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Cuidado con lo que deseas 2P

Cuidado con lo que deseas 2P

Se quedó un largo rato en silencio, tratando de ordenar sus ideas.

Me miró directo a los ojos, y comenzó a contarme.

“Cuando llegaron y vi a Gerardo bajar del auto, primero creí que me iba a besar. Pero después él me agarró de los pelos, y me tironeó hacia el auto. Me dio una piña en la panza y me dejó sin respiración”

(Cómo?! Yo no vi eso! Seguro fue cuando abrieron la puerta de atrás y ellos quedaron detrás de la puerta!)

“Me agarró de la nuca, yo estaba doblada por el dolor y me empujó, bah, me tiró como una bolsa adentro del auto”

“Caí con la cara en el piso, y el tipo que iba en el asiento, me pisó la cabeza y no me dejó levantarme”

“Me agarró las manos, las puso atrás y me las ató con una soga, tan fuerte que me dolían las muñecas”

“Después me dejó de pisar la cabeza y me alzó, pero no me dejó sentarme, me mantuvo acostada, apretando mi cabeza contra el asiento.”

“Me puso una bolsa de tela negra en la cabeza y me dijo – Quedate quieta puta, y no te va a pasar nada…. Pero mintió… Porque me pasó de todo!”

“Cuando llegamos me bajaron del auto y me llevaron entre dos, agarrándome de los brazos.”

“Iban apurados, casi corriendo, pero yo no veía nada, y me tropezaba.”
“En un momento me caí, y ellos me siguieron llevando a la rastra, sosteniéndome por los brazos”

“Me quitaron la bolsa de la cabeza cuando entramos a un lugar feo y que olía mal.”
“-Está linda la puta, dijo uno”
“-La vamos a coger a pelo a esta puta?”
“Y Gerardo le respondió, -Noooooo! Esta puta coge con cualquiera! Vamos a usar forro, o nos va a contagiar algo!”

“Por qué dijo eso?! Si tres días antes él me cogió sin forro?! No sé qué le pasaba, pero estaba malo conmigo”

“Entonces empezaron a besarme y a manosearme toda.”
“Pero no era rico ni romántico.”
“Me besaban bruto y me tocaban más bruto!”
“Uno se puso detrás mío y agarró la tela de mi vestido, y la rajó de abajo hacia arriba, y me abrió las nalgas, y me metió la lengua. Me mordía las nalgas y me daba nalgadas fuertes, y me dió también una piña en la cola, que me dolió mucho.”

“Otro, me arrancó la parte de las tetas, y me empezó a chupar y morder.”

“Gerardo terminó de arrancarme lo que quedaba de mi vestido, y también me mordía y me escupía.”

“El de la cola, me dio una patada en la parte de atrás de las piernas, y me hizo caer de rodillas!”
“Y ahí empezaron a cogerme la boca sin piedad, Papito!”

“Me agarraban la cabeza y me cogían la boca bruto!”

“Me hacían dar arcadas, y yo tenía las manos atadas atrás y no podía frenarlos!”

“Todos me cogieron la boca, uno tras otro, uno más bruto que el otro, dándome bofetadas fuertes, que me dejaban zumbando los oídos!”

“Estuvieron una eternidad violándome la boca, yo toda baboseada, con el pelo echo un desastre y me dolían las mejillas de tanto abrir la boca y de las bofetadas”

“Entonces me soltaron las manos. Uno me empujó, y caí en 4 patas”

“Creí que me iban a empezar a coger ahí, en el piso. Pero uno me agarró de los pelos, y me empezó a llevar caminando en 4 patas.”

“Iba rápido y yo apenas podía seguirle el ritmo.”

“Recibí una patada en una nalga que me tiró de costado!”

“Y el que me llevaba de los pelos, me arrastró!”

“No sé cuanta distancia me llevó así, a la rastra de los pelos!”

“Después me hizo pararme y me dio bofetadas fuertes que me hicieron perder el equilibrio”

“Me caí contra una pared, y cuando quise pararme, me dio una trompada!!!!!”

“Sentí en mi boca el gusto a la sangre que me salía del labio partido por la piña!”

“El mismo me puso la traba y me hizo caer otra vez de rodillas. Me levantó los brazos, y me ató a una soga que caía del techo”

“Quedé de rodillas, con los brazos levantados.”

