Hola a todos, espero que estén bien. Mi nombre es Agustina. Soy de Buenos Aires. Y les paso a contar sobre mi primera experiencia sexual.
Soy la típica nena de papa, la buena estudiante, la chica buena, la que ponen de ejemplo siempre, pero hace muchos años que no me siento así.
Mi mente siempre esta pensando en sexo, y antes de esta experiencia era insoportable, me masturbaba varias veces al día, pasaba gran parte del día mojada, trataba de resistirme, pero un día, algo me hizo desearlo demasiado.
Esto que pasó fue la experiencia que me contó una de mis mejores amigas, Laura. Había tenido sexo con su tío, al cual conocía, lo cual se sentía mas real en mi mente. Ese día, tuve que masturbarme en la casa de ella. No me pude aguantar, primera vez que lo hacía.
Esa misma noche, decidí que quería pasar por lo mismo, tener sexo con un hombre mayor. Los de mi edad no me interesaban, no tuve que pensar mucho con quien, si bien había otras opciones, me decidí por Marcos, el socio de mi mamá, en la consultora que tienen.
Mi amiga me lo contó un sábado su experiencia, así que tuve que esperar hasta el lunes siguiente, para ir a la oficina donde estaba Marcos. Ese fin de semana se me hizo largo, pero muy largo, no veía la hora de ir y coger con el.
El lunes después de clases, fui directo a la oficina, mi mamá no podía creer que haya pasado, siempre le escapaba de visitarla, quería llegar a casa y hacer mis cosas, le dije que pensaba pasar mas seguido, obviamente no por ella, pero se iba a beneficiar.
Almorzamos mamá, Marcos y yo. Mi mamá, pensó que almorzaba y me iba a ir, porque ella siempre a las 14 hs tiene entrevistas o capacitaciones, y hasta las 16 o 17 hs no se desocupa. Pero le dije que la esperaba, que hacía mis tareas en la oficina si se podía y nos íbamos juntas después. Ella feliz
Fui a la oficina de mama que comparte con Marcos e hice que me ponía a hacer mis tareas. Marcos muy simpático, me ofrecía tomar algo, si quería comer algo, le aceptaba todo, pero siempre fue muy serio, y seguía con lo suyo.
Cada tanto me levantaba, hacía que me estiraba, me subía mi falda gris, para que se vea mucha pierna, y algo mas, caminaba por la oficina, esperando que se me tire encima. Pero era mi cabeza inmadura, que pensó que sería fácil. Que hacer una pose y listo, ya lo tendría cogiendome.
Si bien, solía atraer las miradas de los hombres mayores, me miraban mucho, me decían cosas en la calle, no soy una modelo, pero tengo lo mío, mido 1.66, pelo castaño claro, lo tengo largo, casi hasta la cintura, delgada, ojos marrones, pechos normales, y cola bastante bien, es mi mejor atributo, gracias a los deportes que practico, lo que mas me miran. Me quedé con la idea, que iba a ser irresistible con Marcos, que no iba a poder a contenerse, e iba a cogerme ahí mismo. Como lo había imaginado.
La realidad fue todo lo contrario, comencé a ir todos los días después de clases, si bien fuimos contactando mejor, hablábamos mas, había cierta confianza, y sabía que lo provocaba. Cuando me hacía la distraída, o por el reflejo de un vidrio, podía ver que me observaba con ciertas intenciones.
Pero era claro que no se iba a animar, no se si por timidez, por la relación con mamá, la diferencia de edad, no se, pero estaba segura que si no tomaba la iniciativa, nada iba a suceder.
Pensé decenas de formas, como provocarlo, tirar indirectas, pero nada funcionaba, por lo que tendría que hacerlo yo misma.
Ese día, que recuerdo bien, un jueves, después de almorzar, como siempre estábamos en la oficina, sabía mi plan, lo había pensado muchas veces, pero estaba aterrada de que me rechace. No dejaba de mirarlo, en su escritorio, trabajando, me gustaba realmente, era alto, ahora delgado, había estado con algo de sobrepeso, pero comenzó a cuidarse, y se lo veía bastante bien, usaba anteojos, pelo negro, algo de canas, no muchas, pero normal para su edad de 41 años.
Me aseguré de tener mi falda gris, bien levantada, que apenas tape mi cola.
- Sabes de Excel, verdad? Pregunté.
- Si, algo.
- Buenísimo, ahí voy así me mostras. Respondí.
Me levante, muerta de miedo, pero sabía que era hoy si o si, ya no aguantaba mas, quería ser cogida por Marcos, no había otra opción.
