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Desayuno en familia.

Una amiga confiesa su deseo incestuoso hacia sus padres.

Todavía hoy sigo masturbándome pensando en ellos, recordando como los escuchaba follar al otro lado de la pared mientras me acariciaba el chocho y mi corazón latia desbocado. Silenciosa, sin hacer ningun tipo de ruido que me llevase a perderme el menor de sus ahogados gemidos o la más corta de las palabras en forma de súplica o alivio. 

 Los gruñidos de mi amado padre se fundian con los del colchón mientras me frotaba el clítoris y pellizcaba mis pezones hasta sentir una mezcla de dolor y placer. Llevava la almohada entre mis piernas y apretándola contra mi sexo me frotaba hasta correme empapando mis braguitas por completo.

 Recuerdo ruborizarme cuando los encontraba por la mañana en el desayuno, siempre fueron la pareja perfecta. Yo marchaba camino de la facultad tras despedirme de ambos, pero en el fondo mi deseo más intimo y oculto era quedarme junto a ellos y poder emular todos aquellos videos porno que por entonces consumia teniendolos a ellos como maestros.

 Sí, soñaba con ser su juguete, su pequeña esclava sexual. Deseaba ser ofrecida a mi padre siendo mamá la maestra de ceremonias para que fuese su mano la que guiase la verga de papa hasta el coño de su hija.

 Queria tumbarme desnuda en la mesa de la cocina, apartar los platos y formar parte del desayuno. Sentir las manos de mi madre deslizándose por mi cuerpo, untando mis tetas con mantequilla y pellizcandome los pezones mientras me lamia la boca mirando a mi padre con una sonrisa.

-Mira papi, ¿ves lo calentona y putita que es tu hija? Lleva años deseando esto.

 Sí mamá, llevo años. Años deseando formar parte de vuestros juegos, años anhelando ser adiestrada y utilizada por aquellos a quien más quiero.

-Ya veo que ha salido tan putita como la madre, de tal palo tal astilla. Dale tetas mamá que esta deseando lamer algo.

 Mamá me escupe en la boca y me relamo de placer. Sumerge sus dedos en el tarro de mermelada de fresa y tras untarla por sus tetas las acerca hasta mi boca.

-Mira como lame papi.

 Sí, las lamo y las chupo con gusto. Sus pezones estan duros como rocas, al igual que los mios. Las acaricio con mis manos pero ella las aparta.

-Las manitas quietas nena, aprende a usar esa boca.

 Sus tetas maduras cuelgan ante mi cara y yo lamo cuanto puedo, atrapando los pezones entre mis labios, los chupo y succiono mientras veo como papá se saca la polla y comienza a masturbarse contemplando la escena.

-Te las ha dejado bien limpias cariño.

-¿Has visto como chupa? Te va a salir una mamona experta tu hija. Ven aquí es hora de que le demos a mamar otras cosas.

 Mi madre aparta sus tetas haciendo inutil cualquier intento por retenerlas entre mis labios. Mi padre recorre la mesa y acaricia mi cuerpo recorriéndolo con dos dedos desde el tobillo hasta mis tetas. Su mano abarca mi teta derecha y la aprieta entre sus dedos haciéndome estremecer con sus primeras caricias.

-¿En qué estas pensando mamá?

-Ya va siendo hora de que le des el biberon a tu nena. 

 Mi madre agarra la dura polla y la situa a escasos centimetros de mi cara mientras yo la miro con deseo, venosa e hinchada, con el glande totalmente despejado y brillante.

-Te la quieres comer ¿verdad?.

 Asiento con la cabeza, mi cara y mis ojos la suplican sin que una palabra precise salir de mi boca.

 Mi madre escupe en la polla y la restriga por mi cara, golpea con ella mis mejillas dejándome sentir el peso y la dureza de la herramienta paterna. Las caricias de su glande me queman en la piel, quiero lamerla y la busco con la lengua.

-Que me coma los huevos mamá.

 Dicho y hecho mi padre se sube a la mesa y se pone de rodillas con una pierna a cada lado de mi cabeza. Mamá le agarra los testiculos y los deja caer junto a mi boca. Los lamo con ansia, los chupo y los recorro con la lengua mientras mamá separa las nalgas de mi padre y comienza a lamerle el culo con abundante saliva que se desliza escroto abajo hasta llegar a mi boca.

