Sara estaba boca abajo sobre la cama, la até con los brazos en la espalda mientras frotaba mi pene entre sus nalgas, estaba muy mojada y levantaba la cola aumentando la fricción entre los dos, empecé a apretar su trasero, lo abría y cerraba tratando de ver el interior de su vagina, no aguanté las ganas de meter mi lengua y hacerle un oral, ella gemía y se retorcía del placer, movía mi lengua en su interior y chupaba su clítoris, eso la puso como loca...
- Mmm! ahhh! Sigue así papi, me encanta! - exclamaba ella mientras movía las piernas y encogía los dedos de los pies.
Prosigo con la estimulación de su ano, estaba muy apretado, de color rosa y chiquito, pasé mi lengua lentamente mientras ella gemía como loca, con mis dedos continuaba estimulando su vagina y clítoris. Lentamente fui introduciendo mi lengua en su ano, cuando hice eso, ella se vino, tuvo un orgasmo intenso, el no poder mover los brazos al parecer la volvía loca, sentirse sometida y sin poder controlar nada, era toda una sumisa y puta.
- Ufff mira el desastre que hiciste, en verdad te gusta esto -dije mientras masajeaba sus nalgas
- Eso fue increíble, yo... necesito un descanso en serio -
- Vale, está bien Sara tendrás tu descanso, iré a la cocina y te traeré un poco de agua -
Continuamos después de unos minutos, le di un poco de agua pero sin soltarle los brazos, la puse nuevamente boca abajo y até sus piernas a los extremos de la cama, no me decidía si hacer lo mismo con sus brazos... pero tenía toda la noche para experimentar. Me puse encima de ella y le di una nalgada.
- Ay! -
- Ahora viene el evento principal putita, más te vale que estés lista jaja-
- Qué... qué piensas hacerme - exclama mientras gira su cuerpo y me mira
- Te diré lo que voy a hacer, voy a untar mi pene con vaselina y lo introduciré en tu ano - le dije mientras sujetaba con firmeza mi verga.
Su mirada era de pánico e imploraba piedad, el corazón se le aceleraba y comenzó a temblar.
- No!, no por favor, todo menos eso, no quiero - exclamó mientras sus ojos lagrimeaban y trató de zafarse.
- Entre más opongas resistencia será peor -
Me senté sobre sus piernas teniendo acceso total a su culo, lubriqué mi verga mientras Sara veía con la cara a medio apoyar en la cama y empezó a temblar y lagrimear, vertí un poco de vaselina también en su ano, con mis dedos fui acumulando más y más vaselina en su interior, en verdad estaba apretada, Sara solo podía gemir y morder las sábanas. Coloqué mi miembro entre sus nalgas y lo froté pasando por su vagina y ano, dicha fricción cuerpo liberó mucho calor en sus partes al igual que en mi pene, tenía la cabeza rojísima apunto de estallar, se me hinchó como un tomate.
Coloqué mi glande en la entrada de su vagina y lentamente fui empujando, solo introducía la cabeza y lo frotaba en sus labios, empiezo a frotarlo en la entrada anal y lentamente empujaba para que ente mi pene , Sara lloraba entre las sábanas, cuando de tanto pujar entró la cabeza, mi glande estaba totalmente dentro de su ano, Sara trataba de alejarse sin poder lograrlo, le di una fuerte nalgada para que se tranquilicé y un grito ahogado se escuchó por toda la habitación.
- Por... por favor para! sácala por favor - Exclamaba ella mientras lagrimeaba
No le contesté nada y me coloqué en una mejor posición para clavársela totalmente, lentamente fui introduciendo mi verga en su recto, era un horno, y poco apretaba apenas y podía moverme, cuando sentí mi pelvis chocar con sus nalgas seguí empujando con intensidad, me quedé así unos segundo y ella seguía gritando, sus piernas comenzaban a temblar y su voz se resquebrajaba, me decía que me detenga, ella lloraba pero sé que en el fondo disfrutaba. Comencé a embestirla sus nalgas se levantaban con mi verga y luego caían y yo volvía a penetrarla, el sonido de su trasero con mi pelvis, sus gritos de placer y dolor, lo apretado y caliente de su ano y sentirme como su amo que la está castigando casi hacen que me corra, saqué inmediatamente mi verga para evitar la eyaculación...
