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La madre de Pedro y el bully 25

-Amm si, soy Kimiko Nakamura pero con quien habló?
-Señora Nakamura, soy el doctor Eugenio Valera, le comunicó que su esposo está hospitalizado en nuestro hospital y ahora que está despierto pide de usted.
La pobre Kimiko no sabía si estar contenta o asustada. Por lo que le había dicho el doctor, Kenji fue asaltado ayer en la mañana, fue robado de su dinero, su celular y de su billetera la cual contenía su documento de identidad así que en el hospital no sabían cómo identificarlo. La buena esposa se cambió rápido y salió con su hijo a ver en que estado estaba Kenji.
La madre de Pedro y el bully 25
La mujer era una gran mezcla de emociones y preguntas en ese momento pero lo que importa ahora era ir ande su amado esposo.
Cuando llegó a su habitación se le rompió el corazón al ver a su Kenji en esa cama de hospital todo golpeado y vendado.
-Oh Dios mío Kenji! Que te pasó?
-Kimiko…Ajj…Llegaste.
-Claro que sí. Aquí estoy…contigo, siempre.
Kimiko se puso al lado de la cama de su esposo, lo besó con todo el amor que tenía y le tomó la mano. “Que romántica escena” pensaba una enfermera que los veía ahí. Una mujer tan linda con su hijo que se preocupaba por la salud de su amor. Hubiera querido tener una relación como la de ellos.
Kenji estaba contentísimo de ver su esposa a su lado y tan preocupada por él. En los últimos tiempos creía que no lo amaba como antes. Talvez después de esto lograrían resolver todos los problemas que tenían.
El pobre marido contó lo que había pasado a su esposa. Después de que salió a trabajar el día antes por la mañana, mientras caminaba, alguien lo empujó en un callejón y lo asaltó. Recordaba muy bien el dolor, golpe después golpe el miedo de Kenji aumentaba; miedo por su vida y por la posibilidad de no poder ver más a su esposa y hijo. Ya casi cuando estaba a punto de perder consciencia el criminal dejó de golpearlo y le comenzó a revisar la ropa, tomó su billetera con el dinero, un reloj que era regalo de su padre y asta su anillo. Él podía haberse quedado quieto y echado sobre su propia sangre esperando que alguien lo ayudara pero cuando sintió que ese hombre le estaba quitando también el anillo que representaba el símbolo de unión y amor con Kimiko hizo resistencia.
-No, por favor eso no.
Kenji estaba herido y débil pero con toda su fuerza intentó ponerse de pie y resistió al criminal que trataba de sacarle su anillo. Eso fue una pésima idea.
-No Kenji, estas loco? Eso fue una pésima idea. Es solo un objeto, tu eres más importante.
-No Kimiko, es el símbolo de nuestra unión y nuestro amor…tu hubieras renunciado al tuyo tan fácilmente?
-…
La resistencia del pobre marido hizo enojar al brutal asaltante que rompió con brutalidad el dedo a Kenji y tomó igualmente el anillo para después darle unos golpes más, talvez aún más fuertes que primero por haber osado resistir y como si no fuera suficiente lo empujó por las escaleras que estaban ahí.
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Kenji calló como un saco de papas, sintió mucho dolor pero primero de tocar el fondo de las escaleras perdió conocimiento. Como le informarían después, la policía había revisado las imagines de una videocámara para descubrir que su cuerpo desmayado estuvo horas ahí sin ser ayudado. Que mundo horrible en el que vivimos. Los pasantes en la mañana, a esa hora eran pocos, en especial en esa calle y él se encontraba en un callejón. Los que le vieron seguramente pensaron que era un sucio vagabundo o un drogado así que lo evitaron.
-Que bastardos! Sin vergüenza, sin corazón. La gente de este mundo perdió toda su decencia y humanidad.
Dijo Kimiko enojada. En breve Kenji tenía un dedo y brazo roto, dos costillas fracturadas, una concusion y perdió un diente por mano de ese delincuente que lo golpeó tan fuerte que lo recordaría por todo la vida. Era difícil decir que cosa le hizo más daño; la caída o los golpes.
Kimiko escuchó el cuento de horror de su esposo llorando y sintiéndose culpable por todo lo que hizo esa misma mañana.
-Kimiko?
-Si Kenji dime?
-Los médicos dijeron que estuve dormido por mas de un día. Ósea que dormí aquí no?
-Si.
-Y tu Kimiko? Que hiciste? No me buscaste? No llamaste a la policía cuando no regresé a casa?
-Oh Kenji, lo siento, lo siento mucho. Yo…
Kimiko se llevaba en el corazón un peso enorme y tenía que soltarlo. Se puso a llorar más fuerte y confesó a su marido todo.
esposa

