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El sumiso y el bully (parte 4 de 4)

El día pactado había llegado, Gabi estaba demasiado ansioso, la idea de juntarse con su macho era tan fuerte que desde temprano sólo podía pensar en eso. Su pijita se ponía dura, la tuvo erecta varias veces hasta antes del encuentro, por lo que nunca pudo ponerse la jaulita, ya que la excitación no se lo permitía. Esto lo frustraba un poco, ya que se había preparado muy atentamente para el encuentro, se había depilado todo, TODO, incluyendo su rosado culito de maricón. Se había estimulado analmente al menos 3 veces en lo que pudo del día para acostumbrar su culo antes de recibir la verga que tanto estaba deseando que lo domine. No se masturbó pese a las fogosas ganas que tenía, ya que quería guardar todo el deseo para el encuentro. Su sueño se habría realidad: su macho la convertiría en una sissy cross y le quitaría hasta la ultima gota de masculinidad bombeandole el ano con su venosa verga morocha.
Su celular sonó, era una llamada, era él. Sus cobardía fue más fuerte, no atendió. Decidió mandarle un mensaje al alfa:
- qué pasó?
+ respondeme.
El mensaje corto y tajante fue muy intimidante, sintió miedo, algo había ocurrido? Estaría en problemas? no pudo pensar mucho ya que Marcos volvió a llamar, Gabi esta vez cortó, el miedo empezó a hacerlo temblar. Un nuevo mensaje:
+ si no respondés no te paso a buscar y se termina acá.
El beta captó como su macho volvía a imponer su dominancia sobre él, sobre su ser y su cuerpo, lo estaba poniendo nervioso a proposito. El teléfono volvió a sonar.
Demoró unos segundos por la ansiedad que le generaba oir su voz, pero respondió:
- ho... hola?
+ ya estoy cerca, estás lista?
Marcos sonaba natural, como si fuera algo de cualquier día, él yendo a buscar a una cualquiera, y no era falso que tenía muchas que lo perseguían, aún así estaba buscándolo a él y a su afeminado culito.
- eh..
Gabi se puso nervioso, primero por el golpe de realidad que estaba ocurriendo, no habían tenido contacto en un buen tiempo, y segundo por el hecho que le dijera "lista", se refirió a él como una chica, algo que desde su más profundo ser deseaba ser para su bully de la infancia.
+ y?
- ssi si! estoy lista
Referirse a sí mismo de esa forma fue la cereza sobre el pastel, toda la situación fue afrodisíaca, el culito del sumiso comenzaba a fruncirse y relajarse por sí solo.
+ Bien, andá saliendo (corta)
El ritmo cardíaco de Gabi se había acelerado, pero ahora más que por temor a la situación era por deseo. Se miró al espejo y notó que estaba sonriendo y se mordía el labio inferior, sí, estaba lista para su macho.

Estaba afuera esperando a que el alfa apareciera en su moto, pero solo vio a un auto que se estacionaba frente a él. Mientras Gabi miraba hacia la esquina, la ventana del auto comenzó a bajar. -subí- escuchó. Miró y vio que quien manejaba el auto era Marcos. Subió al auto y partieron.
Gabi noto que su macho no lo miraba, por el contrario casi lo ignoraba y manejaba serio. Esto hizo que el beta se preocupara, ¿habrá hecho algo mal? ¿alguien se habrá enterado? hasta que en punto en el que pararon en un semáforo Marcos habló:
+ la traés?
- ... qué?
Gabi estaba un poco confundido, Marcos empezó a tocarle sus genitales, de forma directa y como tratando de comprobar lo que quería encontrar, pero no estaba ahí. -no la trajiste- dijo el macho suspirando. El beta, aunque shockeado por el atrevimiento , respondió apenas comprendió
- ah.. sí! pero no la tengo puesta, la ten.
+ por qué no te la pusiste?
El bully se mostró enojado, aún no le dirigía la mirada, el semáforo era de 4 tiempos, tenían al menos medio minuto más frenados,
- no llegué, pasa que no pude por...
+ porque nada!