- Ufff casi haces que me corra, pero aún falta darte más castigo perrita -
- ...
- Que sucede? no diras nada?
- ...
- No te calles ahora, hace poco no parabas de gritar como perra en celo -
Ella no respondía y me asusté un poco, me acerco a su cara y le doy unas palmaditas. - Oye despierta -
estaba desmayada, la sujeté del cabello y le di una nalgada. Hasta que después de unos segundos y un par de nalgadas por fin abrió los ojos.
- Ah! mi culo!, me duele mi culo! - Exclamaba con signos de dolor
- Me habías asustado jaja, bueno sigamos con lo nuestro -
- Nooo!, espera!, espera un poco!, ya no quiero, me duelo demasiado, por favor, si quieres te la chupo pero no sigas, deja mi ano en paz! -
- Mmm mira que con tu desmayo me habías bajado la erección pero con lo que acabas de decir me has puesto más duro que nunca -
- No, please! noo - exclamaba mientras lagrimeaba y babeaba como una perra
- Tienes que relajarte para que no te duela, después vas a disfrutar cada embestida que te de y solita vendrás a sentarte en mi verga, ya verás Sarita, te convertiré en toda un putita -
- Nooo! ya no quiero!
Unté más vaselina en mi glande y fui penetrándola nuevamente, esta vez fui más rudo, se la ensarté de una, la embestía con fuerza, apretaba sus nalgas y su cintura, pero extrañaba sus pechos, así que le solté los brazos, me eché sobre ella y metí mis manos por debajo, aproveché para abrazarla y tenerla a completa disposición, pareciera que le faltase el aire y de tanto gritar se quedaba sin el. Yo continuaba penetrándola por el ano, iba lento luego rápido, despacio, con fuerza, cambiaba el ritmo, era riquísimo estar dentro de ella y sentir como se estremecía con mi verga dentro, solo pensaba en seguir y seguir y ella no para de gemir como loca, empezaba a babear, le di vuelta para darle un beso y sus ojos estaban en blanco, estaba por desmayarse de nuevo jaja. Después de unos minutos, aproximadamente 10, de tantos gritos de placer y llanto por fin sentía que me iba a correr, mi verga se empezó a hinchar más y más y empezaba a palpitar, ella también lo sentía por que hacía chirridos más agudos, de pronto cuando ya estaba por salir, embestí con más fuerza y me corrí dentro de ella, mi abdomen se me tensó y la abracé con fuerza, tenía que soltar todo... me quedé un par de segundo así, hasta que por fin, me relaje y ella tenía orgasmos, las piernas y el cuerpo en general temblaba como si le diera espasmos, seguí dentro de ella, nos habremos quedado así unos minutos abrazados cuando saco mi verga, se le salió todo el semen de su culo, era un hermoso paisaje, su ano estaba todo rojo y detonado, abría sus nalgas como queriendo ver su interior.
- Ya... ya déjame - dijo una voz ya apagada y agitada
- Está bien, creo que merecemos un descanso -
- Me diste muy duro, eres... eres malo -
- Yo soy el malo? jaja -
- Sí, te dije que te detuvieras, me has cogido muy duro -
- Aún no he desatado mi sadismo contigo bebé -
- Pero me has dado muy duro, mi culo está muy adolorido, me arde -
- Tranquila, te llevaré a darte un baño, nos bañaremos juntos, va? -
Ella asintió y luego estiró sus brazos para que le ayudase a parar, no podía caminar, le temblaban mucho las piernas, por suerte la habitación contaba con un baño, así que llene la tina con agua tibia, mientras nos metimos a la ducha a limpiar los restos de fluidos, después ambos nos metimos en la bañera, le prometí que sería todo por hoy, así que no tenga cuidado, que no me la voy a coger en la tina jaja, ella se sentó delante de mí y la abracé, le había dado muy duro a mi putita y merecía algo de afecto, estuvimos así unos minutos pero debido a la temperatura del agua se me volvió a poner dura.
