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Buenos y malos amigos





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Compendio II


😕

El lunes fue el primer día de clases después de las vacaciones de invierno.

Las paredes de los pasillos se veían súper lindas con los trabajos de las niñas y ver sus caritas sonrientes me dolían el alma.

Pero cuando preparaba el portátil para las clases, me sentí más triste todavía, pensando que tenía que dejarlas atrás. El correo que me mandó la directora me decía que tenía que empezar mi prenatal.

🙁

Por la noche, me dio pena al ver el portátil de nuevo.

“¿Y por qué no le preguntas a la directora si puedes enseñar desde la casa?” Me preguntó mi mejor amigo cuando se preparaba para acostarse.

0_0

“No es como si tus estudiantes no tuvieran computadores o que a la academia le falten recursos. Aparte, tus alumnos están encariñados contigo.” Me dijo, volviendo a acostarse a mi lado.

😳

Me puse roja de vergüenza.

“¡No seas tonto!” Le dije, riéndome. “La academia prefiere las clases presenciales y las clases en línea son como mucho.”

“Cierto. Pero tus clases son buenas y todavía les enseñas usando presentaciones en diapositivas. Todavía no te entiendo por qué no puede ser posible.” Mi mejor amigo me insistió.

😍

Mi corazón se hinchó. Mi mejor amigo, pololo y esposo siempre ha sido mi apoyo.

“¡Porque no puedo!” Le respondí, a punto de reírme.

Él me miró con sus lindos ojitos profundamente.

😍

“¡Vamos, ruiseñor, inténtalo una vez!” Me alentó mi amigo. “Mira, incluso puedes hablar de corazón a corazón con tus niñas, diles que no quieres parar de enseñarles. Sé que eres honesta. Ellas lo saben también. Dale una oportunidad.”

😆

Aunque ya se me nota la pancita, podía sentir cómo mi mejor amigo todavía me encuentra linda y se preocupa por mí.

“¿Qué hice para tener un esposo tan lindo como tú?” Le pregunté con lágrimas de alegría.

😂

Apenas llegué a la academia, le escribí un correo a la directora, siguiendo el consejo de mi mejor amigo.

En el primer recreo, sonaron los parlantes.

“Marisol, ¿Puedes venir a mi oficina, por favor?” Sonó la voz de la directora por los parlantes.

😳

Súper nerviosa, caminé por el pasillo, tratando de calmarme acariciando a mi Jacintito.

Cuando entré a la oficina, la directora me miró con una sonrisa amistosa. Ella es una mujer muy cálida y comprensiva.

“Marisol, quería hablar contigo sobre tu licencia por maternidad. Quedan 2 semanas, ¿Cierto?” me preguntó.

😕

“Sí.” Le respondí, tratando de no sonar triste.

Ella me sonrió.

“Bueno, tu correo me hizo pensar.” Me dijo la directora. “Hemos estado recibiendo excelentes comentarios de tu manera de enseñar y creo que sería una lástima que tus estudiantes se perdieran tus lecciones.”

0_0

¡No podía creer lo que estaba escuchando!

“¿Qué opinas de esto?” siguió la directora. “Te prepararemos un aula virtual. Podrás seguir enseñando desde la casa hasta cuando tú puedas, usando la misma tecnología que usas para tus presentaciones. Te proveeremos con todo el equipamiento necesario y nos aseguraremos de que tus estudiantes tengan acceso a tus grabaciones si necesitan revisar el material.”

😳

¡No lo podía creer!

“O sea… ¿Puedo seguir enseñando?” le pregunté sintiendo una chispa de esperanza.

La directora me sonrió y me dijo que sí.

“Nosotros creemos en la importancia de la continuidad en la educación, y creemos que eres una candidata perfecta para intentarlo. ¿Qué opinas?” me ofreció súper comprensiva.

😭

“¡Eso me encantaría mucho!” le dije, poniéndome a llorar y abrazándola. “¡Muchas gracias!”

Cuando me fui de la oficina, no podía parar de pensar en mi mejor amigo y su apoyo incondicional. Sabía que él estaría encantado con la noticia.

😆

¡No podía aguantar las ganas para que nos fuéramos a acostar!

(Bueno… todas las noches no aguanto las ganas que nos fuéramos a acostar, pero ahora era diferente. XD)

Me senté en la cama, tratando de verme lo más sexy posible, con mi computador abierto sobre la cama, sin parar de pensar en los cambios que se nos venían.

