Soy de una generación donde la mujer debía fingir que el macho le abría las piernas, y a decir verdad nos habían criado en el oscurantismo. Las madres no hablaban y si hablaban terminábamos en la semilla. Mi vieja tomó el camino practico tal vez porque siempre supo lo que, sobreactuando, trataba de ocultar, todos mis compañeritos querían estudiar la anatomía femenina y mis dos amiguitas y yo queríamos ver el pilin hinchado.Era un trueque. A eso se sumaba los elásticos rotos o estirados de mis bombachitas y el hallazgo de dos vedettinas compradas en el mercado negro. Con estos antecedentes mi mamá obró en consecuencia.
Resumiendo que se quema el arroz, mi vieja me puso un dispositivo intrauterino. No me explico solo me dijo que era preventivo.Corrían mis 16 años. Mi primera deducción fue que era un tapón. Ya mi cola la habían explorado algunos deditos, así que taponada mi conchita empecé a histeriquear con la puerta trasera. Mientras los chicos eran de mi edad los frenaba en la puerta . Pero una noche la firmeza de un experimentado me sometió primero psíquicamente convenciéndome de ir a un lugar más tranquilo y luego quede a su merced con firmeza física y con amenaza verbal, trance y deje que me hiciera el culo. Recordar como me dolio! Cómo pedía que me la saque y el turro que me decía, ya pasa, ya pasa. aun hoy no se si me desvanecí unos instantes por el Dolor desgarrador, puntadas que me hacían cerrarlo, y ese ardor esa irritación que me duró varios días. El vestido hecho un acordeón, pisado sucio sin bombacha el hdp se la agarró para limpiarse, caminaba dando pasos en falso por los temblores. Cerré el ojetes por dos años. El vaso se fue llenando hasta que una tarde de domingo (día de pensamientos raros, tardes aburridas ) Marcelo me rapto aprovechando que la barra se fueron a la cancha. Me fue a buscar a casa tomó unos mates con mis viejos mientras yo me arreglaba (nada sexy estaba mi viejo y salia con un amiguito del barrio) jeans ajustados y mi suéter tapa culo a la cintura. Me llevo a la casa, los viejos en Paso del Rey habitación donde me desvirgo unos meses antes. Pero ese domingo mientras lo peteaba me preguntó porque no entregaba “ el rosquete” Duele mucho conteste y ahí comenzó a taladrarme el cerebro en una hora pase del no a preguntar como me higiénizo me encerré en el baño con vergüenza y miedo, mientras Marcelo se fue a comprar vaselina un sacamocos de bebé. Tardo bastante y yo me debatía quedarme irme. Llego, dejo el paquete sobre la cama, me beso y se fue a duchar yo revise el paquete me enfoque en la vaselina. El salio desnudo su cuerpo atlético (22 años) su pija colgando ya está me dije el es distinto y confío en él. Me fue desnudando, yo con pequeños escalofríos nerviosos, balbuceaba si me duele paras. Mientras los peteaba el empezó con los preparativos tomó el sacamocos lo lleno con vaselina líquida abrió un pómito ( que después me enteré que era un anestésico pediátrico para niños muelita) me recostó boca abajo coloco almohadones debajo de mi panza para levantar mi cola y empezó a dedearme con los productos y fue metiendo primero uno después dos. Me pregunto estas lista? Despacito fue mi respuesta busco una toalla se puso forrito se enchastro con vaselina y con la guía de sus deditos fue entrando milímetro a milímetro. Me dolía pero era tolerable y la quería adentró,
Cuando entro le pedí que no se mueva. Suave, lenta e instintivamente Marcelo empezó a moverse. Lenta, suave e instintivamente empecé a pajearme. El imprimió ritmo y cuando me sintió acabar la saco se despojo del preservativo y sentí su explosión cae sobre mis nalgas y espalda. Me gustó. Marcelo me domino siempre.
Resumiendo que se quema el arroz, mi vieja me puso un dispositivo intrauterino. No me explico solo me dijo que era preventivo.Corrían mis 16 años. Mi primera deducción fue que era un tapón. Ya mi cola la habían explorado algunos deditos, así que taponada mi conchita empecé a histeriquear con la puerta trasera. Mientras los chicos eran de mi edad los frenaba en la puerta . Pero una noche la firmeza de un experimentado me sometió primero psíquicamente convenciéndome de ir a un lugar más tranquilo y luego quede a su merced con firmeza física y con amenaza verbal, trance y deje que me hiciera el culo. Recordar como me dolio! Cómo pedía que me la saque y el turro que me decía, ya pasa, ya pasa. aun hoy no se si me desvanecí unos instantes por el Dolor desgarrador, puntadas que me hacían cerrarlo, y ese ardor esa irritación que me duró varios días. El vestido hecho un acordeón, pisado sucio sin bombacha el hdp se la agarró para limpiarse, caminaba dando pasos en falso por los temblores. Cerré el ojetes por dos años. El vaso se fue llenando hasta que una tarde de domingo (día de pensamientos raros, tardes aburridas ) Marcelo me rapto aprovechando que la barra se fueron a la cancha. Me fue a buscar a casa tomó unos mates con mis viejos mientras yo me arreglaba (nada sexy estaba mi viejo y salia con un amiguito del barrio) jeans ajustados y mi suéter tapa culo a la cintura. Me llevo a la casa, los viejos en Paso del Rey habitación donde me desvirgo unos meses antes. Pero ese domingo mientras lo peteaba me preguntó porque no entregaba “ el rosquete” Duele mucho conteste y ahí comenzó a taladrarme el cerebro en una hora pase del no a preguntar como me higiénizo me encerré en el baño con vergüenza y miedo, mientras Marcelo se fue a comprar vaselina un sacamocos de bebé. Tardo bastante y yo me debatía quedarme irme. Llego, dejo el paquete sobre la cama, me beso y se fue a duchar yo revise el paquete me enfoque en la vaselina. El salio desnudo su cuerpo atlético (22 años) su pija colgando ya está me dije el es distinto y confío en él. Me fue desnudando, yo con pequeños escalofríos nerviosos, balbuceaba si me duele paras. Mientras los peteaba el empezó con los preparativos tomó el sacamocos lo lleno con vaselina líquida abrió un pómito ( que después me enteré que era un anestésico pediátrico para niños muelita) me recostó boca abajo coloco almohadones debajo de mi panza para levantar mi cola y empezó a dedearme con los productos y fue metiendo primero uno después dos. Me pregunto estas lista? Despacito fue mi respuesta busco una toalla se puso forrito se enchastro con vaselina y con la guía de sus deditos fue entrando milímetro a milímetro. Me dolía pero era tolerable y la quería adentró,
Cuando entro le pedí que no se mueva. Suave, lenta e instintivamente Marcelo empezó a moverse. Lenta, suave e instintivamente empecé a pajearme. El imprimió ritmo y cuando me sintió acabar la saco se despojo del preservativo y sentí su explosión cae sobre mis nalgas y espalda. Me gustó. Marcelo me domino siempre.
6 comentarios - Por la cola