Me fui a su lado, le pedí permiso y me senté en su regazo. Lo dejó descolocado, quiso decir algo pero no pudo. Sentada sobre su pierna izquierda, mi falda a estar tan corta, estaba levantada, por lo que mi tanga blanca, completamente mojada estaba en contacto con su pantalón.
Hizo un movimiento a levantarse, pero se detuvo, en realidad apoyé mi mano derecha sobre su pierna derecha, y se quedó en el lugar.
El no reaccionaba, se lo sentía nervioso, miraba hacia la puerta todo el tiempo, seguro temía que mamá entrara, pero había calculado hacerlo mientras daba una capacitación, el lo sabía también.
Pero no reaccionaba. Me quería morir, muerta de vergüenza, pero ya había tomado la iniciativa y no me iba a ir, sin ser cogida por Marcos.
Decidí insinuarme mas, comencé a frotar su pierna con mi cola, moviéndome de arriba hacia abajo, una y otra vez, no se que esperaba, estaba entregadísima, pasó un par de minutos, creo, pero no estoy segura, era todo tan irreal, no podía creer estar haciendo eso, y no tenía ni idea como terminaba todo.
De repente Marcos, se levanta de golpe, lo primero que pensé, que se enojó, y todas estas semanas fueron en vano. Pero me tomó de la mano y me llevó fuera de la oficina, por un instante pensé que me estaba echando. Pero no, fuimos al final del pasillo, abrió una puerta bajamos unas escaleras, prendió una luz, que iluminó un cuarto, grande, con olor a papeles húmedos, muy feo todo, sin luz natural, lleno de estanterías con cajas, y al final de la habitación había otra puerta, cuando la abrió había un baño fuera de uso, había solo un inodoro, una pileta para lavarse las manos, y algunas cajas mas sobre el piso.
Me puso contra la pileta, apoyé mis manos sobre esta, podía ver a Marcos, por un espejo sucio, sacó su pija, completamente dura, era hermosa, de unos 15 cm o un poco mas quizás, muy lindo grosor y bien venosa, mientras no dejaba de verla, sentí como me arrancaba la tanga, tiro un par de veces y me la rompió de un lado, sentí como esta caía, por mi pierna.
Sin darme cuenta sentí la cabeza de su pija, contra mi cola, puso su mano en mi espalda y me recostó un poco hacia adelante, hasta que mi cabeza quedó contra el espejo, y su miembro, rozó mi concha húmeda, la refregó, buscando mi orificio, y mi vagina, probó por primera vez un pedazo de carne bien duro, que costó penetrar, tuvo que hundir varias veces con fuerza, esta cedió y su pija me llenó completamente.
No dejaba de temblar y gemir de placer, sentía a Marcos, como un animal jadeando y penetrándome, cada vez mas fuerte al principio, con mucha fricción pero mi vagina bien lubricada, fue cediendo y cada vez se sentía mas fácil y ya no dolía tanto, y se convirtió ese mete saca en algo extremadamente placentero, estaba ciega en ese punto, mis ojos daban vuelta, me sentía algo mareada, pero sumamente, excitada, sentía los huevos de Marcos chocar con mi cuerpo una y otra vez. El ruido se hacía cada vez mas fuerte y sus gemidos también.
Me decía cosas, como puta de mierda, calienta pija, putita hermosa, me encantaba como me trataba, como una buena puta. Su mano se metió por debajo de mi camisa blanca, sentí que se abrió de golpe y se rompieron unos botones. Inmediatamente sus manos, estaban por debajo de mi corpiño, apretaron mis tetas, una mano cada pecho, y los apretaba al punto de lastimarme, mientras me seguía penetrando como una bestia. Sentirme tan puta, siendo cogida como una trola, mientras me insultaba, fue demasiado y sentí una sensación única, por primera vez en mi vida, algo en mi interior, sentí como me bajaba la presión, estaba convulsionando de placer, y me hizo venirme completamente, mis piernas no aguantaron mas, y me desplomé, si no era, que Marcos me sujetaba con fuerza, terminaba en el suelo de ese baño sucio.
Me seguía diciendo cosas, pero esta ida, ya no sabía que pasaba, me sentía como un trapo, y Marcos siguió penetrándome en ese estado, donde nada me importaba, estaba agotada, relajada, aun con temblores, toda transpirada. Algo cortó ese estado, y fue un grito de placer de Marcos muy fuerte, un gemido, y sentí como mi concha se llenaba con su leche. Mientras se vaciaba dentro de mi cuerpo seguía penetrandome cada vez mas despacio, hasta que su miembro comenzó a achicarse dentro mio. Su semen salía por mi concha, y bajaba por mis piernas.
