Mercenario Impregnado

El sol poniente tiñe el desierto e varios tonos rojos y naranjas. La fogata ya esta encendida, calentando ligeramente el aire fresco de la tarde.

El silencio desciende sobre ellos. A Dehya no le importa mientras toma su bebida y disfruta del cálido cosquilleo que envía a través de su cuerpo.

Perfecto para relajarse después de un largo día. A Aether tampoco le importa el silencio, aprovechando la oportunidad para mirar a Dehya.

Es algo que no puede hacer a menudo dada a su constante viaje. Es una pena realmente. Podría deleitarse con la helleza durante horas y nunca cansarse de ella.

Aether anhela quitarse los guantes, extender la mano y pasar los dedos por esos mechones. Quiere tocar la piel bañada por el sol expuesta con tanta audacia.

Le duele lamer el costado del cuello. Sus iris se posan en los labios de Dehya y la observa tomar un sorbo.

Saca la lengua, humedeciendo sus labios, mientras el oscuro deseo de besarla sin aliento brota dentro de él.

Permitiendo que su mirada vague más arriba, Aether es testigo de la pura felicidad en el rostro de Dehya mientras bebe su taza.

Una idea comienza a formarse en su mente y su mirada se oscurece. Cuanto más observa, más fuerte se vuelve su deseo. Y con ello la idea echa raíces.

Dehya observa con curiosidad mientras Aether abre la botella, notando la clara falta de otra taza.

Se pregunta por un momento si él planea beber directamente de la botella. Y descarta la idea un momento después. Es absurdo pensar que alguien tan sereno como Aether hiciera eso.

"Parece que estás disfrutando el sake, ¿Así que tal vez te gustaría un poco más?", ofrece Aether y sostiene la botella hacia Dehya.

Ella parpadea hacia él como un búho un par de veces, su mente borracha necesita unos segundos para procesar la oferta. Cuando lo hace, ella lo mira con ojos brillantes.

Está encantada de que alguien finalmente le acompale al placer del alcohol.

."¡Sí, por favor!" Dehya responde con entusiasmo y extiende su copa.

Ella no nota la sonrisa de satisfacción que adorna los labios de Aether, su mirada fija en su taza mientras la llenan. En el momento en que inclina la botella hacia atrás para detener el flujo de líquido, Dehya se lleva la taza a los labios y sorbe la bebida caliente.

Un sonido que es mitad suspiro y mitad gemido se escapa de sus labios mientras el líquido se desliza por su garganta.

Demasiado ocupada con ella, Dehya no se da cuenta de que la mirada hambrienta de Aether la devora.

Ella tampoco se da cuenta que él se acerca a ella cada vez que le pide que vuelva a llenarlo y le tiende la taza hacia él. En algún momento, comienza a balbucear sobre sus problemas y Aether escucha con paciencia entrenada.

No es que le importe escuchar la hermosa voz de Dehya. De hecho, lo disfruta mucho. Pero ahora mismo, el deseo acumulado que alberga por el Mercenario arde bajo su tranquila superficie, esperando ser satisfecho.

Para cuando Aether está sentado junto a ella, con una mano enguantada apoyada en la parte expuesta de la espalda de Dehya mientras él vuelve a llenar su taza, ella está demasiado borracha para preocuparse.

Ella bebe la taza rápidamente, olvidando el decoro hace mucho tiempo. Una rápida lamida de sus labios después de tragar y ya se está moviendo para extender su taza.

Sin embargo, esta vez Aether no vuelve a llenar su taza y en lugar de eso toma un trago de la botella.

Si estuviera menos borracha, habría hecho un puchero, pero tal como están las cosas, ella simplemente parpadea mientras él deja la botella.

Luego, esa misma mano que antes sostenía la botella, inclina su menton hacia arriba. Emite un sonido confuso, palabras coherentes fuera de su alcance.

Los labios se presionan contra los suyos, haciéndola jadear de sorpresa. Un momento después, el sake llena su boca junto con la lengua de Aether.

Parte del líquido se derrama, goteando por la comisura de su boca y bajando por su menton, mientras se apresura a tragar. Con la mano en su espalda, Aether tira de ella.

.El movimiento repentino deja mareada la mente ya aturdida por el alcohol de Dehya y su taza cae al suelo y se hace añicos

. Sus dedos se enredan en los bordes la camisa en un intento de estabilizarse y detener el mareo. Aether desliza su mano por su espalda y la abraza con el brazo, presionándola contra él. Las puntas de sus dedos se deslizan bajo el dobladillo de sus pantalones.

Dehya siente calor y está segura, a pesar de su estado de ebriedad, que no es sólo por la cantidad de alcohol que ha ingerido durante la última hora.

De manera espontánea, se le escapa un gemido que la avergonzaría si estuviera sobria. Sin embargo, en su estado de ebriedad, le importa poco el comportamiento que muestra.

