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Besos con mi madre

Mi padre se fue de viaje de trabajo hace unos meses, y aunque al principio fue raro, pronto empezamos a notar que la casa se sentía diferente. Era verano, y sin él aquí, todo parecía mucho más relajado. Mi mamá, que siempre había sido estricta pero dulce, estaba disfrutando del cambio tanto como yo.


Desde que papá se fue, nuestra rutina nocturna cambió un poco. Mi mamá comenzó a pedirme que le diera las buenas noches con un abrazo y un beso en la mejilla antes de irme a la cama. Al principio era solo un gesto cariñoso, pero pronto se convirtió en algo que ambos esperábamos con ansias. Ella solía usar ropa suelta, pero últimamente había optado por blusas ajustadas y faldas cortas que resaltaban sus curvas. Cada vez que la veía, no podía evitar notar cómo su ropa acentuaba su figura.


Una tarde, estábamos en la cocina preparando la cena. Ella llevaba un vestido ceñido que resaltaba sus caderas y piernas. Me miró con una sonrisa juguetona y dijo: 'Vaya, parece que me estoy acostumbrando a esta ropa de verano. ¿Qué piensas de mi nuevo estilo?'


'Te ves genial,' le respondí, admirando cómo el vestido destacaba su figura. 'Definitivamente, la ropa de verano te queda muy bien.'


Ella se acercó un poco más y, con una sonrisa traviesa, dijo: 'Gracias. Aunque, si me permites decirlo, creo que tu opinión no está nada mal tampoco. Por cierto, si quieres, podríamos hacer un poco de ejercicio juntos. Creo que me vendría bien una motivación extra.'


'¿Oh, sí?' le respondí, notando cómo su vestido se ajustaba a cada movimiento. 'No sabía que te gustaba el ejercicio en pareja.'


'Bueno,' dijo ella con picardía, 'la idea de tener a alguien a mi lado para mantenerme en forma suena bastante atractiva. Y me encantaría ver cómo te mueves para mantenerme motivada.'
Nos reímos y, mientras limpiábamos los platos, me miró con un brillo en los ojos. 'Sabes, este verano está siendo mucho más divertido de lo que esperaba. Sin tu padre aquí, siento que estamos creando nuestra propia pequeña burbuja de felicidad.'


'Definitivamente,' dije, sintiendo cómo nuestra conversación se volvía más ligera y juguetona. 'Y me gusta cómo estamos aprovechando al máximo este tiempo juntos.'


Una noche, mientras ella fue a mi habitación a darme las buenas noches, se quedó a ver una película conmigo, ella se acomodó en mi cama junto a mí de manera que nuestras piernas se tocaban. Ella estaba usando un top corto y unos pantalones cortos que dejaban mucho a la vista. Me miró con una sonrisa traviesa y dijo: '¿Sabes? Me estoy acostumbrando a esta cercanía contigo. No puedo evitar notar que estamos muy... juntos.'


'¿Ah sí?' le respondí, notando cómo su proximidad me hacía sentir un cosquilleo. 'Parece que no solo la película se está volviendo interesante.'


Ella se inclinó un poco más cerca, susurrando con un tono seductor: 'Claro, no solo la película. Me gusta cómo estamos compartiendo este espacio. Es como si estuviéramos probando algo nuevo juntos.'


'Me parece que estamos escribiendo nuestra propia versión de la historia,' le dije, sintiendo la conexión entre nosotros. 'Una en la que ambos estamos muy felices.'


Más tarde, mientras la película estaba en una parte tranquila, noté que su respiración se hacía más pausada y relajada. Me giré para mirarla y vi que se había quedado dormida, reclinada sobre mi. Su top corto había subido un poco, dejando ver más de lo habitual. Sus brazos estaban extendidos sobre la manta que cubría ambos, y el calor de su cuerpo me resultaba sorprendentemente cómodo.


Sonreí para mí mismo, pensando en cómo este verano había traído tantas sorpresas. Decidí no moverla y simplemente me acomodé a su lado. La película siguió en silencio mientras ella dormía profundamente. Me sentí a gusto, con el calor de su cuerpo cerca, y pronto me quedé dormido también.


Desperté en medio de la noche y me di cuenta de que ella seguía a mi lado, acurrucada contra mí. La cama estaba llena de una atmósfera cálida y acogedora. Su respiración era suave y relajada, y me sentí sorprendentemente a gusto con la situación. Aunque sabía que esto era algo excepcional y que no duraría para siempre, no podía negar que me estaba gustando la cercanía.
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Al dia siguiente:


Despertamos ambos y hablamos un poco, pero nos quedamos unas dos horas más acostados, ella empezó a moverse, estirándose y despertando con una sonrisa somnolienta. 'Mmm, parece que me quedé dormida,' dijo con una voz aún adormilada. '¿Qué hora es?'


Miré el reloj y le respondí: 'Son casi las ocho. ¡Parece que tuvimos una buena noche!'


Ella se rió suavemente y se levantó, estirándose de tal manera que su top se subió un poco, mostrando más de su figura. No pude evitar observar cada detalle de cómo su ropa se ajustaba a sus curvas. Mientras se incorporaba, su trasero quedó parcialmente expuesto y sus movimientos eran tan seductores que me hizo sonreír.


'Bueno,' dijo con una sonrisa coqueta, 'creo que es hora de preparar el desayuno. ¿Te apetece algo especial?'


'Me encantaría,' respondí con una sonrisa traviesa. 'Pero no te olvides de traer algo delicioso. Y, si puedes, haz que el desayuno sea tan agradable como nuestra noche.'


Ella me miró con un brillo travieso en los ojos y se dirigió hacia la cocina. Mientras se movía hacia la puerta, no pude evitar seguir con la vista cada uno de sus movimientos. Su figura, destacada por el top ajustado y los pantalones cortos, se movía con una elegancia casual. Observé cómo su trasero se movía de manera sensual con cada paso, y me sentí atraído por cada detalle.


Justo antes de salir, ella se giró ligeramente y con una risa juguetona dijo: 'Oh, prometo que será una mañana memorable. Y si no, siempre podemos encontrar otra forma de divertirnos juntos.'


Con una sonrisa y una mirada coqueta, se fue a la cocina. Me quedé en la cama, pensando en lo bien que había pasado y en cuánto estaba disfrutando de este tiempo con ella. Este verano estaba resultando ser mucho más interesante de lo que había imaginado."
 
 
 
 

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