Excitante experiencia!!!

Hola!!! Como están?? Yo, acá, de vuelta. Estuve con unos quilombitos y por eso borre mis posts anteriores. Pero ahora que estoy recuperada, al menos por ahora, tenía ganas de contarles una experiencia que tuve hace algunos años.
Fue cuando todavía vivía en Moron. Alquilaba un departamento a dos cuadras de la plaza. Ya estaba definitivamente hecha una mujercita. Había tenido varias experiencias sexuales con hombres, era sin dudas una putita hecha y derecha.
Un sábado por la noche estaba sola y aburrida en casa, ninguno de los chongos que me cogian en ese momento me había llamado, entonces no tenía planes. Me abrí una cerveza y me puse a mirar algo de porno. Lentamente la cerveza se terminaba y mi calentura crecía. Me empecé a poner muy cachonda mirando porno, me estaba cogiendo yo sola con mi dildo, pero ya no era suficiente. Necesitaba una verga de verdad, una gran, venosa y dura verga real.
En ese momento me acorde que en la plaza de Moron estaba la feria de las colectividades. La hacían bastante seguido los fines de semana y había puestos de artesanías y de comida de distintos países. Era el lugar especial para dar una vuelta y encontrar algún machito que me quisiera cojer. Me puse una calza negra que me marcaba bien el culo, una remerita cortita, me maquille bien puta y salí.
Ya en la plaza me compre una cerveza artesanal y empecé a recorrer la feria. Para mi fortuna me di cuenta que varias miradas estaban dirigidas a mi cola, por lo que pensé que sería fácil terminar la noche bien acompañada. En un momento pasé por un puesto que vendía anillos, relojes y otras cosas y me di cuenta que eso era lo que estaba buscando. Obviamente el puestos estaba atendido por unos chicos de Senegal que se veían muy sabrosos. Me acerque, me probé algunos anillos y relojes, por supuesto que cada vez que les hablaba lo hacía beboteando. Había uno de estos chicos que no estaba detrás del puesto, a él le preguntaba si me quedaban bien las cosas que me probaba y lentamente fuimos entrando en confianza. En un momento le convide cerveza, el acepto y nos pusimos a hablar. De repente otro muchacho amigo de él se acercó y también se puso a charlar. Uno se llamaba Robert, tenía 26 años, era de Senegal y estaba hacia unos 4 años en Argentina. El otro se llamaba Phillip y tenía 28 años. Yo ya estaba encendida y en un momento después de charlar, reírnos un rato y tomar unas cervezas, me puse en modo bebota y le pregunté directamente si era verdad lo que decían de los negros.
"Que dicen de los negros?" me preguntó?
"Que la tienen muy grande "
"Y no se?- me dijo "Tenes que fijarte vos"
Entre risas me acerque y les pregunté a los dos si querían ir al departamento. Claro que aceptaron y nos fuimos los tres.
Yo ya no podía más de caliente, me costaba disimular que mi pitito se empezaba a poner duro adentro de la tanga.
Cuando llegamos al edificio y subimos al ascensor no aguante más y pise mi mano sobre el pantalón de jogging que tenia puesto Robert y apreté ese bulto enorme.
Ya dentro del departamento, abrí una cerveza, nos pusimos a tomar y al instante estaba en el medio de los dos. De espaldas a Robert me tomó por la cintura, y me apretó contra el y ahí pude sentir ese enorme bulto apoyado contra mi cola. Al mismo tiempo Phillip empezó a comerme la boca metiendo su lengua casi hasta mi garganta. Yo estaba hecha un fuego, no daba más.
Luego Robert me giro y comenzó el a besarme tocar mis tetitas de putita. Totalmente entregada sentí que Phillip, detrás mío, comenzó a bajarme la calza y después la tanga. En ese momento se arrodillo, abrió mis nalgas y literalmente empezó a cogerme con la lengua.
Para ese momento ya había tenido, como dije antes, varias experiencias sexuales, pero les juro que estuve con hombres que no tenían el pito tan duro como la lengua de Phillip.
Estaba ida, completamente entregada al placer, por lo que metí mi mano dentro del pantalón de Robert y en ese momento debo confesar tuve un poco de miedo. Lo que estaba tocando era enorme y sabía que me iba a doler. Pero me había convertido en un animal salvaje, era una perra en celo totalmente desesperada. La saque, me arrodille y como pude empecé a meterla en mi boca y a chuparla. Era gruesa, de unos 30 centímetros, no lo se, solo se que era muy grande. Mientras la chupaba desaforadamente sentí la verga de Phillip pegándome en el cachete. Si bien no era tan larga, como la otra, era igual de gruesa.
Y ahí estaba, arrodillada, totalmente desnuda a merced de esas dos enormes pijas negras. Chupaba una mientras pajeaba la otra y después cambiaba, así durante un rato largo.
En un momento Robert me ayudo a ponerme de pie y me dijo que me pusiera en cuatro en el sillón. Yo, claro, le obedecí. Phillip se sentó delante mío con la pija bien dura y empecé a chuparsela. Robert lamio un poco mi culito, apoyo la cabeza de su verga y lentamente empezó a empujar. Sentía como me estaba abriendo, como ese enorme miembro iba entrando en mi y lo único que podía hacer era disfrutar de ese excitante dolor que me estaba provocando.
Fue algo increíble, nunca había sentido en mi cuerpo lo que sentí esa noche. Fueron un par de horas donde se intercambiaban para meterme sus vergas en mi cola y para que yo se las chupara. Me pusieron en cuatro, me hicieron subirme encima de ellos, me cogieron de parado, sobre la mesa, en el sillón, en el piso. Me llenaron la boca de leche, me la trague toda, me acabaron adentro del culo también y me lo dejaron goteando leche. Fue una noche increíble. Realmente me había sacado la calentura, cuando se fueron me acosté en el sillón sin bañarme, así toda sudada y pegoteada por el semen. Me dormí así sucia y satisfecha.
Espero que les haya gustado el relato. Es real, resumido y adornado pero es 100 % real.
Pronto más relatos sobre mis experiencias.
❤️❤️❤️