Por cosas del destino , termine viviendo con mi hermana III

 
                              Al fin llego. En la mañana Mariza salió muy temprano a tomar el bus, mientras yo cumplía mi turno de mañana. Al llegar mi hermana había preparado el almuerzo, comimos y de inmediato nos fuimos al cuarto de Mariza, que tenía una cama mas grande de dos plazas.  


Nuestras ropas quedaron regadas por todo el cuarto y al poco rato ya nos encontrábamos desnudos besándonos y tocándonos como siempre, sin embargo al estar solos no teníamos que acallar nuestros gemidos, los que poco a poco fueron inundando el cuarto.

Además con luz, era mucho más excitante ver el cuerpo desnudo de mi hermanita, que me parecía más atractivo aun. 


Le chupe las tetas por mucho rato, cosa que a ella le encantaba, rozamos nuestros sexos como de costumbre como si estuviésemos follando, entregándonos placer aun sin haber penetración, mis manos acariciaron su culo una y mil beses, incluso jugueteando con la entrada de su ano, pero sin intentar metérselo. Era el cielo, teníamos todo el tiempo del mundo.



                              Pero esa tarde yo quería algo más, algo distinto, por lo que mis intenciones de llegar con mi boca a su sexo, fueron más evidentes y a pesar que ella trató de impedírmelo, a las finales lo conseguí.


 Sin darse cuenta, su hermano estaba entre sus piernas, tratando de llegar a su sexo, que ella cubría con su mano, sin embargo ante mi insistencia, logré que retirara su mano y un escalofrió recorrió todo su cuerpo cuando sintió por primera vez, como mi labios comenzaba a rozarle sus labios vaginales, besándoselos suavemente, subiendo y bajando sin dejar de besarle su intimidad, haciéndole sentir un placer nunca antes experimentado.


                              Estaba nerviosa y a pesar de estar disfrutándolo, no se entregaba por completo al placer, con algo de vergüenza al estar tan expuesta ante su hermano, hasta que al fin, conseguí que abriera por completo sus piernas y que me dejara besársela a mi antojo. Mi hermana llegó al cielo, comenzó a disfrutar como nunca en su vida, comenzó a gemir muy fuertemente, diciéndome lo mucho que le gustaba, sacándole verdaderos alaridos de placer. 


Ya después de un rato, sus piernas se flexionaban y ella misma levantaba su pelvis para hacer más fuerte el contacto. Estuve a punto de hacerla acabar , cuando prácticamente se me escapo arrancando de esa posición, muy agitada, riéndose , diciéndome que casi había alcanzado su orgasmo, pero que quería hacer durar más nuestro encuentro.
                              Nos volvimos a abrazar y al rato me estaba besando con mi hermanita subida sobre mí, acariciándole el culo mientras ella se movía suavemente haciendo presión sobre mi verga.


-         ¿Te gusto?
-          Si, mucho
-          Quieres que te lo haga de nuevo
-          Si , me gustó mucho , pero deja calmarme un poco .. no quiero acabar aun
-          Bueno …¿y si ahora tu me das uno a mi?
-          Ja ja … no …
-          ¿Por qué no?
-          Me da vergüenza
-          Como te va a dar vergüenza después de todo lo que hemos hecho
-          Ja ja … lo se, pero me da vergüenza …
-          Anda .. no seas mala .. dame un besito ahí
-          No , otro día …
-           no , quiero uno ahora …
-          Otro día mejor
-          Y por que no ahora,.. me encantaría un beso tuyo ahí
-          ¿ de verdad lo quieres?
-          Ohhh si .. me encantaría
-          No se… me da vergüenza …
-          Yo no miro …
-          Mmm no se ..
-          Anda .. no seas mala …
-          Bueno .. , solo uno, pero no vayas a mirar
-          Ja ja .. bueno ..
 


                              Me tapé la cara con la almohada y mi ingenua hermana comenzó a besarme el pecho , bajando muy lentamente sin dejar de besarme , hasta que su cara ya estaba a la altura de mi verga que la esperaba ansiosa. Sentí su mano apoderarse de esta, sentí que se quedó apreciándomela un instante en sus manos, moviéndola suavemente, para luego sentir un corto beso en la punta de ella.


                              Le pedí otro y el mismo beso corto se repitió. Le dije que la metiera a su boca y que me la chupara y a mis instrucciones, sentí como mi verga se alojaba suavemente en su boca, dándome una muy suave chupada. Lo hizo por no más allá de dos minutos y volvió a subir. Me sasó la almohada de la cara y me preguntó si me había gustado, obviamente le dije que si y que mucho , pero que me gustaría que lo hiciera más fuerte, que me la apretara mas y que obviamente fura una chupada más larga.


                              Ella se rió y me volvió a poner la almohada en la cara. Sentí como bajo nuevamente y nuevamente la volvió a meter a la boca, chupándomela muy suavemente, aunque ahora sentía su mano agarrándomela de la base. A mis instrucciones lo hizo un poco más fuerte y luego de un rato, comenzó hacerlo muy bien. Yo comencé a quejarme dándole pautas con quejidos como más me gustaba. A las finales lo chupaba deliciosamente, aunque se detenía luego de un corto rato y tenía que volver a colocarla ahí.