“Mi amor, ¿Puedes venir un poquito, por favor?”

😍

“¿Qué opinas si voy mejor entero, ruiseñor?” Me respondió, chistosito.

XD

¡Le tiré un cojín por pesado!

“¡La directora quiere que dé las clases desde la casa! ¿Qué opinas?” le dije, recontra entusiasmada.

Mi mejor amigo me sonrió, me besó y me abrazó.

😘

“¡Te lo dije!” Me dijo, abrazándome cariñosamente. “¡Tus clases serán legendarias, ruiseñor!”

Pero entonces, mis dudas me empezaron a llegar…

😕

“¿Y qué pasa si no funciona?” le pregunté insegura.

😰

Me besó súper rico.

“No te preocupes. Estaré a tu lado.” me dijo, consolándome y abrazándome tiernamente.

😆

Así que el resto de la semana, la pasé informando a mis estudiantes sobre los arreglos para mis clases.

Las más chiquititas les llamó mucho la atención, porque recién se estaban dando cuenta de mi pancita.

Pero casi todas me sonreían.

😆

Podía sentir su amor. Su cariño. Algunas, incluso me consideraban su “segunda mamá”.

Pero mis alumnas de último año estaban impresionadas y conmovidas.

😮

Desde que tuvimos nuestra clase de chicas, nos volvimos más honestas y nos abrimos el corazón.

Mi linda Marie me dijo algo súper lindo: que me veía agraciada, elegante, mostrando el embarazo como una madre amorosa debe ser.

Buenos y malos amigos

😮

Me dijeron que se sentían asombradas e inspiradas por mí.

Incluso, Jessica tomó mis palabras y me dijo que ahora me creía que era “tan inmadura como ellas.”

Embarazada

XD

Nos reímos todas.

😂

Pero el viernes, las profesoras organizaron una reunión para felicitarme.

Me enteré de que la mayoría me admiraba, no solamente por mis técnicas de enseñanza, pero porque era una de las pocas que tenía un matrimonio saludable con mi mejor amigo.

😃

Pero nunca faltan las envidiosas.

Melissa era una de ellas.

infidelidad

Bonnie es la profesora divorciada de estudios sociales.

infidelidad consentida

Ninguna de las 2 estaban contentas por mis decisiones personales.

😕

“¿Nunca has pensado que te equivocaste? ¿No crees que has perdido algunas libertades?” empezó la pesada de Melissa a bombardearme.

😠

Le miré molesta.

“¡Claro que no! ¡Amo mi vida! ¡Amo ser mamá y estar casada!” le respondí, tratando de mantener una sonrisa alegre.

“¡Pienso que eres una tonta! ¡Te has perdido tantas experiencias!” Melissa siguió.

“¡Piensa en los hombres!” Se unió Bonnie. “¿Nunca has pensado en dormir con otro hombre?”

😂

¡Me maté de la risa!

Ninguna de ellas sabe de la vida secreta que hemos vivido con mi marido por más de 10 años.

😈

Las 2 me miraban sin entender nada.

“¿Por qué te ríes?” me preguntó Melissa, picada.

“¡Lo siento!¡Lo siento!” Les respondí, tratando de parar de reírme, hasta con lágrimas en los ojos. “¡Ustedes son muy chistosas!”

“¿Por qué?” Bonnie me preguntó, impactada. “¿No piensas que te decidiste muy pronto? ¿No piensas en otros hombres?”

😈

¡Tuve que pedirles piedad!

“¡Chicas, por favor, no me hagan reír! ¡Me van a hacer orinar!” les pedí, respirando a bocanadas.

“¿Y por qué te ríes?” Preguntó Melissa, con la voz tensa.

Pude respirar hondo, tratando de calmarme.

“Porque las 2 piensan que saben lo mejor para mí. Pero déjenme decirles un secreto. He vivido más experiencias en mis diez años con mi esposo que la mayoría de la gente en toda su vida.” Les dije, un poquito más tranquila.

0_0

Las 2 me miraron, sin poder creerme.

“Ustedes creen que soy una mojigata, quedándome en casa con mis 3 niñas, pero déjenme decirles, mi vida amorosa es bastante entretenida.” Les aclaré orgullosa.

“¿Qué? ¡Debes estar loca!” Me gritó Melissa sin creerme.

“¡Sí! ¿No piensas en otras vergas?” Bonnie exclamó.

😠

Yo y las otras profesoras la miramos feo, ofendidas por sus palabras al ser docentes.

