my little girl

No importa cuán jodido era su día, Hatake siempre se mantenía sereno y tranquilo, características que definían la perfección su personalidad.

Y al mismo tiempo una figura imponente y un par de ojos oscuros que ponía a cualquiera en el lugar, sin necesidad de pronunciar ninguna palabra.

Pero a pesar de una imagen seria, y a veces perezosa, Kakashi era un excelente patrón y compañero, el tipo de persona que sabía mantener bien el equilibrio sobre todo tipo de situación.

Por eso, era extremadamente raro verlo de esa forma... enloquecido por la oficina, gritando e insultando sin consideración a sus empleados.

_i¿Dónde diablos están los documentos que pedí?!_gritó Hatake mientras rebuscaba entre los papeles en la mesa de conferencias.

Su día había comenzado maravillosamente hermoso. Se despertó con ánimo, tomó su desayuno mientras leía su libro preferido, condujo tranquilamente sin preocuparse por el caos del tráfico v llegó a la oficina feliz, sabiendo que no tendría compromisos complicados.

O al menos eso pensaba.

Hasta que fue llamado a una reunión de emergencia con algunos socios extranjeros, en ese momento Kakashi ya estaba molesto, pero con toda la paciencia del mundo recibió a sus invitados.

Todo comenzó normalmente, sin embargo, el hombre sabía que había algo mal, o de lo contrario no habrían programado ese encuentro de última hora.

Dicho y hecho. En pocos minutos de conversación la sala de reuniones se convirtió en la réplica perfecta de la Guerra Civil.

Cada grupo de un lado defendiendo sul idea.

A-aquí está, señor._Shizune mantuvo una distancia segura de su jefe mientras estiraba el brazo, soltando un grito asustada cuando éste agarró bruscamente la pasta de sus manos._... Necesita algo más-.

_¡No! Puedes irte.

Ella no pensó dos veces antes de salir rápidamente de la habitación, dejándolo solo.

Kakashi suspiró profundamente mientras hojeaba el fichero y firmaba donde necesitaba. Tenía que enviar esos papeles aún hoy, y aunque tenía un equipo gigante ayudándole, había mucho trabajo para poco tiempo.

Ni siquiera era la hora del almuerzo y su oficina ya estaba en llamas.

¡Por qué?!

Socios hijos de puta.

Las horas pasaron y Kakashi continuó revisando varias carpetas. Desde aquel momento no había salido de su sala, mucho menos comido derecho, su única responsabilidad ahora era ese maldito papeleo.

_Hmh... Esa pila está dice aliviado, estirando sus brazos hacia arriba.

terminada.Gai

Que bueno... Kakashi murmura con desdén.

_No seas mal agradecido,

hombre. sonrió burlón. Deja que yo te ayude con eso.

_No... yo lo hago. Es mejor que vayas a descansar.

Está seguro? Usted también necesita tomar un descanso.

_Sí, es mi agradecimiento por su ayuda. Gracias._esclarece más tranquilo.

Gai sonríe con entusiasmo.

¡Ok, si me necesitas, sólo llámame! _se levanta y sale, agitando la mano en despedida.

Hatake correspondió la señal de mano y respiró hondo, apoyándose en su silla. Necesita algo para relajarse, y no es precisamente una taza de café que viene en mente.

Él encendió su celular, revisando entre sus contactos, y una sonrisa traviesa apareció cuando encontró el número que estaba buscando. Kakashi envió un mensaje de texto y esperó unos minutos, no mucho después fue contestado y un diálogo erótico se inició entre las dos personas en línea.

"¿Qué te parece esto?"√√

El hombre pasó su lengua alrededor de los labios de forma ambrienta, mientras recorría sus ojos por las pequeñas curvas sensuales de su compañera. La foto mostraba a una hermosa joven, acostada en su cama, vistiendo un transparente sostén rojo y minúsculas bragas, permitiendo que su imaginación proyectara imágenes muy indecentes.

"Perfecta, princesa. Sería aún mejor si le mostraras un poco más a tu amo."√√

Y como palabras mágicas una nueva foto llegó, despertando de inmediato la erección de Kakashi. La fotografía fue tomada de arriba a abajo, recogiendo perfectamente el cuerpo desnudo de la chica sobre la cama. Con el brazo izquierdo ella tapaba sus pechos y las piernas cruzadas disfrazaba la exposición de su feminidad, resaltando solamente su monte venus.