- Ey! dijiste que ya no! - Gira y me mira algo enojada y sonrojada a la vez
- Sí, lo sé - la miro a los ojos
- Y que es esto? - me dice ella algo apenada mientras sujeta mi verga.
- Solo lo pondré entre tus nalgas, te lo prometo -
- Mmm bueno, está bien - se voltea nuevamente y se peina el cabello a un lado y me deja ver su cuello.
Empiezo a besarle el cuello y la oreja, mientras le tocaba los pechos, mi pene se puso entre sus nalgas y empezaba a frotarlo, ambos estuvimos muy calientes, ella daba pequeños gemidos y yo estimulada su clítoris por debajo del agua, estuvimos así casi media hora, cuando sentí que me iba a correr.
- Ya no aguanto más, estoy por venirme -
- Vente en mi boquita papi, dame tu lechita en la boquita -
Me puse de pie y ella se prendió de mi verga y me la chupó, succionaba mi glande muy rico y no aguanté más, me vine en su boca, expulsé todo dentro de su garganta, ella sacó mi pene y abrió la boca, todo mi semen lo tenía ahí, le iba a decir que se lo tragué pero, me sorprendió y ella solita se lo pasó. Se saboreaba mi semen como si fuera yogurt.
- Mmm que rica tu leche papi, me encanta -
- Jaja y no quieres que te trate como putita -
Ella se sonrojó y luego salió de la tina, nos terminamos de limpiar todo y fuimos a otro cuarto a dormir, debido a que las sábanas estaban sucias con el semen derramado. Ella se puso solo un polo para dormir le quedaba grande y tapaba apenas su trasero. Nos acostamos y abrazamos para dormir, ella se puso encima de mi y me dio un beso, lentamente le fui quitando el polo y quedó desnuda encima de mi, su pecho con el mío era una sensación muy deliciosa, la abracé y acaricié el cabello mientras le decía cosas tiernas y sucias al oído, nos quedamos dormidos para el siguiente día empezar nuevamente, mi putita merecía descansar y así poco a poco llevarla al gusto por el dolor y el placer.
Continuará...
- Mmm! ahhh! Sigue así papi, me encanta! - exclamaba ella mientras movía las piernas y encogía los dedos de los pies.
Prosigo con la estimulación de su ano, estaba muy apretado, de color rosa y chiquito, pasé mi lengua lentamente mientras ella gemía como loca, con mis dedos continuaba estimulando su vagina y clítoris. Lentamente fui introduciendo mi lengua en su ano, cuando hice eso, ella se vino, tuvo un orgasmo intenso, el no poder mover los brazos al parecer la volvía loca, sentirse sometida y sin poder controlar nada, era toda una sumisa y puta.
- Ufff mira el desastre que hiciste, en verdad te gusta esto -dije mientras masajeaba sus nalgas
- Eso fue increíble, yo... necesito un descanso en serio -
- Vale, está bien Sara tendrás tu descanso, iré a la cocina y te traeré un poco de agua -
Continuamos después de unos minutos, le di un poco de agua pero sin soltarle los brazos, la puse nuevamente boca abajo y até sus piernas a los extremos de la cama, no me decidía si hacer lo mismo con sus brazos... pero tenía toda la noche para experimentar. Me puse encima de ella y le di una nalgada.
- Ay! -
- Ahora viene el evento principal putita, más te vale que estés lista jaja-
- Qué... qué piensas hacerme - exclama mientras gira su cuerpo y me mira
- Te diré lo que voy a hacer, voy a untar mi pene con vaselina y lo introduciré en tu ano - le dije mientras sujetaba con firmeza mi verga.
Su mirada era de pánico e imploraba piedad, el corazón se le aceleraba y comenzó a temblar.
- No!, no por favor, todo menos eso, no quiero - exclamó mientras sus ojos lagrimeaban y trató de zafarse.
