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El semental y sus adorables vecinas - Cap 5 - Citas

(Lean los anteriores capítulos para entender el relato erótico)

El viejo abrió temprano, con un brillo distinto en sus ojos, pero igual de dulce y amable que siempre, todos los vecinos del barrio iban contentos hacer sus compras, la que le costó levantarse fue a la bella Johana, durmió poco y mal, sus ojos rojos, su rostro estaba hinchado, pero se bañó y comenzó a dar clases como todos los días.
A las cuatro de la tarde paso algo inusual, Gastón como Johana recibieron una invitación para comer, ella de Martin un joven de su edad que venía de una rica familia, volvió al barrio por unos días después de trabajar en Europa como modelo. El viejo Gastón fue invitado por Talía, a la casa de su patrona, le dijo que lleve buena comida y vino, a cambio la dejaría verla en bikini.
Los dos aceptaron sus respectivas citas, Johana para encontrar a alguien de su edad y estatus, Gastón quería disfrutar del cuerpo de la bella Talía, aunque sabía que no tendría tanta suerte como la noche anterior.
A las diez de la noche Johana la paso a buscar Martín, estaba elegante con un traje negro italiano, que hacía resaltar sus ojos claros como el mar, ella con un vestido de fiesta increíble, él le abrió la puerta y ella entro, pero antes de salir del barrio vio a Gastón caminando con cajas de comida en una mano y en la otra tres botellas de vino — Hasta los viejos se van a divertir esta noche — El lindo modelo quiso hacer un chiste, pero la joven en el asiento de acompañante le cayó muy mal ese comentario ¿con quién se divirtiera? Pensó la joven Johana.
— Hola, pase — Talía lo hizo pasar por la puerta de atrás, donde entran los trabajadores de la casa.
El saludo simpático, y luego la miro de arriba a abajo — Me mentiste, me dijiste que te invite a cenar a cambio me recibirías en bikini.
— Si es verdad, pero la casa es grande y se ensucia a pesar de no haber nadie, recién termino, pero soy una mujer de palabra, ahora me cambio — Lo llevo a un gran patio, donde estaba una enorme piscina y una mesa donde cenarían.
Ella volvió a los pocos minutos, y él no sabía que decir cuando la vio, tenía puesto un pequeño bikini amarillo — Mujer me vas a matar de un infarto.
— No quiero que muera, esta noche no quiero estar sola, como le conté hoy, me aburro mucho sin mi señora, y si muere quien me ara compañía — La morena le regalo una sonrisa picarona.
— En este barrio está lleno de mujeres sensuales y famosas, pero vos opacarías a unas cuantas, de ellas, no sé cómo haces para ocultarlo — No apartaba los ojos de encima de Talía, mientras habría la primera botella de vino.
— Yo no quiero ser famosa, solo quiero una vida tranquila, tener un marido además de uno o dos hijos y nada más, pero ahora me conformó de tener trabajo en este nuevo país.
— Si quieres comenzamos esta noche a buscar a tus hijos, el marido puede llegar después ¿no?
— Esta noche solo será vino y nadar con la luz de la luna.
Talía tomo y nado junto a Gastón, a pesar de tener tan solo veinte años era una mujer muy madura, no le molestaba mostrar su cuerpo y mostrarse sensual frente a un hombre, pero cada vez que el viejo quería avanzar ella lo frenaba con maestría.
Mientras en un par de kilómetros Johana ya había cenado, ahora estaba en un boliche elegante y famoso donde iban las estrellas del país, los fotógrafos se fueron con Martin ignorando a Johana, que no era muy famosa, pero sus padres sí, siempre algún periodista le sacaba una foto o le hacia una entrevista como la hija de... aunque en ese momento fue ignorada y su orgullo pisoteado.
Mientras en el barrio Gastón y Talía se reían, y ella pregunto — Conoces la iglesia de la luz angelical.
— Me invitaste para hablar de dios, prefiero hablar de tus enormes t...
— No, te pregunto porque acá en el barrio vive la dueña y máxima referente de esa iglesia, y vino a vivir con ella su nieta como castigo.
— ¿castigo? Vivir en este barrio, ellos no conocen en que barrio me crié.
— El castigo es vivir con su abuela, ella es una fanática religiosa, al igual que su madre. Resulta que la jovencita la encontraron besándose con su mejor amiga, por lo tanto, la separaron trayéndola a este barrio.
— Yo soy viejo, pero aún queda jóvenes con mentalidad de viejo, van a ser que las odie.
— Estoy de acuerdo contigo, pero esto te puede beneficiar a vos.
— Si fuera lesbiana sí, pero soy hombre.
— No tonto — Le dio un golpecito en los hombros, cosa que provocó que sus tetas rebotaran, que fue un deleite para el viejo — esta mujer busca que su nieta estudie o trabaje, quería que lo haga en su iglesia, pero ella se negó, dijo que si la llevaba a la fuerza se desnudaría en frente de todos, frente a semejante amenaza no la puede llevar a la iglesia, pero si quiere que trabaje.
— Dices que podría trabajar para mí, parece un poco problemática.
— Para su abuela sí, pero para vos no creo, además — Talía se dio dos fuerte nalgadas — Ella tiene tremendo culo, cuando la veas te va a encantar.
— Te enteraste de todo esto por el grupo que tienen ustedes.
— Si, además si quieres le puedo avisar a la vieja de tu parte, para que vaya a hablar con vos, seguramente llegaran a un acuerdo para que los dos salgan beneficiadas.
— Esta bien, pero cambiando de tema, ya nos tomamos dos botellas de vino y aun no estas desnuda...
— Te dije que no tendrás suerte viejo atrevido. — Se puso de pie para volver a entrar a la pileta.
Mirando ese gran culo, le salió el viejo verde de adentro — Tus ojos son dos luceros, tu pelo muy juguetón, métete un palo en el orto y mira que sensación.
— ¿Qué? Porque me dice eso — Ella se dio vuelta muy sorprendida.
— Cuando vi tu culo las palabras salieron solas, será que tu culo necesita mi palo.
— Te odio, nunca me dijeron algo tan desagradable, además mi culo no está hecho para entrar nada.
— No te creo que a tu edad no hayas probado por tu chiquito.
— No, claro que no, he notado que este país los hombres están obsesionados por hacerlo por ahí.
— ¿te lo han propuesto?
— Si cada chico he intentado conocer de este país, siempre intentan por ahí, a mí me da asco, pero también mucho miedo, debe dolor demasiado.
— No podría decirte, pero lo mejor que le pregunte alguna mujer de este país, la mayoría lo hacen y les gusta.
— Qué dolor — Arrugó su rostro y se agarró una de sus nalgas.
— Sera un placer enseñarte ese dolor — Lo volvió a insultar, pero siguieron tomando vino y escuchando música, a pasar las horas se durmieron en la misma reposera abrazados como dos grandes amigos.
Johana la llevaron a su casa, Martin dijo que el paso genial y que quería repetir, pero ella la paso mal, la cena no estuvo mal, pero eran interrumpidos por sus fanáticos a cada rato, y en el boliche la ignoro completamente para irse a saludar y bailar con otras famosas.
Al otro día cuando Johana fue temprano con una alumna, empeoro su humor, al ver a Gastón que llegaba caminando a su casa con la misma ropa de anoche, esto la enfureció, pero se enojó más porque no entendía porque se enojaba.
Gastón, comenzó muy bien el día, lo despertó Talía con su diminuto bikini, y un rico desayuno, dijo que esperara a la vieja, que seguramente le gustaría que su nieta trabaje en un lugar tan bien visto como su negocio.


Continuara...


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