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Relatos X: "Subasté a mi mujer en un chat live"

 Mi preciosa esposa tiene 40 años y yo tengo 44. Ella está bastante buena, con su hermoso cabello rubio y largo. Además tiene una sonrisa hermosa y seductora, por lo que siempre obtiene miradas de los hombres. Por mi parte, soy uno de esos maridos a los que les gusta ver a su esposa hacer sociales con otros hombres y mujeres. Yo suelo ser todo lo contrario a socializar, aunque cuando encuentro la oportunidad, también utilizó mi labia para levantarme alguna que otra mina, para luego quedar en la nada. 
 Debo decirles que ambos buscamos romper con la rutina y monotomía en la pareja. ¿La verdadera razón? Para mejorar nuestra vida sexual y nuestra líbido. Aunque lo que seguro alimenta mi líbido es lo hermosa que se ve Tatiana, mi ninfómana mujer.

Relatos X: "Subasté a mi mujer en un chat live"

El otro día, ella salió con amigas y se arregló como toda una perra. Se fue a bailar con amigas y me mandó unas tremendas fotos y reels mostrándose muy contenta y de festejo. Seguramente se le insinuó más de un tipo y conociendola, ella bailó con algunos de ellos.
Ya me ha sucedido que Tatiana volvió a casa a altas horas de la madrugada, pues a veces se iba a lo de una pareja amiga a pasar la noche allí. Salidas a la cual no me suele invitar y según pude ver, ella tiene sexo con ambos.
Un día me mostró un vídeo haciéndole un pete al flaco, junto con la mujer de este. En el vídeo, mi mujer lo pajea frenéticamente y luego se come toda la verga del tipo, mientras su mujer se prepara para que él la penetre. En otro tramo del vídeo de su celular, se ve que mi esposa tiene la cara enchastrada de su semen, mientras el tipo se la está cogiendo arriba de ella. ¡Baya suerte! El tipo cogiendose a mi señora y a la suya y yo en mi casa cuidando a mis hijos.
 No sabía que esa afición al swinger y a la relación liberal iba a provocarme tanta excitación y morbo. Tal vez los años y la seguridad del matrimonio te permiten reflexionar sobre la monogamia y preguntarte: ¿Por qué no hacerlo? ¿Por que no confiar en este tipo de relaciones liberales si ella siempre está conmigo?

relatos

 Nos pasó que en el último tiempo estábamos escasos de dinero porque no tenemos trabajo, por lo que se me ocurrió la idea de vender a mi esposa al mejor postor en un chat live.
Se lo propuse un día y al principio le pareció inecesario prostituirse, pero a la noche siguiente aceptó. Le dije que se pusiera el vestido más sexy que tuviera. Alguno de esos atuendos que a ella le gustaba ponerse hasta para ir a comprar el pan. Uno donde se le viera todo el orto (que era bastante grande por cierto) De pechos también tenía mucho, pero como relaté con anterioridad, su precioso culo era el premio mayor.
 Por supuesto que ella estaba muy excitada y entusiasmada con la idea de estar con un completo desconocido. Ella era una verdadera ninfómana en la cama, con ardientes deseos de coger hasta con varios tipos a la vez.

rubias

 Como dije antes, al final de la subasta, el ganador pasará dos horas inolvidables con la puta de mi esposa para hacer lo que aquel afortunado quisiera. El requisito era entrar con 500 dólares de base y después veríamos lo que iba a pasar.
Había llegado el tan ansiado día. Esa misma noche cenamos e hicimos dormir temprano a los niños. Nos acomodamos en nuestra habitación e hicimos el amor un buen rato. Después de coger, ella se arregló como toda una zorra y pasó a exhibirse como toda una descocada, provocando varios comentarios lascivos de los usuarios. Habían algunos que solo miraban sin decir nada y otros que piropeaban todos sus atributos femeninos, provocando exitacion en ella.

minifalda

 Tatiana estaba con una minifalda muy cortita. A ella le encantaba mover su enorme culo cada vez que lo apuntaba a la cámara web, mientras acariciaba mi pálido rostro. Yo estaba admirado y absorto por tal espectáculo: una devota esposa y madre de dos pequeños hijos, se convertía en toda una puta cuando la cámara de nuestra laptop se encendía para transmitir en vivo. Fue así que fueron ofreciendo 600, luego 800 y después 1000 ¡Hasta finalmente llegar a los 3500 dólares!
La subasta había terminado y el afortunado se había ganado dos horas a puro sexo con la zorra de mi mujer.

FIN DE LA PRIMERA PARTE.

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