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El semental y sus adorables vecinas - Cap 4 - Striptease

Después de su hermoso desayuno volvió al trabajo con más energía que nunca, fue al mayorista para reponer su mercadería y trajo nueva por supuesto, cuando abrió ya había dos clientes esperando, cada día que pasaba vendía más, por tener un negocio tan variado, ahora vendía ropa y suplementos.
Su mañana era muy ocupada, aunque de toda forma no se podía olvidar del hermoso cuerpo que estuvo en su cama, deseaba con todas sus fuerzas poseer ese cuerpo — Bueno días don Gastón — Lo saco de sus pensamientos el saludo de Talía.
— Hola buenos días, ¿Cómo se encuentra la venezolana más bella?
— Muy bien, por dos semanas la señora y su nieta se van, podre disfrutar la casa para mí sola, piscina, jacuzzi, y dormir hasta tarde — La morena se encontraba muy feliz.
— Ideal para invitar a tu novio y darle alegría a tu cuerpo.
— Sabe que no se puede hacer entrar a nadie en este barrio, además los solteros de este barrio jamás me tomarían en serio, son todos niños ricos, que le dirían a todo el mundo que se acostaron con la tetona de Venezuela solo para reír un rato.
— Yo soy soltero, no te prometo casamiento, pero si unos hijos, además jamás me reiría de una diosa como vos.
— Si fuera un poco mas joven lo pensaría, y hasta usaría la tanga que me regalo, pero como ya sabe soy como una monja puedo aguantar sin un hombre.
— Entiendo, pero si solo quieres conversar un rato mientras descansas en la piscina de tu jefa, escribirme. — Cuando vio que Talía agendaba su número se alegró, con Johana estuvo muy cerca después de una llamada, por ahí tenia suerte con ella también.
Había trabajado bastante ese día, pero sin poderse de sacar de la cabeza a Johana, cuando cerro el negocio le escribió, preguntándole como estaba y si deseaba ir a cenar luego ir a bailar, ya que ella le debía un baile.
Cuando ella vio el mensaje se alegró, y cuando se dio cuenta de esto supo que estaba en problemas, porque se alegraba de un mensaje de un viejo, era bueno y divertido, pero no sexy y mucho menos joven.
Analizo con calma todas sus opciones Johana, lo mejor seria rechazarlo para no dale falsas esperanzas, aunque la noche anterior se había divertido mucho, quería ir, pero si iba seguramente ese hombre intentaría algo, no quería rechazarlo solo por ser viejo.
Después de un gran debate interno Johana le contesto, si quiero cenar, pero mejor en su casa como anoche. Pensó que era lo mejor, cuando lo rechacé estaría cerca de su casa. Busco un vestido corto y ajustados de color negro, con unos tacos altos, de esta forma se fue a tocar la puerta de Gastón.
La charla trascurría como la noche anterior, pero Gastón notaba que ella estaba a la defensiva, esperando su jugada, el solo hablaba con naturalidad y se aseguraba de tener la copa de Johana siempre llena.
Después de cenar Gastón no se aguanto mas y le pregunto — Estas esperando que te invite a la cama ¿verdad?
Se sorprendo por lo frontal del viejo, aunque sabia que era así — No lo quiero, pero pensé que ibas a intentar hacer algo — Ella también intento ser segura y frontal.
— Eres hermosa, y me encantaría hacerte mía, pero todavía no está lista para un hombre de mi experiencia.
Ella se rio por su ocurrencia, parecía que nada le afectaba al viejo, lo acababa de rechazar con sutileza, pero él seguía con su rutina de siempre, la desconcertaba — No hay nada que le afecte a usted, o lo deprima.
— No querida, a mi edad no ahí tiempo para eso, hay que vivir el momento, ahora estoy cenando con una joven de veintitrés años, muy sensual, que me mira con sus bellos ojos verdes confundida, y sabes ¿Qué es lo mejor?
— No sé ¿Qué? — Pregunto con toda su inocencia.
— Esa bella mujer esta por hacer un striptease privado para mí.
— ¿Qué? No, de donde saco eso.
— Me debes un baile, ¿te acuerdas? Yo anoche cumplí mi palabra espero que vos lo hagas también.
— Que tramposo, lo tenía todo planeado ¿verdad? — Ella solo negaba con pequeños movimientos de su cabeza, había caído en una trampa.