Y a Aether claramente no le importa. De lo contrario. Lo incita a profundizar el beso mientras entrelaza su lengua con la de Dehya.

Cuando se separan, Dehya siente como si su entorno girara en todas direcciones. Sorprendentemente, no siente náuseas.

La saliva le corre por el menton y su visión se nubla un poco. Pero se siente bien estar sentado en el regazo de Aether, aferrándose a él y siendo abrazada.

El beso también fue agradable, aunque quizás un poco abrumador. Ella se encuentra queriendo más.

Sin confiar en sí misma para moverse sin fallar objetivo o encadenar palabras coherentes, se queja una manera casi necesitada.

Aether se ríe y se lanza para darle otro beso. Esta vez no se aferra al menton de Dehya. En cambio, desliza su mano debajo de la parte superior de Dehya.

Como Dehya ya se deshizo de toda la armadura y piezas extra antes de la cena para estar más cómoda, es fácil para él deslizar la parte superior hacia arriba y exponer el gran cofre de Dehya.

Se pasa el pulgar enguantado por un pezón. Dehya se estremece y gime, haciendo que Aether sonría durante el beso. Una cosita tan sensible.

Al masajear el pecho de Dehya mientras frota la rosada pequeña protuberancia bajo su pulgar, Aether descubre que la carne debajo de su mano es suave y regordeta.

¿Quién hubiera pensado que la infame Mercenaria tuviera su punto debil en las tetas? Hace que Aether se pregunte qué otro secreto podría contener el cuerpo de Dehya. Pero primero necesita quitarle prendra por prenda.

Los gemidos necesitados que provienen de Dehya cuando rompe el beso para hacer precisamente eso son adorables y le hacen querer devorarla aún más, su erección luchando contra los confines de sus pantalones

. Está a punto de arrancarle la parte superior. Al final, no lo necesita ya que Dehya es más que cooperativa para sacarlo. Sin la prenda ofensiva, Aether puede ver bien el gran busto de Dehya. Unas tetas grandes y lechosas, por cierto. Y lindas.

Besando la línea de la mandíbula de Dehya, Aether masajea los dos grandes y suaves montículos, provocando gemidos y gemidos de esa pequeña boca.

Se mueve desde la línea de su mandíbula hasta el costado de su cuello. Por mucho que le encantaría seguir jugando con los suaves montículos de Dehya, su paciencia y moderación están empezando a agotarse. Ya habrá tiempo para eso más adelante.

Mientras besa hermosas marcas de propiedad en el cuello de Dehya, sus manos se deslizan hacia abajo.

Le toma más de un intento desabrochar el cinturón, lo que lo hace gruñir en voz baja en el cuello de Dehya.

Ella se estremece en respuesta y gime un poco más fuerte.

.Quizás sea la única razón por la que no le arranca simplemente la ropa que le queda. Una vez que desabrocha el cinturón, trabaja en las botas. Sorprendentemente, quitarlos resulta más fácil que quitar el cinturón.

Tan pronto como se quita las botas, Aether se retira del cuello de Dehya y le da un rápido beso en los labios mientras sus manos se posan en su cintura.

Ella lo persigue y gime de necesidad y frustración cuando no puede alcanzar sus labios. Es un poco exasperante cuando todo lo que hace es reírse en respuesta.

"Silencio, pequeña. Te daré más en un momento. Pero para eso necesitamos subirte a la mesa", ronronea Aether y aprieta la curvilinea cintura de Dehya.

La promesa de más la apacigua, pero ella misma también ha impacientado un poco. Se inclina hacia un lado e intenta alcanzar el borde de la mesa. Su visión borrosa le hace perder el objetivo.

Afortunadamente, no tiene que hacer otro intento ya que Aether la ayuda, moviendo sus extremidades hasta que se inclina sobre la mesa.

La suave superficie de la mesa se siente fría contra su piel acalorada, dándole un poco de alivio.

.Un escalofrío me recorre ante la diferencia de temperatura. Su cabeza todavía está dando vueltas y aturdida a pesar de estar acostada.

Aturdida, piensa que es medio milagro que no se haya desmayado todavía. Sin embargo, puede sentir que una pizca de somnolencia comienza a filtrarse en la mezcla.

Mientras Aether se recuesta, deja que su mano se deslice por la espalda desnuda de Dehya admirando los músculos tensos debajo la piel bañada por el sol.

Por un breve momento, se pregunta si ella toma el sol desnuda ya que no puede ver ninguna línea de bronceado. Pero por ahora deja su curiosidad en un segundo plano.

Ya está en su último tramo de moderación. Satisfacer su curiosidad por más detalles personales puede esperar hasta que haya hecho suyo este bonito objeto.