- Entre más opongas resistencia será peor -
Me senté sobre sus piernas teniendo acceso total a su culo, lubriqué mi verga mientras Sara veía con la cara a medio apoyar en la cama y empezó a temblar y lagrimear, vertí un poco de vaselina también en su ano, con mis dedos fui acumulando más y más vaselina en su interior, en verdad estaba apretada, Sara solo podía gemir y morder las sábanas. Coloqué mi miembro entre sus nalgas y lo froté pasando por su vagina y ano, dicha fricción cuerpo liberó mucho calor en sus partes al igual que en mi pene, tenía la cabeza rojísima apunto de estallar, se me hinchó como un tomate.
Coloqué mi glande en la entrada de su vagina y lentamente fui empujando, solo introducía la cabeza y lo frotaba en sus labios, empiezo a frotarlo en la entrada anal y lentamente empujaba para que ente mi pene , Sara lloraba entre las sábanas, cuando de tanto pujar entró la cabeza, mi glande estaba totalmente dentro de su ano, Sara trataba de alejarse sin poder lograrlo, le di una fuerte nalgada para que se tranquilicé y un grito ahogado se escuchó por toda la habitación.
- Por... por favor para! sácala por favor - Exclamaba ella mientras lagrimeaba
No le contesté nada y me coloqué en una mejor posición para clavársela totalmente, lentamente fui introduciendo mi verga en su recto, era un horno, y poco apretaba apenas y podía moverme, cuando sentí mi pelvis chocar con sus nalgas seguí empujando con intensidad, me quedé así unos segundo y ella seguía gritando, sus piernas comenzaban a temblar y su voz se resquebrajaba, me decía que me detenga, ella lloraba pero sé que en el fondo disfrutaba. Comencé a embestirla sus nalgas se levantaban con mi verga y luego caían y yo volvía a penetrarla, el sonido de su trasero con mi pelvis, sus gritos de placer y dolor, lo apretado y caliente de su ano y sentirme como su amo que la está castigando casi hacen que me corra, saqué inmediatamente mi verga para evitar la eyaculación...
- Ufff casi haces que me corra, pero aún falta darte más castigo perrita -
- ...
- Que sucede? no diras nada?
- ...
- No te calles ahora, hace poco no parabas de gritar como perra en celo -
Ella no respondía y me asusté un poco, me acerco a su cara y le doy unas palmaditas. - Oye despierta -
estaba desmayada, la sujeté del cabello y le di una nalgada. Hasta que después de unos segundos y un par de nalgadas por fin abrió los ojos.
- Ah! mi culo!, me duele mi culo! - Exclamaba con signos de dolor
- Me habías asustado jaja, bueno sigamos con lo nuestro -
- Nooo!, espera!, espera un poco!, ya no quiero, me duelo demasiado, por favor, si quieres te la chupo pero no sigas, deja mi ano en paz! -
- Mmm mira que con tu desmayo me habías bajado la erección pero con lo que acabas de decir me has puesto más duro que nunca -
- No, please! noo - exclamaba mientras lagrimeaba y babeaba como una perra
- Tienes que relajarte para que no te duela, después vas a disfrutar cada embestida que te de y solita vendrás a sentarte en mi verga, ya verás Sarita, te convertiré en toda un putita -
- Nooo! ya no quiero!
Unté más vaselina en mi glande y fui penetrándola nuevamente, esta vez fui más rudo, se la ensarté de una, la embestía con fuerza, apretaba sus nalgas y su cintura, pero extrañaba sus pechos, así que le solté los brazos, me eché sobre ella y metí mis manos por debajo, aproveché para abrazarla y tenerla a completa disposición, pareciera que le faltase el aire y de tanto gritar se quedaba sin el. Yo continuaba penetrándola por el ano, iba lento luego rápido, despacio, con fuerza, cambiaba el ritmo, era riquísimo estar dentro de ella y sentir como se estremecía con mi verga dentro, solo pensaba en seguir y seguir y ella no para de gemir como loca, empezaba a babear, le di vuelta para darle un beso y sus ojos estaban en blanco, estaba por desmayarse de nuevo jaja. Después de unos minutos, aproximadamente 10, de tantos gritos de placer y llanto por fin sentía que me iba a correr, mi verga se empezó a hinchar más y más y empezaba a palpitar, ella también lo sentía por que hacía chirridos más agudos, de pronto cuando ya estaba por salir, embestí con más fuerza y me corrí dentro de ella, mi abdomen se me tensó y la abracé con fuerza, tenía que soltar todo... me quedé un par de segundo así, hasta que por fin, me relaje y ella tenía orgasmos, las piernas y el cuerpo en general temblaba como si le diera espasmos, seguí dentro de ella, nos habremos quedado así unos minutos abrazados cuando saco mi verga, se le salió todo el semen de su culo, era un hermoso paisaje, su ano estaba todo rojo y detonado, abría sus nalgas como queriendo ver su interior.