— Para nada, solo se me ocurrió que hoy deseo un baile sensual de una mujer sensual, si hubiésemos ido a cenar afuera te hubiese pedido otro baile, pero en mi casa podrías quitarte tus prendas sin problema.
— Nunca he hecho un baile de ese tipo, ¿por qué cree que usted sería el afortunado? — Se cruzo de brazos desafiante.
— Porque me lo prometiste anoche, que me debías un baile dijiste, creí que eras una joven de palabra.
— Pero pensé que un lento, no un desnudo.
— Tienes que hacer mejor tus tratos, en un futuro puedes salir perjudicada — El se rio con picardía.
— Pensé que, hacia trato con un amigo, no con el diablo.
— Te dije que no soy tu amigo, además anoche ya te vi casi desnuda, ¿Cuál es la diferencia?
— Que tenga que preguntar me ofende bastante — Luego de una pausa, continuo — que le parece si le bailo sensual, pero no desnuda, en ropa interior.
— Si cambias las reglas yo también la quiero cambiar.
— ¿Qué parte? — Aria cualquier cosa con tal de no desnudarse.
— Como comprobaste anoche soy todo un caballero, y no te toque en ninguna parte mientras bailábamos o dormíamos, en este baile me gustaría probar la firmeza de tu cuerpo — Mientras hablaba su verga se puso duda de tan solo imaginarse en la situación.
Ella se petrifico, tenia dos opciones, desnudarse frete a un viejo, o dejarse tocar, aunque tenía una tercera opción ella la descarto, no se iría a su casa como una niña asustadiza, ya tenia bastante con tener un acosador, por lo menos en viejo atrevido que tenia en frete de ella era divertido, no como su acosador que dependía del dinero para tener mujeres.
— Me puede tocar lo que quiera mientras dure el baile — Esas palabras le hicieron sentir algo que nunca había sentido ¿morbo? Pensó, pero no era momento para analizarse, se tenia que quitar su ropa.
Gastón solo sonrió cuando la vio ponerse de pie y dejo caer su vestido al piso, quedando solo con su ropa interior de color negro entallado — Pero te viniste preparada esta noche querida, esas diminutas prendas son muy provocativas. — A pesar que sus ojos recorrían todo el cuerpo de la joven, su lengua seguía igual de afilada.
— Vine con un vestido por eso estoy usando esto — Se dio cuenta que le estaba dando explicaciones, se molestó con ella misma por tonta, decidió seguir hablando como si nada — ¿Va a poner la música?
— Claro pero antes — Gastón se puse de pie y comenzó a sacarse su ropa.
— ¿Por qué sé desnuda? — Estaba desconcertada.
— En unos minutos me vas a perrear contra mi cuerpo, quiero sentir tu cuerpo contra mi piel desnuda — Sin decir mas se desnudo por completo y se sentó en una silla cerca de la mesa.
En toda esa secuencia ella no sabia que hacer, mucho menos cuando lo vio completamente desnudo, ya había visto su cuerpo arrugado, pero sus partes íntimas también lo estaban principalmente los testículos que le colgaban como un toro, además su verga era venosa y dura, no era grande solo de unos quise centímetros — Que dura murmuró — Ella se imagina que los viejitos tenían que tomar algo para que le ponga tan dura.
Antes de apretar el botón de la música, pregunto — La quieres ver de más cerca.
Hay se dio cuenta que no había apartado la vista de esa verga, tenía que decir algo, pero ¿Qué? — Disfrútelo, estas cosas no pasan dos veces en la vida — Sin decir más comenzó a mover su cuerpo, caminando sensual hacia el viejo que se encontraba sentado desnudo y con la verga dura.
Una vez frete a él, su mente se puso en blanco sin saber que hacer, Gastón lo noto, el agarro de la cintura y le dio vuelta, dejando esas perfectas nalgas a su merced, pero el haciendo un poco de fuerza la obligo a sentarse quedando su verga entre sus dos nalgas — Perrea, despacio — ella comenzó a mover sus caderas en círculos lento a ritmo de la música.
Moviéndose en círculo, con las piernas ligeramente abiertas, Gastón comenzó a darle cortitos besos en la espalda, ella se estaba por quejar, pero se sentían muy bien, no eran violentos sino tiernos, aunque si fue violento la mano derecha del anciano, que se metió con rapidez entre sus piernas, tocándola por arriba de la tanga, como era parte del trato ella no dijo nada y dejo que recorriera su vagina con su dedo índice de arriba abajo.
