You are now viewing Poringa in Spanish.
Switch to English

El matón del barrio se coge a mi esposa, final


La situación entre el jefe y Carlos se fue volviendo cada vez más tensa, no podían convivir los dos grupos en el mismo barrio, por casi un mes ninguno de los dos se vio con mi esposa, estaban dirimiendo algo serio entre ellos, un día fui a comprar y el jefe no estaba, solo Carlos. El grupo era más grande ahora, los miembros de la banda del jefe estaban con Carlos ahora, le hizo una seña al chico que siempre me chismeaba que pasaba, este se acercó y me acompaño caminando hacia casa, me contó que finalmente se habían encontrado Carlos y el jefe en un descampado, tenían que poner punto final a la disputa, me sugirió que seguramente me daría cuenta quien había triunfado, me dijo que no iba a verlo al jefe nunca más, me dio un paquete. Esto me lo dio Carlos para vos, hoy dice que va a ir a charlar con vos, pero que te quedes tranquilo que él no es un bocón, no cuenta nada, en su momento la boqueó porque quería provocarlo al jefe. Me dijo que él no sabía de qué hablaba, sólo transmitía el mensaje, me aseguró que podía estar tranquilo, ahora la barra era la barra del loco Carlos, todos se habían encolumnado detrás de él. Se despidió de mi y seguí caminando nervioso hacia casa, cuando llegué y abrí el paquete había una falda negra corta y una ropa interior negra muy sexi, además de una nota. Esta noche los voy a visitar, dale esta ropa para que se vista, es mi hembra ahora. Caí sentado en el sillón, realmente no sabía que iba a pasar, pero me asustaba, tenía miedo que las cosas se salieran de control, mi esposa se sentó junto a mí, le conté lo que me habían dicho. Ella me aseguró que seguro no iba a estar tan mal.
-Si te gusto llegar hasta acá… me entregaste a Carlos cuando me mandaste a andar en bici… me parece bien que él me vista para desvestirme después… -agarró la ropa que me habían dado y se fue a vestir, sus pechazos se veían deliciosos en ese conjunto calado, tenía puesta la minifalda y caminaba descalza por la casa.
-Pero le dicen el loco… me parece un tipo peligroso… si se nos van las cosas de la mano…
-No seas tonto amor… va a estar todo bien…
Cenamos sin hablar demasiado, ella vestida solo con el sujetador calado y la mini, se había puesto unos zapatos de taco alto. Ella estaba lavando los platos en la cocina, eran cerca de las once de la noche, sonó el timbre, era Carlos. Lo hice pasar traía una botella de vino tinto de calidad, pasamos a la cocina, sólo le dijo hola a mi esposa, ella le sonrió desde la pileta y le tiro un beso. Nos sentamos destapé el vino, tome dos copas y las serví. Él habló
-Bueno… no van a verlo más a nuestro amigo… no va a estar más por estos lados… -no sabía bien de que hablaba, si estaba vivo o no, pero tampoco podía preguntar. En ese momento mi esposa se sacó la pollera muy lenta y sensualmente, la parte de abajo era un culote calado realmente delicioso, se veía la mitad de su culazo, era una delicia, hizo un par de poses sensuales mientras seguía lavando, tiró un par de besitos nuevamente hacia donde estábamos. Volvió a mirarlo a él, le sonrió y movió su culo sensualmente, que lindo conjunto me regalaste. Terminó de lavar, se puso de frente a nosotros mirándolo fijamente a él que se puso de pie, fue hacia ella, la levantó y la sentó sobre la mesada. Sacó sus pechos sobre el sujetador y empezó a chuparlos, mi esposa tenía los brazos apoyados en los hombros de él, me miro y me tiró un beso, se empezaron a besar, alternaba entre besarla y comerle los pechos, estuvieron un rato, ella se bajó de la mesada y se puso de rodillas delante de él, tiró del short que tenía puesto, su miembro morcillón quedo delante de su boca, lo miró a los ojos y le dio un suave beso en su pija, mientras terminaba de bajarle el short, tomo su pija lo pajeó un poco hasta ponerlo bien duro, después la empezó a chupar, alternaba entre mirarlo a él y mirarme a mi, estuvo un largo rato chupándolo, varias veces chocó su boca contra su pelvis, tragándola a fondo, la puso de pie y la apoyó en la mesada, de espaldas a él, le bajó lentamente el culote, ella se paraba de forma que su culo quedara bien expuesto, le acarició la panza, los glúteos, la giró un poco para que yo la viera de lleno todo su culazo, mientras lo acariciaba y le dio un par de suaves cachetazos, le besaba la espalda mientras jugaba con sus dedos pajeandola suavemente, la puso de nuevo bien apoyada sobre la mesada y la penetro suavemente desde atrás, ella empezó a gemir suavemente, era todo muy tierno, le sacó un par de quejidos un par de veces que la clavó a fondo, le acariciaba los pechos, ella giro la cabeza y se empezaron a besar, le acarició la panza y bajo su mano a acariciarla mientras la bombeaba bien profundo y seguían besándose, dejaron de besarse, la tomó de la cintura y la hizo que me mirara a mi mientras seguía dándole, la giró de frente a él ahora, apoyada apenas en la mesada, la penetró de pie, yo veía como su gruesa herramienta entraba y salía, ella me miraba de a ratos, volvió a chuparle los pechos mientras la clavaba duramente contra la mesada, los gemidos de ella eran cada vez mas fuertes, volvieron a besarse, ella no dejaba de gemir, la sentó sobre la mesada, llevó una de sus piernas al hombro y siguió dándole, más duro ahora,
-Soy tu hembra ahora…
-Eso querías no…?