“Yo me preguntaba qué irían a hacerme, y porqué Gerardo no me defendía y me trataba tan mal”

“Entonces uno de ellos sacó un revolver, de esos que usan los vaqueros en las pelícuas del oeste, y me puso el caño en la cara!”

“Yo me quedé inmóvil! Pensé que me iba a dar un tiro y matarme!!”

“Me dijo – Querés que te mate, puta?”
“Yo temblaba! No podía ni hablar”

“Entonces me hizo parar y me dio vuelta contra la pared. Y me metió el caño del revolver en la cola, hasta el fondo!”

“Pude sentir el caño frío que me llegaba hasta la panza!”

“- Si te pego un tiro ahora, puta, te reviento el culo!”
“Yo estaba por desmayarme.”
“Sacó el caño de mi cola y me lo puso otra vez en la cara, cerca de la boca.”
“Sentí el olor de mi cola en el revolver contra mi mejilla. Y me dijo que abra la boca. “
“Y me metió el caño hasta la garganta, provocándome arcadas! Lo sacaba y lo metía hasta que me provocó un vómito!”

“Después me volvió a poner de cara contra la pared. Y me dijo – Quedate así, quieta!”

“No quería ni moverme. Buscaba de reojo a Gerardo, para que me viera y me defendiera.”

“Entonces otro vino con una vara larga y fina.”
“Primero me la pasó suave por las piernas, las nalgas y la espalda.”
“Tan suave que casi me hacía cosquillas”

“Y de golpe, Zas! Me dió fuerte con la bara en las nalgas!”

“Volvió a recorrer mi piel, con la vara y cuando menos lo esperaba, Zas! Otro varaso!”

“Me dolía mucho y gritaba cada vez que me pegaba”

“Estos tipos no me habían cogido, solo me pegaban y me maltrataban!!!”

“Volvió el del revolver y traía un cinto de cuero, los dos extremos envueltos en su mano!”

“Este no me amagaba. Directamente me dió cintazos tremendos en la cola y la espalda”

“Estuvieron así, una eternidad. Varaso, cintazo, varaso!”

“Yo ya tenía ganas de irme!”

“Entonces vino Gerardo y me soltó de la soga que colgaba del techo, pero mantuvo mis manos atadas. Me llevó a los tirones hacia un arco de caños rectangular que tendría como un metro de altura. Me apoyó la panza en el caño frío y estiró mis brazos hacia adelante, haciéndome agachar.”

“Otro trajo un caño con sogas en los extremos y me los ataron a los tobillos, obligándome a abrirme mucho de piernas”

“Los vi sacar los sobres de los forros, abrirlos y ponérselos.”

“El primero me penetró por la cola, y sentí como unos raspones en mi recto”

“Los forros tenían pinchos que me raspaban cuando me cogían!”

“La metían en mi cola y mi concha muy bruto y esos pinchos me raspaban!”

“Estuvieron cogiéndome así un rato. Después se fueron y se pusieron a jugar a las cartas en una mesa a unos metros de mí!”

“Me dejaron ahí, abierta de piernas y atada, y ni me miraban!”

“Me sentí tan humillada!” (Aquí ella empezó a llorar y no pudo seguir)

Le dí un vaso de agua, y le acaricié la mejilla. De a poco se compuso. Le dije, -No me cuentes más, si te hace mal. Pero ella carraspeó un poco, y me dijo que quería contarme todo, porque así sentía que no estaba sola.

Continuó.

“Jugaron mucho tiempo a las cartas y se reían, y tomaban.”
“Y yo ahí atada como un maniquí”

“Entonces vino uno y me cogió otra vez, dándome fuerte hasta que acabó con su pija en mi cola.”

“Luego vino Gerardo, y antes de penetrarme la concha, se sacó el forro, y me cogió dándome penetraciones tan fuertes que se sacudía todo el caño al que estaba atada.”

“Pude sentir cuando los chorros de su leche golpeaban las paredes de mi útero.”
“Sacó su pija y me dió una nalgada tan fuerte, que sentí que me crugió la cadera”

“Por último vino el loco del revolver, y me cogió agitando el revolver hacia arriba, como si yo fuera una yegua que él estaba domando”

“Usaba ese forro con pinchos y me lo metía en la cola y en la concha, y al final lo dejó en la cola y me dió hasta que acabó!”