Y por primera vez en el día, el macho alfa miró a su beta a los ojos. Esto perturbó a Gabi, pero era lo que Marcos buscaba, volver a tomar el control. Marcos, no torpemente pero sí de forma dominante metió la mano entre las bragas del sumiso y le atrapó las bolitas entre sus dedos y palma. Gabi dió un leve gemido de dolor, uno muy agudo y femenino.
+ dijiste que estabas lista, no estabas lista, te voy a dejar claro una cosa: ahora sos mi putita, MI putita, y siempre tenés que estar lista para mí.
- ssí (respondió Gabi, aguantando el dolor)
+ si que?
- síi!
+ si qué!?
- sí señor!
El semáforo se puso en verde, el bully soltó a su víctima, volvió la vista al volante y arrancó.
+ a partir de ahora me vas a llamar "papi", y vas a estar siempre lista para mí, si paso por tu casa y estás afuera, como ahora, la vamos a pasar bien. Si llego y estás justo saliendo la vas a pasar mal. Y si llego y no estás la vas a pasar MUY mal, entendiste?
Gabi estaba lagrimeando un poco, pero respondió rápido.
- sí
+SI QUÉ?
-si papi!
+ ahora busca la jaulita y ponetela.
El sumiso obedeció, aunque el ataque fue hostil, lo cierto es que eso lo había excitado, podía sentir como su culito se aflojaba y contraía. Luego de ponérsela, ocultándose del exterior lo mejor que podía del exterior. El alfa le pidió la llave, no dijo ni una palabra, simplemente estiró su palma hacia su sumiso, Gabi se la entregó obedientemente, y con una sola mano Marcos enganchó la llavecita a las llaves del auto.
+estuve mirando un poco mientras te la ponías, me gusta el estilo, especialmente el color, combina con la pútita que sos.
- g..gracias.
El beta pudo notar como su alfa mostraba una pequeña sonrisa, una malévola sonrisa. Esto comenzó a calentarlo y la jaulita comenzó a apretarle un poco, estaba extasiado de volver a ser la putita de Marcos.
- tengo otra sorpresa papi.
+ la tanga? la noté cuando te agarré las bolitas de nena que tenés.
- no, es otra cosa.
Marcos frunció el ceño un tanto confundido
- pero no te la puedo mostrar ahora.
+ puedo tocarla?
Gabi comenzó a bajarse un poco los pantalones y dejó mostrar un poco su colita afeitada. Marcos entendió y sutilmente tocó buscando el ano de su putita, y ahí fue cuando sintió el plug anal.
- te gusta papi?
+ me encanta.
Marcos volvió a mirar a su sumiso, esta vez sonriendo.

Llegaron a la residencia del Marcos, -mis papás no están- dijo para generar tranquilidad en el beta, Gabi sólo asintió, a este punto sabía que nada se interpondría entre el deseo de ambos. Entraron hasta el cuarto, luego de ponerse cómodos se miraron, no se decían nada, al principio corrían la mirada por los nervios, ambos tenían el corazón a full, pero con los segundos empezaron a mantener los ojos fijos. El beta se acercó lentamente con su mirada de sumiso mientras que Marcos mantenía su postura de hombre macho dominante.
Gabi llevó sus manos al pecho del alfa, tan firme, se lo acariciaba y contemplaba mientras se mordía los labios.
+ Te gustó no?
El sumiso lo miró
- me encantás
+ Siempre sentí que eras un putito
- por eso siempre me buscabas y molestabas, porque te gustaba, y no soy putito... soy putita
Esta respuesta encendió demasiado a Marcos, quien lo puso de espaldas contra él y empezó a besarlo en la nuca y manoserlo, al mismo le apoyaba su verga ya semierecta y le manoseaba la pijita enjaulada. Gabi sólo gemía al mismo tiempo que acariciaba el pelo de su macho, se dejaba llevar por el alfa que dominaba todo su cuerpito.
Luego de un minuto Marcos arrojó al sumiso a la cama y le bajó los pantalones dejando ver su tanguita. En una expresión femenina el beta miró al alfa señalando también su culito con los ojos -te gusta?- Marcos se agachó y comenzó a manosear el culito depilado y pálido de su putita al mismo tiempo que le daba pequeñas nalgadas. Gabi gozaba, estaba en su jugo.
