Tomando el lugar de mamá. Gender Bender (Lectura extensa)

No recuerdo bien como fue que mi vida cambio tanto, quizás solo fue la suma de mis creencias, una coincidencia o quizá el destino.
Después de ese día fatídico, perdí a mi madre durante mi infancia, toda la familia estaba devastada, mi padre se desmoronaba y mi padre se había roto.
Mi madre había sido el pilar de nuestra familia y su perdida, cambio nuestras vidas.
Yo era el hermano mayor de otros 2 chicos, los cuales vivíamos en casa de mi padre, en un pequeño pueblo agricola, siempre fui cercano a mi madre así que no me era difícil cumplir con las tareas de la casa, trate de ser un buen hermano y un buen hijo para evitar que la casa se viniera abajo.
Seguimos con nuestras vidas, pero parecía que el que menos podia superar la perdida era mi padre.
Por mi parte me tomé las responsabilidades de la casa ademas de estudiar, lo cual aunque cansado me resultaba agradable saber que ayudaba a mis hermanos, en esos años recibí apoyo de Juana la vecina, la cual era una mujer mayor que muy cálida y solidaria, me enseñó a cocinar y a aprender como realizar cietas tareas del hogar.
Estaba pasando por mi adolescencia y quizás por una crisis de identidad al tratar de esforzarme al tomar el relevo de mi madre.
Todas las pertenecías de mi madre reposaban en su tocador y cajones, como la última vez que lo dejo, más de una vez abrí esos mirando en esas prendas retazos de la imagen de mi madre, ropa de salir, ropa casual, algunos vestidos en el armario y de repente, noté al fondo de uno de los cajones un tipo de prende que jamás había visto: lencería, obviamente mi madre y mi padre debían tener ese tipo intereses en su intimidad, pero claro que ningún niño piensa en su madre de esa manera.
Tres años después cuando había cumplido los 15 años comencé a notar comportamientos en mi padre, se comenzó a pintar le cabello para parecer más joven y de repente paso de ser un viejo melancólico de 40 años a parecer un semental, el cambio en su actitud me alertaba de que posiblemente tenia el interes en volver a probar suerte en el amor, no me equivocaba.
Mi viejo comenzó a salir con una chica Joven muy diferente de la imagen de mi madre cuál tenía una edad muy aproximada a el. 
Ella era más bien de mi edad, pocos años mayor, la acogió en casa sin preguntar o tomar nuestra opinión en cuenta, sabía que lo hizo pensando con la cabeza de abajo.
No me gusta criticar a las chicas por su apariencia, pero sin duda ella frente a mi madre no era comparable en lo más mínimo, sin gracia, con voz molesta, holgazán y desagradable. 
Mi padre fornicaba con ella cada noche con ella haciéndola gritar sin importarle nuestra molestia.
Posterior a su llegada los fondos dejaron de otorgarseme para ser dirigidos a esa mujer, la cual se gastaba el dinero fuera de casa.
La situación en casa se estaba poniendo muy tensa, no podía entender como es que mi padre por desesperación había tomado a una chica que se notaba que no tenía el menor interés en formar una vida con el y que solo le servía de una forma, a pesar de todo lo que hacia en casa.
Yo ya me encargaba de la cocina, el baño, la despensa de manera más que adecuada pero el señor solo quería una puta vagina..
Dialogue con el sin lograr nada, -ahh! solo por qué no tengo vagina que si no!- exprese en un grito de ira al ver como se me desplazaba a mi y mis hermanos solo por la calentura de mi padre.
Juana me escucho, se acercó a mi y me dió un abrazo, me dijo que comprendiera a mi padre, yo solo me moría de ira pensando en que le pasara lo peor a la amante de mi padre para volver a como eran las cosas.
Juana se rió y me dijo que los hombres somos estúpidos y más cuando hay una mujer de por medio, giro su mirada hacia mi, hizo una pausa y me preguntó -¿Que tanto harías para sacar a esa mujer de tu casa?-
-Tranquila doña Juana, no quiero matar a nadie- dije
-No sé trata de eso muchacho, pero como dicen un clavo saca a otro clavo, te voy a ser sincera, te parecerá un disparate pero soy una bruja- dijo Juana con un tono bastante serio
- No creo en cosas de esas doña Juana- replique
-Mira chamaco te lo voy a demostrar, tengo la solución para tu problema, pero necesito que consigas algo para hacerlo funcionar-
-De que habla, no entiendo, déjese de bromas - dije algo extrañado
-Consígueme una sortija que perteneciera a tu madre está noche y te lo demostrare- termino, mientras se iba en dirección a su casa.