“Me soltaron y me llevaron alzada hasta un colchón y me tiraron como si fuera una bolsa.”

“Los escuché ir de un lugar a otro, como si estuvieran limpiando u ordenando el lugar.”

“Entonces vino uno, me puso en 4 y volvió a cogerme la cola muy duro. Otro también se acercó con la pija en su mano y se acostó boca arriba. Me subieron a él y me penetró por la vagina.”

“El primero me la volvió a meter por la cola, y me daban los dos, con fuerza, entre nalgadas y bofetadas”

“Apareció Gerardo y me metió la pija en la boca”
“Yo tenía ganas de morderlo, por tratarme tan mal, y no defenderme. Pero tuve miedo de que me castigaran otra vez con la vara y el cinto”

“Entonces Gerardo les dice, - Hay que romperle el orto a esta puta! Háganle doble anal!”

“Yo abrí la boca para decirles que no, y Gerardo me metió más la pija hasta la garganta”

“El de abajo me la sacó de la concha y la metió en la cola. Yo trataba de moverme para que el otro no me penetre. Pero me agarraron de los pelos y me tironearon la cabeza para atrás.”

“- Quedate quieta, puta! O te volvemos a azotar!”

“Me metieron las dos pijas sin ningún cuidado, Papito!”
“Se rieron cuando entraron las dos y gritaban -Tiene el culo detonado esta puta!”

“Aunque no lo creas, entre el dolor y los insultos, me vino un orgasmo inesperado! Temblé toda durante un rato largo, porque el orgasmo no terminaba!”

“Ahí me hicieron lo que les dio la gana. Me nalguearon, me escupieron, me tiraron fuerte del pelo, me insultaron…”

Respiró hondo y dio un suspiro largo.
Se quedó pensativa un instante.
Supuse que iba a volver a llorar, pero se contuvo.
Carraspeó y siguió.

“Entonces me levantaron, y me llevaron casi corriendo al baño, que tenía una bañadera vieja de esas como de hierro, blanca toda percudida”

“Me dijeron que me meta, pero yo no quise, porque tenía miedo de que me dieran una ducha helada, los sádicos”

“Como me resistía a entrar, uno me volvió a dar una piña en la panza que me dejó otra vez sin respiración y me hizo retorcerme.

Entonces me empujaron y caí dentro de la bañadera, sobre mis manos y me empujaron la cola para que quede acostada en el fondo”

“Cerré los ojos y contuve la respiración, esperando el chorro de agua helada, pero en lugar de eso, sentí chorritos calientes sobre mi cara, mis brazos y mis caderas”

“Los hdp se estaban meando sobre mí!!!”

“Abrí la boca para gritar y recibí un chorro sobre mi lengua!”

“Me tapé la cara, y los ojos. Su orina caía sobre mi pelo, y me empapaba toda!”

“Se fueron riéndose a carcajadas y diciendo que yo era una puta sucia, que daba asco, que tenía el culo abierto y meado, y no sé cuántas cosas más”

“Me dejaron ahí como una hora”

“No me animaba a salir, por miedo a que me humillaran al verme toda meada, despeinada y asqueada”

“Entonces vinieron otra vez los tres, me agarraron de los pelos y me levantaron.”
“Me llevaron otra vez al arco de caño, y me ataron, esta vez con muchos nudos y muchas vueltas de las sogas sobre mi cuerpo”

“Uno vino y me puso un gancho en la cola, que lo metió tan bruto, que creí que me había desgarrado.”

“Después vino Gerardo con un bozal, y me lo puso en la boca y ató las correas en mi nuca”

“-Esto es para pagar tus servicios y por el vestido que te rompimos”

“Me pusieron los zapatos y me dieron unas nalgadas horribles como despedida y salieron del lugar, dejándome casi a oscuras, inmovilizada y humillada”

Otra vez hizo una pausa larga.
Respiró hondo varias veces.

Miró sus manos.

Por fin alzó la mirada, y dijo “Estuve así mucho rato y creí que nadie me iba a rescatar.”

“Pero llegaste, Papito… Y te amé tanto por ir a buscarme…”


Y esa fue la última vez que vimos a Gerardo...

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