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Me follé a mi exsuegra

Comienzo la universidad... primer semestre...

Nada especial, jóven promedio, gafas, nada atletico, delgado, calificaciones 4 sobre 5, de los que visten con ropa de anaquel excepto por aquellas prendas de marca que me regalan familiares por navidad, lo típico.

Mi sueño era estudiar medicina, pero mis promedios no me permitieron entrar al programa, decido estudiar ciencias de la comunicación, si no era medicina, no quería nada con medicina.

Te puedes imaginar la escena típica de esos primeros días de universidad, tratas de hacer tus primeros amigos y rápidamente identificas a los que no les importan sus notas, los que solo viven el momento, las chicas hermosas pero que son unas putas, los galanes que tienen dinero y en pocos días se van a coger a esas putas y luego estamos por supuesto... los invisibles, los que creemos que estudiar nos va a convertir en alguien.

En fin, pasan las primeras semanas y rápidamente logro hacerme a mi grupo de trabajo, entre ellos una chica "de casa", de esas que usan gafas, aplicada a sus estudios, de esas que son el orgullo de casa, dedicada y responsable con sus actividades.

Con el pasar de los días conocemos un poco más de nuestros amigos y descubrí que esta pequeña y delgada chica de mi grupo, esa que no rompe un plato, la que va a la iglesia todos los domingos, la que su vestido más atrevido no sobre pasa dos centímetros de su rodilla y que debíamos ir a su casa para hacer los deberes allá porque su madre la cuidaba, tenía un novio que se dedica a ser skater y andar por la vida sin mayores preocupaciones que encontrar una nueva rampa y un porro que echar.

Aquí entra mi madura de pesadilla, Luciana, la Madre de mi compañera de clases, una mujer de 43 años, de unos 1,64 cm a lo sumo, piel blanca, ojos verdes, labios pequeños, pelo crespo, que usa vestidos de una tela algo elástica, cómodos pero que se ajustan a su figura, casada con un hombre de unos 73 años, por su puesto no es el padre de mi compañera y claramente fue un matrimonio por conveniencia. Dentro de nuestro grupo hay otro chico, quien además de mí, notamos el redondo y abultado culo de esta señora, sus piernas gruesas pero definidas y su dulce aroma, vainilla tal vez.


Me follé a mi exsuegra


Un día esta chica, que la llamaremos Mariana, llega visiblemente afligida, como si hubiera pasado horas llorando, me acerqué y al ver su estado le propuse que no entráramos a clase y nos fuéramos a tomar una cerveza. Total... no teníamos malas notas y esta solo sería una clase de exposiciones de otros compañeros.

Al comienzo no le gustó la idea, pero tal vez su estado de ánimo la convenció.

Eran las 2 de la tarde, hacía unos 32 grados creo yo, y llegamos a un bar cercano a nuestra universidad, pedimos dos cervezas heladas y comenzamos a charlar. Luego de un par de cervezas me contó de su novio, ese que veía en secreto hace año y medio y que era su novio desde el colegio la había desvirgado a sus 16 años, amores de colegio y que ahora la había botado porque ella se negó a entregarle su ano y por consiguiente, descubrío que tenía sexo con otras chicas de su grupo, nada raro, nada de extrañar para mí sabiendo cómo son esos chicos, pero Mariana estaba destrozada.

Luego de saber que la chica nerd, la niña de casa, la virgen, ya no lo era y tal vez por el echo de tener unas 5 cervezas dentro de mi sistema, comencé a notar que Mariana tenía más curvas de las que su ropa dejaba entre ver. Comenzamos a reír, a acercarnos y fue entonces cuando le dije que no llorara por ese cabrón que ella era linda y ella se me quedó mirando fijamente y me lanzó un beso el cual yo me apresuré a corresponder y me dijo que si pensaría mal de ella si me decía que quería irse a un motel.

Como buen inexperto sexual, le dije que no, que siempre la vería con respeto y cariño (que huevón era) y con la confianza de haber tenído sexo dos veces con una misma chica en la secundaria, me apresuré a pagar las cervezas y a llamar un uber que por fortuna no tardó. Era una camioneta plateada, vidrios oscuros, espaciosa, la abordamos sin pensar y le pedí con voz temblorosa que nos llevara a un motel.

Me gustaría contarles que iba feliz, seguro como cazador con su presa, pero no, en realidad iba cagado del susto, no sabía qué hacer, era un casi virgen pretendiendo ser un hombre y en mi cabeza mil pensamientos, cada uno más estúpido que el anterior. Ella, bueno me acariciaba el brazo, me besaba la mejilla, sonaba un regaeton de badbunny, a saber cual era, toda su música suena a la misma mierda, ella me susurró al ido que estaba contenta, y yo, la masa de nervios viviente a su lado le correspondí con un beso en la boca, pensaba en lo que pensaría el conductor del uber y lo miraba con disimulo por su retrovisor central, pero este hombre sólo conducía, como si no llevara a nadie en su carro.