El segundo tema comenzó, era más lento que el anterior, pero las caderas de Johana se movían con mas velocidad, el toqueteo de Gastón había surgido efecto, y la temperatura de su cuerpo se había elevado, mucho mas la de su vagina, que ya había empapado no solo su tanga, sino el dedo del anciano.
— ahn — Se tapo su boca, al escapar ese pequeño gemido se avergonzó mucho de estar disfrutando de estos juegos con un viejo.
Al notar que ella estaba perdiendo el control totalmente, el la agarra de la cintura y la levanta un poquito, y movió su verga, lo suficiente para que esta quede en la entrada de la vagina separada solo por la fina tela de su tanga, ella al sentir la pija caliente en la entrada de su cuevita lo disfruto y siguió con sus movimientos.
A los pocos minutos los jugos vaginales de Johana recorrían la dura verga del anciano, este ya tenia agarrada sus tetas por arriba del sostén, mientras mordía el brazo de la joven, ambos se habían dejado llevar por la lujuria, ella necesitaba tener esa verga dura en su interior, sin pensarlo corrió su propia tanga hacia un costado y esa verga entro hasta el fondo de su vagina empapada — ahaah — Se escucho por toda la casa por los dos seres que se habían entregado por la lujuria cuando se hicieron uno.
— ahh sí que rica — Grito unos segundo antes de llegar a su orgasmo.
Ella se quedo quieta sentada sobre su verga, pero él no había terminado, la puso de pie y la llevo contra la pared, donde la comenzó a coger con mucha fuerza, cada envestida de ese anciano arrancaba un gemido de la joven, que parecía que era cogida por un veinteañero.
Gaston sin detener su ritmo, le dio unas fuertes nalgadas acompañadas de sus movimientos, Johana estaba encantada de cómo era empotrada, estaba cerca de su segundo orgasmo, tenia los ojos serrados escuchando el sonido de sus nalgas contra la pelvis de su hombre.
— ahh otro di... dios mío — Los gritos de placer de la joven por su segunda acabada, más el palpitar de su vagina que apretaba su verga, el anciano no aguanto más y descargo todo su semen en lo profundo de Johana.
Ambos se quedaron quietos recuperando su aliento, ella apoyada contra la pared y el agarrado de sus caderas y su cabeza apoyada en los hombros de la joven — Voy al baño, ahí vengo — Gastón saco su verga de ella con cuidado, mientras podía ver como su semen salía del interior de ella, le dio ganas de sacar una foto de ese momento, pero prefirió ir a lavarse antes.
Se lavo y se miró al espejo, parecía que lo vivido hacia apenas unos minutos era surrealista, se acababa de coger a una de las mujeres más bellas del barrio, el un simple viejo, le daba ganas de gritar de felicidad, pero se contuvo y salió de baño.
Ella tardo en recuperarse, de apoco su cabeza se enfrío, y se dio cuenta que se dejó coger por un viejo, ella era codiciada por los solteros mas sensuales, de todas formas, se éxito con un viejo arrugado algo mal estaba con ella, comenzó a vestirse rápido no quería verlo.
El salía del baño, y ella se ponía el ultimo zapato — Perdón, me tengo que ir — Sin decir mas se fue casi corriendo, al ver el rostro del anciano se sintió sucia, podría ser su abuelo. Cuando llego a su casa le mando un mensaje — Fue un error, no va a volver a pasar, no me escribas — Se baño y se acostó llorisqueando como una niña confundida.
El leyó el mensaje mientras estaba desnudo tomando una copa de vino, sonrió y dijo — Tu conchita jugosa va a querer más — Aunque a él, le hubiese gustado pasar la noche con ella y cogérsela más, su experiencia le decía que esta no era la ultima página de su historia.


Continuara...

4 comentarios - El semental y sus adorables vecinas - Cap 4 - Striptease

Fendetestas77 +1
Una morbosa historia +10
Xpaisa
gracias!!! ya esta la sigiente parte.
mirandopaso +1
muuucho morbo!!! excelente
Xpaisa
Gracias!!! acabo de publicar otra parte
Videla2024 +1
Me imagino a Yohana corriendo su propia tanga 😈👅🤤 van 10
Xpaisa +1
Publique tra parte si te interesa saber mas de Johana
Aceby2 +1
Wow buena history's! Van 10
Xpaisa
Gracias, acabo de publicar una nueva parte