-Si… me encanta ser tu hembra…
La puso ahora de pie, inclinada sobre la mesada y volvió a darle desde atrás, acelerando cada vez más fuerte, ella giró la cabeza para besarlo, siguió dándole hasta que se tensó, se quedó todavía un rato más dentro de ella, cuando se salió su corrida empezó a chorrear por las piernas de ella, ella movía su culito para él su corrida había ido cayendo por toda su pierna izquierda, se notaba que había sido abundante, se puso su short, la tomó de la cintura, le acarició el culo suavemente mientras empezó a caminar hacia la puerta, no se podía quedar, tenía que resolver unos cuantos temas, la llevó caminando hacia la puerta todo el tiempo acariciándole el culo, ella lo beso antes de que se fuera y le apretó el bulto que seguía bien duro dentro del short, salió cerrando la puerta tras de él.
-Desnudate y anda a la cama… -estaba bien duro, no había acabado aún, ella vino se había puesto el culote de nuevo, me montó y se empezó a restregar con su conchita sobre mi, con el culote puesto.
-Te gusta mirar eh… -no le contesté. Ella siguió.- a mi me encanta que estés ahí mirando… como un perro hambriento… ahora vas a acabar así… frotándote contra mi… eh… -siguió moviéndose sobre mi hasta que llegué abundantemente, mientras me decía- muy bien… asi… cuanta lechita… y me empezó a besar sensualmente apoyando ahora sus pechos contra mi pecho que tenía restos de mi corrida, después me los dio a chupar.
-Límpiame bien… con la lengua… -y aunque me dio un poco de asco, así lo hice.
El fin de semana decidimos hacer un pequeño viaje, para descansar, además necesitaba hablar con ella, aclarar cosas, pensar que quería hacer, como íbamos a seguir, me parecía todo una locura.
-Amor esto tiene que parar, no podemos seguir, es un juego peligroso, no sé dónde puede terminar… -le dije muy serio, ella estaba en silencio. Un largo rato estuvimos los dos en silencio, estábamos en un pueblo en la playa, nos había prestado la casa un amiga de ella, de cuando era estudiante. Ella no quiso hablar en ese momento, quería que fuéramos a caminar, charlamos caminando a la orilla del mar, un rato en silencio y ella habló.
-No entiendo porque no hiciste nada… porque apostaste con el jefe… que creías… siempre tuve muchos amantes… cuando te encontré pensé que eso había quedado atrás… pero ante tanta insistencia… y vos bastante ausente… realmente encontré un placer que había perdido hace tiempo… -caminamos un rato en silencio. Ella siguió
-Entiendo que es peligroso… que te da miedo… -silencio de nuevo.
-Tendríamos que parar esta situación… -le dije
-Parece que buscaras que alguien decida por vos… me parece que te gustó demasiado esto que paso… y a la vez… me siento engañada por vos… todo el tiempo sabías y te hacías el tonto… se que es peligroso… pero voy a seguir explorando mi relación con Carlos… es un amante excelente… supongo que para él soy una más de las putitas que se coge… sé que le encanta hacerlo conmigo… tengo ganas de pedirle que me lleve a bailar a alguno de los antros que él va…
-Saldrías a bailar con él…
-Me encantaría ser su putita toda la noche… que me presuma delante de quien quiera… -mi pija se puso dura, estaba en malla, imposible que no se notara.- mira cómo te pones… querés volver..?
Volvimos al departamento, enseguida la estaba montando sobre la cama, estaba recaliente, ella también. Lo hicimos en silencio, ninguno de los dos decía nada, pero los dos estábamos bien calientes, cuando me sintió cerca de llegar otra vez me pidió que acabara afuera, eso me producía un morbo especial, que no me dejara acabar adentro.
El martes me pidió que le dijera a Carlos que quería ir a bailar con él, ser su compañera por una noche.
-No le puedo decir eso…
-No veo porque no… después de todo lo que hiciste… más te vale que le digas…
Voy a comprar, cuando salgo de comprar no sé cómo acercarme a él, voy hacia el grupo, tampoco sé cómo tratarlo delante de su barra.
-Perdón Carlos… quisiera hacerle una pregunta si no le molesta… -lo veo sonreír y se aleja del grupo, me acompaña caminando.