Despues de unos minutos de pensamientos estúpidos por fin tuve uno digno de un ser humano y era que si su ahora exnovio era un skater, ella estaba acostumbrada a esta escena, así que me armé de valor, la besé y con mi mano, que después de mucho obedeció, le agarré uno de sus senos. Pensé que ella se alarmaría o que se molestaría por ir en el Uber y toquetearla antes de llegar pero no fue así, su respuesta fue meter su lengua y rosarme los labios con ella.

Ella iba detras de la silla del conductor, así que aproveché esa ventaja de pudor para meter mi mano bajo su vestido... se derretía en mis dedos.

Por fin llegamos, entrados al motel, todo fue como se lo imaginarán, torpeza al poner el condón, besos mal dados, caricias torpes, pero al final lo conseguí, me la cogí. Y desde luego terminé antes de tiempo, pero luego de una mamada encantadora de Mariana, pude volver encima de ella y esta vez hacer un trabajo decente.

Las siguientes semanas transcurrieron con normalidad, ahora tenía nueva novia, tenía mucho sexo, Mariana era una experta y tenía una habilidad exquisita para contraer sus músculos vaginales y apretar mi verga cuando estaba dentro de ella.

Pero la fiesta no duró, después de casi tres semanas de mucho sexo (para mí), reapareció el cabrón, el puto skater y le removió todas las emociones a Mariana, por supuesto que ella me mandó a volar y yo no podía competir contra un cabrón que gastaba la mitad de su día a hacer ejercicio y la otra mitad a seducir chicas y cogérselas.

Quedamos en ese punto odioso de "seamos amigos" (pero sin sexo) y por un momento pensé en alejarme, pero eramos compañeros de informes en dos materias y a estas alturas del semestre, los profesores no iban a aceptar ningún cambio. Así que no tuve más remedio que dedicarme a fingir que nada me importaba.

Como siempre debíamos reunirnos en su casa para hacer los informes y trabajos, pero ahora Raúl, nuestro otro compañero, había desertado y ya no veía clases con nosotros. Ahora éramos los dos y yo tenía que ver cómo ella respondía sus whatsapps con el cabrón aquel.

Mi consuelo era ver pasar el enorme y redondo culo de la que en secreto había sido mi suegra, y ver sus piernas, el resultado de años de realizar actividad física y me dedicaba a mirar su culo disimuladamente. Y que gran culo!

En mi país existe algo que se llama la semana de receso, una semana que se asemeja a un springbreak y que se realiza a mitad de uno de los semestres del año. Pero teníamos tanto trabajo que hacer, que prácticamente yo vivía en casa de mi compañera/exrollo/bandida/harpía. Llegaba sobre las 8AM y en tres noches me quedé en su sofá.

Una de esas noches, mi computador portátil murió, Mariana se había ido a dormir porque estaba muy agotada, claramente un eufemismo para irse temprano a hablar con el cabrón de su novio skater y dejarme a mí con los deberes de un informe que se avecinaba entregar. Me dio tanta ira por toda esta situación y aparte con mi computador dañado que me quise ir, en ese momento y seguramente por mis sonidos de quejas y chasquidos, Luciana baja de la segunda planta, en una batola divina, que dejaba entre ver un escote delicioso y que anunciaba tener un babydoll para dormir satinado y de algo parecido a la seda y me pregunta si ha pasado algo, le comento mi situación y ella me dice que no hay problema, que puedo trabajar en su usuario en el PC familiar, enciende el PC y se inclina para digitar su contraseña, - wow, que gran culo, me pregunto si será operado o es natural, no conozco la diferencia -.

Ella pone una de sus manos en mi hombro y la desliza suave y lentamente por mi espalda y me dice, - tranquilo, trabaja aquí, mañana te doy el dato de un técnico para que revises tu celular, no te trasnoches tanto -

Comencé por abrir sesión en mi Drive y me disponía a cerrar la sesión de Luciana, cuando pensé que podría iniciar en incógnito y así no cerrar su sesión, pero justo en ese momento leí "Fotos" y pensé que sería muy bueno poder ver fotos de el hermoso culo enorme de Luciana y cerciorándome que todos estaban dormidos, me puse a fisgonear en sus fotos.

Wow, desnuda!