En algún momento el alfa se levantó y se puso encima del beta, lo inmovilizó tomándolo de ambas muñecas y lo miraba desde arriba. El sumiso lo miraba con una hermosa expresión femenina de sumisión, totalmente dispuesto a los deseos de su macho, y de pronto: nalgada.
- ayyy esa estuvo fuerte.
*Otra nalgada
- ayyy
+ Mirame (Gabi lo miró) hoy vas a dejar de ser un varon me entendiste? Hoy te vas a convertir en mi puta personal *nalgada
Gabi cerró los ojos y se mordió los labios aguantando el dolor de las fuertes nalgadas que Marcos le estaba dando.
+ ENTENDISTE!? *nalgada
- aayyy sii!
+ Sí qué? *nalgada
Los ojos del beta se llevaron de lagrimas y su cuerpo tembló un poco por el dolor, trató sutilmente de ver si podía zafar sus muñecas pero fue en vano, su macho era mucho más fuerte que él. No tenía escapatoria, tenía que aceptar su destino, miró al alfa a los ojos.
- sí papi, entendí 🥺
Al ver al beta tan sometido, el fuego dentro de Marcos se encendió, y se abalanzó sobre para besarlo, sus besos eran muy intensos y sonoros, no lo soltaba aún de las muñecas y con su otra mano acariciaba el plug anal que tenía puesto. Gabi gemía como una putita mientras estiraba y contraía su culito pálido y depilado.
Luego de unos minutos el macho se levantó y lo incorporó a su sumiso con la mano -veni- Marcos era de una familia pudiente y tenía una casa lujosa, así que le mostró a Gabi el vestidor de su cuarto -ahí está lo que necesitás para terminar de convertirte en la trola que querés ser- El beta ingresó y vio sobre una silla la lencería que Marcos le había mostrado por foto. Se emocionó y hasta su pijita le apretó bajo la jaula -te voy a esperar afuera, quiero verte cuando ya estés terminada-
Gabi se puso manos a la obra, y aunque estaba muy excitado nunca había usado lencería femenina, fue un poco estorboso al principio pero pudo conseguir ponerse la ropa. Luego de terminar se miraba en el espejo de cuerpo completo que había en el cambiador, estaba hermoso y super femenino, se excitaba con su propia imagen: unos guantes, el portaligas, las bucaneras y, por su puesto, una bombachita, todo rosa pastel y de tela de tul. El portaligas tenía una tela que simulaba una pequeña falda y las bucaneras tenían una igual. Se tocaba y acariciaba, estaba extasiado, también le calentaba mucho que fuera su macho el que le consiguiera todo eso. Era Marcos el que la quería como la puta que era ahora frente al espejo. Salió y vio al alfa de espaldas, totalmente desnudo.
- ya estoy
Marcos se giró y Gabi pudo ver un arnes de cuero negro en su pecho ancho y prominente. Marcos se masturbaba la gloriosa verga venosa y morocha que tenía mientras ese arnes le apretaba el pecho, como si necesitara que ese cuero suprimiera el deseo voraz de ese hombre candente y musculoso. La mirada de Gabi escaneó con sorpresa y emoción el cuerpo del alfa hasta llegar a esa verga, lo cual le puso la boca muy húmeda, necesario para lo que se vendría.
+ Arrodillada
- sí señor
El beta respondió de forma automática, verbal y corporalmente, puso sus rodillas juntas y sus manos sobre sus pálidos y saves muslos cubiertos por esa suave tela rosa. Marcos se acercó.
+ Cerrá los ojos y abrí la boca (Gabi obedeció)
De pronto empezó a sentir el inconfundible aroma de un glande húmedo y erecto. Sabía que lo tenía a muy pocos centímetros de la cara. Marcos empezó a frotar la cabeza de su verga en los labios de su puta, como si fuera un labial, el sumiso no aguantaba y daba pequeños gemidos, había pasado mucho desde que su cuerpo no tocaba con esa verga que lo había hecho acabar con su cola, como toda una trola.