Pero no me dejaba mirar, le daba vergüenza, pero después de un rato, me confesó que hace rato que quería hacerlo y que le gustó.
                              Ya habíamos abierto una nueva puerta de placer.   Al poco rato, ya nuevamente volvimos a caer en la calentura y nos chupamos alternadamente un rato cada uno, hasta que le propuse hacer un 69.


No entendía mucho a lo que me refería , pero cuando le hice colocarse sobre mí , dejó su sexo sobre mi boca y comenzamos a chuparnos mutuamente.
                              No duró mucho, a cada rato se sacaba mi verga de su boca para poder gemir, mientras yo literalmente le estaba comiendo el coño, metiéndole la lengua lo más adentro que podía, apretándole fuertemente el culo e incluso derivando una lamidas a este , cosa que la descontrolo, dándole mucho placer por lo alaridos que de su boca salían. Se comenzó a mover muy fuerte, a ratos me pedía que parara, pero yo hacía oídos sordos a sus peticiones dándole más lengua al sexo de mi hermana, estaba decidido a hacerla acabar en mi boca y a si lo hice. Mi hermana gemía desesperada y trataba de meterse mi verga a la boca, pero a los segundos la soltaba para poder quejarse fuertemente a gusto, incluso no puso reparo cuando le abrí las nalgas y le chupe el ano.


Estaba loca de placer, se quejaba y gemía , pidiéndome entre alaridos que parara , pero yo aferrado fuertemente a su culo no le di tregua y al poco rato, comenzó a gritar mientras alcanzo un monstruosos orgasmo que fue a parar a mi boca, la que no se detuvo, dándole mas y mas lengua, metiéndosela lo más adentro posible mientras ella se retorcía de placer sobre mi cuerpo, ya definitivamente gritando de placer.
                              Fue la primera vez que escuchaba a mi hermanita gritar así de placer, soltándose por completa, sin reprimirse de nada. La dejé muerta, sobre mi , completamente extasiada. Cayo rendida a mi lado diciéndome que había sido exquisito, que la había hecho sentir algo que nunca había experimentado, ni siquiera en sus ocultas masturbaciones. Me dijo que se sentía mal por no hacerme acabar, pero que le daba cosa que fuese acabar en su boca, que eso le daría asco
                              Obviamente no quería presionarla, teníamos mucho tiempo y le dije que no tenía problema con eso, que yo disfrutaba tanto como ella al verla y al escucharla acabar así. Pero agradecida por el orgasmo que le había entregado comenzó a chupármela con más fuerza aun y esta vez me dejó ver como lo hacía. Me excitaba más aun ver su tierna carita con los ojos cerrados viendo como mi gruesa verga entraba y salía de su boca. Luego le hice chuparme las bolas y no tuvo problema en hacerlo, sin dejar de masturbarme, hasta que le pedí que me dejara acabar en sus tetas. En un principio se tumbo sobre mí y me frotó sus tetas contra mi verga, sintiéndose divino y más aun con la visión de las tetas de mi hermana chocando contra mi herramienta ,


pero igual , al rato la hice colocarse de lado y fui yo el que comenzó a metérsela entre las tetas, restregándola muy fuertemente . Luego me comencé a masturbar con ellas, pasándoselas por los pezones y terminé bruscamente, quejándome de placer y acabando copiosamente, llenándoselas de semen.
Caí a su lado y ella comenzó a jugar con mi semen esparramándoselos por sus pechos , riéndose
-          Dicen que es bueno para la piel .. ja ja ja
-          Ahhh hermanita … mmm cuando quiera le coloco mas cremita donde quiera
-          Es extraña …
-          Ja ja
-          Estuvo muy rico
-          Ohh si .. me gusta mucho mas verte acabar así, con fuerza , quejándote 
-          Si, yo también me excité mas
-          Me calienta mas… no seas tan tímida con tu vocabulario. A mi me caliento mas escucharte quejarte .. me tenias loco
-          A mi igual … me encanta estar así contigo. Sé que está mal lo que hacemos, pero no puedo evitarlo, es más fuerte que yo



-          A mi también me encanta estar así contigo, me encanta tu cuerpo , tu olor , tus pechos para que decir, me fascinan
-          Que rico que te guste
-          Si , y cuando vamos a dar el siguiente paso
-          ¿Te refieres a?
-          Si , a meter esto , por acá
-          Ahh no , por favor no me pidas eso
-          ¿No te gustaría?
-          Por favor , no me lo pidas , no quiero hacerlo, creo que esto ya es … no se … inmoral .. y mas me da miedo quedar embarazada
-          ¿Te has sentido asi antes?
-          No , nunca he estado con nadie asi , solo contigo
-          Tranquila hermanita , no te presiono … tampoco quiero arrebatarte tu virginidad
-          ¿No te molesta?
-          Mmmm si me das muchos besos acá abajo , no me importaría …
-          Ja ja … los que quieras , me gusto mucho hacerlo …
 
                              Permanecimos desnudos sobre la cama de Mariza, prendimos la TV , vimos una película y nos volvimos acariciar varias veces esa tarde , con mucho sexo oral, hasta llegada la noche. Todo el fin de semana lo pasamos en la cama, solo nos levantamos a prepararnos algo para comer. Fue un fin de semana espectacular. El domingo ya tarde ordenamos el cuarto de Mariza, aunque ella sabía que mi hermana le ocuparía su cama para supuestamente “dormir cómoda".