-Ummm sí, así como le gusta lo que le estáis haciendo a papá.

 Mientras lamemos a nuestro a macho las manos de mi padre recorren mi vientre hasta llegar a mi sexo, separo las piernas deseando sus caricias y sus dedos lo encuentran totalmente empapado. 

-Tu nena está chorreando mamá.

-Le chorrea el coño y la boca se le hace agua papi. Es hora de que le des rabo.

-Creo que tienes razón cariño. Házselo ver tú misma.

-Se lo voy a endulzar un poco papi.

 Mamá agarra el frasco de mermelada y tras hundir en él la polla de ml padre la lleva hasta mi boca que la recibe ansiosa.

-Vamos putita cómele la polla a tu padre como merece, no nos hagas quedar mal co él.

 Mis labios recorren su glande, mi lengua lame la mermelada y mi boca saliva descontrolada al recibir, por fin, la deseada verga de mi padre. La quiero toda dentro, mi boca la recorre, la succiona sintiendo toda su dureza, toda su hombría.

-Más duro, traga más, a tu padre le gusta que se la coman duro. Vamos fóllale la polla con tu boca de mamona.

-Ufff, tú si que sabes mami- dice mi padre asintiendo.

 Mamá empuja mi cabeza y la polla de mi padre penetra hasta la mismísima garganta, sus huevos descansan sobre mi cara, mis labios sobre su pubis. No puedo respirar, pero deseo ahogarme con ese trozo de carne.

-Sí, así putica. Aguanta el rabo sin protestar, vas a hacer a tu padre muy feliz.- Dice mi madre.

-Ummm que boquita más rica.- Gime mi padre que aprieta más al sentir que me la trago toda.

-Aghh ummp- Es todo lo que sale de mi boca con su falo alojado en mi garganta mientras siento que me falta el aire.

 Mi cara se congestiona, lágrimas de felicidad por sentirme usada como siempre había deseado afloran en mis ojos. Mi boca no para de salivar, mi garganta segrega mucosidad y las primerras arcadas aparecen ante la falta de oxigeno. Mis padres se apiadan y aflojan su presa, la polla se retira de mi boca conpletamente cubierta de babas.

-¿Te gusta como te folla tu padre la boca putita? -Me pregunta mi madre con una sonrisa llena de amor en su boca.

-Sí mamá, me gusta mucho. Me gusta mucho quiero ser vuestro juguete, quiero atragantarme con su polla, quiero hacer todo lo que me pidas mamá, por favor, por favor dame más de esto.- Suplico extasiada mientras recupero el aliento.

-Tu hija es un amor papi. Claro que si cariño, vas a ser tan puta como tu madre cielo.

 Mi madre se acerca a mi cara y comienza a besarme y lamerme la boca, mi lengua la busca y la encuentra. Nos comemos la boca llena de babas mientras la polla de mi padre cimbrea sin perder ni pizca de su dureza. Mamá la agarra y la lleva hasta nuestras bocas, la lamemos y chupamos con gusto.

-Quieres más polla ¿verdad putita?

-Sí mami, sí, la quiero toda por favor.

 Se repite la escena y la polla de mi padre vuelve a violar mi garganta arrancándome babas, estertores y sonidos guturales de satisfacción absoluta, soy tan feliz. Papá gime de placer, mamá asiente y aprueba orgullosa.

-Ummm que rico, que orgulloso que estoy de mis chicas. Vais a hacer que me corra mis adorables putitas.

-¿Tú que dices cariño?- Pregunta mi madre cariñosa y atenta. -¿Quieres la primera corrida de tu padre en la boca?

-En el coño mamá, quiero que me llene el coño de rabo, por favor, por favor, quiero que me apague este fuego.

-¿Como? ¿Ya tan caprichosa?- Dice mi padre.

-Vamos, no seas malo y dale el capricho a la niña. Lo está haciendo tan bien.

 Mi madre me acaricia, tan pronto me trata como a una puta como a su niña mimada, la adoro.