Hatake se acomodó rápidamente en su silla y se desabrochó los pantalones, sacando su pene endurecido. Con una mano sostenía el celular cerca de su rostro mientras con la otra manipulaba lentamente la extensión.

Su pequeña niña rosada era tan sexy con esas curvas, encantaría poder tocarla ahora mismo, explorar su dulce piel y escuchar sus excitantes gemidos. Por ahora, podía darse una pequeño capricho con las maravillosas fotos que seguían llegando, valiosos registros que guardaría en la carpeta personal de su teléfono para cuando los necesitara.

Joder... suspiró por lo bajo, aumentando los movimientos de su mano.

Su polla estaba caliente e hinchada, podía sentir perfectamente las venas abultadas en la fina capa de piel, el líquido preseminal goteaba mojando la barra carnosa y facilitando el roce. Su mano frotó de arriba abajo y su pulgar prestó atención al glande sensible, arrancándole gruñidos mientras lo presionaba.

¡Maldita sea, eso era realmente bueno! Y sería aún mejor si la mujer estuviera allí haciendo el trabajo.

Pero ya habría tiempo para disfrutarlo más tarde.

Nuevo vídeo.√/

El plateado observó intrigado la notificación, mientras que la abría y cargaba el nuevo recibido. Después de hacer clic en el video sus pupilas se dilataron y la respiración aceleró, quedando entrecortada, mientras miraba el precioso contenido.

"Kakashi~.... me gustaria que me jodieras mucho ahora". la rosada decía en un gemido, mientras grababa desde arriba sus dedos se moviendo sobre el clítoris.

El hombre sonrió lascivo, escuchando los gemidos que tanto quería. Era como música para sus oídos y demasiado erótico para su sistema, que ya estaba ebrio de placer.

El video desafortunadamente era corto, pero lo suficiente para excitarlo. Se aflojó la corbata para respirar mejor y se mordió el labio inferior, reprimiendo sus propios gemidos roncos.

Continuaba masturbando su pene con más velocidad y precisión, repitiendo varias veces el clip pornográfico exclusivamente de él. En segundos su interior se calentó gradualmente, tensando sus músculos, y después de minutos de paja el alivio finalmente llegó.

Respirando con dificultad, Kakashi se tumbó en la silla, sonriendo tontamente, finalmente había obtenido algo de la relajación que tanto anhelaba y necesitaba.

"Ve a mi casa, tenemos que terminar lo que empezamos. Por cierto, necesito recompensarte por el maravilloso video".√√

Él envió el mensaje y arregló sus vestimentas, regresando contento a su trabajo.

******

Sakura sonríe ante el mensaje de texto y corre alegremente hacia el lavabo, tomando un largo y delicioso baño. Al terminar ella viste su lencería nueva, por encima pone un vestidol cualquiera y acaba de arreglarse adecuadamente para el encuentro, saliendo de casa enseguida.

Por suerte mañana sería feriado ya sólo iría a trabajar al hospital en caso de alguna emergencia, pudiendo así dormir en la casa del mayor tranquilamente.

Con la copia de la llave la mujer entró en la residencia vacía y subió directo a la habitación. Ella organizó algunas cosas en el lugar y luego retiró su vestido, permaneciendo de piezas íntimas. Haruno desciende nuevamente y desfila semidesnuda por los cómodos, admirando la minimalista decoración, llegando a la cocina una idea traviesa surge en su mente, y sonriendo pervertidamente ella pone su plan en práctica.

******

_¡Llegué!

Cansado, pero feliz, Kakashi atraviesa la puerta de su casa. Se quita los zapatos y cuelga su chaqueta en el perchero, sin embargo, algo llama su atención.

En uno de los ganchos de la percha había un sujetador, haciéndolo automáticamente sonriera malicioso.

_¡Estoy en la cocina!_ella gritó. Hatake sigue el sonido proveniente, llegando al lugar él se ancla en el umbral de la puerta con los brazos cruzados e instintivamente lame los labios, observándola libidinoso. Bienvenido de nuevo, cariño. Espero que te guste la comida._sonrió juguetona.