Honestamente no pensaba hacerle caso a Juana, pero esa tarde en casa ví como la amante de mi padre salía vestida con prendas ajustadas, yo sabía que iba a salir a malgastar el dinero en algún baile, mi padre llegaría tarde, quizás fuera por la ora o la curiosidad, tome una de las sortijas que mi madre guardaba en sus cajones, y me dirigí a con Juana, pensando en que haría alguna clase de ritual raro de ancianos.
Posterior a terminar con las tareas del hogar, me dirigí a casa de Juana, en el centro de su sala había creado alguna clase de altar con objetos cotidianos, una herradura que posiblemente le sacó a su yegua, tomo la sortija de mi madre y me pido que le pusiera una pequeña gota de mi sangre, le seguí el juego y comenzó a hacer unos ruidos raros y alguna clase de recitación mientras aplaudía, estuvo asi por 5 minutos y se detuvo.
Me dió el anillo y me dijo que esa misma noche me lo pusiera cuando todos se fueran a dormir, que me daría el poder resolver la situación con mi padre.
No dije mucho, agradeci y fui a casa viendo todo esto con algo de incredulidad e incomodidad, una vez que estuve en casa escuché como mi padre lo hacía con su amante, pero no duró mucho, la chica salió mal vestida de la habitación en estado de ebriedad, paso junto a mi diciéndome buenas noches para posterior salir de casa y volver a la borrachera con posible más dinero que le habrá venido a sacar a mi padre.
Una vez solo me puse la sortija pensando que si bien no tenía algo en especial, quizás me daría la fuerza para golpear a mi padre me el rostro e intentar que despierte de una vez
Una vez que el anillo entro, comenzo a apretarme el dedo y sentí un calor que me quemaba, de repente no podía respirar y sentía que me era muy difícil mantenerme en pie, mi vida, sentí que moría, mientras que no podía pronunciar palabra alguna para pedir auxilio y de repente se detuvo.
Corri al baño a lavarme la cara sentía picor, abrí rápidamente la llave y me empapé hasta que me sentí de vuelta. Al verme en el espejo, no podía creerlo, era el rostro de mi madre, más bien tenía un rostro de una chica, ojos amplios, labios gruesos, viéndome bien solo era un poco similar a mi madre pero no idéntica, mis manos se hicieron pequeñas, busto un par de senos no exagerados de tamaño y habia perdido mi pija y mis bolas, era una chica de mi edad, cara bonita y cuerpo de puta, yo no era alguien atlético pero podía sentir como mis glúteos y piernas eran firmes.
-Entonces Julia me convirtió en una mujer?, ese era su plan?-
Escuchaba los ronquidos de mi padre, entre en la habitación, el reposaba sobre su cama con la pija al aire y con algo de semen en su abdomen.
Cuando la vi sentí una clase de exitacion que jamás había sentido en toda mi vida. 
Mi padre allí acostado, era un poco mayor pero estaba bastante bien conservado, a pesar de que su pija no estaba erecta tenía un gran tamaño quizá 19 cm, yo apenas tenía una de 13 cm, partes de la genética que no aportaron.
Salí un poco apresurado, no quería salir así, desde el baño llame a Julia y está contesto de inmediato con.o si me esperara.
-Hola chico, jiji o más bien chica, -
-que diablos paso?-
-Encante la sortija de tu madre que te permitiera volverte una chica, y no pienses en quitarte el anillo, si lo quitas sin antes cumplir la condición, jamás volverás a ser un chico-
-Que condición?-
-Debes de absorber al menos 2 venidas por la boca al menos antes del amanecer, si te quitas el anillo antes de eso te quedarás así por siempre, si te quedas embarazada, no podrás revertirlo hasta que hayas dado a luz-
Todo lo que escuchaba sonaba tan surreal, no podía entenderlo.
-mucho ánimo chica, follate a tu padre-
Después de eso colgó y aún con miedo me dirigí a la habitación de mi padre, sabiendo que tenía una carga sobre su abdomen sabía que tenía una ventaja
Entre en la habitación y trate de tomar sus semestres suavemente con mis dedos pero esa complicado, tome valor y lo sorbi en un movimiento, esperando que no despertara.