Quería darle besos pero Marcos no se lo permitía
+ Chch despacito petera, no seas apurada
- ay me hacés sufrir!
+ Mmm cierto que con la boquita no la probaste todavía, solo ese orto de trola se comió esta pija no?
El alfa empezó a basarle la verga caliente, venosa y erecta por toda la cara del beta, dándole a veces algunos golpecitos. Gabi daba algunos gemidos, su pijita enjaulada estaba empezando a dejar ver una gotita. Este acto le dejó entender mejor el tamaño de la pija de su macho, la verdad era bien dotado. -ay qué pijudo que sos papi- Marcos sonrió y se mordió los labios, le extasiaba ver a Gabi ser una sumisa tan puta y obediente, lo que le ponía la verga más dura aún. Su tentación llegó al punto máximo y volvió a apoyarle la cabeza de su miembro en los labios de su sumiso. El beta, obviamente no se resistió, y dejó que esa verga ingresara suavemente en su boja la cual dejó caer un hilo de saliva que llevaba guardado un buen rato, Gabi dejó salir un pequeño gemido más intenso que los que estaba emitiendo "ayy está en mi boca! Tengo su verga en mi boca!" pensaba el sumiso emocionado. -abrí los ojos- ordenó el alfa, el beta lo miró a los ojos mientras el macho metía y sacaba lentamente su pija venosa en la húmeda boca de su putita.
Gabi seguía succionando suavemente, emitiendo sonidos babosos y pequeños gemiditos, Marcos tenía la boca entreabierta hipnotizado por el oral que su sumisa le estaba dando. Agarró la cabecita de su sumiso con ambas manos y empezó a cogerle la boca, al mismo tiempo que inclinaba su cabeza hacia atrás y se mordía los labios en éxtasis. el oral comenzó a ser más rápido y profundo, el beta apoyó sus manos en los muslos marcados de su macho para poder acortar un poco la profundidad a la que estaba llegando la cabeza dura de la verga de su alfa, aunque lo estaba disfrutando mucho nunca había hecho sexo oral a nadie, por lo que su garganta no estaba entrenada y daba arcadas, por lo que empezó a lagrimear. Marcos podía sentir que su putita empezaba a desesperarse y eso lo excitaba aún más, Gabi, aunque con miedo, dejaba que su macho le cogiera la garganta, estaba aceptando su lugar, era un varón fallido, sexualmente no podía ser más que la trola de un macho de verdad como lo era Marcos.
el punto final se acercaba, Marcos empezó a dar gemidos más fuertes, Gabi no podía creerlo, lo haría acabar con su boquita, en su mente pasaron muchas cosas por lo que lo dominó la desesperación, pero poco pudo prepararse. Marcos dio una embestida y un gemido final. El beta tenía la cabeza atrapada entre la pija y las manos de su macho, quien la había enterrado lo más que pudo dejando su venosa verga eyacular un gran y primer chorro de espeso semen. La sumisa empujó lagrimeando lo más que pudo hasta que, dominado por el orgasmo, el alfa aflojó sus manos, pero eso no evitó que una sabrosa cantidad de semen estuviera bajando ahora por la ahogada garganta de Gabi, pero los chorros aún no terminaban, por lo que al menos 2 fueron a parar a su lengua y a sus labios y uno final a su cara. El beta tosía del ahogamiento y lloraba, respirando agitado levanto la vista y pudo ver la verga morocha de su macho que aun palpitaba y dejaba ver semen saliendo de su punta, en ese momento recayó en el sabor dulce de la materia babosa que tenía en la boca ¡era la leche de Marcos! y la tenía toda en su boquita y en su cara, así que se la pasó bien por toda la boca, untándose también la que le había quedado en la cara con hambre de putita petera, la lechita de su macho era riquísima. Por lo que no desperdició nada y hasta lamió las gotas que salían de la verga de un exhausto Marcos quien acariciaba a su beta mientras este le daba una mirada de trola lechera succionando la cabeza de la pija. -qué ri.. rica estaba pa... papi- dijo babeando Gabi entre lágrimas, tos y sudor.