Él no paraba de salivar mientras delineaba con sus ojos la atrevida "vestimenta" de ella. Sakura llevaba únicamente sus bragas negras, mientras que el modesto delantal de cocina cubría sus pechos. Se fue acercando como un depredador feroz hasta conseguir abrazarla por detrás, envolviendo sus brazos en la estrecha cintura y apretándola.

_Si la comida eres tú, puedes estar seguro de que me gustará._susurró grave, besando y lamiendo el delicado cuello.

Ancioso. ella lo reprende, mordiendo el labio inferior cuando éste frota su trasero contra el bulto del pantalón.

_Es imposible no quedar ancioso viéndote así._confiesa, dando media vuelta en su cuerpo. Te ves tan sexy... más sexy que en ese video. sonrió perverso, avanzando en la boca femenina y devorando los sabrosos labios.

Ambos comparten un beso sensual y deseoso, acariciando sus lenguas entre sí mientras distraídamente muerden la boca ajena, disfrutando de los sonidos excitantes que cada uno emitía. Era un alivio poder sentir el calor y los toques que esperaron todo el día para conseguir, fotos y videos jamás superaría al vivo.

Con mucho pesar, Haruno apoyó ambas manos en el pecho del hombre y lo alejó lentamente, separando poco a poco sus labios hinchados.

_Primero la cena, luego el postre. le dió un beso, volviendo a darle la espalda._ Ve a darte una ducha. Cuando vuelvas la comida estará servida.

Kakashi gruñó.

_Se supone que quien manda aquí soy yo, my little girl._advertí en un tono más serio y aprieta su culo. Ella gira la cara, mirándolo irritada. Ya entendí, me voy._suspiró derrotado, pero no antes de palmear con voluntad las redondas nalgas de la mujer.

_¡Kakashi!

_¡Disculpa, linda!_gritó mientras huía rápido de la cocina.

La cena transcurrió entre elogios y coqueteos, siempre enviando esas miradas lascivas el uno al otro. Kakashi se ofreció a limpiar la cocina mientras Sakura preparaba la habitación.

Llegando al dormitorio, el hombre encontró la rosada estirada sobre su cama, vestida con una sexy lencería negra. No queriendo enrollar más la situación, Hatake retiró su pijama y gateó hasta Sakura, quedando por encima de ésta mientras besaba su cuello.

Tan pervertida enviándome aquel video. murmuró, bajando sus toques para los pechos y acariciando su cintura al mismo tiempo.

_Te gustó?_preguntó, suspirando fuerte cuando él apretó su seno.

_Aquello me dejó de polla dura en la hora. Fue un gran incentivo._reveló con gracia. Agilmente arrancó el sostén, liberando el lindo par de tetas y engullendo fuertemente estos. Apuesto a que te divertiste mucho imaginando mi polla metiéndose en tu coño, ¿no?_soltó una ligera risa engreída, masajeando suavemente los pequeños montes.

Ella gimió con la presión impuesta, retorciéndose agitada.

_ No más que tú. Estoy segura que se masturbó deseando que mi boca estuviera allí tragando su verga.replicó, sonriendo superior.

Mierda.

Como él odiaba y amaba ese lado respondón. Sakura era una perfecta sumisa, siempre siendo su pequeña niña obediente. Sin embargo, su lengua afilada siempre estaba activa para lanzar su veneno a la altura.

Qué lengua sucia... gruñó, abriendo el cajón de su criado y cogiendo una cuerda de silicona. Debería arrancarla fuera. ató firmemente los puños de la chica por encima de la cabeza y giró bruscamente su cuerpo.

_Nossa papi, qué crueldad._se burló, riendo con descaro. ¿Cómo te voy a lamer la polla si me arrancas la lengua? Jajaja._se rió.

El hombre resopló enojado.

Le arrancó las bragas y abrió las piernas, colocándola de cuatro, y con la mano tocó su vagina al mismo tiempo que sus dedos corrían descaradamente por la abertura húmeda.

_Cuanta desobediencia,
cereza._susurró mientras acariciaba tortuosamente a través de sus pliegues._Espero que pueda aguantar las consecuencias.