Sus dedos se enganchan en el dobladillo de los pantalones cortos de Dehya.

La anticipación lo llena mientras tira suavemente de la prenda, sin querer perturbar la belleza que se presenta frente a él a pesar de su menguante paciencia.

Desliza los pantalones hasta las rodillas de Dehya y cuando vuelve a mirar hacia arriba para ver por primera vez las partes íntimas expuestas de la mercenaria, sus ojos se abren con sorpresa y asombro.

"¿Qué tenemos aquí~?" Murmura. Más para él mismo que para cualquier otra persona cuando recibe con un coño suave y nesecitado.

Una agradable sorpresa si es honesto. Quiere hacer de Dehya aún más suyo ahora con esta revelación.

Los pantalones cortos se quitan por completo y se ponen a un lado, uniéndose a las otras prendas ya descartadas de Dehya.

Aether se toma un momento para admirar la forma desnuda de Dehya colocada ante él, con la mejilla aplastada contra la superficie de la mesa y el rostro sonrojado con un delicado rubor rosado.

Está deseando saber si ella se sonrojará así de bonito, o incluso más bonito, sin la influencia del alcohol.

Levantándose, Aether quita la camisa y coloca una mano junto a Dehya en la mesa, cerniéndose sobre la chica, mientras su otra mano se desliza a lo largo de su pierna desde el tobillo hasta su trasero con un toque ligero como una pluma.

El toque hace que su cuerpo se estremezca y ella gime necesitando más. Con una risita, le da un apretón a la suave carne.

"Qué cosita tan necesitada", murmura Aether y desliza su dedo medio entre los pliegues húmedos.

La punta de su dedo roza su clítoris hinchado. El cuerpo de Dehya se sacude y un gemido sale de sus labios mientras el placer recorre su cuerpo.

"También sensible", añade con una sonrisa. Se pregunta cuánto podrá hacerla cantar sólo con sus dedos antes de que su paciencia y moderación acaben para siempre.

Lamiéndose los labios con anticipación, presiona el clítoris de Dehya y dibuja círculos con la punta de su dedo, sin importarle que su guante se empape con sus jugos.


















"Oooohhhh~♡"|

Y canta, Dehya lo hace. Gemido tras gemido, suave pero incontrolado, se derrama de sus labios.

Sus piernas se separan por sí solas y sus caderas se mueven para presionar la mano de Aether. Para su deleite. Sus uñas raspan la superficie lisa de la mesa mientras la araña.

Se siente tan bien. Pero ella quiere, necesita más. Intenta articular su necesidad, pero lo que sale es un gemido arrastrado.

"Moooaaaahhhh~♡"|

"Impaciente ahora, ¿verdad?" Aether ronronea. Los gemidos incoherentes son la única respuesta que obtiene como se esperaba.

Sin embargo, no tiene motivos para negarlo. No con su paciencia y moderación menguando y ella suplicando tan amablemente.

Él le da un pequeño movimiento al clítoris, lo que la hace gritar, antes de deslizar su dedo hacia su entrada y meterlo dentro.

Hay un poco de resistencia a pesar de lo mojada que está, y un sonido de leve malestar proviene de Dehya. Le hace preguntarse. Se inclina hasta que su boca está al lado de la oreja de Dehya.

."Dime, ¿Alguna vez te han tocado o te has tocado a ti misma aquí abajo?" Pregunta Aether clavando su dedo en las paredes carnosas su coño.

Dehya emite un sonido que es un cruce entre un gemido y una pregunta ya que su mente borracha tiene problemas para comprender las palabras en el primer intento.

Las burlas de Aether no ayudan. Repite su pregunta lentamente y espera a que la mente de Dehya lo resuelva.

Cuando finalmente lo hace, hace un ruido extraño seguido de un movimiento tembloroso de cabeza

. Aether la recompensa con un beso profundo mientras introduce suavemente su dedo dentro de su coño. Está encantado con el nuevo conocimiento.

Sin duda, su favorita entre los pocos individuos que ha estado considerando. Pero ahora ella es la candidata perfecta para convertirse en su esposa y tener hijos. Su perra ideal.

Aether desliza un segundo dedo en el apretado coño de Dehya. La ligera resistencia le provoca un zumbido de alegría, mientras ella gime y se retuerce de placer.

Él la hace callar y reclama sus labios en otro beso para distraerla mientras comienza a hacer tijeras y bombear sus dedos dentro de su coño mojado.

Los ruidos de incomodidad pronto se convierten en gemidos de placer, permitiéndole deslizar un tercer dedo.

Cuando desliza un cuarto dedo, Aether se pregunta si será suficiente considerando lo apretado que su coño envuelve sus dedos. No es que importe mucho, si es honesto.