Pero igual me mantuve seria.

“¿Estás hablando de tamaños?” Les pregunté.

“¡Sí!” Me respondió Bonnie, como si fuera la cosa más obvia del mundo.

XD

Me reí un poquito…

“¿Por qué piensan que mi marido no está dotado?” Les pregunté curiosa.

😇

Es una pregunta que siempre me han hecho desde el principio de mi relación con mi mejor amigo.

Solo porque mi mejor amigo fue mi primer, no significa que no haya sido afortunada.
Aunque se lo conté a mi mamá, a mi prima y a mi hermana del medio que mi esposo era, efectivamente, un amante increíble, nadie pareció creerme… hasta que durmieron con él.

“Yo creo que les impresionaría lo que mi marido tiene para ofrecer.” Les dije orgullosa.

😤

Les prometo.

Me tenía que morder la lengua tratando de no revelar el verdadero alcance de los dotes de mi mejor amigo.

😈

Pero he aprendido que a mi mejor amigo no le gustaría que compartiera detalles tan íntimos, y le tengo mucho respeto a mis colegas docentes para empezar un rumor de esos.

😕

Bonnie y Melissa me miraban impresionadas.

“Por favor, no te ofendas, Bonnie, pero ¿Cuánto tiempo estuviste casada?” Le pregunté con genuina curiosidad.

Esquivó la mirada.

“Dos años.” Confesó con vergüenza, poniéndose colorada cuando lo admitió.

“¿Y has encontrado a alguien mejor que tu ex?” Le pregunté de nuevo.

😮

Me miró sorprendida, pero se dio cuenta que todos sabemos que ella sale en citas a menudo.

“No.” Me respondió, poniéndose a la defensiva.

“En cambio yo he estado saliendo con mi mejor amigo, novio y esposo por más de 12 años. Entonces, podría decir que salir con muchos hombres no te ha ayudado mucho, ¿Cierto?” Le dije orgullosa, sabiendo de lo que hablaba.

😕

Ojo. No estoy diciendo que sea malo tener una vida sexual activa o que una mujer o hombre debe tener solo una pareja.

Nop.

No podría.

Porque, aunque amo con toda mi alma a mi mejor amigo, me entretiene mucho que tenga sus romances por ahí y hace que nuestros encuentros sean cada vez más ricos.

😏

Pero estaba picada.

No querían dejar que una “mamita tierna” como yo les pusiera un pie encima.

😠

“Pero ¿Qué hay de resistencia? ¿Puede tu esposo durar 2 horas seguidas?” Me desafió Bonnie.

Esa vez, pude controlar mi risa. Mi mejor amigo puede ir por 5 horas seguidas…

😏

“Digamos que no nos conformamos tan poco…” la dejé en el aire.

“¿Y qué opinas del tamaño? ¿Has pensado dormir con un tipo con un paquete enorme?” Melissa agregó, tratando de recuperar terreno perdido, con una voz desesperada.

Ahí, literalmente tuve que morderme la lengua.

La uróloga de mi marido lo declaró “por encima del promedio” …

😈

“O dormir con un tipo más fornido…” Melissa insistió ante mi silencio. “Tu esposo parece un debilucho.”

😑

Ahí sí, mi sonrisa se apagó. Mi mejor amigo puede no ser el tipo más musculoso y tampoco quiero que lo sea, pero tiene una fortaleza interna que ninguna de las 2 sería capaz de entender.

“¿Así que ustedes están diciendo que mis experiencias fueron limitadas, solamente porque me casé con mi mejor amigo y tuve hijos?” les pregunté, tratando de entender lo que querían decirme.

Ambas dijeron que sí.

“¿Han leído “la fierecilla domada”?” les pregunté.

Me miraron confundidas, diciendo que no.

Les sonreí.

XD

“¿Han ido a Indonesia?” Les pregunté otra vez.

Me miraron más confundidas, sin entender mis preguntas al azar.

De nuevo, me dijeron que no. Les sonreí maliciosa.

😈

“¿Han dormido con otra mujer?”

Quedaron con la boca abierta. No se esperaban algo así.

“Parece que ustedes tampoco han hecho muchas cosas.” Les dije, mirándolas y sonriendo orgullosa.

Y me tuve que poner seria.

