Pedro me citó a hablar con él, básicamente me dijo que yo tenía que ir sugiriéndole a mi esposa que no la notaba muy feliz conmigo, y que yo tenía la fantasía de verla hacerlo con alguien más, y después sugerirle que el candidato era él. Le dije que me parecía una locura, me miró sonriente y me dijo que yo ya lo había visto, ahora quizás iba a poder además de verlo tener alguna participación.
Ese sábado ella me esperaba vestida con era un body calado delicioso, Pedro le había sugerido la vestimenta para esperarme, fuimos a la cama, yo ya volaba de calentura, ella estaba caliente con la situación.
En un momento de la relación le dije que Pedro me había hablado, que la notaba como poco feliz… apagada…
-Que decís… son cosas de él…
-No se… muchas veces lo hacemos y siento que no disfrutas mucho conmigo…
-No seas tonto… está muy bien…
-La verdad que tengo la fantasía de verte hacerlo con alguien más…
-Que decís… estás loco…!! –dijo como si se horrorizara, pero noté que se ponía más caliente.
-Se que te debe parecer una locura… pero la verdad que no puedo dejar de pensar en eso… en verte hacerlo con alguien más…
-Estás loco…! Yo no me voy a acostar con cualquiera…
-No, no es cualquiera… -sentía mi pija dura como un fierro.
-No…? Quien es…? Lo conozco…?
-Mira… siempre fue muy mujeriego… todas las chicas lo buscaban bastante…
-Quién…?
-Pedro…
Los dos tuvimos un orgasmo increíble, ella acababa diciendo que estaba loco que era la pareja de mi madre, que eso no estaba bien. Después de un par de semanas de discutir el tema y de supuestamente ella no querer, aceptó que saliéramos a cenar, ella con un vestido delicioso, él supuestamente trabajaba, para no tener que dar explicaciones a mi madre, yo ya había hablado con él, después de cenar fuimos a un hotel, preferíamos no hacerlo en casa, se besaban muy dulcemente en el medio de la habitación, como si recién se estuvieran conociendo, Ruth se arrodilló en la cama, de espaldas a él, le levantó el vestido desde atrás, se había desnudado del todo, ella escondía su cabeza, no quería mirar, no tenía ropa interior, yo me arrodillé al lado de ella, desabroché mi pantalón y saqué mi pija que estaba redura, se acomodó y la penetró desde atrás, un profundo gemido escapó de la boca de Ruth, empezó con un suave mete y saca, ella escondía su cabeza contra la cama, gimiendo como posesa, yo estaba hipnotizado por el movimiento de su culazo con las embestidas de él,
-No me imagine que tenías una pija tan dura y caliente… -dijo ella, me arrodillé delante de ella y le di mi pija a chupar, la chupaba realmente delicioso, estaba encantada con la situación, Pedro seguía dándole duro. Ella se quiso poner de frente a él, se había pintado los labios de un rojo delicioso, se bajó el vestido dejando sus pechos a la vista, él la penetró de frente ahora, todavía de pie al borde de la cama, ella sacaba la lengua, se mojaba los labios, yo arrodillado al lado de ella le acariciaba los pechos, Pedro se acomodó y se subió a la cama, empezó a darle más duro, sus gemidos crecieron en intensidad, me corrí un poco hacia atrás, ella repetía
-Si… cógeme… si cógeme… que bien coges… -por primera vez abrió bien grandes los ojos y lo miro, volvió a decirle – que bien me coges… -la hizo poner en cuatro en la cama y le empezó a dar en cuatro, le tiraba fuerte del pelo, me acomodé y otra vez se la di a chupar, que bien me la chupaba, él seguía dándole duro, ella dejó caer su cabeza sobre la cama y llevo su mano a pajear su conchita, gozaba como pocas veces la vi, Pedro seguía dándole bien duro, en un momento se detuvo y me dijo,
-Traje unas medias caladas que quiero que se ponga… y unos aros… son de tu mamá los suele usar cuando tenemos relaciones… quiero que se los ponga… y quiero que nos dejes conocernos un poco a nosotros sin participar… -que guacho. Ella se fue a cambiar, apareció con esas medias tipo rejilla, los aros puestos y se acostó en la cama de costado, el de pie totalmente desnudo al lado de la cama, empezó a chuparlo suavemente, él le acariciaba el pelo como la primera vez que los vi por video. Le recorrió su pija con la lengua, le chupó las bolas, todo tan diferente a cuando lo hacía conmigo, la guiaba suavemente tomándola de la nuca, ella empezó a gemir de nuevo, la puso de frente a él, acostada en la cama, las rodillas levantadas, ella se había pintado los labios de nuevo, la penetro y empezó a darle suavemente, bien a fondo,
-Se siente tan bien… -dijo ella. Le empezó a dar más rápido, la tomó de la nuca, levantándole la cara para que lo mirara, sus gemidos eran más fuertes ahora, tenía las piernas al hombro y todo el tiempo le decía que la cogiera, le abrió el vestido y la agarró de los pechos,
-Cogeme mucho… me encanta como me coges… -ella lo tomó del cuello y se empezaron a besar como siempre, mi pija empezó a escupir leche de una manera descontrolada, igualmente seguía bien duro, traté que no se dieran cuenta, pero ninguno de ellos estaba pendiente de mí. Él se incorporó de nuevo y siguió dándole bien duro.
