bastante con Bian. 

Para las 2am aprox, ya todo el mundo estaba bailando y la mesa no era más que un cementerio de botellas olvidadas. 

Rodri iba en otro planeta, ya lo habíamos visto comerse medio lugar y repartir shots por todos lados. En una de esas, fuimos victimas de este psicópata y sus shots... Nos dió directo de una botella de vodka a cada una en la boca, se reía haciendo gestos como si fuera una pija la botella... Acto seguido, nos sacó a bailar, nos perreaba, nosotras le seguimos el juego y nos pusimos a menear como locas. Le dimos el gusto por un rato y quedamos muertas. 

Nos apartamos para ir a la barra a comprar un agua o algo que nos salve de una resaca inminente. 

En eso nos encontramos con dos chicos que se nos pusieron a hablar y daba la casualidad que también eran de la Patagonia. 

Luciano y Federico, el primero era bastante alto y flaquito, pelo castaño bastante largo, de cara no muy lindo sinceramente, tenía la nariz tipo tucán! De hecho, después descubrimos que le decían "Tuqui". Fede era morocho, bastante más bajo que Luciano pero de rasgos muy lindos, muy masculinos. 

Los dos eran muy simpáticos y bastante graciosos como dúo la verdad. Nos quedamos charlando un rato largo hasta que Rodri volvió a aparecer y nos sacó a los 4 a bailar. 

Los chicos de 10, fueron súper divertidos incluso con Rodri que los acosaba y obviamente les dió shots... 

Cuando fué el turno de Fede, a falta de limón, Bianca le comió la boca para pasar el mal trago, obvio los aplausos no se hicieron esperar. Me encantaba ver a mí amiga así de lanzada! 

Luciano vió la escena y se inspiró, me agarró de la cintura, me llevó a él y lo siguiente que recuerdo es su lengua dentro de mí boca dando vueltas. 

Nos apartamos un poco y en unos sillones seguimos a puro beso. Me mandaba mano por las tetas sin descaro, eso me encantaba la verdad. Primero empezó sutil por arriba del vestido pero ya al instante fué metiendo mano en mí escote tan permisivo y amasaba las tetas con ganas. 

Eso me puso a mil, llevé mí mano a su pierna e inmediatamente a su bulto. Se notaba que tenía la pija parada. 

"Vamos a mí depto?"

Me mordí el labio, lo miré agradecida por esa pregunta y fuimos a su auto. 

No llegó a arrancar que ya nos metíamos mano por todos lados. Tenía las dos tetas fuera del vestido y él encima mío pasándome la lengua por el cuello, oreja, tetas, todo... 

Fui a buscar su cierre y con mucha torpeza lo pude bajar, bajé un poquito el bóxer y una linda pija quedó frente a mí. 

"Arrancá" fué mí instrucción. Y empecé a darle besitos en la cabecita de su verga.

Puso en marcha el coche y sentí cómo aceleraba mientras mis besos se convirtieron en lamidas húmedas a su tronco. 

Alternaba con pajearlo mientras lo veía manejar desesperado. Me daba mucho morbo verlo así de caliente y ansioso por cogerme. 

En algunos semáforos le daba el gusto y me trataba toda su pija con la maestría que ya tenía en ese rubro. Amaba verle sus expresiones de incredulidad y los comentarios que hacía a semejante trato que le daba. 

Por fin llegamos, se frenó y torpemente se subió el pantalón para entrar al edificio. 

Ya en el ascensor nos dimos más besos mientras sus deditos jugaban corriéndome la tanguita y veían lo mojadita que estaba para ese punto. 

Llegué con la tanguita empapada a ese depto. Así como entré, sin sacarme los zapatos, me bajé ese hilito negro que llevaba y lo revolee a Lu. 

Me giró y levantando un poco el vestido empezó a comerme la conchita y la cola. Podía sentir con la intensidad que lo hacía, la presión que sentía sobre mí cola y cómo su lengua iba y venía. 

Estaba agarrada de un mueble que tenía en la entrada, mis piernas ya estaban rendidas. 

Estaba mojada y ya empecé a pedir pija como loca. 

No se hizo esperar. Arrimó su verga a mí colita, jugó un poco con mí conchita subiendo y bajando con su cabecita y mientras masajeaba las tetas fué hundiendo esos centímetros de carne que ahora se dedicaban a darme placer. 

Me tuvo en esa pose por un rato hasta que sentí su respiración acelerada y jadeando en mí oído. 

"Me acabo hija de puta me acabo"

Sacó su pija y me llenó la espalda y la colita de leche. 

Por fin pude caerme desplomada en el piso. Estaba muerta. 

Me trajo un vaso de agua y nos pusimos a charlar. 

Poco duró esa paz, apenas terminé ese vaso, él tenía la pija dura apuntando a mí. Me subí encima, me saqué el vestido que aún llevaba puesto y lo cabalgué mientras mis tetas rebotaban para darle un show que no se iba a olvidar. 

Estaba necesitando una pija para saludarle así. Me puse de cuclillas y ya me olvidé que había un ser humano abajo, solamente buscaba acabarme, objetivo que cumplí largando varios gemidos y alaridos de placer. 

Él me siguió cogiendo después de eso, hasta repetir nuevamente su frase estrella. 

"Me acabo hija de puta me acabo"

Salí de encima de el y pude ver cómo algunos chorros de leche iban a parar a su propio pecho. Esa escena me encantó. 

El quedó desplomado en el piso y yo a su lado. 

Como pude, a los pocos minutos recobré la cordura y me fui de ese depto cambiando teléfonos.