Pero no tuve suerte, al despertarse dijo el nombre de mi madre y posterior me tomé entre sus brazos, me estrujó y me besó sin parar, yo estaba en shock tiesa sin entender que hacer. 
Poco duró cuando entro en razón y pregunto quién era yo
Para hacerlo corto conté rápidamente la historia con Juana y los instructivos, pensé que creería que estoy loco, pero al parecer un amigo de mi padre antes le había contado una historia similar.
Dijo que me ayudaría por lo cual comenzó a masturbarse para poder darme la carga que me faltaba, una vez que el pene de mi padre puso erecto mi bajina y mis tetas comenzaron a hormiguiarme, y me fui acercando, aunque estábamos en silencio y en una situación extraña mi padre y yo cedimos y comenzamos a tocarnos.
Mi padre acariciaba mi espalda y busto con una clase de cariño que se sentía acogedor, como si todo estuviera bien aunque estuviera en una situación atemorizantes, comencé a masajiar su pene, suavemente y subiendo el tono de poco a poco, estábamos ardiendo. En un movimiento mi padre pasó de mi espalda a mis nalgas y simplemente sentía que me deshacia, y de repente introdujo uno de sus dedos dentro de mi recién adquirida vagina, y entonces todo me daba vueltas, sentí que mi cuerpo era tan ligera y perdia fuerzas, no podia ser, el gozo era incomparable, su dedo aspero y grueso me provoca a descargas que recorrían toda mi médula y entonces, salió de mi boca, un grito de placer, gemi, yo gemi! Con la misma entonación con la que escuchaba a la amante de mi padre, mi padre me tomo en sus brazos y me costó sobre su cama, en ese momento ya no eramos padre e hijo, solo un un hombre de 40 y una chica de 15 entregándonos a la lujuria.
-puedo?-
-solo hazlo-
A punto de introducir su pene en mi vagina... Pero se detuvo, mi mente pensó que esto se acabaría, que ambos despertariamos, que eso era lo correcto, pero no fue eso, el se acercó a uno de los cajones de mi madre y saco su lencería.
-Ponte esto- dijo en forma de orden
Yo no puse peros, me ví en el espejo, el rostro de mi madre en el cuerpo de una chica joven solo portando lencerías.
Pero poco duro mi contemplación cuando me comenzó a penetrar de vuelta, me tapo la boca y comenzó a hacerlo muy bruscamente, en una combinación de dolor, placer y frenesí, me corrí otra vez, pero el no se detenia.
Acercó su boca a mi oído y me llamo por el nombre de mi madre, después pregunto:
- podría venirme dentro? Quieres que lo haga? Que te haga una mujer? Quieres ser mi mujer?-
Yo no sabía que decir, no sabía que pasaba, me quedé callado pero en ese momento yo ya no estaba a cargo, a pesar de que no sabía que pasaba de mi boca salió lo siguiente: -si, quiero, quiero ser tu mujer, la mujer de tu casa, tu esposa quiero ser tu puta, quiero que me PENETRES cada día -
Apenas dejé de hablar entre mis gemidos, el se vino dentro de mi, era una gran carga caliente, que me llenaba y escurría.
Se acostó a un lado se durmió casi en el acto, tome la sortija, la saqué de mi dedo y la guarde dentro del cajón de que la tome
Madre, perdón, lo siento mucho, pero te prometo que protegeré a esta familia como si tú misma lo hicieras. 
Después de eso mi vida avanzo con normalidad, aunque absurdo mis hermanos lo aceptaron, mi padre se deshizo de su amante, yo me volví la señora de la casa en toda regla.
Hace tiempo que mis hermanos me Mi comenzaron a llamar mamá aunque al principio fue raro. Cumplí 25 este año, a pesar de no ser muy activa mi cuerpo se sigue manteniendo esbelto y en forma
Mi madre ya es abuela, tuve 2 niñas y un preciosas y un niño adorable
Juana viene a casa y desayunamos juntas, me sigue ayudando a aprender nuevas recetas 
Mi padre y yo tuvimos nuestras altas y bajas, llegamos a pelearnos como cualquier pareja y bueno de vez en cuando salía a relucir que yo originalmente era chico. Me engaño, y lo termine perdonando
Yo también llegué a probar mi sexualidad con otros chicos cuando eso paso, como con un amigo de mi padre, y otros chicos del pueblo, de forma rara termine sabiendo de sus bocas que mi madre no era tan santa, al final sin querer de alguna forma estoy siguiendo tus pasos mamá