Domingo de agosto, seis de la tarde. Abrís los ojos y te das cuenta de que te dormiste mirando el partido de Boca. Hasta donde recordas, estaba perdiendo. Pero al parecer, dio vuelta el resultado y ganó3-2. El asunto te es indiferente, ya que, en primer lugar, no sos hincha de Boca. En segundo lugar, Francia. Y tercero, tampoco te interesa demasiado el fútbol. Hay algunas cositas económicas, sociales y políticas que te preocupan un toque más. Y sí, el país se está yendo a la mierda (no importa cuando leas esto).
De repente una ráfaga de claridad te despeina el pensamiento devolviéndote a la realidad. A tu realidad, la única que te interesa, que te abraza o te aleja, que te acaricia o te ladra. Con paso cansado dominguero vas hacia la habitación. Metros antes de la puerta ya te invade su perfume y tu sonrisa parece que va a salirse de la cara. Al parecer, te estaba esperando.
La ves y no podés creerlo. Todavía te cuesta dar por cierto el hecho de que la mismísima Yus López se duerme y se despierta cada noche y cada día al lado tuyo. La descubriste un día de casualidad en Facebook, después la seguiste en Instagram. Hiciste hasta lo imposible, navegando en internet, para conseguir una foto o un video en el que muestre un poquito más. La “odiaste” un poco también debido a esa dificultad de hallar material más caliente. Todo ese esfuerzo es el que te hace dudar de la veracidad de tu presente. Pero ahí está, sentada en la cama, siempre posando y sonriendo. El trajecito celeste que le regalaste para el primer mes de relación te vuelve loco. Y ella lo sabe, por eso no hay domingo que no lo use.
─Espero que hayas descansado, porque necesito con todo mi ser que me des una buena cogida ─dice Yus, mirándote con esa cara de putita que todos desean, mientras se baja un tirante del trajecito celeste.
Todavía te cuesta responder a esos arrebatos constantes de lujuria, por lo que te acercas sin decirle nada, la obligas apararse y le comes la boca. Su lengua bailando con tu lengua son como dos brasas al rojo vivo. El beso te inyecta de una dosis de calentura suprema.
─Decime vos si estoy descansado ─le decís mientras llevas su mano hasta tu pija, que ya está al palo.
─ Me encanta, pero yo sé que podes un poco más ─te dice mientras deja al aire sus dos hermosas tetas.
No lo dudas. La levantas con tus brazos, te rodea el cuerpo con sus piernas y le comes las tetas. Sus gemidos suenan como cantos de sirena, cosa que calentaría al extremo a cualquier mortal. Chupas, pasas la lengua, mordes. Notas lo caliente que está y te volves loco. Con algo de dificultad se libera de tus garras, se arrodilla, libera tu pija y empieza a chuparla solo como ella sabe hacerlo. No podés creer cuanto le encanta la pija. Ella te la chupa y piensa que quiere chupar esa pija por el resto de sus días.
Cuando mete tu pija entre sus tetas sentís que estas flotando, que tu vida entera se resume en esa turca que te esta haciendo. Tupija, contra toda naturaleza, no para de crecer y de ponerse mas dura. Lo disfrutas por vos, pero más por lo caliente que está ella.
─Jamás me voy a cansar de chuparte la pija, amor ─dice Yus.
─Y si te cansas, me la vas a seguir chupando igual ─contestas con un hilo de voz a causa de lo caliente que estas.
─Sí, mi amor ─dice ella con un mar de saliva cayendo de su boca.
Te quitas la remera, te quita el pantalón y el bóxer. La ponés de pie y la desnudas, para luego apoyarla en la cama, con una visión gloriosa de su culo. Tu lengua va una y otra vez entre su culo y su concha. Está totalmente empapada. Vos no das más. Paseas tu pija entre sus dos agujeros, sin meterla, presintiendo ese primer sacudón.
─Amor, por favor, métemela ─suplica Yus, ya casi al borde del orgasmo.
Y se la metes. De una vez y con toda tu fuerza. Ella se estremece, sentís como su dulce néctar te baña la pija. Y eso te enciende más. Sus gemidos ya son casi gritos felinos, que te piden que por favor te la sigas cogiendo. Y le das. Le das cada vez con más fuerza, como si de eso dependiera la vida en el universo entero.