Su paciencia está menguando y su polla esfuerza dolorosamente contra sus confines. Su canción de gemidos desenfrenados tampoco hace que sea más fácil mantenerse bajo control.

Pero está seguro de que su pequeña perra podrá adaptarse rápidamente. Después de todo, ella es bastante hábil y aprende rápido.

Casi arranca sus dedos del coño de Dehya en su estado de paciencia cada vez menor.

Ella gime durante el beso, no le gusta el repentino vacío y trata de perseguir sus dedos empujando su trasero hacia atrás. Cuando eso no produce resultados inmediatos, comienza a retorcerse. Aether rompe el beso con una risa y en su lugar le da un beso rápido en la mejilla.

"No hay necesidad de enfadarse. Estoy lejos de haber terminado contigo. Ahora, una buena chica y quédate quieta por mí"

Ella se queja pero sigue sus órdenes. Su obediencia se ve recompensada un momento después, cuando los dedos enguantados separan sus pliegues húmedos y algo cálido y mucho más grueso que los dedos de Aether presiona contra la abertura de su coño.

Ella abre las piernas un poco más con la esperanza de que eso le incite a darse prisa. Una risa divertida es su única advertencia antes de que su coño se estire al límite y un poco más. Quema.

Pero arde muy bien. Evidente por el fuerte gemido que sale de ella.

Por encima de ella, Aether gime mientras lentamente fuerza su polla dentro del apretado y virgen coño, sus manos se mueven para agarrar sus caderas.

La punta de su polla entra en su coño y, en un momentáneo desliz de su control, mueve sus caderas hacia adelante hasta que su polla golpea el cuello uterino de Dehya.

Ella grita maravillosamente, su cuerpo convulsiona debajo de él. Su calor apretado tiene espasmos alrededor de su polla.

Eso es todo lo que se necesita para que la moderación de Aether se rompa para siempre. No hay nada suave o lento en la forma en que mueve sus caderas hacia adelante mientras golpea su polla en el coño de Dehya, sus dedos enguantados clavan en su cintura para mantenerla en su lugar.

Ha llevado a un puñado de personas a la cama para aliviar el estrés cuando todo se volvió demasiado, pero ninguno de ellos podría compararse con la forma en que ella se siente a su alrededor,

No importa que polla no entre completamente en su coño. Como si estuviera hecha únicamente con el propósito de tomar su polla y ser la perra perfecta para él.

Dehya grita, solloza y gime. Duele mucho. Se siente como si la estuvieran desgarrando por dentro.

Pero también hay placer cuando la polla de Aether abre su coño. Y ella quiere más de esa maravillosa plenitud que viene cuando su polla se hunde en su coño con cada embestida.

Todo eso se convierte en una mezcla confusa en su mente ya nublada por el alcohol.

Con cada fuerte empuje de la larga polla, ella se desliza hacia adelante y hacia atrás sobre la superficie lisa.

La fricción estimula sus pezones duros, enviando más susurros de placer a través de su cuerpo. También puede sentir que aumenta la presión en su estómago. Pero no está segura de si es bueno o malo estar demasiado borracha para pensar con claridad.

La presión aumenta y aumenta hasta que algo cede. O mejor dicho, dos cosas ceden.

"♡♡Ahhhh~♡♡♡!!!"

Otro grito de dolor y placer sale de de su garganta cuando la polla de Aether perfora su cuello uterino y se desliza dentro de su útero. Al mismo tiempo, un potente orgasmo explota y brota de ella.

El dolor de que le penetraran el cuello uterino y el placer la invadieron. Ella aún no ha llegado al límite, tambaleándose debajo de él.

Pero lindos gemidos caen sobre sus labios uno tras otro mientras su cuerpo se contrae bajo la avalancha sensaciones.

"Nnnnggghhhh~♡♡"

Demasiado perdido en la divina estrechez del coño de su perra, golpea su polla contra ella unas cuantas veces más antes de registrar el olor acre que repentinamente impregna el aire y se da cuenta de que ella se está corriendo sobre su polla. Eso no le impide meter su polla en su calor húmedo.

De lo contrario. Envía un escalofrío de emoción por su columna empujándolo más cerca del borde. Después de todo, todavía tendrá que castigarla por hacer un desastre sin su permiso.

La presión explota en oleadas de intenso placer, estrellas chispeando y su coño brotando con una avalancha de jugos de su coño, al mismo tiempo, los primeros chorros de la semilla caliente de su amo se vierten directamente en su útero.

Su cuerpo inerte sufre espasmos débiles y su visión comienza a nadar cuando finalmente la empuja más allá de su límite.

La vista es sacudida de todo el semen que sale disparado de su polla, la sensación de Aether todavía vertiendo su semilla en ella y la sensación de plenitud satisfactoria son las últimas cosas que registran en su mente mientras la oscuridad la arrastra hacia abajo.