El alfa contemplaba a su afeminada víctima de la infancia, agitada y hecha un desastre por el oral que había realizado, la tomó del cuello y le levanto firme y dominantemente, Gabi estaba de puntita de pies, Marcos le agarró las bolitas y empezó a besarlo en la boca de esa forma, sometido. -ffff que rico peteas putita *beso* para esto naciste *beso* - hasta que lo soltó y Gabi pudo llevar sus pálidos y débiles bracitos a la espalda de su macho, mientras el alfa llevó sus gruesas manos al culito del beta amasándolo y dándole una firme nalgada. Gabi interrumpió el beso para ver a su amo a lo ojos como una buena putita obediente -chupé pija y tomé lechita por primera vez papi, lo hice bien?- Esto excitó mucho a marcos, quien agarrándolo firma del culito respondió -fffff sí mi amor, me la chupaste muuuy bien- y retomaron el beso.
Luego de un rato así el alfa acostó a su pasiva en la cama, primero boca arriba, llevó las manos de Gabi sobre su cabeza mientras que la mano libre le manoseaba la jaulita y las bolas, lo besaba así. Este trato le generó mucha confianza y placer al beta, lo que hizo que el goce fuera aún mayor. En algún momento Marcos soltó las muñecas del beta y este aprovechó para abrazar a su macho y frotar su firme y varonil cuerpo al suyo tan suave, lo hacía tan afeminadamente que se mordía los labios y gemía suave con los ojos cerrados, Llevó su mano a la verga del alfa la cual ya estaba lista de nuevo para la acción. Esta fue la señal para Marcos para tomar el control, extasiado e impaciente dio vuelta a la puta pasiva y le abrió las nalgas suaves, pálidas y redonditas. Comenzó a besar alrededor del plug que tenía puesto el cual dejaba ver una joya verde claro, Gabi seguía gimiendo igual que cuando se frotaban. El alfa se hizo para atrás y pudo ver la hermosa obra de arte que tenía en frente, un afeminado y bello femboy tímido y pervertido, con un cuerpo suave, femenino y en una pose sugerente y deseosa, su boca se le hizo agua.
Marcos sacó lentamente el plug para llevar su boca al anito algo dilatado del beta, introduciendo su lengua, esto hizo que los gemidos de Gabi se intensificaran. Más temprano que tarde, y con el agujero bien lubricado, el macho empezó a penetrar lentamente a su "hembra", cuando el borde del glande de la venosa pija del alfa pasó el ano del beta Gabi soltó un natural gemido de dolor
+ Querés lubricante?
- no hace falta papi, me puse mucho cuando me puse el plug.
+ Mmm cómo me gusta que hayas venido preparada putita
- seguí metiéndola papi porfa
Gabi cayó en la cuenta de cómo hace semanas, cuando se reencontró con su bully él era tan solo un varoncito tímido que buscaba ser un hombre para alguna mujer, pero terminó siendo él la mujer para el varón que no sabía que necesitaba. Era un fracaso como hombre, solo le quedaba ser una mujer. Esta conclusión lo excitó mucho y se sintió agradecido por estar en donde estaba y haciendo su mano hacia atrás acarició el pelo de su macho el cual ya llevaba metiendo media pija. Cuando sintió la cadera chocar contra sus nalgas Gabi dejó ir un suspiro de satisfacción, Marcos dejó su pija quieta para que su pasiva se acostumbrara, mientras tanto Gabi estaba emocionado porque ahora ya nada evitaría poder revivir ese placer que había sentido con su macho hace tiempo.
El alfa empezó a cogerlo con ritmo, las embestidas suaves empezaron a ser golpes en la cola del beta, quien, naturalmente, empezó a dejar salir gemidos de placer. Marcos se detenía por momentos, ya que esta vez, al igual que Gabi, había guardado demasiada emoción por este momento, lo que le generaba sentir que el orgasmo llegaba muy pronto. En algún momento el activo abrió a los ojos y pudo ver al pasivo mirándolo tiernamente mientras gemía por la cogida, lo que hizo que marcos aumentara la agresividad y comenzara a aplaudirle con las bolas de la forma en que lo cogía, Gabi abrió la boca grande en una expresión entre dolor y placer. Podía sentir toda su próstata ser acariciada por esa gloriosa verga venosa y gruesa.