Nos quedamos en silencio unos minutos, se escuchaban nuestras respiraciones fuerte, la de el, era mas fuerte. Me quise acomodar pero mi piernas, estaban débiles, ayudándome con las paredes me senté en el inodoro.
Marcos me preguntó, si estaba bien, le dije que si.
- Vamos a volver, antes que aparezca tu madre. Me dijo.
- Dale.
Buscó papel, algo para limpiarnos, pero no encontró, tuvo que ir a la cocina a buscar servilletas.
Nos limpiamos, con un poco de agua.
Me saqué la tanga rota. Me acomodé la ropa, aunque la camisa le faltaban tres botones. Los busqué y los recogí, uno, no apareció. Marcos me dijo que le diga a mama que me la enganché en la puerta de la oficina y por eso se salieron los botones.
Me tuve que bajar bastante la falda, ya que no tenía nada por debajo. Vi a Marcos guardarse mi tanga en su bolsillo, me gustó que se la lleve sin decirme nada.
Fuimos a la cocina. Marcos era otra persona, de tratarme como tremenda puta, ahora, era el de siempre.
Me preparó un café con leche. Hablamos un poco, como si nada pasó. Y volvimos a la oficina, seguimos como siempre, hasta que apareció mamá.
Ese día me fui, caminamos unas cuadras con mamá hasta el estacionamiento, me dolía todo, mis pechos, mi concha, estaba muy adolorida, las piernas, pero muy feliz, Me cuidaba la falda que no se levante con el viento, que no llevaba tanga.
En casa, me desvestí, me vi el cuerpo bien maltratado, soy de piel muy blanca, y se me marca de nada, vi moretones en mis brazos, pechos, cola. Mi vagina ya no era la misma, se sentía distinta y hasta se veía diferente, me reía de felicidad, deseaba tanto que llegara ese momento.
Me bañé y dormí hasta el día siguiente, mamá me llamó para cenar pero estaba tan destruida que le dije que seguía durmiendo.
Bueno, espero que les haya gustado y les mando un beso.
Agus.
Soy la típica nena de papa, la buena estudiante, la chica buena, la que ponen de ejemplo siempre, pero hace muchos años que no me siento así.
Mi mente siempre esta pensando en sexo, y antes de esta experiencia era insoportable, me masturbaba varias veces al día, pasaba gran parte del día mojada, trataba de resistirme, pero un día, algo me hizo desearlo demasiado.
Esto que pasó fue la experiencia que me contó una de mis mejores amigas, Laura. Había tenido sexo con su tío, al cual conocía, lo cual se sentía mas real en mi mente. Ese día, tuve que masturbarme en la casa de ella. No me pude aguantar, primera vez que lo hacía.
Esa misma noche, decidí que quería pasar por lo mismo, tener sexo con un hombre mayor. Los de mi edad no me interesaban, no tuve que pensar mucho con quien, si bien había otras opciones, me decidí por Marcos, el socio de mi mamá, en la consultora que tienen.
Mi amiga me lo contó un sábado su experiencia, así que tuve que esperar hasta el lunes siguiente, para ir a la oficina donde estaba Marcos. Ese fin de semana se me hizo largo, pero muy largo, no veía la hora de ir y coger con el.
El lunes después de clases, fui directo a la oficina, mi mamá no podía creer que haya pasado, siempre le escapaba de visitarla, quería llegar a casa y hacer mis cosas, le dije que pensaba pasar mas seguido, obviamente no por ella, pero se iba a beneficiar.
Almorzamos mamá, Marcos y yo. Mi mamá, pensó que almorzaba y me iba a ir, porque ella siempre a las 14 hs tiene entrevistas o capacitaciones, y hasta las 16 o 17 hs no se desocupa. Pero le dije que la esperaba, que hacía mis tareas en la oficina si se podía y nos íbamos juntas después. Ella feliz
Fui a la oficina de mama que comparte con Marcos e hice que me ponía a hacer mis tareas. Marcos muy simpático, me ofrecía tomar algo, si quería comer algo, le aceptaba todo, pero siempre fue muy serio, y seguía con lo suyo.
Cada tanto me levantaba, hacía que me estiraba, me subía mi falda gris, para que se vea mucha pierna, y algo mas, caminaba por la oficina, esperando que se me tire encima. Pero era mi cabeza inmadura, que pensó que sería fácil. Que hacer una pose y listo, ya lo tendría cogiendome.