“La verdad, nunca he fumado. Mi marido tampoco. Tampoco nos gusta beber alcohol. Es algo que no nos gustaría experimentar. Pero porque nunca lo hemos experimentado, creemos que nuestras vidas han sido más felices. Ustedes piensan porque soy loca porque soy una mamá, pero de verdad, cuando conocí a mi mejor amigo, yo “quería” tener sus hijos. Yo quería ser mamá y él quería ser papá. Él me gustaba. Yo le gustaba a él. Salimos en citas, nos casamos y tuvimos hijos. Nos hizo felices. Ustedes dicen que mi marido es un debilucho. Nada que ver. El cuerpo de mi marido es mío y el trata de agradarme viéndose bonito para mí.” Les dije, molesta hasta las patas.

😤

La boca se les cayó de la cara, pero las otras profesoras estaban de acuerdo conmigo.

“Y por la misma razón, yo trato de verme linda para él, porque mi cuerpo es suyo.”

Y fue como si le echaran pimienta en trasero de Melissa.

😡

“¡Eso es mentira! ¡Tu cuerpo es tuyo!” me dijo.

“¿Ah, sí? ¿Y para qué? ¿Para masturbarme?” le paré los carros.

👿

“¡Cállate!¡No sabes lo que estás hablando! ¡No me voy a someter a un hombre! ¡Tú solo eres una esposa sumisa que deja que su marido le controle la vida!” me gritó la pesada insolente.

👿

Me tuve que controlar mucho, pero lo logré.

“¡Bien! ¡Tú no te sometes! Yo tampoco me someto. Mi mejor amigo me trata como un igual. No como un superior.”

“¿Qué quieres decir?” Me preguntó Bonnie, tratando de calmarme.

“Que, si él no puede cocinar, cocino yo. Si hay algo sucio, él limpia o yo limpio. ¡Somos un equipo! ¡Nos apoyamos!” le dije, mirando a la pesada de Melisa.

“¡Pero igual te obliga a hacer cosas!” me molestó otra vez.

😡

“¿Y eso qué? Hay cosas que él puede hacer mejor que yo.” Le respondí

Y la pesada me iba a responder, pero le interrumpí.

“¿Sabes arreglar cañerías? ¿Puedes instalar enchufes? ¿Puedes cambiarle el aceite a un auto?”

Se quedó muda.

😶

“¿Ves? ¿Qué me decías sobre experiencias limitadas? Mi marido sabe de estas cosas. Yo no. No soy buena para eso. Él sí. ¿Por qué no debería dejarle que las haga?... e incluso si le pregunto que me enseñe, él tiene la voluntad para hacerlo… entonces, ¿Por qué estás tan cerrada a otras experiencias?” Le reclamé enojada.

Algunas de las profesoras me felicitaron y me aplaudieron, porque puse a Melissa en su lugar.

“¡Miren!¡Yo no juzgo sus vidas!¡A ninguna de las 2!” les expliqué, mirando también a Bonnie. “Son libres de hacer lo que quieran y creer lo que quieran. Yo creo en mi matrimonio. Creo en mis decisiones. Soy feliz con mis decisiones. Mi amigo me alentó a tener confianza. Y lo amo. Y amo tener sus hijas. Eso es todo. ¿Por qué no me pueden respetar por eso?” les pregunté, sin poder aguantar más.

😮

Las profesoras se quedaron calladas, sin saber para dónde iba con todo.

“Verán, yo no necesito dormir con cada Pedro, Juan y Diego para sentirme satisfecha. Tengo a mi mejor amigo y él es más que suficiente para mí.” Les dije, acariciando a mi Jacintito en mi vientre.

Las otras profesoras también me apoyaron, comprendiéndome. Saben bastante bien que mi marido y yo somos súper apasionados.

“Y si les preocupa tanto que me “esté perdiendo cosas”, deberían preocuparse en sus vidas y parar de preocuparse en la mía. Porque según yo, son ustedes las que tienen experiencias limitadas.” Les terminé de decir.

Las otras profes me felicitaron y Melissa y Bonnie miraban para todas partes, pero no se podían esconder.

Pero yo, ya no me podía aguantar.

😩

“Ahora, si me disculpan, tengo que ir al baño. No puedo aguantar mis ganas más.” Les dije.

Y me fui casi corriendo a hacer pipi.

XD

😉


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1 comentarios - Buenos y malos amigos

eltrozo896 +1
Hay gente que no tiene vida propia y vive preocupandose por la de los demás.
Buen relato Marisol
metalchono
Sí, y te tratan de poner la moral de ellas encima y todo eso.😣 atroz, atroz. Gracias por comentar.😇