Cuando sentís que estás cerca de acabar, la agarras del pelo y la arrastras hacia un sillón pequeño que tienen en la habitación. Te sentas, ella sabe lo que queres. Sube al sillón, y se sienta en tu pija, mirándote fijamente a los ojos. Comienza a cabalgarte con fiereza. Se te hace imposible no desviar la mirada hacia esas hermosas tetas que rebotan sin parar. Perdes la noción del tiempo. La escena puede que haya durado un minuto o tres horas.
Ella sabe leerte como nadie. Mete su lengua hasta el fondo de tu garganta en un beso de fuego, para luego desmontar y arrodillarse a tus pies. Te come la pija con desesperación, sin dejar de pajearse. Sentías como se acerca la explosión, queres retenerla por siempre, pero es imposible resistirse a esa boca.
─Dale amor, dame toda la lechita. Por favor bebé, me la quiero tomar toda ─dice Yus.
Su voz parece venir desde el mismísimo cielo. Su lengua es una serpiente se enrosca en tu pija sedienta de tu néctar. Y se ladas. La leche brota de tu pija como una indomable catarata de leche. Y ella se esfuerza por que la mayor parte caiga en su boca. Con la boca llena de leche, luego de tragar, vuelve a chuparte la pija, exprimiendo cada gota. Tu respiración está a mil por segundo y tu visión esta envuelta en una nebulosa brillante y cálida. Salís del trance cuando Yus se sienta sobre tus piernas y te besa. En sus tetas hay rastros de tu leche, pero no por mucho tiempo, ya que luego del beso se pasa los dedos y para luego chupárselos. Te abraza, la abrazas. Se siente tan pequeña entre tus brazos que sentís deseos de cuidarla, de protegerla, de salvarla del mundo hostil que les tocó habitar.
─Te amo, bebé ─dice Yus mirándote a los ojos ysonriente.
─Te amo, bebé ─le contestas.
Se recuesta en tu pecho luego de un profundo suspiro y de inmediato te invade la mente el pensamiento de la tremenda cogida que le vasa dar en algunos minutos en la ducha. Y no solo lo pensas con la mente. Tu pija ya está al palo otra vez.
Queres leer mas relatos de putitas famosas? Escribime por Telegram y te agrego a mi grupo. Subo relatos todos los dias. @Oliveira122
De repente una ráfaga de claridad te despeina el pensamiento devolviéndote a la realidad. A tu realidad, la única que te interesa, que te abraza o te aleja, que te acaricia o te ladra. Con paso cansado dominguero vas hacia la habitación. Metros antes de la puerta ya te invade su perfume y tu sonrisa parece que va a salirse de la cara. Al parecer, te estaba esperando.
La ves y no podés creerlo. Todavía te cuesta dar por cierto el hecho de que la mismísima Yus López se duerme y se despierta cada noche y cada día al lado tuyo. La descubriste un día de casualidad en Facebook, después la seguiste en Instagram. Hiciste hasta lo imposible, navegando en internet, para conseguir una foto o un video en el que muestre un poquito más. La “odiaste” un poco también debido a esa dificultad de hallar material más caliente. Todo ese esfuerzo es el que te hace dudar de la veracidad de tu presente. Pero ahí está, sentada en la cama, siempre posando y sonriendo. El trajecito celeste que le regalaste para el primer mes de relación te vuelve loco. Y ella lo sabe, por eso no hay domingo que no lo use.
─Espero que hayas descansado, porque necesito con todo mi ser que me des una buena cogida ─dice Yus, mirándote con esa cara de putita que todos desean, mientras se baja un tirante del trajecito celeste.
Todavía te cuesta responder a esos arrebatos constantes de lujuria, por lo que te acercas sin decirle nada, la obligas apararse y le comes la boca. Su lengua bailando con tu lengua son como dos brasas al rojo vivo. El beso te inyecta de una dosis de calentura suprema.
─Decime vos si estoy descansado ─le decís mientras llevas su mano hasta tu pija, que ya está al palo.