Si bien, solía atraer las miradas de los hombres mayores, me miraban mucho, me decían cosas en la calle, no soy una modelo, pero tengo lo mío, mido 1.66, pelo castaño claro, lo tengo largo, casi hasta la cintura, delgada, ojos marrones, pechos normales, y cola bastante bien, es mi mejor atributo, gracias a los deportes que practico, lo que mas me miran. Me quedé con la idea, que iba a ser irresistible con Marcos, que no iba a poder a contenerse, e iba a cogerme ahí mismo. Como lo había imaginado.
La realidad fue todo lo contrario, comencé a ir todos los días después de clases, si bien fuimos contactando mejor, hablábamos mas, había cierta confianza, y sabía que lo provocaba. Cuando me hacía la distraída, o por el reflejo de un vidrio, podía ver que me observaba con ciertas intenciones.
Pero era claro que no se iba a animar, no se si por timidez, por la relación con mamá, la diferencia de edad, no se, pero estaba segura que si no tomaba la iniciativa, nada iba a suceder.
Pensé decenas de formas, como provocarlo, tirar indirectas, pero nada funcionaba, por lo que tendría que hacerlo yo misma.
Ese día, que recuerdo bien, un jueves, después de almorzar, como siempre estábamos en la oficina, sabía mi plan, lo había pensado muchas veces, pero estaba aterrada de que me rechace. No dejaba de mirarlo, en su escritorio, trabajando, me gustaba realmente, era alto, ahora delgado, había estado con algo de sobrepeso, pero comenzó a cuidarse, y se lo veía bastante bien, usaba anteojos, pelo negro, algo de canas, no muchas, pero normal para su edad de 41 años.
Me aseguré de tener mi falda gris, bien levantada, que apenas tape mi cola.
- Sabes de Excel, verdad? Pregunté.
- Si, algo.
- Buenísimo, ahí voy así me mostras. Respondí.
Me levante, muerta de miedo, pero sabía que era hoy si o si, ya no aguantaba mas, quería ser cogida por Marcos, no había otra opción.
Me fui a su lado, le pedí permiso y me senté en su regazo. Lo dejó descolocado, quiso decir algo pero no pudo. Sentada sobre su pierna izquierda, mi falda a estar tan corta, estaba levantada, por lo que mi tanga blanca, completamente mojada estaba en contacto con su pantalón.
Hizo un movimiento a levantarse, pero se detuvo, en realidad apoyé mi mano derecha sobre su pierna derecha, y se quedó en el lugar.
El no reaccionaba, se lo sentía nervioso, miraba hacia la puerta todo el tiempo, seguro temía que mamá entrara, pero había calculado hacerlo mientras daba una capacitación, el lo sabía también.
Pero no reaccionaba. Me quería morir, muerta de vergüenza, pero ya había tomado la iniciativa y no me iba a ir, sin ser cogida por Marcos.
Decidí insinuarme mas, comencé a frotar su pierna con mi cola, moviéndome de arriba hacia abajo, una y otra vez, no se que esperaba, estaba entregadísima, pasó un par de minutos, creo, pero no estoy segura, era todo tan irreal, no podía creer estar haciendo eso, y no tenía ni idea como terminaba todo.
De repente Marcos, se levanta de golpe, lo primero que pensé, que se enojó, y todas estas semanas fueron en vano. Pero me tomó de la mano y me llevó fuera de la oficina, por un instante pensé que me estaba echando. Pero no, fuimos al final del pasillo, abrió una puerta bajamos unas escaleras, prendió una luz, que iluminó un cuarto, grande, con olor a papeles húmedos, muy feo todo, sin luz natural, lleno de estanterías con cajas, y al final de la habitación había otra puerta, cuando la abrió había un baño fuera de uso, había solo un inodoro, una pileta para lavarse las manos, y algunas cajas mas sobre el piso.
Me puso contra la pileta, apoyé mis manos sobre esta, podía ver a Marcos, por un espejo sucio, sacó su pija, completamente dura, era hermosa, de unos 15 cm o un poco mas quizás, muy lindo grosor y bien venosa, mientras no dejaba de verla, sentí como me arrancaba la tanga, tiro un par de veces y me la rompió de un lado, sentí como esta caía, por mi pierna.