Kakashi metió sus dedos en el interior vaginal, haciéndola llorar con la intromisión, y un vaivén despiadado comenzó. Entraba profundamente en medio de las paredes apretadas mientras se movía veloz, ignorando las súplicas de la chica. Sakura gemía y arqueaba su espalda con cada puñalada agresiva dada por los dedos, sus piernas temblorosas luchaban para mantenerse arrodilladas y los ojos estaban llorosos por causa del placer generado.

Poder provocarlo y atizar su lado posesivo era una de las mejores cosas de aprovecharse en ese espacio, conseguir sentir sus manos acariciar cada parte de su cuerpo y marcarlo con pura devoción.

Era tan perfecto.

Hatake continuaba con su placentero trabajo mientras se perdía en los ruidos y en las facetas sensuales que la rosada proporcionaba. Era maravilloso observar sus mejillas rojizas, la pequeña boquita que salivaba y sus intentos frustrados de obtener más estímulos en su coño desesperado.

Eso lo prendia mucho. Siendo inevitable no frotar la palma de su mano sobre el bulto doloroso en su ropa interior, con la intención de aliviar un poco su excitación.

Tu pequeña era una delícia.

Y comprobó al llevar sus dedos empapados de fluidos hasta la boca,

disfrutando del dulce postre.

_Kakashi... e-es demasiado._ella lloró cuando él reemplazó los dedos por su gran miembro.

Kakashi rió.

_Calma, princesa, ni lo puse por completo._sonrió perezosamente. Sujetó fuertemente su cadera y llenó el resto de su barra, provocando que ella hundiera la cabeza en la almohada para ahogar un amargo gemido. Tranquila... esto es sólo el principio.

Se estrelló contra el hermoso trasero de la joven, sin pausas y sin contemplaciones. Sintió ella estremecerse bajo al tacto fuerte entre sus intimidades, agarrando violentamente las sábanas de la cama mientras gemía lujuriosa.

Los sonidos de cuerpos chocando respiraciones jadeantes inundaron la habitación, junto con los murmullos indescifrables que salían de ambos.

Embestiaba profundamente el canal, aferrándose con fuerza en su culo, cada estocada era la gloria para su pene, el mismo que quedaba atrapado en su cálido interior. Haruno no paraba quieta ningún segundo, se revolcaba insistentemente contra la virilidad masculina intentando conseguir más de ese pedazo de carne, irritándolo.

_Quieta._demandó mientras golpeaba su trasero. Kakashi salió y giró su cuerpo, penetrando de vuelta. Miráme, cerezita. No me hagas repetir.

Ella obdeció el plateado, abriendo y guiando sus ojos jades hasta el rostro contraído del hombre sobre sí. Sus expresiones de placer eran puro entretenimiento, cada pequeño detalle lo hacía parecer aún más sexy y sabroso.

Un Dios griego puro.

Una embestida tras otra, sin descanso y piedad, destruyendo la estrecha intimidad femenina que lo recibía tan bien. El orgasmo de ambos estaba cerca, y Kakashi sentía perfectamente a través del dulce aroma proveniente de su pequeña niña pervertida.

La mezcla de sensaciones con el olor y la imagen sensual que la linda rosada le daba, solo hacía aumentar más y más sus penetraciones. Sujetó fuertemente la frágil cintura y empujó descontroladamente contra ella, hundiendo por completo su vara.

_Aaahh, K-Kakashi..._Haruno gimió ofuscada, sintiendo el líquido caliente llenar su interior. Él continuó estocando, hasta que la mujer también alcanzó su clímax.

Desató los puños de Sakura y cayó sobre la cama, respirando agitado. Ambos se mantuvieron en silencio durante largos minutos, solo tranquilizando sus cuerpos y mentes.

Tú acabaste conmigo._ella se quejó, haciendo pucheros.

_Es culpa suya._enfatizó. Quien mandó ser desobediente. dice burlón, besando pausadamente la boca femenina.

Sakura empujó a Kakashi y se levantó rápidamente, mirándolo traviesa.

_Pues yo seguiré siendo desobediente, papiii... Jaja.habla provocativa mientras sale corriendo hacia el baño.

Después de que el hombre razonara sus palabras audaces, salió de la cama yendo enfurecido detrás de ella.

_¡Sakura!

Tu little girl sufrirá mucho esta noche, lo suficiente para no caminar por varios días.