-Mi esposa quiere que la lleves a bailar… salir con vos…
-Que buena noticia amigo… y vos que querés hacer…
No sabía a qué se refería, lo mire sin saber que decir
-Digo te gustaría venir con nosotros… o preferís esperarnos y solo ver cuando le pego una buena cogida a tu mujer…
-No me gustaría ir… quizás me ve algún conocido…
-Igual quédate tranquilo que no vamos a ir por la zona… la voy a llevar a un lugar que esta bueno y nadie la va a conocer… lo que podemos hacer es que vos nos pases a buscar con el auto y vamos para mi casa…
-No tenemos auto…
-Pero sabes manejar…
-Si claro… bueno entonces te consigo uno para el sábado…
Ella estaba contenta de salir, se iban a encontrar lejos del barrio para que nadie sospechara, igual, la situación ya era complicada, todos chismeaban y decían que algo pasaba entre mi mujer y él. La llevé con el auto que me prestaron hasta donde él me dijo, se bajó del auto, me quedé mirando se encontraron, él le levantó la pollera corta que tenía y le acarició el culo así, al aire, en plena calle, ella lo besaba y se dejaba acariciar apretándose contra él, tenía la pija durísima cuando arranqué.
Me quedé dormitando en el auto, busqué un lugar que me pareció más seguro, a la madrugada sonó mi celular en quince minutos salían me dijeron, los vi salir, caminaban abrazados el la tomaba de la cintura, le acariciaba el culo, cuando llegó al lado del coche le levantó el top y le chupo las tetas al lado del auto, era de noche había solo algunos que salían del lugar, se escucharon algunos silbidos y gritos, pero nada más, entraron al coche riéndose, los dos habían tomado, me dijo adonde llevarlos, era su casa, vivía en un barrio bastante bueno, alejado del lugar donde vivíamos, yo pensaba que vivía en el barrio, era un ph, entraron besándose y acariciándose, yo entré detrás de ellos. Él fue a poner música, le trajo una cerveza a ella y la besó, ella se arrodilló en el piso y empezó a bailar, cantando la canción, no sabía que conocía la letra era una cumbia que nosotros no solíamos escuchar, ella me miraba divertida, él había ido hacia el cuarto, apareció totalmente desnudo, se paró junto a ella que tomó su miembro y lo empezó a chupar, la lata de cerveza en una mano, movía la cadera sensualmente bailando, en un momento me miro provocativamente, yo estaba recaliente, la agarró de la cabeza y le cogió la boca, ella seguía moviendo sus caderas al ritmo de la música, dejo la cerveza y se concentró en chuparlo.
-Me tenes que hacer el culo… hace un montón que no me lo haces… hoy quiero solo por atrás… -le dijo, la ayudo a levantarse, la beso y fueron para el cuarto, la desnudó del todo y la tiró en la cama, ella se puso de costado, se acomodó detrás de ella, ella levantó la cabeza apoyándose en su brazo y mirándome, con cara de gozo al tiempo que el la empezaba a acomodar y la metía de a poco, ella llevó su mano, guiando con sus dedos la entrada, se mordía el labio y me miraba con cara de puta, se chupo los dedos, llevó su mano a su entrepierna y empezó a pajearse despacito mientras él ya la estaba cogiendo a buen ritmo, estaba muy cerca de ellos, cerraba los ojos de a ratos para no acabar. Fue dándole bien duro, ella seguía acariciándose y le decía que siguiera asi, ella dejó caer su cabeza dejó de mirarme, él la sacó un poco y separó sus cachetes dándome un primer plano de sus partes, estaba deliciosa, se la volvió a clavar.
-Me encanta ser una de tus putas…
-Sos mi preferida… ninguna se la banca y le gusta tanto en el culo como a vos…
Se acostó en la cama e hizo que lo fuera a montar, la fue acomodando, ella llevó su mano y solita se la acomodó en el culo, gimió profundamente cuando entró, se la metió hasta el fondo, ella se movía suavemente sobre él, con movimientos cortos, recibió un msj en el celular de él, se lo mostró a ella, era de una de sus amigas,
-Quien era esa puta con la que estabas… -y un emoji de enojo.
-Se ponen celosas tus perritas… eh…porque no le mandas una foto de tu pija entrando en mi culo… eh… -el dejó su celular. Ella no paraba de gemir y hacer movimientos cortitos sobre él, la hizo salir y ponerse de espaldas a él, se giro,
-Asi amor…? –le dijo mientras volvía a clavarla por el culo, yo tenía un primer plano de su conchita abierta, bien jugosa, y la pija de él entrando bien profundo en su culo, ella se levantó un poco para que él pudiera cogerla desde abajo.
-Ay que rico… así asi, así… -le dijo cuándo empezó a taladrala. Todo el tiempo le pedía más y volvió a pajearse mientras el le cogía el culo, se quedó quieto, veía el latir de su miembro, ella se levantó un poco, su pija salió y un goteo de leche rodo por su miembro hacia abajo,
-Ay… que rico… -le dijo ella y quedó apoyada sobre él, girando su cabeza para besarlo.
La relación de ellos siguió por bastante tiempo, tuvo historias, peleas con amigas de él, era otra mujer muy distinta a la que había sido mi esposa, fueron amantes hasta el día en que él encontró su final con otro jefe de barra que estaba surgiendo, mi esposa después siguió teniendo amantes, pero ninguna relación le parecía suficiente para olvidarse de él.

0 comentarios - El matón del barrio se coge a mi esposa, final