Sin darme cuenta sentí la cabeza de su pija, contra mi cola, puso su mano en mi espalda y me recostó un poco hacia adelante, hasta que mi cabeza quedó contra el espejo, y su miembro, rozó mi concha húmeda, la refregó, buscando mi orificio, y mi vagina, probó por primera vez un pedazo de carne bien duro, que costó penetrar, tuvo que hundir varias veces con fuerza, esta cedió y su pija me llenó completamente.
No dejaba de temblar y gemir de placer, sentía a Marcos, como un animal jadeando y penetrándome, cada vez mas fuerte al principio, con mucha fricción pero mi vagina bien lubricada, fue cediendo y cada vez se sentía mas fácil y ya no dolía tanto, y se convirtió ese mete saca en algo extremadamente placentero, estaba ciega en ese punto, mis ojos daban vuelta, me sentía algo mareada, pero sumamente, excitada, sentía los huevos de Marcos chocar con mi cuerpo una y otra vez. El ruido se hacía cada vez mas fuerte y sus gemidos también.
Me decía cosas, como puta de mierda, calienta pija, putita hermosa, me encantaba como me trataba, como una buena puta. Su mano se metió por debajo de mi camisa blanca, sentí que se abrió de golpe y se rompieron unos botones. Inmediatamente sus manos, estaban por debajo de mi corpiño, apretaron mis tetas, una mano cada pecho, y los apretaba al punto de lastimarme, mientras me seguía penetrando como una bestia. Sentirme tan puta, siendo cogida como una trola, mientras me insultaba, fue demasiado y sentí una sensación única, por primera vez en mi vida, algo en mi interior, sentí como me bajaba la presión, estaba convulsionando de placer, y me hizo venirme completamente, mis piernas no aguantaron mas, y me desplomé, si no era, que Marcos me sujetaba con fuerza, terminaba en el suelo de ese baño sucio.
Me seguía diciendo cosas, pero esta ida, ya no sabía que pasaba, me sentía como un trapo, y Marcos siguió penetrándome en ese estado, donde nada me importaba, estaba agotada, relajada, aun con temblores, toda transpirada. Algo cortó ese estado, y fue un grito de placer de Marcos muy fuerte, un gemido, y sentí como mi concha se llenaba con su leche. Mientras se vaciaba dentro de mi cuerpo seguía penetrandome cada vez mas despacio, hasta que su miembro comenzó a achicarse dentro mio. Su semen salía por mi concha, y bajaba por mis piernas.
Nos quedamos en silencio unos minutos, se escuchaban nuestras respiraciones fuerte, la de el, era mas fuerte. Me quise acomodar pero mi piernas, estaban débiles, ayudándome con las paredes me senté en el inodoro.
Marcos me preguntó, si estaba bien, le dije que si.
- Vamos a volver, antes que aparezca tu madre. Me dijo.
- Dale.
Buscó papel, algo para limpiarnos, pero no encontró, tuvo que ir a la cocina a buscar servilletas.
Nos limpiamos, con un poco de agua.
Me saqué la tanga rota. Me acomodé la ropa, aunque la camisa le faltaban tres botones. Los busqué y los recogí, uno, no apareció. Marcos me dijo que le diga a mama que me la enganché en la puerta de la oficina y por eso se salieron los botones.
Me tuve que bajar bastante la falda, ya que no tenía nada por debajo. Vi a Marcos guardarse mi tanga en su bolsillo, me gustó que se la lleve sin decirme nada.
Fuimos a la cocina. Marcos era otra persona, de tratarme como tremenda puta, ahora, era el de siempre.
Me preparó un café con leche. Hablamos un poco, como si nada pasó. Y volvimos a la oficina, seguimos como siempre, hasta que apareció mamá.
Ese día me fui, caminamos unas cuadras con mamá hasta el estacionamiento, me dolía todo, mis pechos, mi concha, estaba muy adolorida, las piernas, pero muy feliz, Me cuidaba la falda que no se levante con el viento, que no llevaba tanga.
En casa, me desvestí, me vi el cuerpo bien maltratado, soy de piel muy blanca, y se me marca de nada, vi moretones en mis brazos, pechos, cola. Mi vagina ya no era la misma, se sentía distinta y hasta se veía diferente, me reía de felicidad, deseaba tanto que llegara ese momento.
Me bañé y dormí hasta el día siguiente, mamá me llamó para cenar pero estaba tan destruida que le dije que seguía durmiendo.
Bueno, espero que les haya gustado y les mando un beso.
Agus.
13 comentarios - Desvirgada por el socio de mamá
ahora me quede con las ganas de conocer tambien la historia de tu amiga, que fue lo que te conto