- Ya... ya déjame - dijo una voz ya apagada y agitada
- Está bien, creo que merecemos un descanso -
- Me diste muy duro, eres... eres malo -
- Yo soy el malo? jaja -
- Sí, te dije que te detuvieras, me has cogido muy duro -
- Aún no he desatado mi sadismo contigo bebé -
- Pero me has dado muy duro, mi culo está muy adolorido, me arde -
- Tranquila, te llevaré a darte un baño, nos bañaremos juntos, va? -
Ella asintió y luego estiró sus brazos para que le ayudase a parar, no podía caminar, le temblaban mucho las piernas, por suerte la habitación contaba con un baño, así que llene la tina con agua tibia, mientras nos metimos a la ducha a limpiar los restos de fluidos, después ambos nos metimos en la bañera, le prometí que sería todo por hoy, así que no tenga cuidado, que no me la voy a coger en la tina jaja, ella se sentó delante de mí y la abracé, le había dado muy duro a mi putita y merecía algo de afecto, estuvimos así unos minutos pero debido a la temperatura del agua se me volvió a poner dura.
- Ey! dijiste que ya no! - Gira y me mira algo enojada y sonrojada a la vez
- Sí, lo sé - la miro a los ojos
- Y que es esto? - me dice ella algo apenada mientras sujeta mi verga.
- Solo lo pondré entre tus nalgas, te lo prometo -
- Mmm bueno, está bien - se voltea nuevamente y se peina el cabello a un lado y me deja ver su cuello.
Empiezo a besarle el cuello y la oreja, mientras le tocaba los pechos, mi pene se puso entre sus nalgas y empezaba a frotarlo, ambos estuvimos muy calientes, ella daba pequeños gemidos y yo estimulada su clítoris por debajo del agua, estuvimos así casi media hora, cuando sentí que me iba a correr.
- Ya no aguanto más, estoy por venirme -
- Vente en mi boquita papi, dame tu lechita en la boquita -
Me puse de pie y ella se prendió de mi verga y me la chupó, succionaba mi glande muy rico y no aguanté más, me vine en su boca, expulsé todo dentro de su garganta, ella sacó mi pene y abrió la boca, todo mi semen lo tenía ahí, le iba a decir que se lo tragué pero, me sorprendió y ella solita se lo pasó. Se saboreaba mi semen como si fuera yogurt.
- Mmm que rica tu leche papi, me encanta -
- Jaja y no quieres que te trate como putita -
Ella se sonrojó y luego salió de la tina, nos terminamos de limpiar todo y fuimos a otro cuarto a dormir, debido a que las sábanas estaban sucias con el semen derramado. Ella se puso solo un polo para dormir le quedaba grande y tapaba apenas su trasero. Nos acostamos y abrazamos para dormir, ella se puso encima de mi y me dio un beso, lentamente le fui quitando el polo y quedó desnuda encima de mi, su pecho con el mío era una sensación muy deliciosa, la abracé y acaricié el cabello mientras le decía cosas tiernas y sucias al oído, nos quedamos dormidos para el siguiente día empezar nuevamente, mi putita merecía descansar y así poco a poco llevarla al gusto por el dolor y el placer.
Continuará...
0 comentarios - Sodomizando a mi amiga puta (Parte 3)