Cambiaron de poses, en algún momento Marcos le pidió a Gabi que lo cabalgara, lo que fue dio como resultado a un maricón en bucaneras cogiendo una pija mientras su pijita en la jaula se meneaba y hacía un tierno tintineo, pero esto le sacó unos fuerte gemidos graves y varoniles al alfa. Luego en cuatro, lo que le dio mucho placer al pasivo al sentir las manos gruesas de su macho agarrándolo de la cadera mientras lo embestía aplaudiéndole las bolas contra las suyas. Luego en la forma en la que el había acabado analmente por primera vez, abrazándose de frente, pero esta vez el placer era mayor, al no haber ninguna duda de que el estaba en donde quería estar.
Finalmente el macho puso a su hembra en la pose inicial pero esta vez agarrándolo con una mano del cuello y con la otra de las muñecas de sus débiles brazos -me gusta tenerte así, inmovilizada recibiendo mi pija Gabi, sos un mi putita goloza obediente *beso*- Los ojos del beta casi que le rodaban por atrás mientras se mordía el labio inferior -cogeme duro papi, rompeme el culo! es tuyo, hacelo tuyo!- Marcos empezó a cogerlo mucho más fuerte que en cualquier otro momento, ya llevaban casi media hora de sexo, Gabi abrió los ojos al notar que volvería a ser una nena por segunda vez: trendría su sengundo orgasmo anal.
- ay papi... papi...
+ Ya vas a acabr putita eh? no te voya dejar de enterrar la verga hasta que acabes como una trola para mi.
- me vas a.... hacer acabar como... nena papiiii!!
+ Sí putita, acabá como la nena puta que sos
- AAAAHHHHH!!!
Aunque estuviera con la jaula de castidad, Gabi pudo tener un orgasmo tan intenso como si no la tuviera, y chorritos de semen salían de su penesito al ritmo de las embestidas que el macho hacía introduciéndo su verga. Gabi, lagrimeando por la intensidad del orgasmo, mordió las sábanas mientras que aún debía seguir soportanto el roce de esta enorme pija en todo su recto. -Muy bien mi amor... te portaste bien- decía Marcos mientras besaba al beta en agonía -Acá está tu premio putita, TOMAAA!- y el alfa vació sus bolas al ritmo de unas embestidas córtas y epilépticas en el culito del pobre y afeminado beta, quien volvió a abrir su boca al sentir la verga quieta y palpitando dentro suyo, mientras podía sentir también como su culo se ponía caliente y húmedo.
El macho saco su pija de la hembra, la cual dejó como resultado un culito abierto y rosado que dejaba salir un espeso semen que luego corría por las pateticas bolitas de femboy que el beta tenía.
Estaban ambos agitados, mirando al techo uno al lado del otro, sudando, jadeando. Al cabo de un minuto, cuando las respiraciones se calmaron, Gabi miró hacia su macho, quien ya estaba observándolo, y luego de unos segundos, esa mirada se convirtió en un intenso beso, el primer beso de novios. Ya que a partir de ese día, el bully de la infancia de Gabi, pasaría a ser su primer y nuevo novio.

FIN

parte 1: http://www.poringa.net/posts/relatos/4670678/El-sumiso-y-el-bully-parte-1-de-4.html />
parte2: http://www.poringa.net/posts/relatos/4684028/El-sumiso-y-el-bully-parte-2-de-4.html />
parte3: http://www.poringa.net/posts/relatos/5502515/El-sumiso-y-el-bully-parte-3-de-4.html

3 comentarios - El sumiso y el bully (parte 4 de 4)

gonzaloroblin +1
Muy buen relato gracias espero lo continúes pronto saludos
Tinicross80
Ex ce len te!! Casi acabo leyendo, doy muy beta.... Gracias!