─ Me encanta, pero yo sé que podes un poco más ─te dice mientras deja al aire sus dos hermosas tetas.
No lo dudas. La levantas con tus brazos, te rodea el cuerpo con sus piernas y le comes las tetas. Sus gemidos suenan como cantos de sirena, cosa que calentaría al extremo a cualquier mortal. Chupas, pasas la lengua, mordes. Notas lo caliente que está y te volves loco. Con algo de dificultad se libera de tus garras, se arrodilla, libera tu pija y empieza a chuparla solo como ella sabe hacerlo. No podés creer cuanto le encanta la pija. Ella te la chupa y piensa que quiere chupar esa pija por el resto de sus días.
Cuando mete tu pija entre sus tetas sentís que estas flotando, que tu vida entera se resume en esa turca que te esta haciendo. Tupija, contra toda naturaleza, no para de crecer y de ponerse mas dura. Lo disfrutas por vos, pero más por lo caliente que está ella.
─Jamás me voy a cansar de chuparte la pija, amor ─dice Yus.
─Y si te cansas, me la vas a seguir chupando igual ─contestas con un hilo de voz a causa de lo caliente que estas.
─Sí, mi amor ─dice ella con un mar de saliva cayendo de su boca.
Te quitas la remera, te quita el pantalón y el bóxer. La ponés de pie y la desnudas, para luego apoyarla en la cama, con una visión gloriosa de su culo. Tu lengua va una y otra vez entre su culo y su concha. Está totalmente empapada. Vos no das más. Paseas tu pija entre sus dos agujeros, sin meterla, presintiendo ese primer sacudón.
─Amor, por favor, métemela ─suplica Yus, ya casi al borde del orgasmo.
Y se la metes. De una vez y con toda tu fuerza. Ella se estremece, sentís como su dulce néctar te baña la pija. Y eso te enciende más. Sus gemidos ya son casi gritos felinos, que te piden que por favor te la sigas cogiendo. Y le das. Le das cada vez con más fuerza, como si de eso dependiera la vida en el universo entero.
Cuando sentís que estás cerca de acabar, la agarras del pelo y la arrastras hacia un sillón pequeño que tienen en la habitación. Te sentas, ella sabe lo que queres. Sube al sillón, y se sienta en tu pija, mirándote fijamente a los ojos. Comienza a cabalgarte con fiereza. Se te hace imposible no desviar la mirada hacia esas hermosas tetas que rebotan sin parar. Perdes la noción del tiempo. La escena puede que haya durado un minuto o tres horas.
Ella sabe leerte como nadie. Mete su lengua hasta el fondo de tu garganta en un beso de fuego, para luego desmontar y arrodillarse a tus pies. Te come la pija con desesperación, sin dejar de pajearse. Sentías como se acerca la explosión, queres retenerla por siempre, pero es imposible resistirse a esa boca.
─Dale amor, dame toda la lechita. Por favor bebé, me la quiero tomar toda ─dice Yus.
Su voz parece venir desde el mismísimo cielo. Su lengua es una serpiente se enrosca en tu pija sedienta de tu néctar. Y se ladas. La leche brota de tu pija como una indomable catarata de leche. Y ella se esfuerza por que la mayor parte caiga en su boca. Con la boca llena de leche, luego de tragar, vuelve a chuparte la pija, exprimiendo cada gota. Tu respiración está a mil por segundo y tu visión esta envuelta en una nebulosa brillante y cálida. Salís del trance cuando Yus se sienta sobre tus piernas y te besa. En sus tetas hay rastros de tu leche, pero no por mucho tiempo, ya que luego del beso se pasa los dedos y para luego chupárselos. Te abraza, la abrazas. Se siente tan pequeña entre tus brazos que sentís deseos de cuidarla, de protegerla, de salvarla del mundo hostil que les tocó habitar.
─Te amo, bebé ─dice Yus mirándote a los ojos ysonriente.
─Te amo, bebé ─le contestas.
Se recuesta en tu pecho luego de un profundo suspiro y de inmediato te invade la mente el pensamiento de la tremenda cogida que le vasa dar en algunos minutos en la ducha. Y no solo lo pensas con la mente. Tu pija ya está al palo otra vez.
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