Luciana, tenía todas sus fotos desnudas en su Drive, era una madura exquisita, toda una MILF, que mujer tan deliciosa, sus tetas bien cuidadas, su cintura definida, no perfecta, pero bella que dejaba ver unas caderas maravillosas, sus piernas ejercitadas y su vagina deliciosa. Por supuesto, ella tenía 43 años y su marido más de 70 era una mujer inquieta sexualmente y seguramente con muchas necesidades insatisfechas. Decidí hacer una copia de sus fotos y videos para verlas con más calma en la privacidad de mi soledad, pero ahora no podía sacarla de mi mente.


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Decidí que era mejor irme, salí de su casa, cerré cuidadosamente la puerta y esperé el Uber en la portería de la unidad de casas, sólo pensaba en el manjar que mis ojos habían visto. Pero una idea rondaba mi mente - ¿y si Luciana recuerda que tenía su sesión del Drive abierto? ¿se molestará al pensar que yo escudriñé? -.

¡Mierda! en el historial de navegación podrá ver que revisé sus fotos ¡Mierda! ¡Mierda! ¡Mierda! mil veces ¡Mierda!

No pude dormir, la idea de sentirme descubierto, que me negara a volver a hacer trabajos con Mariana, perder mi semestre, las reclamaciones de mi padre por el dinero que le costaba tenerme estudiando en una ciudad fuera de casa y la diarrea mental de todos los pensamientos me abrumaron.

No tuve más remedio que bañarme, cambiarme e ir a casa de Luciana y Mariana, aunque temía sentirme descubierto y que me hiciera Luciana un reclamo, tenía que salir de la sosobra.

7:00AM, escribí a Mariana que iba a su casa a terminar los trabajos, "Ok" me respondió. Maldita, no vayas desgastar tu teclado

8:00AM, me anuncio en portería, escucho a Luciana a través del citófono "que siga"

¡Mierda! y nuevamente ¡Mierda! Luciana está sentada en su PC, se ha bañado, está perfumada y revisa las noticias del día.

Buenos días, saludo con cortesía - Buenos días - Responde Luciana con algo de frialdad, mi esquizofrenia me hace sonar su voz con reclamo.

Estoy frío y pálido, me ha descubierto...

- Hola espero hayas descansado- me dice Mariana

-Buenos días joven- me saluda el padrastro de Mariana.

-Si te parece puedes ir adelantando trabajo en lo que acompaño a mi papá (sí, le dice papá a su padrastro) a un control médico y regresamos.

-Ok, me parece- respondo con mis huevos en la garganta.

-Ya te dejo el computador- dice Luciana fría y seria.

-Gracias- Respondo.

Me he quedado solo con Luciana, está muy seria, se ve divina, labial rojo, vestido ceñido pero suelto abajo.

-¿Has desayunado? Pregunta Luciana

-No tengo hambre pero he traído una fruta- respondí intentando disimular mis temores y mi cobardía.

Me siento a trabajar en el computador y luego de unos minutos, se sienta a mi lado, siento su perfume, me mira seriamente y me pregunta:

- ¿seguro que no quieres algo? ¿no quisieras unos huevos, una fruta, unas tostadas... (pausa dramática) mi trasero desnudo o mis tetas al aire?

Me rompo en mil pedazos, estoy en pánico, siento que mi sangre se va a mis pies, intento decir algo pero no puedo articular palabra alguna.

-Te gustaron mis fotos supongo, vi en mi historial que las revisaste. ¿Descargaste alguna?- Mi mente dice sí, todas, pero sólo logro decir no con mi cabeza.

-¿Seguro que no descargaste ninguna?, en una memoria tal vez- Mi mente dice sí, en una de 64GB, pero sólo puedo menear mi cabeza y decir no.

En ese justo momento en que me sentía perdido, ella sonríe, me da un beso en la mejilla muy cerca a mi boca y me dice:

-Sabía que ibas a mirar-

Diez minutos después tenía unos huevos revueltos, café un pan y a una madura de 43 años chupándome la verga como nunca


perra


Ese día, ella fui mi primera madura, mi primera vez en romper un ano, mi primera vez en que una mujer se tragara mi semen y la primera vez en que me cogía a una exsuegra


culona

Con el pasar de los días, mientras Mariana se inventaba una clase que no tenía para irse con su novio, Luciana se inventaba ir al gimnasio para llegar a mi piso y entregarse como una puta arrecha, para tragarse mi verga, mi leche, para lamerme el culo, para dejar que yo la usara como mi puta privada

3 comentarios - Me follé a mi exsuegra

24975 +1
Excitante relato 🔥🔥🔥🔥🔥🔥
Aceby2 +1
Va 10! Hay segunda parte?