-Oh por Dios… que bien se siente… -dijo ella- tan dura… y tan caliente… ahhh… si… llego… si… ahhh… -se empezó a sacudir. Fue a besarla cuando estaba acabando, se besaban con mucha lengua, siguió dándole, dejó de besarla, ella gemía todo el tiempo. Se salió de ella, la hizo acostar de costado en la cama, sus pechos por fuera del vestido, levantado por debajo, con esas medias caladas, se levantó el pelo sensualmente, se acomodó detrás de ella, volvió a clavarla, estaba tan sensual, tan caliente, él llevó su mano al muslo de ella, ella tomó su mano y la agarró entrecruzando sus dedos, giro la cara hacia él y volvieron a besarse, la acomodó de costado y empezó a darle bien duro de nuevo, atrapó sus piernas entre las de él, pasó una mano por debajo del cuerpo de ella agarrándole un pecho y con la otra le apretaba el cuello, ella le acariciaba la mano y le pedía más. Era tan caliente la cogida, ella tomó la mano que le agarraba el cuello y otra vez entrelazaron sus dedos, se soltaron, volvió a acelerar la cogida agarrándola de un pecho y de la cadera.
-Ohhh que pedazo de cogida… -dijo ella. Él se salió y se estuvieron besando así, de costado, ella se acariciaba su conchita, él dejó que sacara sus piernas de entre las de él y la volvió a penetrar, ahora la agarraba de atrás del muslo de la pierna que tenía arriba, la acariciaba por sobre las medias, se salió de ella, quedó acostada boca arriba, la acariciaba y se pajeaba suavemente de rodillas delante de ella, por primera vez ella me miró, pero enseguida volvió su vista a él, que jugó un poco con su herramienta por fuera y enseguida volvió a penetrarla, ella le acariciaba la espalda, lo rasguñaba suavemente, le beso el cuello y volvieron a besarse, mientras el retomaba el ritmo, se salió de ella, la puso en cuatro sobre la cama y volvió a penetrarla, su pelo todo tirado hacia un costado, el aro se sacudía con la cogida.
-Que lindos te quedan los aros de la puta de tu suegra… -ella solo gemía, la aplastó contra la cama, ahora y seguía dándole duro, levantó la cabeza y me miro.
-Se siente tan bien… -dijo y bajó la cabeza
-Que buena cogida… -dijo él. Aceleró y empezó a correrse dentro de ella, después de un rato se salió, sacudió los cachetes de ella y los beso, ella se giró, me miro y después lo miró a él sonriéndole, tomamos un taxi a casa, no dijimos nada en todo el trayecto, en casa se acostó abriendo el vestido y diciéndome que fuera a cogerla. La monté re caliente, había acabado y por eso podía aguantar un poco más, pero no mucho.
-Esto querías ver… a mí me encantó… Pedro es muy sensual… hace rato que me calienta…
Exploté un montón aunque fuera mi segunda corrida.
5 comentarios - Mi padrastro y mi esposa, primera vez delante de mi
Ahora que por fin blanquearon se viene lo mejor.
Van puntos !!