Casi todo…Le contó de la preocupación porque no llegaba a casa, de como intentó llamarlo pero también de cómo una mujer respondió al celular y no él.
-Una mujer?
-Si Kenji, una mujer, porque una mujer tenía tu celular?
-Kimiko, te juro que no lo sé. Pero estoy bastante seguro que el que me asaltó fue un hombre…si la anestesia que me dieron no esta jodiendo mi memoria.
Kimiko no tenía porque dudar de Kenji.
-…Y entonces ya que no regresabas, no llamabas y después de que una mujer respondió a tu celular pensé…pensé…
-Que pensaste?
-Pensé…pensé que me traicionaste.
Lloraba Kimiko
-Yo te traté tan mal, discutíamos tanto y pensé…Oh Kenji, lo siento mucho, yo estaba segura que me habías sido infiel.
-No Kimiko, nunca, jamás, ni en miles de años. Yo te amo y siempre lo haré.
-Siempre?
-Claro que sí.
-Oh Kenji, yo también te amo.
Los dos se abrazaron pero la torpes de Kimiko hizo que las costillas dolieran mucho más.
-Au, au, atención.
-Lo siento, lo siento.
-…
-Kenji te prometo que desde ahora las cosas cambiaran. Regresaremos a nuestra vida de antes, como éramos primero, lo juro sobre nuestro hijo.
La copia fue interrumpida por la llegada de la policía.
-Disculpen señores, tenemos que hacer al señor Nakamura algunas preguntas.
-Oh claro.
Kimiko salió de la cámara de hospital de su marido y esperó afuera mientras Kenji contaba en detalle lo que había pasado. La mujer fue sincera con sus palabras. Era hora de un cambiamiento. Koji a su lado trataba de llamar su atención tirándole la polera porque tenía hambre.
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-Señor Nakamura, lo siento pero las cámaras estaban muy lejos y la calidad del video era demasiado baja para identificar al agresor así que…acaso usted podrían describir al sujeto… edad, etnia, cabello, marcas, cicatrices o tatuajes? Algo que pueda ayudarnos.
-Oh si claro.
RIIIIN
Sonó el celular de Kimiko mientras compraba algo para comer. Era Kenji, o al menos eso decía la pantalla de su celular. La mujer estaba confundida. Si a Kenji un hombre le robo el celular porque una mujer había respondido? Porque la estaba llamando? Kimiko tenía miedo de responder, tenía que decirlo a alguien, a la policía pero ahora ella estaba demasiado lejos. Seguramente perdería la llamada. Y si ya no llamaran más? Todos los instintos de la esposa del herido le decían que no respondiera, que no tocase el celular.
-Hola?
Otra vez esa voz femenina de la cual primero ella había estado celosa.
-…
Kimiko tomó unos segundos para hablar.
-Hola.
-Hola? Estoy hablando con la policía?
-Que? No.
-Usted es Kimko Nakamura verdad?
-Jaja, si es ella.
Se escuchó un ruido como de celular que se movía.
KENJI…
-Eso es todo lo que recuerdo.
-Esta bien señor Nakamura. Pienso que será suficiente. Le diremos si hay novedades.
Dicen los policías primero de irse junto a un retratista.
Continúa...

6 comentarios - La madre de Pedro y el bully 25

luisferloco +1
todo bien con Kimico, pero te estás alejando de la historia principal, y estos agregados, no tienen la fuerza de los otros relatos
kikoprot1 +1
siento que esta tomando mucho tiempo el descubrir para que es esta parte de kimico de igual forma no te alejes tanto de la hitoria principal disfruto mucho legendolas
Jbana1010
Estoy enamorado de mi profesora. Es muy inteligente e intimidante. Tiene 40 y un enorme culo. Me imaginar que un bully negro se la coge en mi delante y me humilla. Manden mensajes
asiatica
Jbana1010
Estoy enamorado de mi profesora , tiene 40y un enorme culo.Sueño que un bully negro se la coge en mi delante y me humilla. Manden mensajes.

interracial
Cherrystnixe +4
En que momento está mierda de volvió un k drama japonés