 -Por favor papá, abreme el coño con tu polla, llénalo con tu semen, concédeme este regalo y seré por siempre tu puta.

-Serás por siempre mi niña bendita.- Me contesta complacido. -Tendrás tu capricho, pero te advierto que no aguantare mucho. 

 Mi padre baja de la mesa y yo me siento feliz ante el regalo que estoy apunto de recibir. Se coloca al filo de la mesa y sujetándome por las piernas me arrastra hasta colocar mi culo al filo de esta para facilitar la follada.

 Mamá no pierde el tiempo y ocupa el lugar de él sobre la mesa, su espectácular chocho se me ofrece a la vista. Con su mano entre las piernas separa los labios de su coño con dos dedos ofreciéndolo a mi lengua, húmedo, caliente y muy mojado, su aroma de hembra inunda mis fosas nasales.

 -Vamos mi niña, se buena y cómele el coño a mamá, demuéstrame lo zorrona que eres mientras tu padre te da lo tuyo en el coño.

 Siento como mi padre me soba el coño con la mano. Su dedo pulgar se deliza entre los labios con suma facilidad, estoy tan mojada, necesito algo más gordo y lo necesito ya. Mi madré deja caer su coño sobre mi cara, lo restriega, ella también requiere atención y la reclama.

- Ummm estás empapada putita.- Dice mi padré.

-Ufff, si lo está la mitad de lo que yo lo estoy debe estar chorreando. - Contesta mamá mientras recibe las primeras lamidas de mi lengua.

 En efecto, esta totalmente mojada, mi lengua recorre los labios saboreando el abundante flujo que resbala empapádome la cara mientras mi padre acomoda su capullo entre los labios del mio y lo deliza arriba y abajo haciéndome temblar de placer.

-Umm como resbala el coño de tu hija, tiene el chocho de seda como la madre.

-Vamos métesela ya, rellénale el coño de polla a nuestra zorrita.

-Sí, métemela, fóllame, dame rabo papá, clávame ya esa polla la nece....

-Tú calla y cómeme el coño que me corro so zorrona.- Mamá presiona su potorro callándome la boca y yo me dedico a lamerla de nuevo como buena nena.

 Mientras, papá no pierde el tiempo y tras lubricar su glande con zumito del chocho de su nena lo acomoda a la entrada de mi cueva y de un solo empujón me hace sentir abierta por completo. Mis ojos se abren como platos, mis pulmones se vacian de aire y un temblor me recorre, me corro, me corro de gusto al sentir la primera embestida de mi padre, su carne caliente me llena y el orgasmo más húmedo e intenso que jamas he sentido recorre todo mi cuerpo.

-Umm tu nena se está chorreando toda mami, uff como me exprime la polla... ufff ummm, que me ordeña toda la leche, ufff sí, toma toma.

-Sí papi, correte con ella, preña a nuestra putita, dale duro como tú sabes.- Mi madre le anima mientras masturba su clítoris con fuerza. -Dale cabrón, que nos corramos los tres, dale polla a tu zorrita ummmmm.

 Dos, tres pollazos con todas sus fuerzas, no más. Son todo lo que papá resiste antes correrse como un toro en lo más profundo de mi coño. Siento los chorros de semen espeso y caliente acompañando mis contracciones, se derrama y yo me derramo acompañándo su corrida.

-Ummm sí, toma zorrita mia, toma mi niña eterna, ummm que deslechada más rica ummm siiii.

Las piernas de papá tiemblan cuando se corre, mi ser al completo tiembla de placer al recibirle y de igual forma el temblor recorre el cuerpo de mamá cuando termina por correrse expulsando varios chorros de zumo de chocho que recibo en mi boca.

-Ummm sí mi niña, siii mi putita, que corridas más ricas, que corridas más buenás. Que bien lo vamos a pasar los tres...

Sí, que corrida más rica. Que puta me siento al seguir deseándolo tantos años despues, como me sigo mojando con la mlsma fantasía. ¿Por qué no fuí más atrevida? ¿Por qué no me atreví a mostrarme como soy? ¿Tan terrible hubiese sido? ¿Tan terrible su rechazo? Ya es tarde, solo en mis sueños puede ya aplacarse mi deseo... porque, es tarde. ¿Verdad?.

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